Entre mayo de 2009 y abril de 2010, las afectaciones al sector de la salud pública ascienden a 15 millones 200 mil dólares.
Los daños económicos se deben fundamentalmente a la necesidad de adquirir medicamentos, reactivos, piezas de repuestos para equipos médicos, instrumental y otros insumos en mercados alejados y en muchas ocasiones con el uso de intermediarios, lo que trae aparejado el incremento de los precios.
A lo anterior se añade el sufrimiento y desesperación que esta situación provoca en los pacientes y sus familiares, al no poder contar con el medicamento idóneo para la atención de una enfermedad y en muchas ocasiones en el momento necesario para salvar una vida. Este dolor no podrá jamás ser cuantificado.
Entre los muchos ejemplos que describen los daños ocasionados en la esfera de la salud durante el período de referencia, se incluyen los siguientes:
El Instituto de Oncología y Radiobiología está imposibilitado de emplear placas de Yodo Radiactivo en el tratamiento a niños y adultos que padecen del tumor retinoblastoma (tumor congénito que crece en la retina) al no poder adquirir dichas placas dado que sólo pueden ser compradas en los Estados Unidos. Esta tecnología es mayormente utilizada en el tratamiento de niños, dado que permite tratar el tumor de la retina, conservando la visión del ojo afectado y la estética del rostro. Ante esta carencia, la única alternativa es la extirpación del ojo y en una parte de los casos la extirpación de ambos órganos, procedimiento que además de invasivo, acarrea serias limitaciones para la vida.
Este Instituto cuenta aproximadamente con 1600 pacientes anuales, que se ven afectados por la imposibilidad de adquirir los recambios para el Tomógrafo Philips. De ellos 250 enfrentan serias dificultades con la planificación de las radioterapias. El no disponer de esta tecnología hace que el por ciento de imprecisión del tratamiento se incremente de un 3 a un 5% y se vean afectados los servicios de radioterapia, pues no se pueden precisar con claridad los limites y formas de los tumores.
Cuba no tiene acceso al medicamento Temozolamide (Temodar), citostático específico para el uso en tumores del sistema nervioso central (gliomas y astrocitomas). Esta enfermedad afecta aproximadamente a 250 pacientes anuales, de los cuales alrededor de 30 son niños. El empleo de este medicamento aumentaría significativamente la supervivencia y calidad de vida de los pacientes, ya que el mismo tiene pocos efectos adversos y es de relativa fácil administración en comparación con otros.
A Cuba se le niega el derecho de adquirir contraste iodado no iónico, producto que incide en la calidad de los estudios imagenológicos de los pacientes con tumores. La utilización de este medicamento elevaría la eficacia de los diagnósticos y no se correría riesgo alguno ante reacciones alérgicas al contraste que en ocasiones resulta de máxima gravedad.
Los Hospitales cubanos se ven privados de la posibilidad de adquirir el reactivo SILANE, comercializado por la Compañía Sigma, el cual es utilizado para adherir los cortes histológicos a las láminas para técnicas especiales de inmunohistoquímica e hibridización. Sin este reactivo no se pueden procesar los tumores malignos y otras enfermedades infecciosas, lo que impide la aplicación de técnicas modernas que son necesarias para el diagnostico, pronóstico y tratamiento de dichas enfermedades.
El Hospital Hermanos Ameijeiras, de Ciudad de la Habana, se ve imposibilitado de hacer estudios tomográficos a más de 5000 pacientes, particularmente el Angio-TAC, el cual es vital para el estudio de las enfermedades cerebro vasculares, debido al incumplimiento de la Firma Phillips de suministrar las piezas de repuesto para dos tomógrafos.
De igual forma, se le niega a Cuba la adquisición de insumos y medicamentos relacionados con la actividad de trasplantes de órganos y tejidos. Medicamentos como la ciclosporina y el tacolimus, que evitan el rechazo del órgano o tejido trasplantado, no pueden ser comprados por nuestro país.
Los niños cubanos continúan siendo víctimas inocentes de la política de bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba.
El Cardiocentro Pediátrico “William Soler” fue incluido en el año 2007 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en la categoría de “Hospital Denegado”, por lo cual se le imponen condiciones para la venta de productos y se le niega la adquisición de estos, si no cumple con las exigencias planteadas. Esta situación ha conllevado a un sin número de afectaciones en la realización de diferentes técnicas quirúrgicas por no poder adquirir en el mercado norteamericano determinados materiales apropiados para niños como sondas vesicales y traqueales de mayor calidad, catéteres y stents, entre otros.
A los niños cubanos se les niega el uso del dispositivo Amplatzer de fabricación norteamericana, elaborado a partir de materiales especiales para evitar el rechazo orgánico. Este dispositivo es utilizado para el cierre percutáneo de la comunicación interauricular, (cierra la abertura defectuosa entre las arterias aorta y pulmonar, procedimiento conocido como cateterismo intervencionista) que evita la cirugía a corazón abierto, intervención que además de riesgosa, requiere de cuidado intensivo y una recuperación de tres semanas.
A la lista de años anteriores, se suman 4 nuevos casos de niños que esperan para ser operados:
1. María Fernanda Vidal, 5 años, Ciudad de la Habana, HC5 680347.
2. Cyntia Soto Aponte, 3 años, Ciudad de la Habana, HC 668739
3. Mayuli Pérez Ulboa, 8 años, Ciego de Avila, HC 691064
4. Lianet D. Alvarez, 5 años, Camaguey, HC 04110975335
A la Compañía norteamericana ABBOT se le prohíbe la venta a Cuba del medicamento Sevofluorane, agente anestésico general inhalatorio, de rápida inducción que lo hace ideal y de primera línea para la inducción anestésica en niños, y a su vez, excelente agente de protección miocárdico ante episodios de isquemia en pacientes anestesiados para revascularización. Otros medicamentos genéricos, de menor calidad y con efectos adversos para el paciente como el Levosimendan es fabricado por la misma Compañía y por ende tampoco puede ser adquirido por Cuba.
Tomado del Informe de Cuba en la ONU 2010.