Por Jorge Luis Baños
La socialización de resultados científicos pretende estimular la cooperación con otras entidades cubanas.
Tres estudios recientes desarrollados en diferentes universidades del país arrojaron resultados positivos para el mejoramiento de la producción agrícola y ganadera, una de las actividades económicas consideradas de alta prioridad en la política de cambios que impulsa actualmente el gobierno de Cuba.
Un boletín del Ministerio de Educación Superior dedicado a la divulgación de noticias del trabajo científico da cuenta por estos días de que las cuestiones agropecuarias generan un interés creciente dentro de los predios universitarios.
La Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Granma (provincia ubicada a 730 kilómetros de La Habana), el Instituto de Biotecnología de las Plantas y la Universidad Central Martha Abreu de Las Villas (a 360 kilómetros de la capital), se unieron para optimizar la producción de plantas in vitro sanas como fuentes de semillas de ñame.
Dado que el factor limitante principal de la producción de este cultivo es la falta de semillas de calidad, el escaso conocimiento de la diversidad de clones y el efecto de los virus, los científicos validaron una metodología que, entre otros beneficios, asegura el buen estado fitosanitario de ese vegetal, cuyo rendimiento disminuye constantemente, con tendencia a la desaparición.
La importancia de este alimento radica en su alta productividad potencial y en la posibilidad de su cultivo en sistemas intensivos y agroforestales, por lo que, los resultados de la investigación han sido rápidamente aplicados en la agricultura urbana y periurbana de la provincia Granma.
Por otro lado, dirigidos por el Instituto de Ciencia Animal, especialistas de México y Brasil colaboraron con colegas de la Universidad de Guantánamo (929 kilómetros al este de La Habana), en la experimentación con levaduras para sustituir el uso de antibióticos promotores del crecimiento en los animales rumiantes.
Motivaron la investigación el elevado precio de los productos que usan cepas de levadura en el mercado mundial y el hecho de que muchos de ellos no producen el efecto deseado en animales de regiones tropicales.
La colección de 14 cepas con posible uso como activador de la fermentación, y el descubrimiento de una nueva entre ellas (avalado ya por centros de Estados Unidos y Japón) prometen más ventajas que las que se comercializan internacionalmente, además de que podrían tener un impacto favorable en la producción y la calidad de la leche.
En el centro del país, la Universidad Marta Abreu desarrolló, por su parte, un método para elevar el valor nutritivo de alimentos para el ganado a partir de la optimización de la producción nacional de sorgo y leguminosas.
La combinación de alimentos conservados (ensilajes) de granos leguminosos con el sorgo mostró un mayor valor nutritivo para todos los casos, por lo cual el estudio recibió el Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba en 2011.
En la isla, alrededor de nueve mil profesores e investigadores y más de 14 mil estudiantes participan anualmente en actividades de investigación e innovación tecnológica como parte de su inserción en las 20 universidades, 33 entidades científicas y 86 centros de estudio.
La Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Granma (provincia ubicada a 730 kilómetros de La Habana), el Instituto de Biotecnología de las Plantas y la Universidad Central Martha Abreu de Las Villas (a 360 kilómetros de la capital), se unieron para optimizar la producción de plantas in vitro sanas como fuentes de semillas de ñame.
Dado que el factor limitante principal de la producción de este cultivo es la falta de semillas de calidad, el escaso conocimiento de la diversidad de clones y el efecto de los virus, los científicos validaron una metodología que, entre otros beneficios, asegura el buen estado fitosanitario de ese vegetal, cuyo rendimiento disminuye constantemente, con tendencia a la desaparición.
La importancia de este alimento radica en su alta productividad potencial y en la posibilidad de su cultivo en sistemas intensivos y agroforestales, por lo que, los resultados de la investigación han sido rápidamente aplicados en la agricultura urbana y periurbana de la provincia Granma.
Por otro lado, dirigidos por el Instituto de Ciencia Animal, especialistas de México y Brasil colaboraron con colegas de la Universidad de Guantánamo (929 kilómetros al este de La Habana), en la experimentación con levaduras para sustituir el uso de antibióticos promotores del crecimiento en los animales rumiantes.
Motivaron la investigación el elevado precio de los productos que usan cepas de levadura en el mercado mundial y el hecho de que muchos de ellos no producen el efecto deseado en animales de regiones tropicales.
La colección de 14 cepas con posible uso como activador de la fermentación, y el descubrimiento de una nueva entre ellas (avalado ya por centros de Estados Unidos y Japón) prometen más ventajas que las que se comercializan internacionalmente, además de que podrían tener un impacto favorable en la producción y la calidad de la leche.
En el centro del país, la Universidad Marta Abreu desarrolló, por su parte, un método para elevar el valor nutritivo de alimentos para el ganado a partir de la optimización de la producción nacional de sorgo y leguminosas.
La combinación de alimentos conservados (ensilajes) de granos leguminosos con el sorgo mostró un mayor valor nutritivo para todos los casos, por lo cual el estudio recibió el Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba en 2011.
En la isla, alrededor de nueve mil profesores e investigadores y más de 14 mil estudiantes participan anualmente en actividades de investigación e innovación tecnológica como parte de su inserción en las 20 universidades, 33 entidades científicas y 86 centros de estudio.