Mi blog sobre Economía

sábado, 19 de enero de 2013

¿Es una moneda la respuesta?

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Obama, durante un discurso reciente.













Me han escrito varias personas que me hacían preguntas muy interesantes en relación con el techo de la deuda y otros temas: ¿por qué tiene que endeudarse el Gobierno federal? ¿Por qué no puede sencillamente imprimir dinero para pagar sus facturas? Al fin y al cabo, ¿no hay personas como yo que dicen que eso en realidad no provoca inflación? Pues bien, resulta que sí que hay un problema, o de hecho dos problemas, pero son un tanto sutiles.
En primer lugar, en lo que respecta al aspecto legal, el Gobierno federal no puede sencillamente imprimir dinero para pagar sus facturas, con una peculiar excepción. En lugar de eso, el dinero tiene que ser creado por la Reserva Federal, que a continuación lo pone en circulación comprando deuda federal. Podrían decirme que se trata de una distinción artificial, porque la Reserva Federal forma parte del Gobierno, pero desde un punto de vista legal, la distinción es importante, y la deuda comprada por la Reserva Federal computa en lo relativo al techo de la deuda.La peculiar excepción es que esa cláusula permite al Tesoro acuñar monedas de platino con la denominación que elija. Naturalmente, la intención era emitir monedas conmemorativas y cosas por el estilo, no emplearlo como una medida fiscal; pero a mi modo de verlo al menos, la letra de la ley permitiría al Tesoro emitir una moneda de platino, digamos que por un valor de 1 billón de dólares, y depositarla en la Reserva Federal, evitando así la necesidad de emitir deuda.
En realidad, para profundizar más en la idea, la moneda realmente sería deuda federal del mismo modo que lo son los bonos del Tesoro que tiene la Reserva Federal, ya que al final el Tesoro querrá recomprarla. De modo que todo esto es un truco, pero puesto que lo del techo de la deuda en sí es una locura, ya que permite al Congreso decirle al Presidente que gaste dinero y luego decirle que no puede recaudar el dinero que se supone que debe gastar, hay razones bastantes buenas para usar cualquier truco que tenga a su alcance.
Pero dejando a un lado el techo de la deuda, ¿no es cierto que puesto que el gasto actualmente se puede financiar con dinero imprimido por la Reserva Federal, no deberíamos preocuparnos lo más mínimo por la hipotética deuda que debamos a la Reserva Federal? Por desgracia, no.
Es cierto que imprimir dinero no crea inflación en las condiciones actuales, es decir, con la economía deprimida y los tipos de interés en un límite inferior igual a cero. Pero con el tiempo, estas condiciones se terminarán. Llegado ese punto, para impedir un aumento drástico de la inflación, la Reserva Federal querrá retirar gran parte de la base monetaria que ha creado en respuesta a la crisis, lo que significa vender la deuda federal que ha comprado. De modo que, aunque ahora esa deuda no es más que un cargo de un organismo más o menos gubernamental a otro organismo gubernamental, al final se convertirá en deuda de los ciudadanos.
Vivimos unos tiempos económicos extraños, en los que muchas de las normas habituales no son válidas y muchas cosas se dan a cambio de nada. Pero no todo es a cambio de nada, ni siquiera ahora. Lo siento.