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jueves, 4 de julio de 2013

¿Fracasó el modelo neoliberal-asistencialista en Brasil?

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¿Fracasó el modelo neoliberal-asistencialista en Brasil?

Alejandro Nadal, La Jornada

Las manifestaciones en Brasil han desatado un debate de gran actualidad. Las posiciones se han polarizado y la derecha continental utiliza las manifestaciones para anunciar el fracaso del modelo populista brasileño. El desplome en los niveles de popularidad de Dilma Rouseff ha avivado las esperanzas de la derecha para recuperar la presidencia en 2014. El primer impulso de la izquierda consiste en señalar los logros económicos del programa del Partido de los Trabajadores desde la victoria de Lula en 2002.

La maniobra política de la derecha pasa por capitalizar la idea del fracaso del modelo económico del PT. Los términos del debate son los que le convienen a la derecha. Su ofensiva se basa en la falsificación: se presenta como populista o de izquierda utópica una estrategia de política económica que en el fondo conservó los elementos medulares del neoliberalismo y solamente añadió una política social reforzada. La falsificación en estos términos tiene una enorme desventaja para el PT y sus amigos. El PT tuvo que soportar largos años de gestión del modelo neoliberal y ahora que explotan las contradicciones, tiene que cargar con el descrédito de la crisis.

Cuando Lula asume el poder político, la estrategia del PT aceptó la arquitectura del neoliberalismo: apertura financiera y una férrea disciplina fiscal para generar un enorme superávit primario (para pagar las pesadas cargas financieras). Eran los años siguientes al desplome del neoliberalismo promovido por Cardoso y sus aliados en el FMI y en Estados Unidos. Lula aceptó la pretendida autonomía del banco central y designó como su gobernador a Henrique Meirelles, hasta entonces presidente del International Bank of Boston, uno de los principales acreedores de Brasil. El PT tampoco quiso echar marcha atrás en el gran tema de las privatizaciones y se opuso a las ocupaciones de tierras lanzadas por el Movimiento de los Sin Tierra. En síntesis, el PT asumió las restricciones que impone el neoliberalismo a un proyecto de desarrollo económico y social.

Hubo una importante excepción en el esquema del PT: la política de salarios y los programas. Bajo los gobiernos del PT los salarios comenzaron a repuntar y a recuperar algo de lo que habían perdido en las décadas anteriores. Mucho se habla de las políticas de corte asistencialista, como el programa Bolsa familia, pero lo que más impactó en el combate a la pobreza fue sin duda el incremento en los salarios.

El coeficiente de Gini, el indicador sobre desigualdad más utilizado, pasó de .599 a .539 entre 1995 y 2009. Para un lapso de catorce años no es lo más espectacular, pero no deja de ser un logro importante. El componente de política económica que más impactó esta evolución de la desigualdad fue el aumento de los salarios en los últimos diez años. Pero como se puede observar en mi artículo la semana pasada, la política fiscal es muy poco progresiva y contribuye a explicar la lenta evolución de la lucha contra la desigualdad. El aumento en los salarios no ha sido lo suficientemente fuerte y hoy está en peligro de revertirse.

La gran pregunta es si los logros del esquema brasileño son sustentables y permitirían seguir mejorando. La respuesta es muy probablemente en sentido negativo.

El crecimiento de la economía brasileña en los últimos seis años ha estado impulsado por el boom mundial de productos básicos (commodities). La demanda proveniente de China e India, así como el impacto de la especulación financiera en los mercados de futuros de algunos de estos productos, han sido el motor de este proceso. Esto le permitió a Brasil mantener un aposición holgada en el sector exportador.

Sin embargo, es bien sabido que descansar en un sector primario exportador no equivale a crear el motor de crecimiento que un buen proceso de desarrollo necesita. En cambio el sector exportador impulsado por un modelo de agro-negocios que fomenta la concentración de tierras y el endeudamiento de familias campesinas conlleva también un extraordinario costo ambiental. El mejor ejemplo es el de la soya transgénica que ha provocado el desastre en el cerrado brasileño, con la expulsión de la pequeña agricultura en una zona gigantesca y el desplazamiento de la ganadería hacia la zona de Amazonía legal.

El PT y la izquierda latinoamericana deben abrir los ojos frente a la evidencia. El modelo neoliberal no puede conducir al desarrollo económico y social. Simplemente no está diseñado para ese objetivo.

Las economías capitalistas son intrínsecamente inestables. Pero además, el modelo neoliberal de apertura financiera y comercial distorsiona profundamente el papel de las variables claves de cualquier economía capitalista, comenzando por la tasa de interés y el tipo de cambio. Estas distorsiones constituyen un gran obstáculo para la inversión productiva y el crecimiento. No es posible mitigar el daño de estas distorsiones en una sociedad con una política social sin tocar los pilares del neoliberalismo. Lo que está fracasando en Brasil es, una vez más, el neoliberalismo.
 

Nuevos aires: fuentes renovables de energía

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Por Lucía Guevara             

Nuevos aires: fuentes renovables de energía
En menos de una década Cuba ha dirigido su mirada con más interés que nunca a las fuentes renovables de energía como parte de una política energética integral que comenzó a gestarse en 2005 y que persigue independencia energética y sostenibilidad medioambiental.
Aunque Cuba alcanza ya una producción de 4 millones de toneladas de petróleo anuales, dedicadas en su mayor parte a la generación de electricidad, y en la zona del Golfo de México persiste una promesa de hallazgo importante del llamado oro negro, por el momento, el país sigue dependiendo de importaciones de combustible y padece déficit energéticos que retrasan su desarrollo y afectan la competitividad de su economía.
Mientras tanto, el sol calienta y los vientos acarician la geografía cubana.
En diciembre de 2012, un decreto presidencial estableció la creación de una comisión gubernamental encargada de elaborar, para este mes de julio, una propuesta de “Política para la utilización y el desarrollo perspectivo de estas fuentes para el período de 2013-2030”. El grupo experto, entre otras tareas, deberá definir una plataforma legal que promueva incentivos económicos, tanto para productores como para el sector residencial.
Otra de sus misiones es diseñar una estrategia para la inversión extranjera, con un enfoque de cadenas productivas que prevea la estructura tecnológica y de fuentes de energía más recomendable. Además, esta comisión deberá considerar incentivos para la inversión extranjera vinculada específicamente a la transferencia, creación y desarrollo de tecnologías relacionadas con las fuentes renovables de energía.
Irreversible
“Yo soy testigo de la indolencia y también de la evolución de los últimos años. Puedo decir ahora que llegó el momento de las energías renovables. Ya es irreversible”. Así lo afirma, sin ocultar su alegría, el ingeniero cubano Conrado Moreno, miembro de la junta directiva de la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA), y especialista del Centro de Estudio de Tecnologías Energéticas Renovables.
Moreno ha sido organizador de la XII Conferencia Mundial de Energía Eólica, celebrada en La Habana en junio pasado, que reunió a más de 500 delegados de 40 países, el mainstream de “las renovables”, representado tanto en el sector académico, industrial, como en el de la sociedad civil.
Conrado Moreno
Conrado Moreno
Cuba los acogió con proyectos en desarrollo que tienen apoyo gubernamental y una voluntad política transversal en el enfoque de desarrollo del país. En resumen, la perspectiva de un futuro energético sostenible y la apertura de una promisoria franja para diversos negocios.
“Sabía que este día llegaría”, confiesa Moreno. “Se perfila una política de créditos, comercialización y precios para tecnologías de fuentes renovables, que permitirá a un guajiro comprar, por ejemplo, un calentador solar o un molino de viento, como mismo hoy puede comprar un carro o una casa”.
Aires, vientos, ráfagas
Cuba, poseedora, como pocas naciones en el mundo, de un mapa eólico en el que están inventariadas las zonas de mayor potencialidad para el uso de esta fuente energética, ha aumentado de manera sustancial la generación de electricidad a partir de los vientos.
En 2005 la capacidad instalada solo permitía generar menos de 0,5 Megawatt (MW). Actualmente la cifra ronda los 12 mw basados en cuatro parques eólicos experimentales, ubicados en Holguín (2), Ciego de Ávila y la Isla de la Juventud. Para 2020 se espera llegar a 280 MW, aunque el potencial es bastante mayor: 633 MW.
El salto ya está en marcha, con la construcción del mayor de todos estos emplazamientos que agrupará 34 aerogeneradores y tendrá una capacidad de 51 MW. El parque abarcará unos 13 kilómetros desde Playa La Herradura hasta Punta de Lirio, en el municipio Jesús Menéndez, en la provincia Las Tunas. Es una zona privilegiada, con un régimen de brisas de dirección Este, constante y organizado, que alcanza velocidades de 5,6 metros por segundo, según afirman los especialistas.
Los estudios de factibilidad indicaron que este parque aportará 150 GWh al año, durante dos décadas, para el Sistema Electroenergético Nacional, y permitirá ahorrar costos de importación de unas 40 160 t de combustible en cada período.
Energía comunitaria
Las fuentes de energía renovable llevan tatuadas la marca de la descentralización, el desarrollo local y la gestión comunitaria. Salvo megaproyectos, como los parques eólicos, que generalmente requieren participación de grandes actores económicos, ya sea el Estado o empresas privadas, muchas soluciones en este camino dependerán del empoderamiento de los diversos actores sociales, a escalas micro.
Alois Arencibia, especialista del grupo de Cubaenergía enfocado en temas de desarrollo local lo entiende así: “Si la aspiración es ir a la energía comunitaria, aprovechando el potencial descentralizador de las fuentes renovables de energía, el Estado –máximo interesado en bajar los costosos subsidios por generación eléctrica– intentará hacer competitivas y atractivas las renovables para un cliente que eventualmente podría convertirse en proveedor. Y, ahora mismo, pienso en un cuentapropista. Estas fuentes son autónomas en sí mismas, en ellas tomarán cada vez más relevancia actores y soluciones en el barrio, el municipio”.
Además de los “buenos aires”, Cuba le apuesta a otras fuentes energéticas como la biomasa cañera, la hidroenergía y la energía fotovoltaica. Todas ellas dependen del Sol, que, por lo visto, seguirá brillando para todos y cada uno de nosotros.
Parque Eólico de Gibara
Parque Eólico de Gibara

Sector agrícola y forestal en busca del relevo

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 IPS CUBA

La filial habanera de la ACTAF trabaja con unos 330 círculos de interés, para promover la agricultura entre niños y niñas.
La filial habanera de la ACTAF trabaja con unos 330 círculos de interés, para promover la agricultura entre niños y niñas.     Las vías para inclinar a las nuevas generaciones hacia las carreras agropecuarias y forestales suscitan reflexiones entre las y los integrantes de la no gubernamental Asociación Cubana de Técnicas Agrícolas y Forestales (ACTAF).
Multiplicar las acciones, trabajar de forma integrada y potenciar la capacitación de los nuevos usufructuarios de tierras,  son algunas de las alternativas identificadas por el activismo, para llevar los conocimientos necesarios y elevar la producción de alimentos del país.
Solo en La Habana, la ACTAF trabaja con unos 330 círculos de interés, con un promedio de 25 niños cada uno.

Con esta labor, “estamos plantando semillas para el relevo de los actuales técnicos, profesionales e investigadores de los institutos de ciencias agropecuarias”, indicó Sonsoles Guerra Villar, secretaria de comunicación de la filial capitalina de esa asociación.

Sin embargo, todavía pocos jóvenes quieren dedicar sus vidas a un sector, donde el promedio de edad sobrepasa los 50 años en la actualidad.

La hornada joven prefiere las especialidades vinculadas a las letras, la medicina, las ingenierías y las artes. Esta tendencia ha provocado un déficit de graduados de carreras agropecuarias, que se agudiza por la migración de la población juvenil de los campos hacia las ciudades.

Por otra parte, observadores señalan que el poco reconocimiento social, las malas condiciones de trabajo y la escasa remuneración que reciben los obreros, técnicos y profesionales vinculados al escenario productivo, también contribuyen a incrementar el rechazo hacia el campo de las nuevas generaciones.

Unidad

Este asunto ocupó una buena parte de los debates del IV Congreso de la ACTAF, desarrollado  los días 21 y 22 de junio, en la capital de la nación caribeña.

“Creo que la formación vocacional tiene que dejar de ser algo que hagamos espontáneamente o a ciegas”, señaló en la cita Adriana Sabater, directora de personal del Ministerio de la Agricultura.

“Hago un llamado a la unión a las estructuras que oficialmente se ocupan de eso: las empresas agropecuarias y las delegaciones municipales de la agricultura (estructura estatal rectora de la actividad)”, dijo Sabater
Para ella, los actores “que hoy conocen la caracterización de cada territorio” deben señalar la manera de “enrumbar las acciones para llegar al resultado deseado”.

Por primera vez, destacó, el 30 por ciento de la demanda para la formación debe suplir las necesidades de personal del sector cooperativo-campesino, es decir, las Unidades Básicas de Producción  Cooperativas (UBPC), Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA) y Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS).

“Tenemos que ayudar a formar y enamorar a un técnico que va para el sector cooperativo, donde se concentra el mayor por ciento de la fuerza de trabajo y las mayores posibilidades de empleo. El trabajo debe ser más fino y mirando a futuro para recoger los frutos en cinco y diez años”, consideró.

Como parte de su trabajo, ACTAF ha avanzado en sus relaciones con el Ministerio de Educación y existen órganos de base en todos los Institutos Politécnicos Agropecuarios (IPA), a los que les llega bibliografía actualizada y capacitaciones para el profesorado.

Sin embargo, este vínculo no se ha logrado afianzar con las universidades, donde hoy se observan dificultades.

Academia

“Hay que llegar a la universidad con un sistema similar de actualización y preparación, al aplicado en los IPA. En breve comenzará un programa dirigido a la actualización de profesores de la educación superior –incluso a nivel del municipio-, quienes en no pocas ocasiones desconocen las prioridades de la agricultura actual”, insistió Sabater.

Además, el congreso calificó a la atención a los técnicos recién graduados en los centros donde son ubicados de prioritaria para evitar la elevada fluctuación que merma esa fuerza.

En ese sentido, el jefe de departamento de enseñanza técnico-profesional del Ministerio de Educación, Emilio Hernández, precisó que deben seguirse engrasando los mecanismos de trabajo con la asociación, “para tener resultados más consolidados en los IPA”.

“Tenemos que trabajar también porque coincidan los intereses motivacionales de los estudiantes con el rendimiento académico, pues sucede que algunos interesados no tienen los mejores resultados docentes al termino del noveno grado”, continuó.

A su juicio, los IPA deben nutrirse de estudiantes que combinen estos dos elementos para que estén en las mejores condiciones de presentarse a los exámenes de ingreso a la universidad, cuando concluyan los estudios técnicos.

“Están bastante deprimidas las carreras de la rama agropecuaria”, lamentó.