Mi blog sobre Economía

martes, 26 de mayo de 2015

Otorgan a Fidel distinción mexicana

2015.05.26 - 17:45:25 / web@radiorebelde.icrt.cu


En masivo acto realizado en el patio central de la Universidad Michoacana San Miguel Hidalgo tuvo lugar la entrega de la distinción Vicente Lombardo Toledano otorgada al líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.

El Secretario General del SUEUM, institución que concede la distinción, Eduardo Tena Flores, entregó la correspondiente medalla y el documento que la acredita al embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez Barrera, quien la recibió a nombre del Comandante Fidel.

Hicieron uso de la palabra el rector Serra Condez y Eduardo Tena quienes elogiaron el “ejemplo, entrega y referente de Fidel para todos los ciudadanos del mundo y la firmeza y valentía del pueblo cubano que ha hecho posible una Cuba libre y auténtica”.

Rodríguez Barrera, reconoció la importancia y significación de la distinción otorgada, agradeció la misma a nombre de Fidel y se refirió a la obra y el legado de Lombardo Toledano y del líder histórico de la Revolución Cubana.

Con anterioridad a este evento el diplomático cubano fue recibido en el Congreso Local por la Junta de Coordinación Política, integrada por los jefes de bancadas partidistas y ofreció declaraciones a la prensa. 

Vicente Lombardo Toledano fue un sindicalista, político y filósofo mexicano de tendencia marxista. Influyó significativamente en la historia de México y de América Latina pues fue uno de los ideólogos y partícipes de los sucesos políticos y sociales que trazaron el camino para la lucha por la emancipación de los pueblos de nuestro continente en la etapa constructiva de la Revolución Mexicana. (Cubaminrex)

¿Qué buscaban los últimos soldados de Hitler en el Ártico?

RT. Fueron 11 los últimos militares nazis que se rindieron en la II Guerra Mundial. Sucedió cuatro meses después de que Alemania capitulase ante los aliados, en la perdida isla de Spitzbergen, en el océano Glacial Ártico.

El 3 de septiembre de 1945, un grupo de alemanes encabezados por Wilhelm Dege se rindió al capitán del buque noruego Blassel, dedicado a la caza de focas. De este modo se dio por terminada su misión secreta de un año en el Ártico destinada a recoger datos meteorológicos para el Tercer Reich.

"La información meteorológica tenía una importancia vital, tanto para los alemanes como para los aliados. Hitler fijó posteriormente el momento de atacar en las Ardenas a partir de la información que le llegó de la estación meteorológica de las islas Spitzbergen. (…) Sin la información meteorológica no se entendería buena parte de las decisiones que se tomaron a lo largo de la guerra", comentó al diario 'ABC' el historiador y periodista Jesús Hernández, que reúne los detalles de lo sucedido en su libro 'Pequeñas grandes historias dela Segunda Guerra Mundial'.

El primer intento de los nazis de instalarse en la región ártica tuvo lugar en 1943, pero su base en Groenlandia fue arrasada por el Ejército estadounidense. Sin embargo, el Gobierno de Adolf Hitler no abandonó sus planes. Esta vez la operación Haudegen ('estocada') fue tan secreta que el llamamiento a voluntarios para participar no decía nada más que "una misión muy especial en una zona muy fría", destaca Hernández.

Para prepararse para las bajas temperaturas, los 70 militares que se presentaron voluntarios para el experimento recibieron entrenamiento en los Alpes. Una vez seleccionado un equipo final de 10 miembros, se les designó como jefe al geógrafo y geólogo Wilhelm Dege. En septiembre de 1944 el grupo llegó a la isla deshabitada de Spitzbergen. Su tarea fue enviar periódicamente información atmosférica a Alemania sin ser descubiertos.

Tras instalar la base, una serie de barracones prefabricados que solo hubo que bajar del buque, los 11 se pusieron mano a la obra. Pero la misión prevista para, al mínimo, 3 años, se terminó mucho antes. Al recibir en mayo de 1945 la noticia sobre el suicidio de Hitler, Degecomunicó a los aliados que rendía la base. Sin embargo, tuvieron que esperar cuatro meses hasta que un barco pesquero civil 'aceptase' su capitulación y los recogiera. De este modo, los 11 hombres se convirtieron en los últimos nazis en rendirse de la II Guerra Mundial.

Experto: Obama tiene autoridad para devolver Guantánamo a Cuba




ROSA MIRIAM ELIZALDE / WASHINGTON DC – Es uno de los abogados más conocidos de Washington y probablemente el único que ha ganado un par de veces un caso en la Corte Suprema de los Estados Unidos, y el sistema ha vuelto a cambiar las leyes para regresar al punto de partida. Thomas B. Wilner representó a los detenidos de Guantánamo en el juicio que estableció su derecho a ser asistidos por un abogado, y en dos decisiones la Suprema Corte confirmó el derecho de estos presos al habeas corpus, pero la justicia todavía está por hacerse.

Como él reconoce, esa prisión sigue siendo un símbolo de un país, Estados Unidos, que desdeña el estado de derecho. “Hay que cerrar Guantánamo, porque es cara, es ineficiente, lesiona nuestra posición internacional”, afirma Wilner,consultor de la firma de abogados Shearman & Sterling, en Washington, y hombre del establishment norteamericano. Antes de convertirse en un jurista de primera línea, estudió en la Universidad de Yale y en la Escuela de Leyes de Pennsylvania, las dos mejores y más caras academias de los Estados Unidos. En Yale fue condiscípulo, entre otros, del republicano George W. Bush y del demócrata John Kerry.

Wilner fue el vocero de un grupo de abogados norteamericanos que han representando a prisioneros de diversas nacionalidades, ilegalmente retenidos en la Base Militar de Guantánamo. Entre los presos había 12 kuwaitíes, clientes de Wilner, que fueron torturados por soldados estadounidenses en Afganistán y Pakistán antes de enviarlos a la base en Cuba.

Hemos hablado en otras ocasiones de la prisión de Guantánamo, pero es la primera vez en que nuestra conversación transcurre en Washington y se enfoca en un territorio más amplio que la cárcel, la franja ocupada en Cuba por el gobierno de Estados Unidos. Este es hoy uno de los temas que la Isla ha planteado como obstáculo para superar en el camino hacia la normalización de relaciones con el gigante del Norte.

El Presidente puede, pero debe encarar al Senado

-¿Tiene el presidente Obama autoridad presidencial para devolver a Cuba el territorio que ocupa la Base Naval de Guantánamo a Cuba, sin procurar la aprobación del Congreso?

-Creo que el Presidente la tiene. Tendría que hacer más investigación para estar completamente seguro, pero creo que él tiene autoridad unilateral para hacer esto. Lo que se ha planteado como un impedimento para él hacerlo – la Ley Helms-Burton – en realidad no lo es. El Presidente no requiere de la aprobación del Congreso. El tratado de Guantánamo en sí es claro sobre cómo podría concluir. Sin duda alguna el Congreso pediría que no se devuelva la Base sin al menos la aprobación del Senado estadounidense. Se necesita la aprobación del Senado para firmar los tratados, y muchos probablemente argumentarían que es necesaria la aprobación del Senado para poner fin a un tratado.

En la práctica, incluso si el Presidente tiene autoridad unilateral, es muy poco probable que cualquier mandatario, demócrata o republicano, terminaría un tratado como este sin al menos tener la aprobación tácita del Congreso.

-Desde el punto de vista jurídico, ¿cuáles son las diferencias esenciales entre la devolución del territorio a Cuba y simplemente cerrar la prisión? ¿Por qué los Estados Unidos construyeron esta prisión en Guantánamo, y no en otra de sus muchas bases en todo el mundo?

-Bueno, son dos preguntas totalmente diferentes. Estados Unidos podría cerrar la prisión y no devolver el territorio a Cuba. En efecto, si los Estados Unidos dejan de usar Guantánamo como prisión y utiliza ese territorio sólo como una base naval, probablemente estaría dando cumplimiento al tratado original. Si cumple el tratado original, nada obliga a devolver la base a Cuba, aparte de mejorar las relaciones con Cuba.

La segunda pregunta es muy interesante. El tratado de Estados Unidos con Cuba para el arrendamiento de Guantánamo a EE.UU., dice que Cuba tiene la soberanía sobre la base, pero EEUU tiene jurisdicción y el control total. En otras palabras, aunque técnicamente es territorio soberano de Cuba, EEUU ha ejercido todo el poder y autoridad sobre ese lugar. Guantánamo es único en ese sentido. EEUU no tiene otra base en el mundo en la que posea tal autoridad plena y sin restricciones, y a la vez, careciendo de soberanía. Esta distinción le dio a EE.UU. el argumento de que los tribunales estadounidenses no tenían jurisdicción sobre las acciones del ejecutivo en Guantánamo. La administración Bush defendió el argumento legal de que podía operar en Guantánamo de la forma que quería y hacer lo que quería a los prisioneros allí sin ninguna revisión legal. En otras palabras, la administración Bush afirmó que podía operar en Guantánamo fuera del ley porque la soberanía era cubana, no estadounidense. Este fue, de hecho, el concepto que desafiamos en los tribunales estadounidenses. Y la Corte Suprema finalmente estuvo de acuerdo con nosotros y sostuvo que el gobierno de Estados Unidos no pudo detener a la gente allí sin acceso a algún tipo de revisión judicial.

Me explico un poco más. Los EE.UU. no puede ejercer el mismo control completo y la jurisdicción sobre un lugar en Francia, Inglaterra o México, por ejemplo. En esos lugares EE.UU. no puede funcionar de la manera que desee porque el gobierno del país tiene el control… pero Guantánamo es diferente; es un lugar único en el que EE.UU. pueden hacer lo que quiere, porque ningún país puede intervenir y detenerlo. El gobierno de Bush puede detener a la gente allí sin pasar por los tribunales o negociar con el gobierno de otro país que tiene la autoridad para revisar la pertinencia de sus acciones o detenerlo. Al mismo tiempo, porque Guantánamo está en otro país y no en territorio de Estados Unidos, y aún así, argumentando que ese otro país tiene “soberanía” sobre el territorio, la administración Bush usó ese argumento legal ante los tribunales de Estados Unidos, que tampoco podían revisar sus acciones emprendidas. Ese es el argumento que teníamos que derrotar.

-¿Es la prisión en la base naval de Guantánamo, una violación del “arrendamiento” que aparece en el tratado original de EEUU y Cuba? Si es así, ¿qué pasaría si Cuba interpone un recurso legal donde argumente que EE.UU. está violando su contrato de arrendamiento? ¿Qué foro jurídico estaría disponible para Cuba?

-Creo que el uso por parte de Estados Unidos de la Base de Guantánamo como prisión viola claramente los términos del Tratado. El tratado o contrato de arrendamiento que EE.UU. firmó con Cuba para el territorio de Guantánamo dice que sería utilizado como una base carbonera; realmente como una estación de servicio para la Marina. Al no utilizarse para ese fin, sino como una prisión, viola el contrato de arrendamiento.

¿Qué hacer al respecto? Bueno, si Cuba fuera una potencia militar potencialmente podría enfrentar militarmente a EE.UU., pero es una propuesta poco probable.

La verdadera pregunta es dónde Cuba puede ir para obtener apoyo. Veo algunas posibilidades, aunque se necesita más investigación. Creo que ir a un foro jurídico internacional y conseguir un dictamen que reconozca que EE.UU. está violando el contrato de arrendamiento, no podría obligar a EE.UU. a salir de Guantánamo, pero proporcionaría fuerza moral a los argumentos de Cuba. Cuba podría tratar de ir a la Corte Penal Internacional, de La Haya.

En virtud del artículo 36 de los Estatutos de la Corte Penal Internacional, la organización puede interpretar los tratados entre los Estados miembros de la ONU. En ocasiones la Corte Penal Internacional necesita el acuerdo de los dos países para litigar el desacuerdo. Alguien tiene que investigar si Cuba podría presentar su caso sin el consentimiento de los Estados Unidos. Cuba también podría pedir a la Asamblea General de la ONU que solicite a la Corte Penal Internacional una opinión consultiva sobre la cuestión. Por eso Cuba debería llevar el caso a la Asamblea General de la ONU.

Ningún organismo internacional puede obligar a EE.UU. a hacer algo que no quiere hacer. Pero advertir que los EE.UU. no está actuando de conformidad con el Tratado, puede ayudar a generar un consenso para que EE.UU. ponga fin a ese asunto.

-¿Cuál es la situación legal ahora de los presos que quedan en la base? ¿Por qué la Administración Obama no cerró la prisión, que era una de sus grandes promesas electorales?

-Es muy difícil responder en pocas palabras. La situación legal actual es que el Presidente tiene prohibido ofrecerle a cualquier prisionero de Guantánamo ser transferido a la parte continental de Estados Unidos. Se le permite transferirlos a otros países, si el secretario de Defensa certifica que el país al que va destinado está tomando medidas para mitigar sustancialmente el riesgo de que el prisionero emprenderá acciones terroristas en el futuro. La ley, en este momento, se está debatiendo en el Congreso, para decidir si esto va a cambiar. A causa de la mayoría republicana en el Congreso, existe la posibilidad de que el Congreso hará que sea aún más difícil transferir detenidos a otros países. Por otro lado, John McCain, Presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, quiere cerrar Guantánamo y quiere facilitarle a Obama la transferencia de prisioneros, al menos, a una prisión en Estados Unidos.

Con respecto a la segunda pregunta, en mi opinión, Obama es responsable de que Guantánamo siga en la situación actual. Dijo que iba a cerrar Guantánamo cuando asumió el cargo y él tenía plena autoridad para hacerlo sin ninguna restricción del Congreso. Él podía haber transferido detenidos a EE.UU. o a otros países sin restricciones. Él no lo hizo porque no quería despertar la oposición entre los republicanos. Puso a Guantánamo en un segundo plano y dio prioridad a otras cosas.

También se involucró en un plan para trasladar a algunas personas claramente inocentes de Guantánamo a los Estados Unidos, y se paró cuando un congresista lo criticó por tratar de hacerlo. El Congreso percibió su debilidad y encontró que era políticamente útil jugar con los temores de la opinión pública estadounidense, haciendo hincapié en que era un peligro alimentar la esperanza de la liberación de los detenidos. Ellos falsamente enfatizaron el peligro de liberar a cualquier preso de Guantánamo, diciendo que todos eran terroristas. La administración Obama no refutó esas acusaciones. El Congreso impuso restricciones a los presos que iban a ser transferidos y el gobierno dejó que eso sucediera. Mi opinión es que todo esto ha sido la demostración de una impresionante incompetencia de la administración Obama.

-Cuba ha dicho que la plena normalización de las relaciones con los Estados Unidos es un proceso largo y complicado que tendría que resolver varios obstáculos, entre los que incluye la devolución del territorio de Guantánamo. ¿Le parece justo?

-Honestamente, es la posición de Cuba. No es mi papel hacer comentarios sobre la posición de Cuba. Desde luego, puedo entender por qué Cuba ha tomando la decisión de sostener que la devolución de Guantánamo sería es una condición previa a la plena normalización de relaciones. Al tratarse de su posición, la respeto.

El Convenio para las Estaciones Carboneras y Navales

La Estación Naval en la Bahía de Guantánamo se estableció en 1898, cuando Estados Unidos ocupó militarmente la isla. El gobierno estadounidense obtuvo un arrendamiento perpetuo que comenzó el 23 de febrero de 1903, con la firma por parte de Tomás Estrada Palma, primer presidente de la República de Cuba, del Tratado cubano-estadounidense:

Artículo I. La República de Cuba arrienda por el presente a los Estados Unidos por el tiempo que las necesitare para el objeto de establecer en ellas estaciones carboneras o navales, las extensiones de tierra y agua situadas en la isla de Cuba que a continuación se describen: (…)

Artículo III: Si bien los Estados Unidos reconocen por su parte la continuación de la soberanía definitiva de La República de Cuba sobre las extensiones de tierra y agua arriba descritas, la república de Cuba consiente, por su parte, en que, durante el período en que los Estados Unidos ocupen dichas áreas a tenor de las estipulaciones de este convenio,los Estados Unidos ejerzan jurisdicción y señoríos completos sobre dichas áreas (…)

Ley Helms Burton

La Ley Helms Burton en su Título II, sección 201, apartado 12 establece: “Estar listos para iniciar negociaciones con un gobierno electo democráticamente en Cuba a fin de devolver a ese país la Base Naval de los Estados Unidos en Guantánamo o de renegociar el acuerdo actual en condiciones mutuamente aceptables”. Esta declaratoria, la única que aparece en la Ley sobre el territorio ocupado por EEUU en Cuba, no dice que el Presidente esté obligado a pedir la aprobación del Congreso para devolver la Base, afirma Wilner.

Versión al español: Ivette Lamigueiro

Visitas de EEUU a Cuba se incrementan un 36%

Las visitas de ciudadanos norteamericanos a Cuba se han incrementado un impresionante 36% en lo que va de año, comparado con el mismo periodo del año anterior.

Según las estadísticas, reportadas por Jose Luis Perello, economista de la Universidad de La Habana a la agencia Associated Press, la mayor parte del incremento se debe a norteamericanos sin vínculos familiares en la isla. En total visitaron Cuba mas de 51,000 norteamericanos entre el 1 de enero y el 5 de mayo de este año. De ellos, 38,476 volaron directamente desde los EEUU, mientras que el resto viajó a través de terceros países entre los que destacan México, Jamaica, Las Islas Caimán y Las Bahamas.

No obstante, el viaje de los norteamericanos a Cuba para hacer turismo sigue prohibido. Los norteamericanos que viajaron directamente de los EEUU a Cuba debieron contar con una licencia específica o acogerse a una de las doce licencias generales aprobadas el pasado 16 de enero. Este proceso es simple, solamente tienen que decirle a la compañía de turismo a que categoría se acogen y firmar una certificación.

La notoriedad de Cuba en los medios internacionales ha ocasionado también un incremento del turismo del resto del mundo, que se ha incrementado un 14% en el mismo periodo de tiempo. Este incremento responde a turistas procedentes de países europeos: Alemania, Francia el Reino Unido y España.

Fuente: AP

Un documental chino sobre el viaje de Deng Xiaoping a Estados Unidos

Mr Deng Goes to Washington es un atípico documental que acaba de estrenarse en los cines de China sobre la histórica visita de Deng Xiaoping a Washington en 1979 para entrevistarse con Jimmy Carter. 


Los documentales no son un género muy habitual en China y es todavía más raro que se estrenen en las pantallas de cine. 

Fu Hongxing y Lu Muzi, director y productora, han conseguido realizar esta arriesgada propuesta.

El documental recoge el viaje de nueve días de Deng Xiaoping a Estados Unidos, tan solo un mes después de la normalización de las relaciones entre los dos países. Era la primera visita de un presidente chino desde la instauración de la Republica Popular de China (1949).

Mr Deng Goes to Washington intercala material audiovisual de la época con doce secuencias de animación en una mezcla de estilos, que incluye la estética de las marionetas tradicionales chinas. 

Los responsables del documental han pedido la aprobación de la familia de Deng para presentarlo como una figura de dibujos animados.

Las imágenes reales, que recogen la visita de Deng y entrevistas con Jimmy Carter, provienen de las grandes cadenas de televisión (NBC, CBS y ABC) del Centro Carter y de los Archivos Nacionales de EE.UU.

El director Fu Hongxing y la productora Lu Muzi son profesores universitarios y empezaron a preparar el proyecto en 2013. Es un documental alejado del aparato de propaganda oficial del gobierno chino y realizado con financiación privada.

Por ello sus responsables no han evitado incluir material "sensible", como las protestas de unos 30.000 partidarios del Kuomintang (los nacionalistas que perdieron la guerra y se refugiaron en Taiwán) que se manifestaron en Washington contra Deng.

También aparecen algunos intentos de agresión que sufrió Deng Xiaoping y que fueron interceptados por los servicios de seguridad: en Boston un miembro del Ku Klux Kan intentó atacarle y en Washington dos supuestos periodistas, acreditados para el encuentro con Carter, amagaron con agredirle.

De todas formas la financiación privada no ha impedido que el gobierno chino supervisara la versión final del montaje antes de permitir que se estrenara el pasado 15 de mayo de 2015.

La diplomacia pueblo-a-pueblo y el fin de las narrativas paternalistas.


Por María Isabel Alfonso y Arturo López-Levy

Recomendaciones para una dinámica de relaciones perdurables entre Cuba y Estados Unidos

Un reportero preguntó a G. H. W. Bush en 1991: “¿Qué haría si Castro relajara su control sobre Cuba?” Esta fue la respuesta del el expresidente: “Los Estados Unidos harían exactamente lo que deben hacer: llegar a esa isla y aupar a ese pueblo” (Bush citado por Schoultz 9). Tal narrativa de superioridad no comenzó con el primero de los Bush. Como señala Lars Schoultz en “Benevolent Domination”, se forjó durante la Guerra Hispano-Cubano-Americana, a finales del XIX. Por ejemplo, el general Leonard Wood, en una carta enviada desde Cuba al presidente William McKinley en 1900, expresó: “Vamos a un paso tan rápido como podemos, pero estamos lidiando con una raza que ha estado auto-destruyéndose por más de cien años, y a la cual tenemos que insuflar una nueva vida, nuevos principios y nuevos métodos de hacer las cosas” (Wood citado por Schoultz 9).

Hoy, esta narrativa paternalista del “uplifting” o “aupamiento” parece haber tomado un nuevo rumbo. “En última instancia, será el pueblo de Cuba quien llevará a cabo las reformas económicas y políticas”, dijo el presidente Barack Obama el 17 de diciembre, fecha antológica para el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Que el Presidente norteamericano admita que no se trata de “insuflar nueva vida, nuevos principios y nuevos métodos”, en una tabula rasa es, de por sí, extraordinario.

Las medidas que Obama propone en pos de una normalización, implican que ambos países implementen nuevas dinámicas comerciales, educacionales, de salud, de investigación científica, entre otras. La pregunta es: ¿cómo se logrará esto? ¿Cómo pueden las dos naciones encontrar modos de sustituir un legado de declarado patronaje por otro de respeto mutuo y cooperación? En este trabajo, sostenemos que estas metas pueden ser logradas alimentando una cultura de valores compartidos, a través de la diplomacia de pueblo a pueblo. Partimos de la base de que las relaciones más duraderas se basan en tales premisas.

Nos referiremos estrictamente al caso de la cooperación en la educación, la salud, el medio ambiente y a los temas de sociedad civil y derechos humanos, en consonancia con los estándares de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Un trabajo más extenso incluye otros temas afines a estas dinámicas.

Educación

En el campo de la educación, como en muchos otros, Cuba y Estados Unidos pueden beneficiarse de la experiencia de otros países que han pasado por similares etapas de post-normalización. Vietnam, por ejemplo, ha implementado una serie de transformaciones en esta área, en colaboración con Estados Unidos. En el caso de Cuba, hay una ventaja sustancial: la educación ha sido una de las zonas de mayor desarrollo desde el inicio de la Revolución. La colaboración entre universidades e instituciones académicas de Cuba y Estados Unidos debe constituir una de las áreas fuertes de la diplomacia de pueblo a pueblo.

Estados Unidos pudieran establecer programas Fullbright en asociación con universidades cubanas, los cuales promueven los intercambios entre estudiantes de Estados Unidos y de otros países. En 1994, ejemplo, Estados Unidos implementaron un programa permanente Fullbright de Enseñanza de la Economía en la ciudad de Ho Chi Min; una colaboración entre la Universidad de Economía de esa ciudad y el Ash Center for Democratic Governance and Innovation de la Universidad de Harvard (Hiebert 41).

También en Vietnam, el Departamento de Estado opera el International Visitors Leadership Program, a través del cual, estudiantes y trabajadores vietnamitas en el campo de la salud, el medio ambiente y la educación, vienen a Estados Unidos a recibir conferencias y entrenamiento.

Se esperaría un resultado igualmente positivo para Cuba, siempre y cuando el proceso de atraer a personas a estos programas no pase por filtros ideológicos. Ya contamos con la experiencia negativa del Miami Dade College organizando un programa de tipo “la universidad es para los contrarrevolucionarios”, en el cual era un requisito ser aprobado por los líderes de la oposición a favor del embargo: Guillermo Fariñas y Berta Soler. Este es exactamente el modelo de lo que no se debe hacer. Los intercambios educacionales entre Cuba y Estados Unidos deberían ser no partidistas y abiertos a todos los cubanos, con independencia de sus filiaciones políticas e ideológicas, de acuerdo con los principios de la libertad académica.

También deberían desarrollarse aún más programas comunes a ambos países, entre instituciones norteamericanas y cubanas. Los estudiantes estadounidenses deberían continuar siendo parte de los programas de intercambio y de estudio fuera del país (study abroad), en colaboración con instituciones académicas cubanas, estableciendo, quizás, nuevas áreas de intercambio. Por su parte, los estudiantes cubanos podrían venir a Estados Unidos a través de programas de aplicación de visa estudiantil. Cuba, a su vez, podría considerar que algunas universidades norteamericanas tuvieran su propia sede y claustro en Cuba, y que incluso abrieran sus puertas a estudiantes cubanos. Iniciativas como éstas podrían generar una atmósfera de confianza gradual entre ambos gobiernos, y contribuiría a la promoción de dinámicas positivas dentro del intercambio pueblo a pueblo.

El aprendizaje de inglés y español sería el común denominador para estos intercambios, y haría posible una conexión más transparente entre ambas partes. Podría implementarse un programa de enseñanza de lenguas, a través del cual los norteamericanos y cubanos enseñaran inglés y español respectivamente en instituciones asociadas.

Salud e investigación científica

Los contactos pueblo a pueblo también pueden contribuir a una relación más robusta en el área de la salud y la investigación médica. A pesar de ser pobre en materia de tecnología y recursos, Cuba tiene un capital científico confiable y una fuerza de trabajo competente. En el área de la investigación, Estados Unidos podrían beneficiarse de colaboraciones en el área de las vacunas contra el cáncer, los tratamientos de interferón, y los tratamientos para las úlceras de pie diabético (Herbertprot-B). Este último, por ejemplo, evitaría alrededor de 70,000 amputaciones anuales en Estados Unidos. Cuba, a su vez, podría promover y mercadear algunos de sus productos farmacéuticos en la nación vecina.

En el área de cooperación internacional y regional, ambos países pudieran aunar fuerzas en respuesta a epidemias. No por gusto el Secretario de Estado John Kerry y el presidente Obama reconocieron el trabajo de Cuba en respuesta a la crisis del Ébola. Esfuerzos sistemáticos pueden ser implementados en esta dirección.

El gobierno de Estados Unidos ha contribuido notablemente a la lucha mundial contra el VIH, a través de fondos de programas como PEPFAR (Plan de Emergencia del Presidente para la lucha contra el SIDA). El sistema de salud de Cuba es conocido por sus logros en las áreas de prevención y tratamiento. Sin embargo, se sabe también que ha sufrido por falta de recursos y tecnología. PEPFAR podría iniciar un camino de colaboración con Cuba, proveyendo fondos para la prevención y el tratamiento del VIH en la Isla.

La colaboración mutua en estos sectores acercaría a los dos países, teniendo a la vez un impacto positivo en la vida de cubanos y norteamericanos. Ambos países pueden avanzar de manera expedita en este campo, contribuyendo también a crear una atmósfera más amigable para la discusión de temas de mayor complejidad, como el de los derechos humanos.

Diplomacia medioambiental

Cuba tiene una larga historia de interés en el medio ambiente, aunque este tema ha adquirido una mayor relevancia en las últimas décadas. En 1976, el Gobierno cubano creó la Comisión Nacional para la Protección del Medio Ambiente y Conservación de Recursos Naturales (COMARNA), institución que fungió como conglomerado de agencias responsables del medio ambiente en la Isla. Desde ese momento, se han introducido en la Constitución varias de leyes de protección medioambiental.

Una serie de factores han contribuido a lo que Oliver Houcks llama “el despertar cubano al medio ambiente”. Entre ellos: el colapso de la Unión Soviética, la presencia de Cuba en la Cumbre de Río de Janeiro en 1992, y la incipiente participación de la Isla en métodos alternativos de economía e inversión extranjera (Houck 13-19). En 1994, el gobierno cubano reemplazó a la COMARNA por el CITMA (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba). Una de las principales metas del CITMA ha sido la articulación e implementación de la Estrategia Nacional de Educación Ambiental (Houck 19-25).

Trabajo conjunto de instituciones gubernamentales y no gubernamentales

Paralelamente al trabajo realizado por el CITMA, se ha realizado un trabajo sustancial por parte de grupos medioambientales –como la Fundación Nacional Antonio Núñez Jiménez, por mencionar tan sólo un ejemplo. El alcance y los logros de estas organizaciones nos deben poner en alerta acerca de la importancia de promover una agenda positiva de cooperación entre agencias gubernamentales y no gubernamentales, sin que el nivel de interdependencia entre éstas seas óbice para la valoración de tal colaboración. En el contexto cubano, una característica reiterada es la existencia de organizaciones anfibias de la sociedad civil o “GoNGOs”, con fuertes conexiones con entidades gubernamentales. El criterio central de colaboración no debe ser cuán desconectada está la organización del Gobierno, sino qué meta persigue con su programa y cuán competente es en cuanto al alcance de la misma.

Cooperación intergubernamental

La protección del medio ambiente es una de las áreas en las cuales la presencia del Gobierno es clave para la obtención de los fines propuestos. Expresa Boom en su ensayo “Biodiversidad sin fronteras: el caso de una mejor cooperación medioambiental entre Estados Unidos y Cuba” [Biodiversity without Borders: The Case of Enhanced Environmental Cooperation between the United States and Cuba”], auspiciado por el Jardín Botánico de Nueva York y la Fundación Tinker: “Ni la naturaleza, ni los desechos tóxicos, ni los derrames de petróleo respetan fronteras políticas.” También puntualiza que “los riesgos ecológicos en el caso de Cuba y Estados Unidos son demasiado altos como para quedarnos cortos en el área de la cooperación entre los gobiernos, a la hora de analizar, catalizar y facilitar el trabajo conjunto en problemas medioambientales de interés mutuo” (Boom). 

Con el levantamiento potencial del embargo, y el consecuente flujo de dinámicas de mercado desde el exterior hacia la Isla, especialmente en el área del turismo, puede avizorarse un escenario de deterioro acelerado. Una preocupación justificada es cuán exitosamente las iniciativas de protección del medio ambiente en Cuba dan abasto para lidiar con tales retos. La cooperación entre gobiernos en esta área se hace imprescindible.

Hasta ahora, el trabajo intergubernamental es mínimo, si tomamos en cuenta la abrumadora lista de preocupaciones para ambos países. Las agencias de ambos gobiernos pudieran trabajar con mucha más articulación en esta área, contando con el apoyo logístico de organizaciones norteamericanas sin fines de lucro y de grupos medioambientales cubanos, los cuales han desarrollado estrechas conexiones a lo largo de estos años. Los dos gobiernos deberían tomar ventaja de las nuevas regulaciones del 15 de enero del 2015 de los departamentos de Comercio y el Tesoro, creando mecanismos más sólidos de trabajo, independientemente de si el Congreso ejecuta acciones o no para desmantelar el embargo.

Tampoco debe importar quién gana las elecciones del 2016 en Estados Unidos. El Congreso debe encarar el desafío de la cooperación medioambiental entre ambas naciones, e insertar a los países con bordes marítimos limítrofes como México, Bahamas, Haití y Jamaica, entre otros. Los gobiernos, de conjunto con organizaciones sin ánimo de lucro y el sector privado, deberán trabajar y crear un entramado legal en esta área del medio ambiente, del cual ningún futuro gobierno, en Cuba o Estados Unidos, pueda escapar.

El espinoso tema de los derechos humanos y la sociedad civil en Cuba

Los derechos humanos y la Ley Helms-Burton

Como expresamos al principio, los cambios recientes en políticas hacia Cuba anunciados por el presidente Obama representan un desplazamiento telúrico en la historia de las relaciones entre ambos países. Puede percibirse que con la implementación de nuevos mecanismos se iniciará un cambio en las narrativas paternalistas de “uplifting” que tanto daño han hecho, sobre todo, durante las dos administraciones de George W. Bush. Sin embargo, estamos sólo en el principio del camino.

Un buen comienzo para la promoción de la sociedad civil debería tomar distancia inmediata de cualquier aspecto relacionado con la Helms-Burton, tanto a nivel discursivo como práctico. Dicha ley debería convertirse en estigma para cualquiera que quiera cooperar con Cuba desde Estados Unidos u otro país. Todas las organizaciones independientes deberían subscribirse a una clara declaración de principios, comprometiendo a sus empleados y representantes a repudiar cualquier conexión con fondos o actividades relativas a los propósitos o ejecución de la Helms-Burton. No sería exagerado imaginar el escenario de una coalición de organizaciones americanas comprometidas con la meta de aislar, de sus relaciones con Cuba, a todo aquel que tenga que ver, directa o indirectamente, con la misma.

Otro problema a considerar es la asimetría de poder entre ambas naciones. Cuba es, obviamente, un país mucho más débil que Estados Unidos. Como tal, los derechos humanos no operan en un vacío, sino desde el hecho concreto de que el mayor poder del mundo ha implementado un embargo/ bloqueo y una estrategia de subversión política a su vecino más pequeño, tan sólo a 90 millas. Una posición ética no debería ser sumisa al actor más poderoso. Contrario a lo que ha sido la práctica de muchas organizaciones de derechos humanos, una agenda genuina debería condenar con la misma vehemencia y consistencia tanto los abusos en el terreno doméstico en la Isla, como las violaciones estadounidenses en el terreno de política exterior hacia Cuba.

La observancia de los Derechos Humanos por ambas partes como terreno común para un diálogo efectivo.

Cuando se aborda el tema de los derechos humanos, los dos gobiernos parecen caminar sobre una delicada cuerda floja desde direcciones opuestas. Este 23 de enero, por ejemplo, Roberta Jacobson, Secretaria Asistente del Departamento de Estado, expresó sobre las negociaciones en La Habana: “Como elemento central de las negociaciones, presionamos al gobierno cubano pidiendo una mejoría en los derechos humanos, incluyendo libertad de expresión y asociación” (Reuters). A lo que respondió Josefina Vidal, jefa de la delegación cubana: “Puedo confirmar que no se usó la palabra presión. Esa palabra no se usa en este tipo de negociaciones”. (Reuters).

No es casual que la reacción de Cuba a las conclusiones de Jacobson incluya una clarificación terminológica. Es, después de todo, la primera vez en muchos años que representantes de ambas naciones sostienen un diálogo frontal. Quizás se requiera un nuevo lenguaje que implique respeto y persuasión mutua, en lugar de presiones; negociación e intercambio, en vez de coerción. En sentido, un elemento importante en la promoción de los derechos humanos en el contexto de las relaciones entre ambos países debe ser la adopción de la ley internacional de Derechos Humanos en su discurso, programas educacionales y prácticas. Los Derechos Humanos no deben ser lo que Estados Unidos quieren usar como manto retórico para apoyar a los grupos de oposición en contra del gobierno cubano. Tampoco debe ser un discurso flexible para cubrir lo que el gobierno comunista quiera interpretar para defender sus prácticas. Existen Convenciones, reglas e interpretaciones implementadas por diferentes organizaciones internacionales que deben ser tomadas en cuenta. La clara adopción de estos estándares representa un reto para ambos países, los cuales, coincidentemente, han articulado desde posiciones diferentes, interpretaciones unilaterales de los derechos humanos internacionales. 

Por ejemplo, hasta hace muy poco, Estados Unidos han insistido en tratar el derecho a la salud como una aspiración laudable, no como un derecho. Por otra parte, el progreso de Cuba en cuanto al respeto a las libertadas religiosas, los derechos LGBT, el derecho a la propiedad privada y social, los derechos económicos y culturales, entre otros, han sido deliberadamente excluidos de los análisis oficiales de Estados Unidos, o bien su importancia ha sido disminuida, porque los mismos no forman parte de la visión de túnel promovida por la Helms-Burton. 

Cuba, por su parte, ha establecido en su Constitución severas limitaciones al derecho a la libertad de expresión y asociación, limitando éstas al propósito de construir una sociedad socialista. Esta es una restricción poco común en la práctica de la mayoría de los Estados de la comunidad internacional, y en contradicción con una interpretación más amplia, como la ostentada por el Comité por los Derechos Humanos.

La nación cubana está lejos de ser un paraíso de la democracia. Sin embargo, es importante esbozar una visión dinámica de las consecuencias de su política de liberalización, apertura y reforma económica. Los tiempos han cambiado y la sociedad cubana se está volviendo progresivamente más abierta y plural. Los observadores y visitantes estadounidenses deben tratar de entender las sutilezas y peculiaridades implícitas en estos procesos, así como su lugar dentro de la narrativa histórica cubana. 

En consecuencia, sugerimos un entendimiento más amplio de la sociedad civil; uno que dé mayor visibilidad a una variedad de sectores, y no sólo a los grupos de oposición con una agenda de cambio de régimen. Finalmente, concluimos con recomendaciones logísticas y prácticas para un mejor desenvolvimiento y resultados de la diplomacia pueblo a pueblo en el contexto de los derechos humanos y la esfera pública en Cuba.

Para un mejor entendimiento de la sociedad civil cubana

Quizás sea necesario ahondar en los orígenes, interpretaciones y apropiaciones del concepto de sociedad civil. Una de las mayores contribuciones a este campo fue el texto de Jürgen Habermas Las transformaciones de la esfera pública, de 1962. En éste, Habermas sugiere que en una esfera pública verdaderamente democrática, la sociedad civil existe en frontal oposición al Estado, instituyéndose así en herramienta de contra-balance al mismo.

La tendencia general dentro de las ciencias políticas y estudios culturales en Estados Unidos ha sido reproducir esta versión de sociedad civil. Tales premisas se han transferido al periodismo y otras áreas de dominio público, muchas veces acríticamente. Estudiosos como Nancy Fraser han cuestionado tales adopciones del término, indagando en la autenticidad de un concepto que fue implementado, originalmente, para explicar situaciones sociales pertinentes a estadíos post-industriales 

Fraser argumenta que la separación entre sociedad civil y Estado, proclamada por Habermas como necesaria, es una falacia. Una sociedad civil totalmente autónoma es objetivamente concebible, pero no es necesariamente la opción más plausible. Este tipo de sociedad civil autónoma generaría una multitud de opiniones, pero no precisamente el nivel de participación deseado en procesos de toma de decisión. También argumenta Fraser que es preferible concebir la existencia de múltiples “públicos” con diferentes grados de autonomía e interdependencia con respecto al Estado, y no la de un solo público en total contraposición a éste (Fraser 67).

Podría resultar útil transferir la crítica de Fraser a Habermas a los procesos de formación de sociedad civil en Cuba. Su explicación de que la sociedad civil no tiene que existir en antagonismo con el Estado nos permite entender cómo existen y funcionan estas constelaciones de grupos en la Isla, como parte del Estado, en muchos casos, y no en oposición a él. Igualmente, la preferencia de Fraser por “públicos”, en lugar de un solo público opositor, permite una comprensión más abarcadora la esfera pública en Cuba.

La interdependencia de esta multiplicidad de grupos con respecto al Estado, puede significar una mayor agencia contestataria para los mismos, ya que sus demandas quedan astutamente articuladas dentro de los diferentes niveles y capas de coerción ejercidos por el aparto del Estado. En este sentido, la categoría de “contra-públicos subalternos” los describe con precisión, al presentarlos como constelaciones de públicos que crean y circulan contra-discursos vehiculantes, de manera indirecta, de voces de oposición dentro de la sociedad.

Margaret Crahan se ha referido a esto, al expresar: “En Cuba, la definición de actores de la sociedad civil reclama una mayor flexibilidad que la que categoría tradicional proporciona, puesto que se trata aquí no sólo de actores autónomos no dependientes del Estado, sino también de sectores dentro de los centros de investigación instituidos por el Estado, en conjunto con grupos heterodoxos dentro de las organizaciones de masa, y una variedad de redes, incluyendo a la burocracia estatal (Crahan 3).

De acuerdo con este modelo de sociedad civil, un gran número de debates que están teniendo lugar dentro de estos grupos que no existen en virtud de una confrontación con el Estado, se tornan invisibles para aquellos que persisten en equiparar sociedad civil con oposición. Este es el caso, por mencionar tan sólo algunos ejemplos, de las reuniones de individuos vinculados a instituciones culturales y educacionales, como Último Jueves, de Temas; Aula 14, de la Universidad Central Marta Abreu, en Las Villas; Dialogar, de la Asociación Hermanos Saíz; La Kfetera, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana; y La Revuelta, del Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello.

Expresa Yolaida Duharte, organizadora de La Revuelta: “En nuestros encuentros trimestrales buscamos un diálogo entre todas las tendencias, y queremos también que los funcionarios conozcan más de cerca lo que piensan los cubanos de a pie. No hay una forma de medir cuánto de lo que estás haciendo con el debate tiene un impacto en la política, pero lo intentamos” (Duharte).

En contraste con esto, existen muchos otros grupos no vinculados directamente a instituciones controladas por el Estado. Tal es el caso de Observatorio Crítico, una organización que polemiza sobre temas de interés públicos, lo mismo relativos a la conservación medioambiental que a detenciones y acciones arbitrarias cometidas por la policía. Proyecto Arcoiris, un grupo LGBT, que se define como “anti-capitalista” pero independiente. Espacio Laical, Palabra Nueva, y más recientemente Cuba Posible, son publicaciones bien conocidas por abordar una serie de temas difíciles, incluyendo la necesidad de apertura política en Cuba.

Es importante entender que todos estos grupos, sean autónomos o dependientes del Estado, poseen un nivel significativo de impacto dentro de la esfera pública. Como refiere Crahan: “Una mirada más detenida a la esfera de asociaciones en Cuba revela un alto grado de diversidad a lo largo de un continuum que va desde grupos completamente autónomos, con o sin licencias del gobierno, hasta organizaciones del Estado operando relativamente con cierta autonomía, y organizaciones de masas que contienen dentro de ellas a ciertos sectores generadores de contra-discursos” (Crahan 5).

Sería ingenio pensar que todas estas instancias están construyendo un nuevo sentido de sociedad civil en Cuba de una manera fluida. Los obstáculos son considerables. Sin embargo, lo que queremos transmitir, siguiendo la crítica de Fraser a Habermas y las observaciones de Crahan, es que el no estar aislado del Estado pudiera ser visto como una ganancia, no como un impedimento, cuando se trata de contribuir a la creación de mecanismos de pluralización y participación en el contexto de la esfera pública cubana.

¿Cómo enfrentar los retos de la sociedad civil cubana en el contexto de la diplomacia pueblo a pueblo?

Dejar atrás la narrativa paternalista de “aupar”, en el contexto de la diplomacia pueblo a pueblo y en relación al concepto de sociedad civil cubana, significa estar dispuestos a abandonar nociones preconcebidas. En lugar de “presionar por cambios”, un acercamiento creativo implicaría estar más conscientes de las peculiaridades y sutilezas de la realidad cubana, a través de una observación participativa. Significaría estar dispuestos a escuchar lo que el otro tiene que decir; a identificar a los actores más relevantes dentro del contexto cubano, y a crear, juntos, una nueva sintaxis que explique realidades anquilosadas en una total incomunicación por más de cincuenta años.

Las delegaciones oficiales estadounidenses deberían incluir en su agenda potenciales encuentros con otros miembros de la esfera pública cubana, y no sólo con los grupos de oposición. Estos últimos son también parte de la sociedad civil. Pero existen muchos otros en las sombras aun con mucho más poder transformativo, y lo que es más importante, con mayor legitimidad que esos que se oponen a las recientes reformas de Obama hacia Cuba, y/o suscriben modelos de cambio de régimen y de apoyo al embargo.

Por la parte cubana, este sería el momento de poner entre paréntesis la narrativa de asedio. Debido a las amenazas reales de ataque por parte de Estados Unidos, y/o a los paradigmas no democráticos prevalecientes en el sistema comunista, el sistema político cubano subsiste hoy marcado por una serie de estructuras verticales y totalitarias, en cuanto a la relación sociedad-Estado. Estas narrativas restringen en modos injustificables los modos de autonomía y creatividad asociativa de la sociedad cubana.

Se requiere, de manera urgente, la implementación de pasos graduales hacia una descentralización y liberalización política que conlleven al establecimiento de una atmósfera de confianza e intercambio de opinión entre cubanos, sin comprometer el derecho de la nación a su soberanía y auto-determinación. Una plataforma de diálogo, no hostil al PCC sino inclusiva de ideologías diversas, debe abrir un proceso constructivo de nuevas narrativas democratizantes, al servicio de un futuro cubano post-totalitario; diferente al de los vicios del pasado republicano, pero más democrático que el establecido por un partido único, dominante por los últimos cincuenta años. 

Para que tenga éxito este proceso, es importante verificar, preliminarmente, la aceptación, por parte de Estados Unidos, del derecho de Cuba a su soberanía y a su actual elección de un modelo de economía mixta. El panorama no es nada sencillo, puesto que la historia de la Isla está y estará por siempre entrelazada a la ubicua presencia estadounidense. Sin embargo, el poderoso Norte finalmente ha decidido tocar a la puerta de su vecino más cercano. Esperemos que no sea para “auparlo”, sino para extenderle una mano amiga, en respetuoso gesto de amistad. Para ambas naciones, llegó el momento de hacer avanzar una agenda de confianza irreversible y coexistencia pacífica y perdurable.

Referencias bibliográficas

Boom, Brian. “Biodiversity without Borders: Advancing U.S.-Cuba Cooperation through Environmental Research.” Science and Diplomacy. A quarterly publication from the AAAS Center for Science Diplomacy. Vol 1, No. 3 (September 2012).

Crahan, Margaret & Armony, Ariel. Does Civil Society Exist in Cuba? https://cri.fiu.edu/research/commissioned-reports/civil-society-crahan0armony.pdf#page=7&zoom=auto,-164,568

Duharte, Yolaida. En: “¿Está de moda debatir in Cuba?” http://eltoque.com/texto/esta-de-moda-debatir-en-cuba

Fraser, Nancy. “Rethinking the Public Sphere: A Contribution to the Critique of Actually Existing Democracy,” In: The Phantom Public Sphere. Ed. Bruce Robbins Minneapolis, Minnesota: University of Minnesota Press, 1993.

Hernández, Rafael. “No es fácil. Threats and Opportunities in US-Cuba Relations.” http://www.themarknews.com/2015/01/08/no-es-facil-threats-and-opportunities-in-cuba-u-s-relations/

Hiebert, Murray; Nguyen, Phuong & Poling, Gregory B. “A New Era in U.S.-Vietnam Relations. Deepening Ties Two Decades after Normalization.” A Report of CSIS Sumitro Chair for Southeast Asia Studies. June 2014.

Houck, Oliver A. “Environmental Law in Cuba.” http://www.law.fsu.edu/journals/landuse/vol161/houck.pdf

http://www.reuters.com/article/2015/01/23/us-cuba-usa-idUSKBN0KV0E720150123

Lopez-Levy, Arturo. “Estados Unidos: por una genuina política de derechos humanos.” Cubaencuentro. http://www.cubaencuentro.com/revista/revista-encuentro/archivo/51-52-invierno-primavera-2009/estados-unidos-por-una-genuina-politica-de-derechos-humanos-190427

---.”The University is for Counterrevolutionaries.” Foreign Policy in Focus. http://fpif.org/university-counterrevolutionaries/

Nieves, José Jasán. “¿Está de moda debatir in Cuba?” http://eltoque.com/texto/esta-de-moda-debatir-en-cuba

Schoultz, Lars. “Benevolent Domination.” Cuban Studies 4

Creció esperanza de vida en Cuba durante trienio 2011-2013

Creado el Martes, 26 Mayo 2015 09:49 | Foto: Modesto Gutiérrez Cabo/AIN


La Habana, 26 may (AIN) La esperanza de vida al nacer de la población cubana llegó a 78,45 años al cierre del trienio 2011-2013, cifra que coloca al país entre las 25 naciones del mundo más aventajadas en ese indicador del progreso humano de una sociedad, informó hoy el periódico Granma.

Según Juan Carlos Alfonso Fraga, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (Cepde) de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), ese valor representa una ganancia de 0,48 con respecto a la etapa 2005-2007, cuando el promedio fue de 77, 97 años.

La esperanza de vida al nacer más elevada a nivel nacional las tienen las provincias de Las Tunas y Holguín con alrededor de 79,5 años; y Villa Clara, Sancti Spíritus, Guantánamo y Pinar del Río también superan los 79 años.

Todos los territorios experimentaron aumentos de este indicador para ambos géneros, mostrando las féminas una expectativa de 80,45 y los hombres de 76,50 años.

En el caso de las tuneras, holguineras, villaclareñas y guantanameras; sobrepasan los 81, mientras que del sexo masculino, solo los residentes en Las Tunas apuntan a poder alcanzar los 78 años.

La Habana presenta el valor más bajo, con cerca de 77,36; seguida de Artemisa, Mayabeque, Matanzas y Santiago de Cuba.

PEÑA MÚSICA Y MÁS

Este viernes 29 de mayo regresa como es habitual la peña Música y Más de la Sociedad Cultural José Martí, dirigida y conducida por Oni Acosta Llerena. Para esta ocasión habrán invitados especiales, como el periodista José Alejandro Rodríguez, el poeta Alex Pausides, el cineasta Carlos León quien nos acercará a su documental sobre Noel Nicola. A su vez actuará el cantautor Luis Barbería, ganador del premio Cubadisco en Fusión (CD “A Full”, Egrem), la compañía Habana Compas Dance y otros artistas.

La peña Música y Más se realiza los últimos viernes de cada mes en la sede de la Sociedad Cultural José Martí, ubicada en calle 17 esq. D en el Vedado, a las 6 de la tarde, con entrada libre.

En espera de su atención.


Lic.Raquel Marrero Yanes
Relaciones Pública. SCJM
Teléfono: 7 833 6680

Felices together-Happy juntos

José Antonio Michelena

Los artistas siempre van por delante de la trama real, o, en el lenguaje de estos tiempos, varios niveles por encima del resto de los humanos. Si esa visión de futuro es para construir nuevos imaginarios de amistad, conectar sentimientos, acercar a las personas, mirar en lontananza con espíritu positivo y tender puentes, entonces el trabajo del creador es más estimulante y mejor recibido, porque obstáculos, barreras, ya tenemos de sobra.

De esa buena energía se nutre “Happy together / Felices juntos”, un proyecto artístico para propiciar el intercambio amistoso entre reconocidos diseñadores de Cuba y Estados Unidos y ofrecer una visión optimista sobre el acercamiento entre ambas naciones.

El proyecto es una curaduría realizada y coordinada por Yenela Miranda Bueno y Darwin Fornés Báez –curadora y diseñador, respectivamente, de la Galería-Taller de Serigrafía René Portocarrero– junto al diseñador norteamericano Daniel R. Smith, y fue concebido sobre el siguiente presupuesto:

“El inesperado restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos ha iniciado la trayectoria hacia el diálogo después de más de cincuenta años de rivalidad histórica. A la sazón de las negociaciones políticas, emergen numerosas interrogantes que fluctúan entre la incertidumbre y el optimismo, de ahí que la visión que tengamos de un fenómeno tan reciente y en pleno desenvolvimiento sea imprecisa”.

“Este hecho conciliatorio augura el surgimiento de beneficios mutuos, que se harían evidentes en los ámbitos económicos, políticos y sociales. En consecuencia habría un giro en el discurso oficial respecto a la cultura otra y a las formas de interactuar con esta. ¿Cómo sería el cambio en la recepción de la ideología antes relegada? ¿Cómo se efectuaría el diálogo o confrontación entre dos culturas de doctrinas opuestas?”

“Estas y otras incógnitas pretende abordar el proyecto “Happy Together / Felices Juntos”, a través de la representación –así como lo enuncia su título– del encuentro amigable entre ambas naciones. Para ello serán tomados como pretexto personajes gráficos y animados que por su trascendencia se han convertido en íconos culturales”.

La concreción de esta idea es la representación de doce personajes del imaginario norteamericano a cargo de doce diseñadores cubanos, mientras que similar cifra de diseñadores estadounidenses hacen lo propio con una docena de personajes cubanos. Además, un artista de cada país contribuye con un cartel/imagen para la exposición. El resultado final es un panel donde se alternan, en el escenario del malecón habanero, los personajes de cada nación. Al inicio y al final del panel están los carteles/imagen con la información del proyecto en español y en inglés.

La relación de personajes norteamericanos/ artistas cubanos es la siguiente: Mickey Mouse/ Pepe Menéndez; Betty Boop/ Raul Valdés (RAUPA); Superman/ Robertiko Ramos; Popeye/ Giselle Monzón; Gato Félix/ Edel Rodríguez (MOLA); Pequeña Lulú/ Fabián Muñoz; Pink Panther/ Alejandro Rodríguez (ALUCHO); Bugs Bunny/ Laura LLópiz; Los Simpson/ Nelson Ponce; Los Picapiedras/ Darwin Fornés; South Park/ Idania del Río; Snoopy/ Michele Miyares. Cartel del proyecto versión en inglés: Eric Silva

A su vez, la lista de personajes cubanos/ artistas norteamericanos la componen: Elpidio Valdés/ David Gallo; Matojo/ Jeff Kleinsmith; El Loquito de Nuez/ Sasha Barr; Cecilín y Coty/ Darin Shuler; El Bobo de Abela/ Eroyn Franklin; Yeyín/ Chelsea Wirtz; Fernanda/ Kelsey Gallo; Chuncha/ Carlos Ruiz; La Calabacita/ Jesse LeDoux; Capitán Plin/ Robynne Raye; La Criollita de Wilson/ Vannessa Blea; Pepito (de Vampiros en La Habana)/ Víctor Meléndez. Cartel del proyecto versión en español: Marianne Goldin.

El grupo de diseñadore(a)s cubanos presentes en este propósito –tod@s con una trayectoria de mucho mérito– participó, durante la XI Bienal de La Habana, en el proyecto “herejeG. Tribus urbanas en Cuba”, con curaduría de Yenela Miranda, demostrando estar –la curadora y los artistas– muy atentos a los procesos socioculturales.

Deconstruir más de medio siglo de un discurso crispado, de confrontación entre ideologías opuestas, no es algo fácil, pero ya comenzó el propio 17 de diciembre de 2014. Esta aportación, desde el campo artístico, hacia la construcción de un necesario nuevo discurso, contiene otro valor: su exposición en la esfera pública durante la XII Bienal de La Habana como parte de ese megaevento de las artes visuales.

Conocedores de que el nuevo discurso debe crearse en consonancia con sus principios, los animadores del proyecto han desterrado cualquier referencia simbólica que desacredite su tono optimista y amistoso. Así, los carteles elaborados representan a Bart Simpson vestido como un escolar cubano; el Bobo de Abela descansa encima del malecón, mientras en el mar dialogan dos (posibles) norteamericanas; el conejo Bugs pesca en el propio muro; y Chuncha sonríe desde el sombrero del tío Sam que es, igualmente, bandera cubana, y, en el fondo, los rascacielos del país vecino se unen a las casas de la Isla.

Ante todo eso, el loquito de Nuez se muestra aturdido por la marea informativa de la prensa y el ratón Mickey confiesa hablar poquito español; pero, la pequeña Lulú, tijera en mano, saluda la apertura; Betty Boop baila en Tropicana; y el Capitán Plin levanta los pulgares exclamando “Aloha Cuba”.

La manera en que los medios (los oficiales y los otros), a un lado y otro del malecón, acojan y visibilicen esta brillante iniciativa, es parte del nuevo camino por el que se transita desde el pasado diciembre, el día de San Lázaro/Babalú Ayé.

El malecón de La Habana, ese espacio simbólico que mira hacia ambas partes, es aquí puente y no barrera, vínculo y no muro, un link que conecta la amistad entre ambos pueblos posicionada por encima de la separación.(2015).

Resaltan memorias de Hemingway en Cuba

Por Roberto F. Campos

La Habana, 26 may (PL) Las ilusiones y sueños del escritor estadounidense Ernest Hemingway resaltan en Cuba a propósito de la realización de la 65 edición del torneo de pesca de la aguja que lleva su nombre.

Previsto del 25 al 30 de mayo, esta competencia - la más antigua de su tipo en Latinoamérica- por primera vez en 35 años trae a un grupo de botes y competidores estadounidenses, en medio del proceso iniciado para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países.

Magia, misterios y bondades forman parte de una figura muy conocida por los cubanos, el novelista Hemingway, quien forma parte del panorama cultural y turístico de la Isla.

Se trata de un vínculo muy estrecho, cuyos rincones y amigos, leyendas y encuentros pueden motivar más de un guión cinematográfico.

Sus frases, como la de decir Soy un cubano sato, marcan el escenario de pintores, escritores y artistas de diferentes manifestaciones, pero sobremanera al pueblo, de distintas generaciones.

Idea de un aventurero, amante de la pesca y otros elementos unen a esta celebridad a los cubanos e incluso en el poblado marinero de Cojímar se puede apreciar un busto confeccionado a partir de anclas viejas reunidas por sus amigos pescadores.

Tales misterios conforman su presencia en la mayor ínsula antillana, y como sello distintivo está una figura a tamaño natural en uno de sus bares preferidos, el Floridita.

Es como estar delante del escritor, como si no hubiera muerto y su presencia le sonriera al transeúnte y le invitara a uno de sus tragos predilectos, el Daiquirí.

La bebida está siempre, real, frente a la figura, de quien también fuera bautizado como el Dios de Bronce de la literatura norteamericana. En el mismo rincón donde se le vio, junto a sus amigos, reflejados en fotos que también le acompañan.

Hemingway siempre presente, ese parece ser el espíritu que flota en el aire de ese bar, repleto de gente de cualquier parte del mundo, para hacerle un homenaje perenne, cotidiano y a golpe de los tragos que siempre le gustaron al escritor.

Y por encima de cualquier otra apreciación, el mar y la pesca significan esencia de ese tipo de esencias, en particular la rememoración que más de 100 pescadores de ocho países realizan al salir a la mar a pescar peces pelágicos en el 65 torneo.

Festival alienta cuidado ambiental

Este encuentro bianual muestra el trabajo educativo realizado con la población infantil que habita alrededor de la Bahía de La Habana.



La cita está organizada por el Grupo de Trabajo Estatal-Bahía de La Habana. Foto: Jorge Luis Baños

La Habana, 26 may.- La educación ambiental forma ciudadanos con sensibilidad hacia el cuidado del entorno al tiempo que orienta profesionalmente a las nuevas generaciones que se benefician de iniciativas ecológicas, reveló el IV Festival Ambiental Estudiantil Amigos de la Bahía.

Durante dos jornadas estudiantes de escuelas insertadas en la cuenca hidrográfica tributaria de la rada capitalina, agrupados en círculos de interés y sociedades científicas, expusieron en esta capital poesías, dibujos, maquetas, manualidades, canciones y obras de teatro sobre la protección de la bahía y sus símbolos, entre ellos el pelícano.

Este encuentro bianual, que organiza el Grupo de Trabajo Estatal-Bahía de La Habana, tiene como fin promover el intercambio de experiencias entre los estudiantes, promotores ambientales y la comunidad.

Jaqueline y Jennifer Galván Delgado, de 16 años y alumnas de un preuniversitario del municipio capitalino de Arroyo Naranjo, comparten algo más que la edad y los apellidos: ambas integran la sociedad científica de su escuela y sienten y padecen por el entorno.

La sociedad se llama Uyanó, el nombre aborigen para el hoy río Luyanó, “ubicado en nuestro municipio y uno de los que aporta contaminación a la bahía. Con nuestra maqueta queremos incentivar a la población habanera en general a que asuma la responsabilidad de cuidar la bahía y salvar el ecosistema costero capitalino”, dicen.

“Lo que más me gusta del proyecto es que te motiva a investigar y así vas aprendiendo cada vez más cosas sobre diferentes temas, ganas en sentido de pertenencia y responsabilidad”, afirma Jennifer, en la actividad realizada del 22 al 23 de mayo.

“El esfuerzo de uno en la comunidad hace que aumente la educación ambiental y es un pilar fundamental para que la bahía sane completamente”, dice Jaqueline.

Dentro de ese grupo, Laura Yánez prefirió investigar sobre el pelícano, considerado el símbolo de la higiene de la rada, pues su retorno representa la recuperación de parámetros del agua que permiten la vida de los peces.

“Uno de los problemas medioambientales de Cuba es la pérdida de la biodiversidad. Con este trabajo se logra rescatar especies que en algún momento eran características de la zona”, indica la profesora de Biología de onceno grado Amada Soroa.

Un elemento esencial es la preparación de los estudiantes hacia el aspecto profesional y laboral porque a partir del proyecto algunos han expresado su interés por el periodismo, la biología y la pintura.

“Eso es importante para ellos y esperamos que apuesten a la problemática ambiental en otros niveles de enseñanza, además de llevar dentro la sensibilidad ambiental”, considera.

Ana Karla, una adolescente de 14 años de Arroyo Naranjo, escribe y declama sus poesías para transmitir la necesidad de proteger el medio ambiente dentro del círculo de interés Amigos de la bahía de su escuela.

“He aprendido mucho y mi conducta ha cambiado. Ahora tengo este envase vacío en mi mano esperando a encontrar un cesto porque ya soy incapaz de botarlo en cualquier parte”, dice.

Samanta Baró, de San Miguel del Padrón, quien interpreta el papel de la esperanza en un performance dedicado a la bahía, explica que toda la obra está dirigida a llamar la atención sobre la contaminación y su personaje hace recapacitar sobre las conductas irresponsables que pueden cambiarse para transformar el mal estado de las cosas.

Según Alien Carvajal, director de la secundaria donde estudia Samanta, a través de los círculos de interés se logra cambiar las conductas de los muchachos, quienes hoy contribuyen a sanear la escuela, la cuadra y en los ríos más cercanos.

Osmel Francis, director del grupo ecologista Cubanos en la Red, inmerso en el Festival de la Madre Tierra, optó por dedicarle un tiempo a este encuentro, por la importancia que le concede al trabajo educativo en estas edades.

“La niñez y la adolescencia son ideales para la educación ambiental pues todavía se están formando conceptos y hábitos. Ellos van replicando buenas prácticas y con esta iniciativa la bahía ha ganado mucho, al incidir en las 315 escuelas insertadas en la cuenca”, aporta.

La cuenca hidrográfica tributaria de la bahía la integran 48 consejos populares.

Sus habitantes vierten residuos domésticos a los ríos Luyanó, Martín Pérez y el arroyo Tadeo. Todos desembocan su carga contaminante en esta rada, importante para el comercio desde inicios del siglo XVI.

Además de las acciones de educación ambiental para el mejoramiento de la bahía se han adoptado medidas de reducción de vertimientos de contaminantes y, en la actualidad, se trabaja en el cambio de uso del puerto hacia una función turística.

Según fuentes del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, los monitoreos realizados indican que en 14 años, los niveles de contaminación en la rada habanera disminuyeron 58 por ciento. (2015)