El empleo de las fuentes renovables de energía resulta
inevitable de cara al desarrollo sostenible, según especialistas.
El constante crecimiento del precio de los combustibles fósiles ha hecho que las fuentes renovables de energía hayan alcanzado niveles de costos que las hacen competitivas con respecto a los combustibles convencionales en muchas partes del mundo. En muchos países, se han convertido en un elemento clave para la generación de electricidad.
Durante el 2011, en la oferta total de energía primaria – nacional e importada - el 78,4 por ciento provino de combustibles fósiles y el 21,6 por ciento se produjo con fuentes renovables de energía. Hace diez años la participación de las renovables era de alrededor de un 30 por ciento, con un peso determinante de los productos de la caña de azúcar. Es decir, Cuba es un país dependiente de los combustibles fósiles al igual que otros países del área. Una gran parte de ellos son importados.
El desarrollo económico y social planteado en los Lineamientos del Partido Comunista de Cuba (documento base de la actual reforma económica), aprobados en su VI Congreso (celebrado en abril de 2011), se define como un desarrollo sostenible. Para su realización necesita sin dudas de energía y en especial de electricidad. La insuficiente disponibilidad de este portador energético pudiera frenar el desarrollo del país y, por tanto, la implementación de estos lineamientos.
Esto pudiera alcanzarse de tres formas: aumentar la producción de electricidad a partir de combustibles fósiles, aumentar la eficiencia energética y aumentar el empleo de las fuentes renovables de energía en la producción de electricidad. Una sola de estas vías por sí sola no llevaría a feliz término el objetivo de aumentar la generación de electricidad. Una adecuada combinación es la clave del éxito.
El uso de los combustibles fósiles es la forma actual y nos ha hecho dependiente durante toda la existencia de la sociedad cubana. Aunque no puede dejar de tenerse en cuenta que su empleo aún es imprescindible, este debe tender a eliminarse en aras de proteger la soberanía nacional de la dependencia de los suministros externos de combustible fósiles. Se debe reducir hasta eliminar la alta dependencia de los combustibles fósiles de la economía cubana y que estos y sus derivados se aprovechen con la máxima eficiencia posible. Mientras se debe aprovecha el potencial aún no explotado de las fuentes renovables de energía.
El incremento de la eficiencia energética se puede lograr por varias vías: prescindiendo del uso de la electricidad, cambiando los hábitos de vida y la forma de producción de bienes y servicios y por última la implementación de medidas para un uso más eficiente de la energía. A largo plazo, estas medidas para las mejora la eficiencia se amortizan sin discusión, pero a corto plazo exigen inversiones que resultan más difíciles en algunos sectores de la economía que en otros. En Cuba muchas de estas medidas faltan por implementarse aunque esto tiene un límite. Son muchas las formas de incrementar la eficiencia energética y su implementación resulta imprescindible para el logro que se persigue aunque como hemos dicho, su aumento no es infinito.
Quienes no tienen límite son las fuentes renovables de energía, naturales y de libre acceso. Por ello, su empleo resulta clave en el cumplimiento de los lineamientos del desarrollo económico y social de país. El Estado cubano en estos momentos lleva a cabo la Revolución Energética, dentro de la cual se incluye el programa para incrementar el uso de las fuentes renovables de energía y el ahorro y uso eficiente de la energía. Este programa ha establecido como política prioritaria estatal aumentar la participación de las fuentes renovables de energía en la matriz energética de forma tal que consolide el crecimiento económico así como la seguridad energética y el desarrollo energético sostenible.
En conclusión, si entendemos por viabilidad algo que por circunstancias puede llevarse a cabo, con elementos que lo fundamentan totalmente, no hay dudas que el empleo de las fuentes renovables de energía resulta altamente viable en Cuba. No hay otro camino. (2012)
*El autor es investigador del Centro de Estudio de Tecnologías Energéticas Renovables (CETER), profesor del Instituto Superior Politécnico "José Antonio Echeverría" (CUJAE), e integrante de la Junta Directiva Nacional de CUBASOLAR y la Dirección de la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA).