Mi blog sobre Economía

sábado, 24 de febrero de 2018

Diario del Che en Bolivia. Emotiva Historia.

Por Froilán González y Adys Cupull

La primera edición del Diario del Che en Bolivia se publicó en La Habana el primero de julio de 1968 y casi simultáneamente por las editoriales Punto Final, en Chile; François Masperó, de Francia; Ruedo Ibérico, de España; Feltrinelli, de Italia; Trikont Verlag, de la República Federal de Alemania; revista Ramparts, de los Estados Unidos; Editorial Siglo XXI, de México, y en muchos otros países.

La publicación fue un acontecimiento histórico por la importancia del documento, la forma clandestina en que llegó a Cuba, el trabajo de transcripción de la compañera Aleida March, el cuidado del historiador doctor Rolando Rodríguez, quien se encontraba al frente del Instituto Cubano del Libro y los desvelos de Fidel para que saliera lo más exacta posible.

Constituyó un éxito político, porque independientemente de las motivaciones, que hicieron posible la entrega clandestina a Cuba de la fotocopia del manuscrito, el hecho dio un fuerte golpe a los planes de la CIA contra la Revolución Cubana.

Después de los sucesos de La Higuera y el asesinato del Che, Estados Unidos intensificó la campaña de desinformación, con el propósito de distorsionar la actividad guerrillera y calumniar a sus principales protagonistas. El plan pretendía cambiar la imagen del Che, desaparecer su influencia, desacreditar la teoría de la lucha armada como vía para hacer la revolución, crear y generar desconfianzas sobre la actividad y efectividad de sus postulados; alentar las divisiones y contradicciones dentro de la izquierda.

Entre las líneas a divulgar se encontraban que se equivocó al seleccionar el territorio de Bolivia, porque no existían condiciones para la lucha; que había actuado así, acosado por contradicciones con la dirección cubana; que mineros, campesinos y estudiantes fueron indiferentes; que los miembros del Partido Comunista lo traicionaron y eran responsables directos del fracaso; que Cuba no le prestó ninguna ayuda por compromisos contraídos con la Unión Soviética.

Preparaban las frases que debían atribuirle al Che para que fueran repetidas, entre ellas que “Los comunistas bolivianos eran unos cerdos y unos burgueses y la revolución acabaría con ellos.” “Los campesinos lo traicionaron, eran insensibles y actuaban como piedras.” “He fracasado.” “Todo ha terminado.” “La revolución no puede realizarse.” “La decisión de venir a Bolivia no la tomé yo, otros lo hicieron por mí.”

Como parte de esta campaña, la CIA comenzó a preparar las alteraciones, omisiones de palabras o frases y añadiduras que le incluirían al Diario del Che, para adecuarlo a estas tergiversaciones. Con estos propósitos, en la embajada de Estados Unidos en La Paz, trabajaban expertos calígrafos, acción que se frustró por la publicación en Cuba.

En octubre de 1967, el Diario del Che y otros documentos fueron trasladados desde Vallegrande hasta La Paz, bajo estricta protección. Cuando fue necesario llevarlo al Instituto Geográfico Militar, para fotografiar algunas páginas, se hizo con todas las medidas de seguridad establecidas. Cuando se conoció el propósito de venderlo se produjo una carrera de ofertas y contraofertas que se inició por 20 mil dólares y alcanzó la cifra de los 400 mil. El 17 de noviembre se comunicó, que las Fuerzas Armadas serían las encargadas de decidir la venta. Entre tanto se filtró a los periodistas que la demora se debía a que los expertos calígrafos de la CIA no habían concluido el trabajo de los aspectos que se querían eliminar o incorporar al original.

El 15 de diciembre el presidente René Barrientos solicitó una copia del Diario, trabajo que dirigió Ricardo Aneyba Torrico, jefe del departamento técnico del Ministerio de Gobierno (Interior) y agente de la CIA. Lo acompañaron su ayudante Jaime Moreno Quintana y el fotógrafo Fernando Manzaneda Mallea. El ministro Antonio Arguedas le ordenó sacar dos copias. Una para el presidente y otra para él. Esa fue la que envió a La Habana a través del periodista Víctor Zannier, quien se dirigió a Santiago de Chile, la entregó a amigos solidarios para hacerlo llegar a Cuba. A esa copia le faltaban 13 páginas. Los días 4, 5, 8 y 9 de enero; 8 y 9 de febrero, 14 de marzo, 4 y 5 de abril, 10 de junio y 4 y 5 de julio de 1967.

La actitud de Antonio Arguedas, independientemente de los móviles, y el valor del periodista Víctor Zannier, hizo posible que la copia fuera traslada y publicada en Cuba y desbarató el plan siniestro de la CIA.

El 28 de marzo de 1984 hubo un nuevo escándalo en Bolivia cuando se conoció que el Diario del Che lo habían robado y la Galería Sotheby´s de Londres se proponía subastarlo a un precio inicial de 350 mil dólares. El problema era complicado porque más de 20 jefes militares habían tenido acceso al mismo, entre ellos los ex presidentes Hugo Banzer y David Padilla, cuando ejercieron las funciones de Jefe de la Inteligencia Militar. Se informó que desde el 15 de diciembre de 1983 se conocía el robo, pero no fue reportado.

Las manifestaciones de protestas y la actitud del Gobierno obligaron a la Galería Sotheby´s a suspender la subasta y luego devolverlo a Bolivia. De esa manera el pueblo boliviano y sus autoridades impidieron que cayera en manos privadas o de la CIA y publicaran el adulterado.

En 1987 se publicó la nueva edición ilustrada de acuerdo a nuestras investigaciones históricas, realizada durante los años 1983 a 1987, cuando recorrimos la selva desde Ñacahuasú a La Higuera. A esa edición se incluyeron las 13 páginas que faltaban a la primera; notas explicativas, el significado de las palabras en quechua, aimara y guaraní, rectificación de lugares, identidad de personas que el Che menciona o se refiere a ellas en el Diario, nombres y apellidos de todos los integrantes de la guerrilla y los datos biográficos de cada uno de ellos, aportados por familiares y amigos de Bolivia, Perú, Cuba y otros países.

Se incluyeron mapas con señalizaciones de los combates y rutas seguidas por los guerrilleros, fotos inéditas del Che y de la gesta boliviana, una nota al lector referida al recorrido que realizamos en Bolivia desde Ñacahuasú a La Higuera sobre el encuentro con campesinos y otros pobladores, autoridades, periodistas y militares bolivianos que esclarecieron los hechos. Los datos aportados fueron verificados con los sobrevivientes de la guerrilla y de la red urbana. Bolivianos, cubanos, peruanos, chilenos, argentinos y de otros países fueron entrevistados.

Este trabajo de investigación y edición fue analizado con el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque; y tuvo la colaboración del general Armando López Orta El Diario fue publicado por la Editora Política, al cuidado de su director, el escritor Hugo Chinea, y la doctora Iraida Aguirrechu quien dirigió el equipo de trabajo. La ilustración de cubierta fue del reconocido artista plástico Orlando Yanes. Una mención especial merece el Departamento de Criminalística del Ministerio del Interior de Cuba que, con la descripción de los familiares y amigos de los bolivianos y sobrevivientes de la guerrilla, se pudo realizar la composición de los retratos hablados de tres guerrilleros bolivianos, cuyas fotos desaparecieron durante la lucha revolucionaria.

La primera presentación se realizó en la Plaza de la Revolución en La Habana con una tirada de más de 250 mil ejemplares y la asistencia de familiares de los guerrilleros e instituciones bolivianas, peruanas y cubanas que contribuyeron en los datos que permitieron ese trabajo.

Se han realizado varias reediciones y a partir del 2000, el Comandante en Jefe Fidel Castro les incluyó la dedicatoria para los graduados universitarios, que dice:

“Hoy egresas de la Universidad con un importante cúmulo de conocimientos, experiencias y valores, gracias a tu empeño y dedicación como estudiante, y que no es más que el comienzo de los profundos conocimientos que puedes y debes adquirir a lo largo de tu vida. La patria espera que a favor de su justa causa y de su aguerrido pueblo, dispongas ahora de esta sabiduría alcanzada.

“Ojalá que este emotivo libro en tus manos, sirva para continuar formándote integralmente como ciudadano, inspirado siempre en el ejemplo imperecedero del Guerrillero Heroico y médico Ernesto Che Guevara.”

Aparece la firma de puño y letra de Fidel Castro Ruz.

Varios fueron los momentos trascendentes del Diario del Che en Bolivia, uno de ellos en el 2009 por disposición del presidente boliviano Evo Morales Ayma, se realizó una edición facsimilar, por el Ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia que incluyó nuevos documentos del Che y las evaluaciones que acostumbraba a realizar a sus hombres.

En el 2018, en el marco de la XXVII Feria Internacional del Libro y en recordación del 50 aniversario del asesinato del Guerrillero Heroico, la Editorial Nuevo Milenio de Ciencias Sociales en colaboración con el Centro de Estudios Che Guevara, presentó una reimpresión de la primera edición publicada en 1968, donde fueron incluidas las trece páginas y otros documentos, así como un emotivo prefacio de su hijo Camilo Guevara March. Bien hacen los hijos en divulgar las obras de sus padres. Fue presentado en La Habana en la Casa del Alba.

Otro momento significativo ocurrió el 5 de febrero de 2018, cuando el embajador del Estado Plurinacional de Bolivia en La Habana, Juan Ramón Quintana Taborga, entregó al Centro de Estudios Martianos, un ejemplar de la edición facsimilar del Diario del Che en Bolivia. Lo recibió su directora Ana Sánchez como una entrega al pueblo de Cuba.

Este facsimilar llegó acompañado de una selección de libros pertenecientes a la Colección de 200 obras de la Biblioteca del Bicentenario de la Independencia de Bolivia (BBB), organizada por la Vicepresidencia del hermano pueblo. La colección está prologada por el vicepresidente y destacado intelectual Álvaro García Lineras.

Para la entrega de la valiosa colección acompañaron al embajador Juan Ramón Quintana, los especialistas bolivianos Bianca De Marchi Moyano y Juan Espinoza del Villar, funcionarios del Centro de Investigaciones Sociales de la Vicepresidencia. Bianca y Juan a través de audiovisuales mostraron una parte de la colección, las luces en el camino del progreso, que alumbran al pueblo desde el inició del gobierno de Evo Morales Ayma.

En conversación con los talentosos jóvenes conocimos del proyecto de la Biblioteca de Bicentenario de Bolivia (BBB) creado desde la Vicepresidencia del Estado Plurinacional a partir de 2014. Su conducción, está a cargo del Centro de Investigaciones Sociales, que busca publicar las 200 obras más importantes del pensamiento escrito en, y para Bolivia, tanto para fomentar su lectura y comprensión, como para promover una reflexión y acción social innovadora y fundamentada.

Cuenta con un Comité Editor de destacados intelectuales, un equipo de gran capacidad y la misión de difundir ampliamente cada una de las obras. Se espera que, en la celebración bicentenaria de la Independencia en el año 2025, se logre publicar la totalidad de los títulos seleccionados.

Parte de las tareas es fomentar la lectura de estos títulos fundamentales para Bolivia y cada entrega es una fiesta: se toman las plazas principales de las ciudades del país, se invita a la ciudadanía, se proponen espectáculos de artes visuales con juegos de luces y sonido, se comparte música, puestas en escena, cortos de cine y muchas otras estrategias creativas y llamativas.

Estimulan a los asistentes que lean desde otros lenguajes artísticos. A los textos se añaden comentarios de intelectuales destacados, que proponen interpretaciones para cada una de las obras. Tratan de romper el mito de que los libros y la lectura son serios y aburridos, para estimular su uso y disfrute de la población boliviana. Al mismo tiempo, la BBB es un proyecto que busca ofrecer libros de una calidad inusual en Bolivia a precios accesibles, y si es posible gratuitos a través de su descarga digital, para la que crearon una aplicación que permita bajar los libros de códigos QR dispuestos en estaciones de transporte público y otros lugares.

La calidad de los libros, no sólo se debe al cotejo sistemático de fuentes y a la complementación de datos, rigurosa y cuidada, sino a la incorporación de estudios introductorios, que dan luces y pistas sobre los textos publicados. Dentro esa selección se encuentra el Diario del Che en Bolivia, que cuenta con un estudio del escritor e investigador boliviano Carlos Soria Galvarro, autor de varios libros sobre la gesta boliviana del Comandante Ernesto Che Guevara. Esta publicación fue entregada por el embajador boliviano a los invitados a la presentación, como un regalo de la Vicepresidencia y del pueblo boliviano.

Esta obra incluye las evaluaciones que el Che hizo a los combatientes, la relación de libros que anotaba en una agenda, mensajes que enviaba o recibía de Cuba, instrucciones para los cuadros destinados al trabajo urbano; y los comunicados del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia.

El historiador Soria Galvarro menciona nuestros libros entre las fuentes, al tomar notas de la publicación de 1988, del Diario Ilustrado de la Editora Política; y menciona a la periodista cubana Elsa Blaquier, autora del libro Seguidores de un sueño, publicado por Editora Verde Olivo. Esta publicación, por sus aportes, será, como otras obras de Soria, bien recibida, por los lectores, especialmente investigadores y estudiosos de la gesta boliviana del Comandante Ernesto Che Guevara y sus compañeros.

Manifestamos el honor que significó para nosotros que Bolivia nos hubieran pedido hacer la presentación de estos valiosos libros en el 50 aniversario de la primera edición en Cuba y del mundo. Los felicitamos por este loable empeño en aras del rescate de la memoria histórica, el rigor y la ética de mencionar las fuentes que le antecedieron y que el acto de entrega constituyera un homenaje a José Martí, a Fidel Castro, a Evo Morales, al Che y a los heroicos pueblos de Cuba y Bolivia.

Condecoró Raúl a tres valiosos revolucionarios

Durante la ceremonia de condecoración, celebrada en el Salón de los Pasos Perdidos del Capitolio, actual sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Raúl recordó el 123 aniversario del reinicio de la guerra de independencia de nuestro pueblo, aquel 24 de febrero de 1895



24 de febrero de 2018 14:02:35


Foto: Juvenal Balán

Como justo reconocimiento a la obra de una vida entera dedicada a la Revolución, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, otorgó en la mañana de este sábado, el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba a José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Partido y a los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías.

De ellos, destacó su fidelidad a la Revolución y a Fidel, consagración al trabajo, modestia y sencillez, cualidades que los han hecho merecedores del respeto de los cubanos.

Durante la ceremonia de condecoración, celebrada en el Salón de los Pasos Perdidos del Capitolio, actual sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Raúl recordó el 123 aniversario del reinicio de la guerra de independencia de nuestro pueblo, aquel 24 de febrero de 1895. Significó también la labor unificadora de Martí, quien supo articular las mejores experiencias del pasado sin omitir a todos aquellos que estaban dispuestos a luchar.

Señaló que como dijera Fidel, al conmemorarse un siglo de la Guerra de los 10 Años, «Martí recogió las banderas de Céspedes, Agramonte y de los héroes que cayeron en aquellas luchas y llevó las ideas revolucionarias de Cuba en aquel periodo a su más alta expresión».

En sus palabras, el General de Ejército subrayó que no existía mejor oportunidad para distinguir a estos tres valiosos compañeros que ya atesoran la honrosa condición de Héroes de La República de Cuba, reflejo además de su loable trayectoria revolucionaria.


El Segundo Secretario del Partido José Ramón Machado Ventura recibió el Título Horífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba de manos del General de Ejército Raúl Castro Ruz Foto:Juvenal Balán

Sobre José Ramón Machado Ventura, miembro del Buró Político y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, rememoró que inició sus actividades contra la tiranía batistiana cuando estudiaba Medicina en la Universidad de La Habana y participó, hace 65 años, en la primera Marcha de las Antorchas. En 1957 se unió al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra y estuvo en varios combates como médico y guerrillero.

Raúl también destacó que fue fundador del Segundo Frente y allí organizó y dirigió el Departamento de Sanidad Militar hasta el final de la lucha, donde fue herido en acciones combativas. De igual modo, desarrolló una amplia red de hospitales y dispensarios de campaña que prestaron servicios no solo a los combatientes, sino a los pobladores, quienes en muchos lugares veían por primera vez un médico en persona.

Al triunfar la Revolución, reseñó, fue nombrado jefe de los Servicios Médicos de La Habana y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), y luego ministro de Salud Pública. Fue fundador del Partido Comunista de Cuba, en 1975, y elegido miembro de su Buró Político. También se desempeñó como Primer Secretario del Partido en varias provincias y desde el 2011 funge como Segundo Secretario del Comité Central del Partido.

El Comandante Ramiro Valdés Menéndez, por su parte, se incorporó desde muy joven a la lucha revolucionaria y participó en la primera Marcha de las Antorchas y el Asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, donde resultó herido. Cumplió prisión en Isla de Pinos, exilio en México y fue expedicionario del yate Granma.


Ya en la Sierra Maestra, resaltó Raúl, intervino en múltiples combates y participó junto al Che en la invasión a Occidente, como segundo jefe de la Columna No.8 Ciro Redondo. Después del triunfo revolucionario ha ocupado importantes cargos, entre los cuales se destacan: Ministro del Interior en dos oportunidades y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, responsabilidad que hoy desempeña; y es miembro del Buró Político.



Foto:Juvenal Balán

Del Comandante Guillermo García Frías trascendió, al decir del General de Ejército, la organización de una red de campesinos para ayudar a los expedicionarios del Granma y llevarlos a la Sierra. Su sagacidad, dijo, le permitió llevar personalmente a Fidel y a otros combatientes hasta Cinco Palmas y recuperar varios fusiles. Y fue el primer campesino en incorporarse al Ejército Rebelde y en ser ascendido, con una destacada participación, primero como combatiente y después como segundo jefe del Tercer Frente, fundado bajo el mando del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosques.

Tras la victoria de Enero de 1959 ocupó diversos cargos en las FAR, y posteriormente, entre otras, ha desempeñado la responsabilidad de vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, titular del Transporte y presidente del Grupo Empresarial de Flora y Fauna. Actualmente es miembro del Comité Central y del Consejo de Estado.

Más allá de los méritos dichos en apretada síntesis, son muchas las anécdotas extraordinarias que podrían hacerse de cada uno de ellos, aseguró Raúl.

No es casual, puntualizó, otorgarles tal distinción en el Capitolio, cuya obra de restauración ha permitido resaltar los valores de uno de uno de los edificios más importantes del país, en cuya cripta han sido colocadas las cenizas de un mambí desconocido, ante las cuales arde la llama como tributo del pueblo a sus padres fundadores y al glorioso Ejército Libertador.

Felicitó al historiador de La Habana, Eusebio Leal y a sus colaboradores que más cerca han estado de la magna obra de restauración del capitolio.

En un día como este, aseveró Raúl, en que rendimos tributo a aquellos cubanos dignos que en 1895 volvieron al campo de batalla para liberar a Cuba, recurro a las palabras pronunciadas por Fidel en 1965:«Nosotros entonces habríamos sido como ellos; ellos hoy habrían sido como nosotros».

«Ese es el compromiso que hemos mantenido y será también el que guie a las actuales y futuras generaciones para que la Patria siga siendo libre».

En la ceremonia estuvieron presentes, además, miembros del Buró Político, de los Consejos de Estado y de Ministros, así como otros dirigentes del Partido y del Gobierno y familiares de los condecorados.