El instituto Cubano del Libro y su Editorial de Ciencias Sociales tuvo la feliz idea de pre sentarle al lector cubano, el libro del investigador cubano Luis Marcelo Yera: “Repensando la economía socialista: El quinto tipo de propiedad”.
El texto de 173 páginas es el conjunto de varios ensayos y años de estudios del autor, tiene un novedoso enfoque (o acaso retomándolo) desde posiciones marxistas, partiendo de los clásicos del marxismo, de la situación actual del desarrollo y construcción de la sociedad socialista, aportando explicaciones y conclusiones de porqué fracasaron los “socialismos reales”. Pero no se limita a esto, hace la propuesta de “cómo hacer eso” en medio de la situación compleja en que se desarrolla la crisis capitalista en este mundo neoliberal en pleno siglo XXI.
Cuando se desplomó el Muro de Berlín y con ello algunos proclamaron el fin de la historia, de que el Socialismo era incluso un error intelectual, hubo un desconcierto inicial en las filas marxistas, donde evidentemente había que someter a examen lo que había ocurrido, para desentrañar las causas. El autor del libro apoyándose en la divisa de Fidel Castro de que: “sin Marx, usted no puede encajar ningún argumento que interprete de forma razonable los acontecimientos históricos, cuales son las tendencias y la evolución probable de una humanidad que no ha terminado de evolucionar socialmente”, se sometió a reexamen la historia del pensamiento marxista.
Así el libro nos lleva al descubrimiento de los errores cometidos, de las interpretaciones fallidas y mecánicas de la ciencia marxista y hace aportes concretos a la interpretación correcta de los postulados de los clásicos del marxismo. La honestidad intelectual del autor lo lleva también a realizar alguna nota crítica cuando lo cree conveniente de ideas expresadas por Lenin en particular acerca del socialismo y eso hay que verlo como que la ciencia marxista siempre tiene que estar en debate y desarrollo.
Un aspecto relevante es el enunciado sobre la olvidada “Ley del cambio gradual de las formaciones económico-sociales”, al parecer el haberla ignorado constituye el error más costoso de toda la práctica revolucionaria y socialista en el siglo XX. Esta ley del materialismo histórico fue casi silenciada por la literatura y praxis revolucionaria, y a la larga la advertencia de Marx de que “las leyes se vengan de sus violadores”, devino entre otros factores, en la desaparición de la URSS y el resto del campo socialista. Por ello es muy importante profundizar en su estudio en estos inicios del siglo XXI y tener en cuenta que “A diferencia de otros arquitectos, los sabios no trazan solamente castillos en el aire, sino que construyen un cierto número de pisos habitables antes de colocar la primera piedra del edificio”. (K.Marx).
En el análisis del capitalismo mundial, descubre atisbos y rasgos de los que son el embrión y formas de organización de la sociedad socialista a construir, así el quinto tipo de propiedad se nos presenta como resultado de esa evolución histórica hacia el Socialismo, donde el conglomerado de corporaciones integradas por empresas cooperativas agrupadas ramalmente, puede llegar a constituir la verdadera propiedad social en el socialismo.
Se incursiona sobre la existencia o no y papel del controvertido MERCADO en el socialismo, así como las formas de planificación, y sin proponérselo participa en el debate de Hayek y Lange sobre la posibilidad o no del cálculo económico en el socialismo.
La mención de nuestro héroe nacional José Martí aporta lo autóctono de nuestra patria y es interesante reinterpretar y analizar las ideas del más brillante cubano del siglo XIX.
La obra finalmente es polémica y eso es lo mejor que tiene, pero en su lectura uno percibe el análisis “concienzudo” de lo escrito por los clásicos y ese repaso de las ideas originales de Marx, Engels y Lenin sirven para repasar todo lo que hemos hecho en la revolución cubana, no para criticar la obra monumental que esta constituye, sino para el necesario mejoramiento y triunfo pleno del socialismo en tierras del Caribe y por extensión al mundo.
Antes de pasar la palabra al Lic.Luis Marcelo Yera quisiera terminar con una alerta, otra vez, al voluntarismo cotidiano con una cita de los clásicos.
"La libertad no consiste en una soñada independencia respecto de las leyes naturales, sino en el reconocimiento de esas leyes y en la posibilidad, así dada, de hacerlas obrar según un plan para determinados fines. Esto vale tanto respecto de las leyes de la naturaleza externa cuanto respecto de aquellas que regulan el ser somático y espiritual del hombre mismo: dos clases de leyes que podemos separar a lo sumo en la representación, no en la realidad. La libertad de la voluntad no significa, pues, más que la capacidad de poder decidir con conocimiento de causa. Cuanto más libre es el juicio de un ser humano respecto de un determinado punto problemático, con tanta mayor necesidad estará determinado el contenido de ese juicio; mientras que la inseguridad debida a la ignorancia y que elige con aparente arbitrio entre posibilidades de decisión diversas y contradictorias prueba con ello su propia libertad, su situación de dominada por el objeto al que precisamente tendría que dominar. La libertad consiste, pues, en el dominio sobre nosotros mismos y sobre la naturaleza exterior, basado en el conocimiento de las necesidades naturales; por eso es necesariamente un producto de la evolución histórica." [Engels: Anti-Düring].
Humberto Herrera Carles.
12/11/2011
PALABRAS DEL AUTOR
El origen de este compendio –cuando ni me imaginaba que existiría– está asociado a la búsqueda de una respuesta, en primer lugar para mi propia aclaración, sobre las causas del derrumbe del campo socialista. Por aquel entonces corría el año 1990 y faltaba un año para el último desplome: el de la Unión Soviética.
Por paradójico que pueda parecer, inicié mis indagaciones con instrumental marxista. Me era necesario tratar de verificar si realmente esta concepción era la causa o no de la hecatombe.
Ahondé en las fuentes y descubrí, para mi sorpresa, que, en primer lugar, nos habían faltado importantes leyes, conceptos y herramientas para conformar una visión siempre actualizada de la economía socialista.
El “nuevo” instrumental complementario encontrado, por supuesto, no se hallaba en los llamados Manuales.
Las leyes omitidas impedían obtener el presumible óptimo referencial hacia el cual tender gradualmente o, lo que es lo mismo, la promisoria “guía para la acción”, dada por la imagen económico-organizativa que muestra el texto. Entonces, el problema no se encontraría en la teoría original, sino en la interpretación que recibimos como tal.
Así, esta es en realidad una obra de materialismo filosófico vinculada a la economía, la cual traté de hacer lo más didáctica posible al considerarla válida para todos los contextos.
Su primer capítulo, culminado en 1993 e inédito hasta hoy, muestra ese inicial proceso de búsqueda.
Los restantes siete – seis de ellos dispersos a lo largo de más de una década en diferentes revistas especializadas y revisados para esta edición –, profundizan los resultados del primero.
Uno de ellos, examina el pensamiento sobre la propiedad económica en José Martí, quien, desde el siglo XIX, plantea cuestiones asombrosamente actuales.
De igual manera, se pasó revista a aspectos clave de la empresa histórica y contemporánea, así como del Estado, para llegar, a modo de conclusiones, a las imágenes económicas propuestas de la transición y del Socialismo en el Siglo XXI.
Al mirar con agudeza hacia todos lados, la mayor parte de las fuerzas progresistas tienen razón al inquietarse por no encontrar aún modelos económicos socialistas convincentes, y exponen con fuerza que el socialismo hay que inventarlo.
Sin embargo, debe expresarse que “los árboles no nos dejan ver el bosque”. Leyes olvidadas de la Concepción Materialista y Dialéctica de la Historia nos orientan a combinar lo mejor ya probado por las expresiones empresariales de los distintos tipos de derechos de propiedad, para develar y proyectar lo nuevo, lo cual amplía la genialidad de Marx y nos muestra científicamente que sí hay alternativa.
Los procesos políticos que defienden la idea de construir el modelo económico socialista en el mundo actual, tienen un gran desafío en este decisivo campo. Cuba, Venezuela, China, Viet Nam y otros, deben demostrar, sobretodo, no que el trabajo por cuenta propia o las pequeñas y medianas empresas de diferentes tipos de propiedad pueden y deben funcionar en dichos procesos – lo cual ya resulta obvio para todos –, sino que el sistema empresarial estatal socialista posea un desempeño armónico, moderno, competitivo, participativo y remunerativamente justo, de manera que permita reconocerlo como algo nuevo.
Como planteo al final del Prefacio, “Al concluir la lectura, un principio hasta ahora borroso debe adquirir contornos nítidos: las concepciones táctica y estratégica acerca del proceder a seguir con la inédita propuesta de los cinco tipos de propiedad empresarial, son las que sintetizan el pensamiento político”.
Los invito a leer algunos fragmentos seleccionados de este texto, sin dudas polémico, y que extraigan sus propias conclusiones. En definitiva, siempre son los lectores los que validan o no el trabajo de los autores. Ojalá se sientan motivados por el nuevo enfoque mostrado.
Muchas gracias.
Luis Marcelo Yera
(Noviembre de 2011)
Continuarà