El actual período lluvioso es más favorable que durante el 2010, según el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos de Cuba.
Las lluvias de octubre mejoraron el manto freático y el almacenaje de agua tras un período de sequía aguda.
Las intensas precipitaciones de la primera quincena del mes de octubre en Cuba aportaron unos 276,5 millones de metros cúbicos que mejoraron el nivel de los embalses y las cuencas subterráneas de la isla, afectadas por la sequía que meses anteriores azotó sobre todo a la región occidental del país, informaron fuentes oficiales.
Hasta el momento, los crecimientos más significativos en las presas se localizan en la central provincia del Camagüey y las occidentales Villa Clara, Sancti Spíritus y Pinar del Río, dijeron directivos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Inrh) a Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
De forma general, los embalses por todo el país que controla el mencionado instituto acumulaban, tras las dos primeras semanas de este mes, 6.055.400 metros cúbicos del líquido.
Esto representa 65,8 por ciento de su capacidad total de llenado, que aumenta en comparación con el 52, 6 por ciento de acopio que presentaban el 11 de julio de 2011, detalló el trabajo del periodista cubano Orfilio Peláez.
Con las mencionadas lluvias, la región occidental de la isla caribeña resultó ser la más beneficiada.
Sin embargo, el rotativo alertó que siguen por debajo del 50 por ciento los embalses de las provincias occidentales de La Habana, Mayabeque y Matanzas, con un 22, 8; 31,4 y 41,2 por ciento de su almacenamiento de agua, respectivamente.
Por otra parte, informó que la mayoría de las 100 cuencas subterráneas atendidas por el Inrh presentan indicadores normales. En el caso del acuífero Almendares-Vento, el principal de la capital cubana, tiende a incrementar su volumen aunque se encuentra en la actualidad por debajo de su nivel histórico registrado en esta época del año.
Cuba en los últimos años presenta sequías más prolongadas y registra una disminución de la media histórica anual de lluvias, según el sitio web de mencionado centro.
Independientemente de la ecuperación del manto freático, “la ineficiencia de un acueducto deteriorado por el paso del tiempo, que provoca la fuga de notables volúmenes” de agua y la cercanía de la etapa seca, “demanda usar de manera racional el agua, extremar las medidas de ahorro, y poner coto al despilfarro en viviendas y centros laborales”, alertó Peláez. (2011)