Mi blog sobre Economía

lunes, 8 de julio de 2013

Beneficios sin producción

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Bajas rentas del trabajo en un entorno de altos beneficios contribuyen a una recuperación débil

Paul Krugman            

Una de las conclusiones que hemos sacado de los problemas económicos recientes ha sido la utilidad que tiene la historia. Justo cuando se producía la crisis, los economistas de Harvard Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff —que, desafortunadamente, se hicieron famosos por su peor trabajo— publicaban un brillante libro con el sarcástico título de Esta vez es distinto. Su argumento, cómo no, era que existe un considerable parecido familiar entre unas crisis y otras. De hecho, los paralelismos históricos —no solo con la década de 1930, sino con Japón en la de 1990, Reino Unido en la de 1920, y más— han sido una guía esencial durante la crisis actual.
Sin embargo, las economías cambian con el tiempo, y a veces de manera fundamental. ¿Y qué es lo que verdaderamente distingue al Estados Unidos del siglo XXI?
La respuesta más relevante, diría yo, es la importancia cada vez mayor que tienen las rentas monopolísticas: beneficios que no representan el rendimiento de una inversión, sino que más bien reflejan el valor del dominio de los mercados. Unas veces ese dominio parece merecido y otras, no; pero, en cualquier caso, la importancia cada vez mayor de esos ingresos está generando una nueva desconexión entre los beneficios y la producción, y podría ser un factor que prolongue la crisis.
Para que puedan ver a qué me refiero, fíjense en las diferencias entre dos empresas que simbolizan dos épocas diferentes: General Motors (GM), en las décadas de 1950 y 1960, y Apple, en la actualidad.
Obviamente, GM tenía un gran poder de mercado durante su apogeo. Sin embargo, el valor de la empresa provenía principalmente de su capacidad productiva: poseía cientos de fábricas y daba trabajo a alrededor del 1% de la mano de obra no agrícola del país.
La economía se ve afectada cuando los beneficios reflejan más el poder que la producción
Apple, por el contrario, apenas parece estar vinculada al mundo material. Dependiendo de los caprichos de su cotización en Bolsa, es la primera o la segunda empresa más valorada de Estados Unidos, pero da trabajo a menos del 0,05% de nuestros trabajadores. Hasta cierto punto, eso se debe a que ha trasladado casi toda su producción al extranjero. Pero la verdad es que los chinos tampoco ganan tanto dinero con las ventas de Apple. En gran medida, el precio que pagamos por un iLo-que-sea no tiene que ver con el coste que tiene producir el aparato. Apple simplemente cobra lo que el tráfico sea capaz de soportar, y dada la firmeza de su posición en el mercado, el tráfico va a soportar mucho.
Una vez más, no pretendo hacer ningún juicio moral con esto. Se podría argumentar que Apple se ha ganado esa posición especial, aunque no estoy seguro de cuántos afirmarían lo mismo sobre Microsoft, que tuvo unos beneficios enormes durante muchos años, y no digamos ya sobre el sector financiero, que también se caracteriza por algo parecido a las rentas monopolísticas y que actualmente representa aproximadamente el 30% de los beneficios corporativos totales. En todo caso, independientemente de que las corporaciones se merezcan o no su situación privilegiada, la economía se ve afectada, y no positivamente, cuando los beneficios empiezan a ser más un reflejo del poder que de la producción.
Aquí tienen un ejemplo. Como muchos economistas han señalado últimamente, la vieja historia sobre el aumento de la desigualdad, según la cual esta aumentaba al valorarse cada vez más la preparación técnica, ha perdido actualmente toda la importancia que haya podido tener. Desde aproximadamente el año 2000, la gran historia ha sido más bien la de un cambio drástico en la distribución de la renta que ha inclinado la balanza a favor de los beneficios y en detrimento de los salarios en general. Pero el enigma es el siguiente: dado que los beneficios son elevados y los préstamos son baratos, ¿por qué no estamos viendo un gran aumento de la inversión empresarial? Y no, la inversión no está hundida porque el presidente Obama haya herido los sentimientos de los dirigentes empresariales ni porque les aterrorice la perspectiva de un seguro sanitario universal.
El alza de las rentas monopolísticas puede haber hundido, al mismo tiempo, los sueldos 
Bueno, no tiene nada de misterioso que el aumento de los beneficios se deba a las rentas y no a rendimientos de la inversión. Después de todo, un monopolista puede tener muchos beneficios y no ver ninguna buena razón para ampliar su capacidad productiva. Y una vez más, Apple es un ejemplo que viene al caso: es tremendamente rentable, pero acumula cantidades ingentes de efectivo que, obviamente, no ve necesario reinvertir en su empresa.
O dicho de otro modo, el aumento de las rentas monopolísticas puede tener, y posiblemente haya tenido, el efecto de hundir simultáneamente los sueldos y la percepción que se tiene del rendimiento de las inversiones.
Puede que ustedes sospechen que esto no puede ser bueno para la economía en general, y están en lo cierto. Si las rentas familiares, y por tanto el gasto familiar, siguen siendo bajas porque los trabajadores se quedan con un porcentaje más pequeño que nunca de la renta nacional, mientras que las corporaciones, a pesar del aumento vertiginoso de sus beneficios, tienen pocos incentivos para invertir, tenemos la receta perfecta para una demanda continuamente deprimida. No creo que esta sea la única razón por la que la recuperación ha sido tan débil —las recuperaciones débiles son normales después de las crisis financieras—, pero probablemente sea un factor que esté contribuyendo a ello.
Para que quede claro, nada de lo que he dicho aquí resta importancia a las lecciones de la historia. En concreto, la creciente desconexión entre los beneficios y la producción no contradice en nada los argumentos a favor de una política monetaria y fiscal expansiva siempre que la economía siga deprimida. Pero la economía está cambiando y, en próximos artículos, intentaré hablar sobre lo que eso significa para la política.
Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de 2008.
© New York Times Service 2013
Traducción de News Clips.

Atlas eólico de Cuba destaca en conferencia mundial

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El atlas eólico de Cuba destaca entre los logros de la isla que se muestran en la XII Conferencia Mundial de Energía Eólica, que sesiona en La Habana...

 
Parque Eólico Gibara II
En la ciudad de Gibara, en Holguín actualmente existen dos parques eólicos en explotación. (Foto: Yusleidis Socorro Carballosa / Cubahora)
"Una de las cosas por las cuales a Cuba se le concedió la sede de este evento es porque ya tenía este mapa de potenciales eólicos", dijo en entrevista exclusiva para Prensa Latina el experto cubano Alfredo Roque.
 
La isla caribeña marcha a la vanguardia de América Latina en el uso de una tecnología como ésta, de la cual disponen solamente los países desarrollados.
 
Este es el resultado de un proyecto internacional que se ejecutó entre el Centro de Física de la Atmósfera del Instituto de Meteorología de Cuba y la división meteorológica de Enviroment Canadá, explicó Roque, responsable de la obra por la parte cubana.
 
Ahora estamos ampliando las posibilidades en el uso de ese mapa, agregó, no solo para emplear la energía eólica con grandes generadores, sino también pequeños y medianos generadores y molinos de viento para el bombeo de agua en la agricultura.
 
Una de las ventajas es que es interactivo, y cualquier persona con acceso a internet puede obtener los resultados de este atlas, que permite conocer la velocidad del viento en cualquier punto de la geografía cubana en cuatro niveles, a saber en 10, 30, 50 y 100 metros de altura.
 
Asimismo, este proyecto brinda mediciones de humedad, temperatura, presión y dirección del viento.
 
Comentó Roque que a finales de este año, en el congreso cubano de Meteorología, se mostrarán los resultados finales de esta importante herramienta científica.

Parlamento de Cuba, por dinamizar la economía

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Por Redacción IPS Cuba
         
La ANPP tiene 612 integrantes, de los cuales 299 son mujeres. Las personas negras y mestizas constituyen el 38 por ciento.     
 
La ANPP tiene 612 integrantes, de los cuales 299 son mujeres. Las personas negras y mestizas constituyen el 38 por ciento. La modernización del sistema empresarial, revitalización de las fuerzas productivas y ejecución de nuevas directrices para continuar actualizando el modelo cubano, son las principales acciones económicas a realizar por el gobierno de Cuba en el futuro inmediato.
Estos objetivos se desprendieron de los debates del primer período ordinario de la octava legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) –parlamento unicameral-, que concluyó este 7 de julio.

“Con la introducción en los planes para el próximo año de las directivas aprobadas, las empresas estatales lograrán una mayor autonomía en su gestión y en la distribución de los resultados”, dijo en la alocución de clausura de la sesión Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba, el único legal en el país caribeño.

“Del mismo modo, apoyaremos decididamente la creación de cooperativas no agropecuarias, las cuales, de conjunto con el continuado despliegue del trabajo por cuenta propia, facilitarán liberar al Estado de actividades productivas y de servicios no fundamentales y concentrarse en el programa de desarrollo a largo plazo”, amplió.

Antes, en la Comisión de Asuntos Económicos, Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Consejo de Ministros, explicó la necesidad disponer el desarrollo de las fuerzas productivas para guiar a Cuba a un “socialismo próspero y sostenible”.

El funcionario sostuvo que “hay que estimular el progreso y perfeccionamiento de las fuerzas productivas y, en ese sentido, se puede hacer mucho más de lo que se ha logrado, siempre hasta los límites del sistema, es decir, sobre la base de la propiedad estatal sobre los medios fundamentales de producción”.

“Solo así podremos aplicar correctamente los lineamientos (documento programático de la reforma económica iniciada por Raúl Castro en 2008) y actualizar el modelo económico”, apuntó, según reseña el sitio web Cubadebate.