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Por Patricia Grogg
Por Patricia Grogg
La mecanización es uno de los factores del sector azucarero que requieren modernización. La industria azucarera de Cuba parece renacer en el marco de una modernización económica que permitió ampliar el ingreso de capital extranjero como parte de una estrategia para fortalecer y diversificar la producción de este sector.
"Hay una recuperación, un despertar en la producción de caña, azúcar y derivados", dijo a Tierramérica el especialista Liobel Pérez, del grupo empresarial estatal Azcuba, creado hace poco más de un año para sustituir al otrora poderoso Ministerio del Azúcar, y que pondrá a prueba su capacidad en este 2013 con nuevas formas de gestión.
Las inversiones extranjeras en la industria azucarera se limitaban a unas pocas empresas de derivados. Su ampliación a la producción de azúcar fue una innovación en 2012. "Son dos inversiones importantes que complementan las medidas que han permitido el crecimiento sostenido de la producción", dijo Pérez.
El funcionario se refería a la firma de acuerdos con la brasileña Companhia de Obras e Infraestrutura (COI) –subsidiaria del poderoso grupo Odebrecht, que tiene inversiones en otros rubros de la economía cubana– y con la británica Havana Energy, durante la última Feria Internacional de La Habana, en noviembre de 2012.
El contrato entre la COI y la Empresa Azucarera Cienfuegos, parte del grupo Azcuba, es para la administración conjunta durante 13 años del "central" (ingenio) 5 de Septiembre, emplazado en la provincia homónima, 232 kilómetros al sudeste de La Habana.
La socia brasileña, confirmó Pérez, invertirá en mecanización agrícola para elevar los rendimientos y en tecnología para el proceso industrial.
Con su inyección de capital se espera optimizar recursos humanos e industriales para que el ingenio de Cienfuegos pueda elevar su producción hasta las 90.000 toneladas por zafra para las que fue diseñado, de las 25.000 o 30.000 que ha logrado en los últimos años.
El otro negocio importante supone la creación de una empresa mixta entre Zerus SA, subsidiaria de Azcuba, y Havana Energy para construir una planta generadora de electricidad a biomasa en áreas aledañas al central Ciro Redondo, en la provincia de Ciego de Ávila, en el centro de esta isla caribeña.
Para eso se invertirán entre 45 millones y 55 millones de dólares y la generación eléctrica comenzará en 2015. Durante la zafra se empleará como biomasa el bagazo de la caña procesada, y en el resto del año la materia prima será el marabú, un arbusto que se ha expandido en áreas agrícolas ociosas del país.
Están a estudio otros proyectos de inversión extranjera bajo la forma de administración conjunta, que parece ser preferida por Cuba para los ingenios azucareros.
También se analizan "otras posibilidades de empresas mixtas, fundamentalmente en el sector de la energía y los derivados", dijo Pérez.
La caña es pródiga en derivados para surtir las industrias alimentaria, química, farmacéutica y biotecnológica. La lista de subproductos incluye alimentos para animales, resinas, preservantes, plásticos e insumos para fábricas papeleras y del mueble.
"Cuba tiene una cultura azucarera de más de 400 años, recursos humanos capacitados, instalaciones, tierras, centros de investigación con sus resultados científicos, infraestructura y organización, pero le faltan tecnologías y, sobre todo, dinero para comprarlas", describió Pérez.
Para él, lo más importante es que existe una nueva visión sobre cómo recuperar el sector. En ese aspecto, ahora se puede hablar de un crecimiento sostenido de la producción azucarera, dijo.
Pérez evitó estimar las cifras de la cosecha 2012-2013, que comenzó en noviembre del año pasado con la llamada zafra chica y debe extenderse hasta mayo con participación escalonada de 50 ingenios. Pero indicó que espera un aumento de 20 por ciento en relación al año anterior.
Otras fuentes cercanas al sector azucarero dijeron que la actual zafra tiene caña suficiente para producir 1,8 millones de toneladas, aunque el plan es producir algo más de 1,6 millones. El azúcar sigue siendo el producto líder, pero no el único de esta industria que hasta fines del siglo XX fue locomotora de la centralizada economía cubana.
Por eso, las proyecciones incluyen aumentar derivados, como electricidad a partir del bagazo, alcoholes y alimento animal. Según Pérez, es evidente el éxito de medidas como la mejor organización productiva y una creciente autonomía financiera.
El experto también mencionó la llegada a tiempo de insumos, desde fertilizantes y herbicidas hasta repuestos y equipos industriales.
La transformación del ente azucarero de ministerio a grupo empresarial permitió una autonomía que favorece la toma de decisiones.
Azcuba es una de las entidades estatales que desde este mes se regirán, inicialmente de manera experimental, con nuevas formas de gestión empresarial, en este caso a fin de recapitalizarse por sí sola, sin esperar asignaciones del Estado.
Las autoridades confían que en esta empresa se podrá probar cómo funciona el encadenamiento productivo, pues opera desde la materia prima hasta las exportaciones.
"La revitalización de este sector es una muy buena noticia para nuestro país, pues el azúcar sigue siendo garante de créditos internacionales y las ventas externas dejan ingresos seguros", dijo a Tierramérica un economista especializado.
De su producción anual, Cuba debe exportar 400.000 toneladas a China y abastecer un consumo interno de entre 550.000 y 700.000 toneladas. (FIN/2013)
* Este artículo fue publicado originalmente el 5 de enero por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.
Las inversiones extranjeras en la industria azucarera se limitaban a unas pocas empresas de derivados. Su ampliación a la producción de azúcar fue una innovación en 2012. "Son dos inversiones importantes que complementan las medidas que han permitido el crecimiento sostenido de la producción", dijo Pérez.
El funcionario se refería a la firma de acuerdos con la brasileña Companhia de Obras e Infraestrutura (COI) –subsidiaria del poderoso grupo Odebrecht, que tiene inversiones en otros rubros de la economía cubana– y con la británica Havana Energy, durante la última Feria Internacional de La Habana, en noviembre de 2012.
El contrato entre la COI y la Empresa Azucarera Cienfuegos, parte del grupo Azcuba, es para la administración conjunta durante 13 años del "central" (ingenio) 5 de Septiembre, emplazado en la provincia homónima, 232 kilómetros al sudeste de La Habana.
La socia brasileña, confirmó Pérez, invertirá en mecanización agrícola para elevar los rendimientos y en tecnología para el proceso industrial.
Con su inyección de capital se espera optimizar recursos humanos e industriales para que el ingenio de Cienfuegos pueda elevar su producción hasta las 90.000 toneladas por zafra para las que fue diseñado, de las 25.000 o 30.000 que ha logrado en los últimos años.
El otro negocio importante supone la creación de una empresa mixta entre Zerus SA, subsidiaria de Azcuba, y Havana Energy para construir una planta generadora de electricidad a biomasa en áreas aledañas al central Ciro Redondo, en la provincia de Ciego de Ávila, en el centro de esta isla caribeña.
Para eso se invertirán entre 45 millones y 55 millones de dólares y la generación eléctrica comenzará en 2015. Durante la zafra se empleará como biomasa el bagazo de la caña procesada, y en el resto del año la materia prima será el marabú, un arbusto que se ha expandido en áreas agrícolas ociosas del país.
Están a estudio otros proyectos de inversión extranjera bajo la forma de administración conjunta, que parece ser preferida por Cuba para los ingenios azucareros.
También se analizan "otras posibilidades de empresas mixtas, fundamentalmente en el sector de la energía y los derivados", dijo Pérez.
La caña es pródiga en derivados para surtir las industrias alimentaria, química, farmacéutica y biotecnológica. La lista de subproductos incluye alimentos para animales, resinas, preservantes, plásticos e insumos para fábricas papeleras y del mueble.
"Cuba tiene una cultura azucarera de más de 400 años, recursos humanos capacitados, instalaciones, tierras, centros de investigación con sus resultados científicos, infraestructura y organización, pero le faltan tecnologías y, sobre todo, dinero para comprarlas", describió Pérez.
Para él, lo más importante es que existe una nueva visión sobre cómo recuperar el sector. En ese aspecto, ahora se puede hablar de un crecimiento sostenido de la producción azucarera, dijo.
Pérez evitó estimar las cifras de la cosecha 2012-2013, que comenzó en noviembre del año pasado con la llamada zafra chica y debe extenderse hasta mayo con participación escalonada de 50 ingenios. Pero indicó que espera un aumento de 20 por ciento en relación al año anterior.
Otras fuentes cercanas al sector azucarero dijeron que la actual zafra tiene caña suficiente para producir 1,8 millones de toneladas, aunque el plan es producir algo más de 1,6 millones. El azúcar sigue siendo el producto líder, pero no el único de esta industria que hasta fines del siglo XX fue locomotora de la centralizada economía cubana.
Por eso, las proyecciones incluyen aumentar derivados, como electricidad a partir del bagazo, alcoholes y alimento animal. Según Pérez, es evidente el éxito de medidas como la mejor organización productiva y una creciente autonomía financiera.
El experto también mencionó la llegada a tiempo de insumos, desde fertilizantes y herbicidas hasta repuestos y equipos industriales.
La transformación del ente azucarero de ministerio a grupo empresarial permitió una autonomía que favorece la toma de decisiones.
Azcuba es una de las entidades estatales que desde este mes se regirán, inicialmente de manera experimental, con nuevas formas de gestión empresarial, en este caso a fin de recapitalizarse por sí sola, sin esperar asignaciones del Estado.
Las autoridades confían que en esta empresa se podrá probar cómo funciona el encadenamiento productivo, pues opera desde la materia prima hasta las exportaciones.
"La revitalización de este sector es una muy buena noticia para nuestro país, pues el azúcar sigue siendo garante de créditos internacionales y las ventas externas dejan ingresos seguros", dijo a Tierramérica un economista especializado.
De su producción anual, Cuba debe exportar 400.000 toneladas a China y abastecer un consumo interno de entre 550.000 y 700.000 toneladas. (FIN/2013)
* Este artículo fue publicado originalmente el 5 de enero por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.