Cuba apuesta por un rescate del lujo, en busca de conquistar la preferencia de turistas ya no solo internacionales, sino también los del patio. Las actuales reformas económicas que emprende el país abren espacio, poco a poco, a incentivar una oferta de bienes y servicios no esenciales, y con ello estimular el consumo.
Prueba de ello es el complejo hotelero Meliá Marina Varadero, que inició sus operaciones en días recientes, con una ocupación de 198 habitaciones y unos 517 clientes, todos nacionales.
La instalación, ubicada en la paradisiaca península de Hicacos de Matanzas y a unos 150 kilómetros al este de La Habana, tiene entre sus principales atractivos un área para el anclaje de mil 200 embarcaciones de pequeño, mediano y gran calado, donde se brindarán múltiples prestaciones para el yatismo mundial.
Con categoría de cinco estrellas y bajo la modalidad de Todo Incluido, el Meliá Marina Varadero tiene una capacidad de 423 habitaciones, entre ellas, 88 suites, y 126 apartamentos en condominios; facilidades que invitan al disfrute de largas estancias en tierra y la vida a bordo.
El resort, nueva aventura en suelo cubano de la cadena española Meliá Hotels International junto con la local Gaviota, está concebido para amantes de la náutica, el buceo y la pesca, así como la celebración de eventos, bodas y lunas de miel. Entre la diversidad de servicios que ponen a disposición del cliente, destaca The Level (categoría de atención personalizada) y el Club Infantil, ofertas únicas y novedosas en Varadero.
Este cinco estrellas ofrece a lo largo de su paseo marinero y comercial, un abanico de opciones: restaurantes de especialidades a la carta, boutiques, mercado de artesanías, salas de reuniones, bolera, salones de fiestas, e incluso, un club náutico, un spa y un helipuerto, entre otras facilidades pensadas para satisfacer los caprichos del más exigente.
Cuando el proyecto fue presentado ante la prensa nacional y extranjera, en ocasión a la Feria Internacional de Turismo 2013, autoridades del sector aseguraron que con esa marina, el país contaría con uno de los puertos turísticos más completos de toda la región caribeña.
Meliá, dos décadas de apuesta por Cuba
Varadero, polo turístico donde la compañía europea inició hace 23 años su trayectoria en el sector hotelero de Cuba, vuelve a ser el destino escogido en aras de posicionar sus productos entre agencias líderes que buscan en las bondades del Caribe, la clave para su éxito.
El recién inaugurado resort es el número 26, en la Isla, de Meliá Hotels International, que ya planifica para 2015 la inauguración de la zona The Reserve en el Paradisus Varadero, con unas 250 habitaciones.
A principios de año, funcionarios de la División Cuba de la cadena anunciaron que están a punto de hacer realidad un viejo anhelo: contar con un hotel de cinco estrellas en la llamada Ciudad Museo.
El Meliá Trinidad, como se nombra el proyecto que desarrollan en asociación con el grupo Cubanacán, contará con 400 habitaciones, varios tipos de restaurantes y bares, fitness center, así como un gran salón de 600 metros cuadrados para reuniones y actividades lúdicas.
Este año Meliá puso sus ojos en el hotel Sol Cayo Largo, líder entre los alojamientos de ese destino, y que opera en la actualidad junto con la estatal Gran Caribe.
La calidad del servicio de sus hoteles en Cuba han sido reconocidas recientemente con importantes galardones. TripAdvisor, la web de viajes más grande del mundo, otorgó a cinco de ellos, el Certificado de Excelencia 2013, concedido a las instalaciones que consiguen la máxima puntuación de sus clientes de manera sostenida.
Asimismo, el Meliá Buenavista obtuvo el premio Travellers’ Choice de este año, que se basa en los comentarios de millones de clientes de todo el mundo y que también obtuvo Playa Paraíso, en Cayo Largo del Sur.
Por su parte, Zoover, la web independiente de vacaciones más grande de Europa, incluyó entre sus galardonados de 2013 a Paradisus Varadero y Meliá Las Dunas, con opiniones muy favorables por los clientes de ese continente.
Según voceros de la cadena, sus establecimientos hospedan el 30 por ciento de los visitantes totales que llegan a la Isla cada año.
Inversiones a la vista…
En el empeño institucional por “refrescar” el modelo económico de Cuba, la llamada industria del ocio desempeña un rol relevante en la captación de ingresos, al constituir uno de los motores principales del desarrollo en la nación caribeña, después de la venta de servicios médicos.
De ahí que el gobierno cubano se propone crear, diversificar y consolidar de forma acelerada productos y servicios como el turismo de salud, marinas y náuticas, golf e inmobiliaria, turismo de aventura y naturaleza, parques temáticos o los cruceros, entre otros.
En mayo último, autoridades del sector anunciaron que en lo que va de año se inaugurarán también los hoteles Piedra Movida, en Cayo Santa María (Villa Clara); Flamenco II, en Cayo Coco (Ciego de Ávila), y Panchito, en Trinidad. Además se realizan ampliaciones en María la Gorda, en el Cabo de San Antonio (Pinar del Río); Prado Costa Verde, en Holguín y Paradise Princesa del Mar, en Varadero.
También se inició la construcción de los hoteles Coralia, en Cayo Coco; Internacional, en Varadero; Palacio de Iznaga, en Trinidad, y el Alabastro, en Holguín, y la ampliación del hotel Playa Pesquero, al norte de esa provincia oriental.
Asimismo, se mantiene la estrategia de desarrollo turístico en la zona norte del país, desde Villa Clara hasta Camagüey, que incluye los cayos Santa María, Las Brujas, Coco, Guillermo, Paredón Grande, Romano, Cruz, Guajaba y Sabinal, que de conjunto -en su momento cumbre- alcanzará más de 42 mil nuevas habitaciones, todas operadas por el Grupo de Turismo Gaviota.
El ministro cubano Manuel Marrero aseveró que esta estrategia de desarrollo permitirá a Cuba disponer de más de 85 mil habitaciones a la altura del año 2020, programa que mantendrá su propósito de aumentar alojamientos en ciudades con mayor demanda.
En ese sentido, se proyectan nuevas instalaciones en La Habana Vieja, como los hoteles Packard, Prado y Malecón, y la Manzana de Gómez, cuyas inversiones prepara el Grupo Gaviota, y se dice que la cadena española Iberoestar ya ha puesto sus ojos en algunos de ellos.
Mientras, Gran Caribe asumirá las construcciones de New Cork, Regis y Capri, además de diversas remodelaciones en los emblemáticos Habana Libre, Riviera, Comodoro y Arenal, también de la capital.
A la oferta estatal, se suma el emergente sector privado de la isla con unas 6115 habitaciones y 950 viviendas de particulares con licencia para el arrendamiento, así como 2 242 restaurantes no estatales.
Capital extranjero para el desarrollo del turismo en Cuba
La inversión extranjera deviene elemento crucial en la búsqueda de financiamiento y la introducción de nuevas tecnologías, con vistas a complementar los escasos recursos y capacidad de la industria cubana.
Y si bien en algunos sectores de la economía cubana ese componente se mira con muchos recelos aun, en el turismo goza de muy buena salud. Prueba de ello resultan los 26 hoteles que ya opera Meliá Hotels Internacional en la Isla.
Las más renombradas cadenas hoteleras del mundo tienen representación este pedazo de tierra caribeña, entre ellas destacan Iberoestar, Barceló, H10, Blau, Be Live Hotels, Blue Diamond, y Memories Hotels.
En el mes de agosto quedaron inaugurados nuevos complejos turísticos, que marcaron la entrada en Cuba de dos compañías más. Con la apertura de Eurostars Cayo Santa María, la firma española Hotusa comienza su séptimo emprendimiento en América; mientras que Pestana, el mayor grupo hotelero portugués, inició sus operaciones en Jardines del Rey, con el Pestana Cayo Coco Beach Resort.
También en días recientes tuvo lugar una alianza estratégica entre la compañía Esencia Hoteles y Resorts, del Reino Unido, y la nacional Palmares S.A., para la creación de los primeros centros de golf de clase mundial en Cuba, acuerdo valorado en alrededor de 350 millones de dólares.
Según el comunicado de prensa de la embajada inglesa en La Habana, el proyecto The Carbonera Golf & Country Club constituye la primera y más importante inversión de una empresa británica en el turismo cubano, y simboliza otra de las muchas oportunidades que brinda la Isla para inversores foráneos.
El plan, que incluye la construcción de una comunidad exclusiva de 650 apartamentos destinados al turismo de gran poder adquisitivo, refuerza el compromiso del Mintur de mejorar Cuba como destino en materia de calidad y diversidad, en aras de responder y satisfacer los gustos más exigentes de quienes visiten esta joya del Caribe.
Al proyecto de Esencia deben seguir otros, pues se espera la aprobación de otra propuesta con capitales chinos para finales de este año, y se analizan ofertas españolas, vietnamitas y rusas, señala un despacho de la agencia de prensa italiana ANSA.
Cuba mantiene conversaciones con más de 10 firmas extranjeras y con algunas de ellas “ya se han rubricado o están concluyéndose cartas de intención para posibles desarrollos en varias ciudades y destinos turísticos del país”, declaró recientemente Manuel Marrero, titular del ramo.
Fuentes oficiales revelaron en 2012, que en la Isla 30 empresas mixtas tienen en operación más de 6 mil habitaciones, y existen, además, 62 contratos de administración y comercialización con 13 compañías hoteleras internacionales.
Con 40,888 metros cuadrados de extensión, el complejo está anclado en un área de reserva ecológica, y el diseño de sus instalaciones evoca al mundo de los veleros y el mar. La zona Hotel cuenta con dos lobby, piscinas, bares, restaurantes, centro de convenciones, y Spa. Para enamorar la noche, cuenta además con iluminación en piscinas “Fantasía Nocturna”, primera de su tipo en Varadero.
Localización: a 50 m del hotel Paradisus Princesa del Mar, a 300 m de la playa, a 5 km del Centro de Convenciones Plaza América y del Varadero Golf Club, a 15 km del poblado de Varadero y a 42 km de la ciudad de Matanzas y del cabaret Tropicana de la urbe matancera