Por DAISUKE WAKABAYASHI
¿Espejito, espejito, quién es el más inteligente de todos?
A diferencia del espejo mágico que enfada a la villana en Blancanieves, una nueva ola de espejos no utiliza hechizos mágicos, sino sensores, cámaras y pantallas planas para transformar el vidrio reflector.
Estos espejos inteligentes se fusionan con piezas digitales para convertirse en dispositivos que monitorean la salud y los signos vitales; equipos en tiendas para probarse ropa virtualmente, y pantallas para seguir las noticias.
Los espejos son una extensión natural de la tendencia a convertir objetos de uso diario en bienes "inteligentes" por medio de Internet y la tecnología digital. Están disponibles en casi todos los edificios con baños. A menudo ocupan una gran parte de la pared. Y, en el mundo actual lleno de distracciones, la persona que se para frente a un espejo suele poner mucha atención a lo que ve.
"No se ha visto mucha innovación con el espejo", señala Ming-Zher Poh, quien, como estudiante de posgrado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, desarrolló un sistema de sensores biológicos llamado Medical Mirror, o espejo médico.
Presentado en 2010, el espejo médico utiliza una cámara para medir el pulso en base a variaciones ligeras del brillo de la cara cuando la sangre fluye con cada latido del corazón. Un espejo bidireccional crea un reflejo mientras mantiene visible el pulso registrado en un monitor digital en la superficie del vidrio.
Poh, quien es el cofundador de Cardiio Inc., con sede en Boston, decidió emplear la tecnología de sensores biológicos para crear una aplicación que midiera el pulso cardíaco para el iPhone de Apple Inc. Señala que le interesa comercializar el espejo médico pero sus dudas se centran en la misma pregunta que se hacen otros innovadores: ¿Con qué frecuencia la gente compra espejos nuevos? No muy seguido.
A diferencia de otros productos que los consumidores actualizan con regularidad, los espejos habitualmente se compran una vez y después se olvidan.
Además, cuando la gente compra espejos nuevos, normalmente no cuestan lo mismo que un televisor. La mayor parte de la tecnología de espejos nuevos incorpora las mismas pantallas planas que tienen los televisores actuales. Por lo tanto, el costo aún es alto.
El conglomerado japonés de electrónicos Panasonic Corp. inicialmente consideró dirigirse a los consumidores domésticos con su espejo digital —una pantalla plana que funciona con una computadora ubicada detrás de un espejo bidireccional— pero la compañía terminó optando por clientes empresariales debido al precio.
En julio, Panasonic comenzó a aceptar pedidos de su espejo, que tiene un precio de casi tres millones de yenes (US$38.000), dirigiéndose a centros de rehabilitación física.
En el Centro de Rehabilitación Yokohama en Japón, donde se prueba el dispositivo, Takao Yamamura, de 77 años, utiliza el espejo digital para rehabilitarse tras sufrir lesiones en los nervios tras una obstrucción en la médula espinal.
Recientemente, Yamamura hizo un ejercicio pasando su peso de una pierna a la otra, mientras estiraba su cuello, algo que su fisioterapeuta le había prohibido hacer. Se miraba en el espejo para poder mantener la postura correcta mientras la pantalla mostraba un gráfico móvil que medía la fuerza de cada movimiento.
La compañía de tecnología Seraku Corp., con sede en Tokio, dice que los hoteles y las inmobiliarias muestran interés por su espejo de baño con conexión a Internet, que sirve de pantalla para leer las noticias, consultar el estado del tránsito, dejar recados para otros miembros de la familia y llevar la cuenta del uso del agua en el hogar.
Un lavabo que incorpora una báscula transmite el peso de la persona a la pantalla del espejo. Seraku coloca un monitor de computadora detrás del espejo para procesar información mediante el uso de aplicaciones como las del sistema operativo Android de Google Inc.
Seraku indicó que no tiene planes de comenzar a vender el producto —que calcula cuesta unos US$12.800 para producir en cantidades pequeñas— pero está abierto a la posibilidad de asociarse con otras compañías para entrar al mercado.
Otra reinvención del espejo podría interesarles a minoristas de ropa. La firma de diseño Non-Grid Inc., con sede en Tokio, ha instalado en Japón y en Londres más de una decena de "espejos interactivos", que en realidad no son espejos sino pantallas con cámaras de alta visión.
Si una persona se para frente de la cámara, estas imágenes se trasmiten en la pantalla como si fuera su reflejo en un espejo.
En una tienda de la marca Diesel en Tokio, un cliente puede probarse unos jeans virtualmente. Los clientes se paran frente al espejo interactivo, que toma fotos de perfil, espalda y frente. Después, se pueden escoger diferentes estilos de pantalón y la pantalla muestra cómo se ve cada diseño. Si le gusta como le queda, puede enviar la imagen por e-mail, o publicarla en Twitter o Facebook.