Mi blog sobre Economía

viernes, 3 de octubre de 2014

El fracaso del séptimo objetivo del Milenio

Por Por Carlos Fermín

En el lejano año 2000, los 189 países miembros de las Naciones Unidas acordaron un total de ocho propósitos de desarrollo humano, enmarcados dentro de los Objetivos del Milenio que proyectaban al esperanzador 2015, como el margen de tiempo idóneo para consolidar las metas fijadas, que abarcaban la lucha contra el analfabetismo, la hambruna, la violencia de género, la insalubridad, el daño ambiental y la mortalidad infantil.



Las horas, los minutos y los segundos de esas históricas promesas, se fueron consumiendo en un reloj de arena lleno de impunidad, hipocresía y codicia, que carcome el cuerpo de los más débiles, y envenena el alma de los más miserables. Dicen que las palabras se las lleva el viento hasta que los hechos demuestren lo contrario. Por eso, la Humanidad respira el aire contaminado del azulado cielo, camina sobre vidrios bañados en sangre, escucha los gritos selváticos de la motosierra, y padece los legendarios conflictos ambientales que siguen sacrificando el funesto destino de la Pachamama.

Precisamente, el séptimo objetivo del Milenio buscaba “Garantizar la sostenibilidad del Medio Ambiente”, para que la mano opresiva de la Sociedad Moderna no ponga en riesgo el agua y el pan que alimentará a las generaciones futuras de Seres Humanos. En tal sentido, se proponen cuatro grandes metas con una serie de indicadores prestos a reconocer la crisis ecológica global, y a establecer proyectos ambientales longevos que coadyuven al bienestar integral de nuestro querido planeta Tierra. A continuación, identificaremos esos utópicos desafíos conservacionistas, y los cotejaremos con la realidad holística que enfrentamos en la actualidad.

La primera meta señalaba textualmente “Incorporar los principios del desarrollo sostenible"'>desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales, y reducir la pérdida de recursos del Medio Ambiente”. Sus indicadores refieren a la superficie de tierras cubiertas por bosques, a las emisiones de dióxido de carbono y al consumo de sustancias que agotan la capa de ozono.

Sin embargo, la tala indiscriminada de árboles ha alcanzado focos de deforestación masiva altamente preocupantes, que alteran el equilibrio ecológico de la Naturaleza y vulneran la semilla fértil de los verdes pastos de otrora. Basta con viajar a Paraguay, Brasil, Malasia, México, Angola, Camboya, Bolivia, Indonesia, Perú, China o Tanzania, para observar en primera fila como la expansión de la frontera agrícola, los lucrativos incendios forestales, los desmontes ilegales, los escalofriantes cultivos de productos transgénicos, los campamentos de minería ilegal, los sembradíos guerrilleros, y la extracción mafiosa de madera, viene contribuyendo a la aniquilación ambiental de los suelos. Entre soya, carne, maíz, aceite de palma, coca, malanga y algodón, vemos que la conversión de los bosques tropicales al modelo agro-productivo del siglo XXI, genera más de 1,40 gigatoneladas de carbono al año.

Cada año se pierden 13 millones de hectáreas de bosques en el negociado planeta Tierra. Si para el año 2000 la deforestación presentaba “signos de remisión”, quizás en el año 2014 la palabra “Ecocidio” se queda un poco corta ante el tamaño de la destrucción ambiental que vivimos a diario. Lo peor, es que todos somos culpables de esa triste problemática, porque la rentable maderita es la materia prima al fabricar lápices, juguetes, cunas, puertas, sillas, palillos chinos, fósforos, colgantes de ropa, y demás artículos de consumo masivo. Y la corrosiva pulpa de celulosa se esconde en cajas de cartón, revistas, periódicos, hojas de cuadernos, bolsas de papel, toallas desechables, sobres de correo y en tarjetas postales, que retratan en detalle la agonía que sufre el corazón de la Amazonía por tanto ensañamiento corporativo.

Las ramas de los árboles se quedaron sin oxígeno para purificar el aire que respiramos, y sin capas de hielo para soportar el peso del gigantesco Oso Polar. Por desgracia, las Naciones Unidas sigue sin encontrar la famosa “respuesta decisiva” para aplacar el mal de males llamado Cambio Climático. Todos sabemos que la acelerada variación del clima de la Tierra a escala regional y global, no es un cuento chino inventado por nuestros abuelos, ni responde a los aspectos meteorológicos originados por obra de la Naturaleza. Es una terrible realidad que refleja el aumento de la temperatura promedio en la atmósfera terrestre y en los océanos, debido a que las recalentadas transnacionales no se cansan de quemar combustibles fósiles acumulados en forma de gases de efecto invernadero, los cuales incluyen al metano, al dióxido de carbono y al óxido de nitrógeno.

No olvidemos que entre el período 2013-2014 se registró el mayor incremento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, en base a los últimos treinta años de medición científica, siendo un nuevo record adjudicado a la irracionalidad de los terrícolas y sus máquinas de la muerte. Las más de 35.000 millones de toneladas de CO2 que producen las calderas empresariales, elevan la polución del aire mediante el despiadado consumo energético, que obliga a quemar petróleo, carbón y gas en cantidades colosales, para satisfacer la altísima demanda de energía que la sobrepoblación humana espera convertir en transporte, vestido y alimento.

Además, las emisiones del inagotable CO2 gestan la peligrosa acidificación de los océanos, afectando la biodiversidad marina que yace en las profundidades del agua salada.


Recientemente se reveló que durante el verano boreal del 2014, la capa de hielo del Ártico registró uno de sus niveles más bajos desde al año 1.979, cuando los satélites espaciales comenzaron a seguir muy de cerca toda la barbarie cometida por el salvaje Homo Sapiens. Cabe destacar, que en el mes de julio del año 2012, hubo un asombroso deshielo en Groenlandia que perdió en apenas cuatros días el 97% de su masa helada, por un atípico proceso de fusión que la convirtió en agua líquida. Ahora, se comprobó que el manto de hielo de Groenlandia se está oscureciendo por la sistemática descomposición de los suelos que produce elCalentamiento Global, y debido al aumento de la actividad microbiana y los incendios forestales.

La segunda meta expresaba lo siguiente “Haber reducido y ralentizado considerablemente la pérdida de la diversidad biológica en 2010”. Sus indicadores contemplaban las poblaciones de peces que están dentro de límites biológicos seguros, los animales en peligro de extinción, el estado de las áreas verdes protegidas y sus recursos naturales.

Es obvio que la meta no se cumplió, pero la preocupación latente sobre la voraz extinción de especies de fauna, es un tópico que va más allá de reconocer errores y quedarse de brazos cruzados. Los mamíferos, anfibios, reptiles y aves que coexisten en cada rincón del Mundo, atraviesan un verdadero calvario por tanta gente inescrupulosa que obtiene dinero ensangrentado a cambio de violentar la paz celestial de las selvas, de los bosques y de las junglas. Ni en madrigueras, cuevas o nidos, los angelitos se salvan de los traficantes de fauna exótica, de los cazadores armados con escopetas, de los ignorantes que matan en ceremonias de sacrificio, y de los esclavos contratados por las transnacionales, que disfrutan invadiendo, talando y saqueando sus ancestrales templos de vida.

No hay respeto por los derechos de los animales, ya que las leyes vigentes y los entes judiciales que castigan el delito, empiezan la investigación del crimen después que las pieles, los colmillos, las plumas, las garras y los cuernos, fueron vendidos en el clandestino mercado negro que opera de lunes a domingo bajo la inclemente luz del Sol. Es inaudito que los gobiernos de turno permitan abiertamente la compra y venta de fauna exótica, por medio del comercio electrónico que se practica en la Web. Ya sea pagando con tarjeta de crédito, débito o en efectivo, cualquier persona puede adquirir los graciosos animalitos que ofertan en la Internet, sin temor a represalias legales y desde la comodidad de sus casas, para satisfacer el perverso capricho de continuar extinguiendo especies autóctonas que jamás regresarán a sus entornos naturales.

De norte a sur y de este a oeste, puede observarse como las actividades económicas de los Seres Humanos trastocan la integridad biofísica del Medio Ambiente. Por aire, mar o tierra, la destrucción ecológica tiene en jaque a la tortuga Carey, a la ballena Azul, a la Foca Monje del Mediterráneo, a la Nutria Marina, al Pingüino Africano, al pez Napoleón, al cangrejo azul, al Manatí del Caribe, el Escamudo Oaxaqueño, al delfín rosado, a la Vaquita Marina, al pez Sierra, al tiburón blanco y a los impresionantes corales. Más de 5000 animales se hallan en peligro de extinción en el planeta Tierra. Una gran cantidad de especies marinas van a desaparecer por las enormes redes de los barcos pesqueros comerciales, y por la excesiva pesca artesanal de subsistencia.

En marzo del 2014 se informó que las pesquerías de EEUU matan a miles de especies marinas protegidas y al borde de la extinción, practicando el llamado “bycatch” o captura accesoria, devastando la vida de indefensos animales, que no tienen la culpa de los bajos instintos de los comensales norteamericanos. Más de 400.000 tiburones fueron capturados y descartados en un año de intensa actividad pesquera, que también viene asesinando a miles de tortugas marinas, mantarrayas, peces espadas, bacalaos, marsopas, focas y delfines. La invasiva pesca de arrastre es un auténtico Ecocidio que ensucia el fondo marino en pleno siglo XXI, sin regulaciones, sin prohibiciones y sin responsables del abuso.

La tercera meta pretendía “Reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable, y a servicios básicos de saneamiento”. Sus indicadores se ubican en el mejoramiento de la infraestructura para las poblaciones que requieren fuentes seguras del vital líquido.

Siempre que tocamos el tema del agua potable, sentimos mucho dolor por todas esas familias humildes que viven en situaciones infrahumanas y mueren por la falta del vital líquido en sus pueblos, ya que el agua es diariamente derrochada, contaminada y mercantilizada por el resto de la sociedad global. No hay política ambiental que garantice la llegada del agua a los senderos más recónditos del globo, porque la desesperación de las personas es un lucrativo negocio, una demagogia burocrática y una táctica de adoctrinamiento de masas. No somos conscientes del gran privilegio que representa el acceso al agua potable, y es por esa misma razón, que nos acostumbramos a malgastarla sin un ápice de remordimiento.

Más de 750 millones de personas NO tienen acceso al agua potable en un planeta Tierra donde siempre pagan justos por pecadores. El agua es vida para unos y guerra para otros. Mientras usted lee este artículo de opinión, la cifra de individuos sin una gota de agua va in crescendo, y no parece que la tendencia vaya a cambiar en un futuro próximo. De igual manera, se vislumbran las malas prácticas de las transnacionales, que van enturbiando los cuerpos de agua dulce y salada con la presencia de las plataformas petroleras, con la inyección de sustancias químicas en napas subterráneas, y con la acumulación de basura industrial en lagos, mares y ríos.

Queda claro que el agua es un derecho humano para quienes compran el derecho fundamental de tenerlo. Cada año se incrementa la huella hídrica mundial para la producción de bienes y servicios generados por las empresas y consumidos por los ciudadanos. La privatización del agua recorre los curules parlamentarios, los ministerios ambientales y los decretos constitucionales

del Nuevo Milenio, en aras de alcanzar la mayoría de votos que financie una mayor desigualdad socio-económica y cultural. Ese desolador panorama se acrecienta con el desequilibrio climático relatado en anteriores párrafos, que produce sequías extremas en distintas latitudes del planeta por la ausencia de lluvia, lo cual se traduce en una disminución del nivel de los embalses o represas, que son los principales abastecedores del agua potable que consumimos a diario.

La cuarta meta especificaba “Haber mejorado considerablemente, en 2020, la vida de al menos 100 millones de habitantes de barrios marginales”. Sus indicadores refieren la proporción de la población urbana que vive en desidia.

Es público y notorio que la crisis ambiental global, empieza por los inconvenientes sociales que mueven al orbe. El híper consumismo de unos es la híper miseria de otros. La indiferencia entre hermanos se paga con la multiculturalidad ajena a salvaguardar el Medio Ambiente. El modelo capitalista establece un Status Quo unipolar que segrega las nociones básicas del Humanismo, engendrando la mente materialista, egoísta y monetaria. La tasa de desempleo mundial aumenta conforme el Producto Interno Bruto (PIB) rechaza un modus vivendi bajo el esquema de la multipolaridad.

De allí, que el dólar paralelo se invierte en la bolsa de los más sumisos, quienes siguen presos dentro de un régimen totalitario, para no morir de sed en el desierto del Sahara.

Nadie piensa en reciclar, apagar las luces y ahorrar el agua, al NO disponer de alimento, electricidad y tuberías para recordarlo. La calidad de vida depende de la calidad del narcotráfico, del contrabando y del tráfico de órganos que se oculta frente a nosotros. Silenciar la realidad no surte el efecto deseado en los hombres y las mujeres que venden la moral y la ética para no quedarse flotando en una balsa sin horizonte congruente. Es ridículo creer que para el año 2020 los vientos soplarán a favor del altruismo, del pacifismo y de la empatía ciudadana. De hecho, la ONU se equivocó en relegar el tema del Medio Ambiente a uno de los últimos objetivos del Milenio, cuando debió haber sido el primer objetivo a tomar en cuenta, pues necesitamos de la buena salud del entorno, para combatir el resto de problemas sociales que se intentaban mitigar.

Tal vez con un poquito de Educación Ambiental, podríamos cambiar el callejón sin salida transitado por la gente común, por las multinacionales y por los organismos internacionales. Si no rescatamos el mensaje conservacionista en los pupitres, en los pizarrones y en los pasillos de los colegios, entonces los niños y adolescentes continuarán cayendo en trampas prefabricadas por las grandes élites, como la reciente Cumbre del Cambio Climático desarrollada por la ONU en septiembre del año 2014. En esos trágicos minutos de forzada oralidad ecológica, nos venden muchísima falsedad, cinismo y lágrimas que prometen un cúmulo de acciones ambientales, prestas a engañar la mente de quienes no recibieron educación ambiental en edades tempranas, para volverse inmunes a las mentiras que protagonizan los mentirosos.

En un abrir y cerrar de ojos, llegamos al epílogo del séptimo objetivo del Milenio, y el éxito ambiental de esos sagrados desafíos, podemos verificarlo con los derrames de petróleo en el Golfo de México, en el río San Juan o en las costas españolas y francesas, gracias a las plataformas, a los ductos y a los buques de British Petroleum, Pemex y Prestige. También tenemos explosivas fugas radiactivas, mortíferos cultivos transgénicos y rompedoras fracturas hidráulicas, gracias a la Central Nuclear Fukushima, a Monsanto y a Range Resources. Y por si fuera poco, estamos a punto de extinguir a las abejas, de secar las cuencas hidrográficas, y de intoxicar de acero esmaltado los suelos, gracias a la voluntad de Bayer,Coca-Cola y ArcelorMittal.

En Sudamérica, Barrick Gold descargó toda su furia minera contra los ancestrales glaciares chilenos. La empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales viene llenando de crudo oleaginoso a los ríos argentinos. Las divertidas carreras Fun Race 4x4 destruyeron parte de la hermosa Gran Sabana venezolana. La multinacional Drummond vertió toneladas de carbón en la localidad colombiana de Ciénaga. La estatal Petroecuador vive fugando hidrocarburos en las costas de Esmeraldas. El grupo Madeira Energía asfixió a once toneladas de peces en la frontera de Brasil y Bolivia. La compañía Yaguareté Porá deforestó las milenarias tierras paraguayas del pueblo ayoreo. La empresa Chinalco invadió de uranio a las explotadas comunidades peruanas. Y la finlandesa UPM encendió las llamas del fósforo en los caudalosos ríos uruguayos.

Pudimos comprobar que cuando las Naciones Unidas planteó “Garantizar la sostenibilidad del Medio Ambiente” a través del séptimo objetivo del Milenio, realmente buscaba garantizar la venta del planeta Tierra a todas las transnacionales que desean hipotecar el futuro de la Humanidad. La lista de Ecocidios sigue acelerando y no hay señal de retorno en el firmamento.

Vimos que siempre se repite el mismo círculo vicioso en contra de los recursos naturales de Gaia. Nos prometen lapsos de tiempo ficticios para minimizar los enrojecidos daños ambientales, ocasionados por el nocivo proceso de industrialización del siglo XXI. Es la excusa perfecta firmada de mutuo acuerdo, para que las empresas extiendan la masacre ecológica, al tiempo que compran los bolsillos de los gobiernos, logrando que el mañana verde y silvestre nunca despierte de la pesadilla constante y sonante. No existen luces positivas de cambio a corto ni a largo plazo. El optimismo es boicoteado por la fuerte tensión ambiental que estamos a punto de reventar. Luego que se rompa la cuerda, desconocemos cuál será la distancia sideral entre nuestro padre el Sol y su hija la Tierra. Cada vez hay más cumbres de naciones, más reuniones bilaterales y más asambleas legislativas, pero cada día hay menos conciencia ecológica en las calles, menos conservacionismo en las escuelas y menos tolerancia en los hogares. No dudamos que el futuro será tan incierto, como el destino de estas laicas palabras.

Ecoportal.net

Ekologia

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Cómo piensa la clase dominante


Raúl Zibechi, La Jornada

La crisis sigue develando todo aquello que permanecía oculto en los periodos de normalidad. Esto incluye los proyectos estratégicos de la clase dominante, su forma de ver el mundo, la apuesta principal que hacen para seguir siendo clase dominante. Este es, a grandes rasgos, su objetivo central, al que subordinan todo lo demás, incluyendo los modos capitalistas de reproducción de la economía.

Puede pensarse que la crisis es apenas un paréntesis luego del cual todo seguiría, más o menos, como funcionaba antes. No es así. La crisis no es sólo un revelador, sino el modo en que los de arriba están remodelando el mundo. Porque la crisis es, en gran medida, provocada por ellos para mover de lugar o hacer desaparecer lo que limita sus poderes. Básicamente, los sectores populares, indígenas, negros y mestizos en nuestro continente.

Por otro lado, una crisis de esta envergadura (se trata de un conjunto de crisis que incluyen crisis/caos climático, ambiental, sanitario y, lo que atraviesa todo, crisis de la civilización occidental) significa mutaciones más o menos profundas de las sociedades, de las relaciones de fuerzas y de los polos de poder en el mundo, en cada una de las regiones y países. Me parece necesario abordar tres aspectos, que no agotan todas las novedades que aporta la crisis pero son, a mi modo de ver, los que más pueden influir en las estrategias de los movimientos antisistémicos.

En primer lugar, lo que llamamos economía ha sufrido cambios de fondo. Un cuadro elaborado por la economista Pavlina Tcherneva, con base en los estudios sobre la desigualdad de Thomas Piketty, revela cómo está funcionando el sistema desde la década de 1970, agravado por la crisis de 2008 (www.vox.com/xpress/2014/9/25/6843509/income-distribution-recoveries-pavlina-tcherneva ).

El cuadro abarca 60 años de la economía estadunidense, desde 1949 hasta la actualidad. Describe qué parte del crecimiento de los ingresos es apropiada por el 10 por ciento más rico, y cuánto le corresponde al 90 por ciento restante. En la década de 1950, por ejemplo, el 10 por ciento rico se apropiaba de entre el 20 y el 25 por ciento de los nuevos ingresos anuales. Así funciona una economía capitalista normal, que consiste en una apropiación mayor por los empresarios del fruto del trabajo humano, que Marx denominó plusvalor. Es la acumulación de capital por reproducción ampliada.

A partir de 1970 se produce un cambio importante que es bien visible en la década de 1980: el 10 por ciento rico empieza a apropiarse del 80 por ciento de la riqueza y el 90 por ciento se queda apenas con 20 por ciento de lo que se genera cada año. Este periodo corresponde a la hegemonía del capital financiero, lo que David Harvey ha llamado acumulación por desposesión o despojo.

Pero algo extraordinario se produce desde 2001. Los ricos se quedan con todos los nuevos ingresos y, desde 2008, arrebañan además una parte de lo que tenía el 90 por ciento, como ahorros o bienes. ¿Cómo denominamos a este modo de acumulación? Es un sistema que ya no es capaz de reproducir las relaciones capitalistas porque consiste en el robo. El capitalismo extrae plusvalor y acumula riqueza (aún por desposesión), pero expandiendo las relaciones capitalistas, por eso se asienta en el trabajo asalariado y no en el trabajo esclavo (debo estas reflexiones a Gustavo Esteva, quien las formuló en los días de la escuelita zapatista y en posteriores intercambios).

Es probable que estemos ingresando en un sistema peor aún que el capitalismo, una suerte de economía de robo, más parecida a la forma como funcionan las mafias del narcotráfico que a los modos empresariales que conocimos en la mayor parte del siglo XX. Es probable, también, que esto no haya sido planificado por la clase dominante, sino sea el fruto de la búsqueda desmesurada de lucros en el periodo financiero y de acumulación por desposesión, que ha engendrado una generación de buitres/lobos incapaces de producir otra cosa que no sea destrucción y muerte a su alrededor.

En segundo lugar, que el sistema funcione de este modo implica que los de arriba han decidido salvarse a costa de la entera humanidad. En algún momento hicieron una ruptura afectiva con los demás seres humanos y están dispuestos a producir una hecatombe demográfica, como sugiere el cuadro mencionado. Lo quieren todo.

Por lo mismo, el modo en que está funcionando el sistema es más apropiado denominarlo cuarta guerra mundial (como el subcomandante insurgenteMarcos) que acumulación por desposesión, porque el objetivo es la humanidad entera. Parece que la clase dominante decidió que con el actual grado de desarrollo tecnológico puede prescindir del trabajo asalariado que genera riquezas, y ya no depende de consumidores pobres para sus productos. Más allá de que esto sea un delirio inducido por la soberbia, parece evidente que los de arriba no pretenden ordenar el mundo según sus viejos intereses, sino generar regiones enteras (y a veces continentes) donde reine el caos absoluto (como tiende a suceder en Medio Oriente) y otras de seguridad absoluta (como partes de Estados Unidos y Europa, y los barrios ricos de cada país).

En suma, han renunciado a la idea de una sociedad, idea que es sustituida por la imagen del campo de concentración.

En tercer lugar, esto tiene enormes repercusiones para la política de los de abajo. La democracia es apenas un arma arrojadiza contra los enemigos geopolíticos (empezando por Rusia y China), que no se aplica a los regímenes amigos (Arabia Saudita), pero ya no es aquel sistema al que alguna vez otorgaron alguna credibilidad. Lo mismo debe decirse del Estado-nación, apenas un obstáculo a superar como lo demuestran los ataques en Siria violando la soberanía nacional.

No nos cabe otro camino que organizar nuestro mundo, en nuestros espacios/territorios, con nuestra salud, nuestra educación y nuestra autonomía alimentaria. Con nuestros poderes para tomar decisiones y hacerlas cumplir. O sea, con nuestras propias instituciones de autodefensa. Sin depender de las instituciones estatales.

Concluyó XV Fiesta del Vino exitosamente


La ocasión reunió a fabricantes de prestigiosas bodegas de varias naciones, y a maîtres, chef, sommeliers y demás especialistas animados en que la gastronomía cubana sea de excelencia

“Estamos muy orgullosos de la celebración de la edición 15 del Festival Internacional del Vino en un hotel ciento por ciento cubano, y dar a conocer al mundo los productos vitivinícolas de empresas representadas en la Isla y de otras que debutan ahora”, informó a Opciones el especialista comercial del Hotel Nacional de Cuba, Víctor G. Rosquete Pérez.

Durante tres días, los salones 1930 y Vedado de la emblemática instalación devinieron sede de la ya reconocida festividad vitícola, que fue inaugurada el pasado miércoles por Omar Fernández, Secretario General de la Cámara de Comercio de la República de Cuba.

“La Fiesta del Vino –dijo-se ha convertido en un encuentro necesario, al permitir captar el interés de compañías líderes en este mercado caribeño. Sobre esa base, Cuba cada día ofrece más oportunidades de negocio para el empresariado extranjero, sobre todo con la entrada en vigor de un nuevo marco legal regulatorio en pos de promover la inversión foránea en sectores clave de la economía nacional”, subrayó el funcionario. 

Más adelante, Fernández resaltó la importancia de la cita para conocer ofertas, precios y productos en el ámbito vitivinícola, y enfatizó ésta deviene también “oportunidad muy favorable para promocionar la imagen Cuba”. 

Durante las tres jornadas estuvieron presentes Bodegas, empresas comercializadoras y casas de Chile, España, Italia y Portugal, entre otras, como por ejemplo Bodegas y Viñedos Heras Cordón, Bodega Miguel Torres, Pucara S.A., AM Group, UCSA Freixenet, Dioniso International Trade, Ditalia, Ibero Trust de Mercado, S.A., Via Blanca, Bavaria, Euro Caribe Brokers, CICSA (Grupo Internacional Corbacan, S.A., Euro Cuba y Duprasa.

En esta oportunidad, la Fiesta del Vino ocupó los salones 1930 y Vedado del Hotel Nacional de Cuba, tomando en cuenta la cantidad de firmas y bodegas asistentes a la cita habanera. Cada jornada en dichas áreas se celebraron presentaciones especializadas de las casas presentes, sobresaliendo Pucara con cinco presentaciones, seguidas de Freixenet, Bavaria, Via Blanca y Bodegas Torres.

Este viernes, a partir de las 5 de la tarde, se efectuará en el Salón 1930 la premiación de la XV Fiesta Internacional del Vino, donde serán distinguidos los vinos en la categoría “A recomendar por su calidad” y “Vino de la preferencia”, así como el acostumbrado premio al mejor stand. En relación con los primeros, los ganadores fueron seleccionados en una cata a ciega efectuada en el Salón Puerto Príncipe los días 20 y 30 de septiembre.

Cuba: Tribunal sanciona a empresarios cubanos y extranjeros

Dictan sentencia sobre estos acusados por cometer delitos de corrupción en sectores de la agroindustria azucarera, la minería y el turismo, lo cual provocó una afectación considerable a la economía del país

La Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de La Habana, después de valorar el abundante material probatorio de carácter documental, testifical y pericial aportado por la Fiscalía y los defensores, que fue practicado en la vista oral y pública celebrada, tal como fue informado oportunamente a la opinión pública, entre los días 9 y 21 de junio del año en curso, dictó sentencia, sancionando a varios exfuncionarios cubanos y empresarios extranjeros por cometer delitos asociados a la corrupción en sectores de la agroindustria azucarera, la minería y el turismo; provocando una afectación económica de $91 697 996. 98 (Moneda Total).

En atención a la gravedad de estos hechos y sus perjudiciales consecuencias, a la conducta de los acusados y el grado de participación de cada uno de ellos, el tribunal sancionó a los acusados, según corresponde, por los delitos de cohecho y falsificación de do­cumentos bancarios y de comercio de carácter continuado, actos en perjuicio de la actividad económica o la contratación, actividad económica ilícita, tráfico de divisas, estafa y evasión fiscal, y les impuso las sanciones si­guientes:

NELSON RICARDO LABRADA FER­NÁN­DEZ a una sanción conjunta de 20 años de privación de libertad.

VAHE CY TOKMAKJIAN a una pena conjunta de 15 años de privación de libertad.

ALBERTO CIRILO PANTON GRAHAN, ERNESTO GÓMEZ CUMPLIDO y CLAUDIO FRANCO VETERE a una pena conjunta de 12 años de privación de libertad en cada caso.

ANTONIO GILÍ GONZÁLEZ a 11 años de privación de libertad.

JORGE LUIS MACHADO PÉREZ, ARMANDO ENRIQUE MARTÍNEZ GANFO y BORIS ERNESTO BARBER VELIZ a una sanción conjunta de 10 años de privación de libertad para cada uno.
 
LEONARDO FIDEL DELGADO DORTA, MANUEL HERIBERTO FER­NÁN­DEZ SANTIESTEBAN y EDMUNDO JA­VIER CABRERA DÍAZ a una pena conjunta de 9 años de privación de libertad, respectivamente.
JORGE LUIS MELO REYES, MARCO VINICIO PUCHE RODRÍ­GUEZ, FIDEL PENÍN OLIVA y JOSÉ RENÉ RUBIO ESCOBAR a una sanción conjunta de 8 años de privación de libertad para cada uno.

ELSA FERNÁNDEZ PROENZA a una sanción de 6 años de privación de libertad.

El tribunal impuso además las sanciones accesorias de comiso, confiscación, prohibición del ejercicio de profesiones relacionadas con actividades de comercio exterior y privación de derechos públicos según correspon­dían en cada caso y estableció las prohibiciones migratorias pertinentes.

Asimismo, el acusado VAHE CY TOKMAKJIAN fue declarado responsable civilmente por los delitos cometidos y deberá resarcir a las entidades cubanas que resultaron afectadas por estos hechos y al Estado cubano en particular por el delito de Evasión Fiscal, con sus bienes, derechos y acciones y de manera subsidiaria con el patrimonio de las compañías Tokmakjian Group Inc., Tokmakjian Limited, CYMC Corp., Tokmakjian Interna­tional Inc., y Perry In­tertrade Inc. que fueron declaradas terceros civilmente responsables por el actuar delictivo de aquel.

Durante la investigación y la realización del juicio oral, los acusados y terceros civilmente responsables contaron con las garan­tías establecidas en la legislación procesal penal, ejercieron su derecho a la defensa y fueron representados por los abogados de su elección.

Contra la sentencia dictada tanto los acusados, terceros civilmente responsables, co­mo el Fiscal tendrán el derecho de establecer recurso de casación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Popular.

Hechos como estos en los que se involucraron exfuncionarios cubanos y empresarios foráneos que, a través de dádivas y prebendas, crearon mecanismos de sobornos y compromisos con el propósito de obtener beneficios patrimoniales ilegítimos, no tienen cabida en la sociedad cubana, empeñada en perfeccionar su modelo socioeconómico en correspondencia con los intereses del pueblo y los compromisos internacionales asumidos y defendidos por Cuba en el enfrentamiento decidido y certero a la corrupción y sus nefastos efectos.

La tercera guerra de Irak

Por Ignacio Ramonet , Alaniet
 
El 11 de septiembre pasado –fecha más que simbólica– el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dirigió a la nación para anunciar su nueva estrategia militar contra el Estado Islámico (EI) que, según él, representa una “amenaza para todo Oriente Medio”. Obama precisó que las fuerzas estadounidenses atacarían al EI “esté donde esté”, incluso en Siria (1). Esta nueva estrategia pasa por el lanzamiento de ataques aéreos “sistemáticos” contra los yihadistas (2) y el aumento del número de especialistas militares estadounidenses enviados a Irak para apoyar a las tropas iraquíes en cuestiones de adiestramiento militar, inteligencia y equipamiento.

Obama añadió que el ejército estadounidense no participaría en ofensivas terrestres contra el EI, y que Washington no tiene intención de luchar contra los yihadistas “a solas”. “La fuerza estadounidense –aclaró– puede marcar una diferencia decisiva, pero no podemos hacer por los iraquíes lo que ellos tienen que hacer por sí mismos, como tampoco podemos ocupar el puesto de los aliados árabes para garantizar la seguridad de su región”.

Barack Obama, que fue elegido en 2008 como crítico a la invasión de Irak de 2003 ordenada por su predecesor George W. Bush, aseguró que no estaba enviando de nuevo tropas al terreno. Y, en un ejemplo típico de denegación freudiana (die verneinung), declaró: “Como comandante en jefe, no permitiré que Estados Unidos se vea envuelto en otra guerra en Irak”. O sea, que ha comenzado la tercera guerra de Irak.

La primera, más conocida como “Guerra del Golfo” (1990-1991), fue liderada por el presidente de Estados Unidos George H. Bush a la cabeza de una coalición de treinta y cuatro países que se opusieron, bajo autorización de la ONU, a la invasión de Kuwait por las fuerzas iraquíes de Sadam Husein. Terminó con la derrota de Irak y la evacuación de Kuwait.

La segunda (2003-2010) fue desencadenada por el presidente George W. Bush (hijo del precedente) en la atmósfera de paranoia que siguió a los atentados del 11 de septiembre de 2001 y bajo el falso pretexto de que Sadam Husein poseía “armas de destrucción masiva”. La ONU no autorizó esa guerra. Las fuerzas iraquíes fueron derrotadas en pocas semanas pero nunca se consiguió la paz; Irak se sumergió en un caos de violencia del que aún no ha salido.

Como las dos precedentes, y tras casi veinticinco años de enfrentamientos, esta nueva guerra no conseguirá su objetivo. Primero porque nunca se ha ganado una guerra únicamente con bombardeos aéreos, y segundo porque, sencillamente, los objetivos de esta guerra no están nada claros.

¿De qué se trata? ¿De derrotar al Estado Islámico? Pero si aún no se ha conseguido vencer ni siquiera a Al Qaeda, del que el EI es una criatura todavía más monstruosa y más radical... ¿Se trata acaso de preservar la unidad de Irak? Pero entonces, ¿por qué empezar la ofensiva actual armando masivamente a los peshmergas kurdos que anuncian públicamente su intención de separarse y de proclamar la independencia del Kurdistán iraquí? O quizás se trate, como se pretendió en 2003, de establecer una democracia auténtica en Irak. Pero entonces, ¿por que se toleró, hasta hace muy poco, que Nuri Al Maliki, primer ministro iraquí de 2008 a 2014, condujese una política escandalosamente discriminatoria a favor de los chiíes y contra los suníes, empujando a estos a los brazos del EI? (3).

Por otra parte, la gran coalición constituida en torno a Estados Unidos para atacar al EI y que supera los cuarenta países (4) aparece como demasiado heterogénea y hasta contradictoria. Uno de sus pilares, por ejemplo, Arabia Saudí es una de las peores dictaduras del mundo, con miles de presos políticos en sus mazmorras, con pena de muerte para los homosexuales, discriminaciones aberrantes contra las mujeres, con una concepción del Islam (el wahhabismo) de lo más retrógrada e integrista que existe, y sobre todo un país que ha financiado durante años al Estado Islámico antes de descubrir, como el Dr. Frankenstein, que su engendro se le había ido de las manos. O Qatar, otra espantosa dictadura, que financia a los Hermanos Musulmanes por todo el mundo islámico, y entre ellos a Hamás, la organización palestina que gobierna Gaza y que Estados Unidos y la Unión Europea han inscrito (aunque esta decisión sea discutible) en la lista oficial de las “organizaciones terroristas”. ¿No hay una contradicción en querer hacer la guerra a los terroristas del EI aliándose con países que financian abiertamente otro terrorismo islámico?

Es obvio que la decisión del presidente Obama de comenzar una nueva guerra en Oriente Próximo modifica además la estrategia global de Estados Unidos en materia de conflictos y de prioridades geopolíticas. Washington había decidido iniciar un amplio movimiento de un nuevo despliegue hacia Asia, donde se halla su contrincante principal para el siglo XXI, China, y donde está hoy (y mañana más) el centro económico del mundo. Según los grandes “tanques de pensamiento” estadounidenses, Europa ya no necesita (a pesar de la situación en el este de Ucrania) de una presencia militar importante norteamericana. Y aunque los enredos de Oriente Próximo van a seguir siendo inextricables, ya no ponen en peligro la seguridad estratégica de Estados Unidos puesto que, gracias al petróleo y al gas de esquisto descubiertos en territorio estadounidense, la dependencia de los hidrocarburos de Oriente Medio ha dejado de ser significativa.

Por eso, desde su llegada al poder, el presidente Obama prometió terminar con las guerras en Oriente Medio y retirar las tropas de Irak y de Afganistán. Ahora vemos que esto se hizo demasiado rápido, de modo chapucero, sin consolidar políticamente el terreno abandonado. Lanzándose, entre tanto, a operaciones improvisadas (el ataque contra Libia y la tentativa de derrocamiento de Bachar el Asad en 2011) que han tenido consecuencias nefastas, dispersando arsenales militares en una región ya sobrearmada y estimulando la emergencia de milicias yihadistas de nuevo tipo, más radicales aún que Al Qaeda. Así lo entiende el analista paquistaní Ahmed Rashid, autor de Pakistán ante el abismo. “Al Qaeda está un poco anticuada”, admite Rashid, “se está quedando atrás; el EI va más lejos, son más extremistas”. Más radicales porque, según el escritor, persiguen a punta de pistola limpiar su tierra de ciudadanos chiíes y borrar la frontera que separa Irak y Siria para levantar su nuevo califato. “Al Qaeda”, dice Rashid en referencia a la red que todavía comanda Ayman al Zawahiri, “cree en los Estados, quiere que permanezcan”. Yihadistas, miembros de Al Qaeda o talibanes comparten ideas, quieren su califato, el imperio de la ley islámica, pero cada uno a su manera. “Los talibanes de Afganistán, por ejemplo”, apunta, “no quieren matar a todos los chiíes como el EI” (5).

Esta movilización intensa de la violencia, esta nueva barbarie, este radicalismo atrae, extrañamente, a jóvenes yihadistas del mundo entero, y en particular, de los países occidentales. El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, alertó de que son cincuenta y uno los países de donde proceden yihadistas para sumarse al EI. Solo de Francia ya se han trasladado más de novecientos...

Los bárbaros no pueden ganar. Eso al menos esperamos, pero no olvidemos la advertencia de Ibn Jaldún (1332-1406), inventor de la sociología y de la filosofía de la historia, cuando nos recuerda qué es la historia: el relato de imperios abatidos por el furor de los bárbaros... (6).


(1) El presidente Obama ordenó, el pasado 23 de septiembre, bombardear las bases del EI en Siria. Para que estos ataques no sean ilegales, el mandatario necesitaba, según eminentes juristas internacionales, el acuerdo del Congreso, y sobre todo, para respetar la legalidad internacional, el visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU, que no hubiera obtenido a causa del veto de Rusia y China. Al parecer, antes de iniciar los bombardeos, Washington informó a Damasco, y las autoridades sirias declararon que “no se oponían a la acción internacional contra los terroristas”.
(2) De hecho, desde el 7 de agosto pasado, Estados Unidos ya estaba bombardeando objetivos del EI en Irak.
(3) La elección de Haider Al Abadi, también chií, en sustitución del autoritario Al Maliki, el pasado 14 de septiembre, podría cambiar las cosas si el nuevo Primer Ministro convence a la comunidad suní de que cesarán las discriminaciones contra ella. El objetivo es que los suníes se incorporen a la guerra contra el EI.
(4) A la Conferencia Internacional sobre la Paz y Seguridad en Irak del pasado 15 de septiembre en París, acudieron representantes, en su mayoría ministros de Exteriores, de los siguientes países: Alemania, Arabia Saudí, Bahréin, Bélgica, Canadá, China, Dinamarca, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Francia, Irak, Italia, Japón, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Qatar, Noruega, Países Bajos, República Checa, Reino Unido, Rusia y Turquía. Además, también prometieron ayudas: Albania, Australia, Estonia, Dinamarca, Polonia, Japón, Suiza, Noruega, Finlandia, Hungría, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Nueva Zelanda y Corea del Sur. En total, la coalición liderada por Estados Unidos para combatir a los yihadistas del Estado Islámico (EI) supera, pues, los 40 países.
(5) El País, Madrid, 21 de junio de 2014.
(6) Léase Gabriel Martinez-Gros, Brève histoire des empires. Comment ils surgissent, comment ils s’effondrent, Seuil, Paris, 2014.

- Ignacio Ramonet es periodista español. Presidente del Consejo de Administración y director de la redacción de Le Monde diplomatique en español. Editorial Nº: 228, Octubre 2014

http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=28f4d190-f75e-477e-a9b2-5d5df9220b30


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Reseña de “Breve historia de la euforia financiera”, de J. K. Galbraith Ayer y hoy de la especulación


Es vieja la querella entre los partidarios de una historia lineal como progreso y quienes prefieren entenderla como un ciclo de idas y venidas, avances y retrocesos, en la que los procesos históricos tienden más o menos a repetirse. El libro del gran economista John Kennneth Galbraith “Breve historia de la euforia financiera” (Ariel) no toma partido por una de estas dos tendencias, pero como si lo hiciera, porque encuentra numerosos rasgos comunes a las crisis especulativas: desde la crisis de los tulipanes en Holanda (1637) a la de Estados Unidos en 1987. Y aunque por razones obvias no lo diga -éste catedrático de la Universidad de Harvard, keynesiano, amigo de John F.Kennedy y embajador en la India durante dos años falleció en 2006- podría haber extendido el símil a la crisis que desde finales de 2007 azota al mundo occidental.

Con un lenguaje muy directo y sencillo –el del cátedro que se apea de la tribuna-, en “Breve historia de la euforia financiera” J.K. Galbraith se dirige al gran público en 135 páginas de trazo muy impresionista pero que, en este caso, parece el idóneo para la idea que pretende trasladar: “Las circunstancias que inducen a los episodios recurrentes de demencia financiera no han cambiado de ninguna manera realmente operativa desde la “tulipamanía” de 1636-1637”. Muchas veces esta pincelada difusa y vagarosa es la más efectiva para que el mensaje no se diluya.

En 1636 la demanda de tulipanes se disparó en Holanda. Incluso se inauguraron mercados para la venta en las bolsas de Ámsterdam, Rotterdam, Haarlem y otras ciudades. En estos mercados, como ha ocurrido siempre, se compraba y vendía, y hubo muchas personas que de sopetón llegaron a enriquecerse. Especulaban con tulipanes nobles, granjeros, peones, marinos y sirvientas, que vendían sus bienes y a continuación adquirían estas flores. Los famosos tulipanes resultaron un factor de “arrastre” para el conjunto de la economía: subieron los precios de los productos de primera necesidad, casas, caballos y artículos de lujo. Las operaciones se volvieron cada vez más intrincadas. Hasta que la “burbuja” hizo crack en 1637.

¿Qué ocurrió? Galbraith lo resume en un párrafo imperecedero: “los perspicaces y los inquietos empezaron a abandonar, nadie sabe por qué razón; otros vieron a aquellos retirarse, la carrera para vender se transformó en pánico, y los precios cayeron como en un precipicio”. La consecuencia, “una considerable y duradera depresión”. Y, “al igual que en el caso de los bancos y de las entidades de ahorro y crédito en quiebra en tiempos recientes, apareció entonces el estado como último recurso”. Hay una moraleja clara en el proceso, a saber, que las innovaciones en los mercados y en el sector financiero, los grandes hallazgos y bicocas, se convierten en pufos y lamentaciones cuando la burbuja revienta (la de los tulipanes o la del ladrillo).

El economista –autor de célebres obras como “El capitalismo americano”, “El nuevo estado industrial” o “la sociedad opulenta”- rastrea numerosos ejemplos históricos de la euforia financiera. En 1716 una monarquía francesa en bancarrota otorgó permiso a John Law (un jugador y preso tras matar en duelo a su adversario) para fundar un banco que, con el tiempo, se convertiría en el Banque Royale. Podía emitir billetes, que se utilizaron para pagar gastos del estado y deudas pasadas. El teórico respaldo debería llegar de la Compañía del Mississippi, que iba a explotar los yacimientos de oro que, se suponía, había en Luisiana. No había pruebas de la existencia del “vil metal” en estas minas, pero la empresa emitió acciones como si la hubiera. “La antigua bolsa, en la rue Quincampoix, fue el escenario de las más intensas e incluso tumultuosas operaciones de toda la historia de la avidez financiera”, explica Galbraith. El resto es fácil de imaginar…

En las primeras décadas del siglo XVIII se desató en Gran Bretaña un “boom” especulativo vinculado a las sociedades por acciones, pese a que estas compañías tenían una antigüedad de más de un siglo en Inglaterra. Sin embargo, apunta el economista, “surgían ahora como la nueva maravilla de las finanzas”. Robert Harley, conde de Oxford, fue el mentor de la South Sea Company en 1711. A cambio de la licencia para su constitución, la compañía adquirió deuda pública, podía emitir valores y se le concedían privilegios en el comercio con América (ahora bien, no se informó de las reclamaciones hispanas sobre los intercambios comerciales con el “nuevo mundo”). Los valores de la Compañía de los Mares del Sur se dispararon (también se regalaron acciones a los principales ministros del gobierno). El fin no difiere del habitual en estos casos: “los valores entraron en barrena, en parte, como resultado del oportuno reparto de beneficios de los que estaban dentro y arriba”.

Las “burbujas” se repiten históricamente y con pautas similares. En Estados Unidos, en 1837, aumentó el número de bancos y los billetes en circulación. Ello repercutió en la propiedad inmobiliaria (sobre todo en el Oeste) y en las reclamaciones de tierras públicas. A ello se agregaron nuevos campos de inversión, como canales y peajes, que estimularon además la construcción de medios de transporte. Para financiar las infraestructuras, en un ambiente de euforia especuladora, afluyeron masivamente capitales exteriores sobre todo de Gran Bretaña. Finalmente pinchó el souflé. Y quedaron los préstamos pendientes de pago. Los estados de Mississippi, Luisiana, Maryland, Pennsylvania, Indiana y Michigan repudiaron sus deudas. Un debate bien controvertido y vigente, hoy, pero también en 1991, cuando Galbraith escribe “Breve Historia de la euforia financiera”.

“Sólo la patológica debilidad de la memoria en asuntos financieros (…) nos induce a considerar un fenómeno nuevo la moderna experiencia de la deuda del Tercer Mundo, que ahora afecta a Argentina, Brasil, México y a los demás países latinoamericanos”, explica el economista, que continúa citando ejemplos, como “el devastador pánico económico y político de 1873”. En este caso, ligado a la euforia económica desatada por el ferrocarril. La borrachera terminó con la quiebra del banco Jay Cooke & Company, muy significado en la burbuja del sector ferroviario, y con el cierre durante diez días de la bolsa de Nueva York.

La crisis más célebre fue la de 1929, que realmente empezó a incubarse años antes: los precios de la bolsa neoyorquina comenzaron a aumentar en 1924. Como en todo proceso hubo altibajos, uno de los más destacados, el colapso del “boom” inmobiliario de Florida (1926). Los hechos son bien conocidos, pero puestos a extraer moralejas históricas, se puede ubicar el foco en el rol desempeñado en la crisis de 1929 por la “Goldman Sachs Trading Corporation”, creada a finales de 1928 con fines puramente especulativos (las acciones de esta corporación empezaron cotizando a 104 dólares y alcanzaron pocos meses después los 222,50 dólares, aunque en 1932 la cotización había caído a 1,75 dólares).

El libro de Galbraith está atravesado por una idea central, que el autor reitera de manera machacona: “a efectos prácticos, la memoria en asuntos financieros debería considerarse que dura, como máximo, 20 años; éste es el tiempo que suele precisarse para que los frutos de un desastre queden borrados, y para que alguna variante de la demencia anterior rebrote a fin de cautivar la mente de los financieros”. Esta corta memoria pudo apreciarse netamente con la llegada de Reagan a la presidencia, en la que volvió a repetirse el ciclo y experiencias pasadas. La era Reagan fue la de las absorciones de empresas y compras de participaciones apalancadas, reforzadas con lo que parecía una fantástica novedad: los bonos de alto riesgo. Emergió una nueva hornada de rapaces en Wall Street, a quienes se idolatraba como tipos de éxito. Pero en realidad, apunta Galbraith, “se encaminaban al desastre y a la prisión; Dennis Levine e Ivan Boesky, los más famosos de esta generación, sufrieron esta suerte tras el hundimiento”.

En una conferencia celebrada en 1991 en Madrid –“Reflexiones sobre el pasado y perspectivas”-, el autor de “La cultura de la satisfacción” impartió una lección del nexo que conecta las crisis motivadas por la especulación financiera, sea la “tulipamanía” de 1637, la de finales de los 80 en Estados Unidos o la actual en el mundo occidental. Sobre la debacle en la era Reagan, el autor recuerda la construcción desenfrenada en la zona nordeste de Estados Unidos, como anteriormente ocurrió en Texas: casas, apartamentos, edificios de oficinas… “Se transformaron zonas enteras de Boston, Nueva York y otras ciudades”; pero “el derrumbamiento del boom inmobiliario ha dejado no sólo casas, pisos y edificios de oficinas vacíos, sino que ha paralizado compañías y operarios de la construcción y, lo más importante, está teniendo un efecto sumamente perverso en los bancos”. A ello se agregó “el desastre de las cajas de ahorro”. Fondos de los depositantes directamente robados, dinero gastado por los ejecutivos en aeroplanos, exóticas viviendas, vacaciones, juego, prostitutas de lujo… ¿Suena familiar?

Finca agroecológica apoya acciones comunitarias

El centro cristiano garantiza con éxito su autoabastecimiento de alimentos y capacita a productores locales en la gestión ecológica y ambiental de los suelos.

Cárdenas, Cuba, 3 oct.- Proyectos de beneficio social del no gubernamental Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba (CCRD-C), ubicado en Cárdenas, a 150 kilómetros de La Habana, reciben los alimentos que produce la finca agroecológica “El Retiro”, en las afueras de esa ciudad. 

Hortalizas, granos, viandas, frutas, leche, carnes de aves, conejos y cerdos se distribuyen entre programas de asistencia para ancianos y discapacitados, las necesidades de autoconsumo y logísticas de la organización y la venta a entidades estatales o privadas, con prioridad para las de salud y educación. 

Según Rita García, directora de la organización no gubernamental, desde el año 2000 comenzó a funcionar la parcela con casi tres caballerías de tierra. Para el arranque, hubo que reubicar materia orgánica en función de hacer productivo un suelo rocoso y muy dañado. 

García explicó a la Redacción IPS Cuba que el proyecto pretende empoderar a comunidades rurales como sector vulnerable de la sociedad, a tono con la misión de apoyar a los grupos menos favorecidos del centro fundado por el reverendo Raimundo García a inicios de la década del 90 del siglo pasado. 

Ubicada en un entorno con menos de 3.000 habitantes, la instalación potencia el papel de mujeres, jóvenes, adolescentes, niños y niñas de la localidad con la promoción de prácticas de agricultura sostenible. 

“La finca funciona como escuela para la comunidad, con cursos que van desde la agricultura orgánica, conservación de alimentos y manejo de plagas hasta computación, género y masculinidades”, informó García. 

En “El Retiro” se promueve también la reforestación, prácticas de agricultura orgánica y crianza ecológica de animales, con recursos autogestionados por el centro y el apoyo de varias organizaciones de la cooperación internacional. 

García, quien dirigió este trabajo durante una década, aseguró que se buscan nuevos proyectos para obtener frutos secos nacionales, una variedad que en Cuba se importa en casi su totalidad. 

Además, en marzo pasado, inauguraron un centro de alevinaje con más de 3.000 ejemplares de tilapia roja que podrán convertirse en un nuevo renglón productivo de la finca. 

Con apoyo de Acción Ecuménica Sueca (DIAKONIA), se construyó el estanque donde actualmente crecen los peces, que luego transitarán por varios diques hasta llegar a una laguna para ser capturados. 

Cada pez puede alcanzar un promedio de tres libras que se comercializarán en 15 y 18 pesos cubanos (menos de un dólar) en cadenas de venta destinadas al consumo local. 

A partir de esta experiencia, en lo que va de año se han organizado 12 talleres sobre cría de peces de agua dulce, con más de 20 asistentes cada uno. 

Productores y productoras de la comunidad capacitados en estas técnicas ya se han animado a crear sus propios centros de alevinaje, sostuvo García. 

Con 22 trabajadores, “El Retiro” ha logrado las tres distinciones de excelencia que entrega el Ministerio de la Agricultura en Cuba a proyectos urbanos y suburbanos exitosos. 

La totalidad de los alimentos que allí se obtiene son producidos con fertilizantes orgánicos y buena parte de la energía utilizada se procesa con biodigestores que convierten el material fecal de los cerdos en gas metano. 

El CCRD-C se ha convertido en una institución de referencia para la sociedad civil cubana por la amplia variedad de acciones a favor de mejorar la calidad de vida entre las personas de su entorno con capacitaciones, proyectos de asistencia social, espacios de intercambio, publicaciones y gestión de recursos económicos para grupos vulnerables. (2014)

Entidades cubanas sufren sanciones por bloqueo económico EE.UU.


La Habana, 3 oct (PL) El bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, en vigencia desde hace más de medio siglo, promueve sanciones contra entidades de la isla caribeña.El 26 de noviembre de 2013, la Sección de Intereses de Cuba en Washington anunció el cierre temporal de los servicios consulares debido a la negativa del banco estadounidense M&T a operar las cuentas de las misiones diplomáticas cubanas en Estados Unidos.

A inicios de diciembre de 2013, la oficina diplomática cubana informó que, a pesar de intensas negociaciones realizadas, había sido imposible encontrar un banco con sede en Estados Unidos, dispuesto a asumir la gestión de sus cuentas bancarias.

Esta situación, conllevó a la suspensión de los servicios consulares a la mayor y más numerosa circunscripción consular cubana en el exterior, con la consecuente afectación a las visitas familiares entre ambas naciones, así como a los intercambios en diferentes esferas en el primer trimestre del presente año.

En enero de 2014 bibliotecarios cubanos pertenecientes al Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas y su red especializada de Salud, y de otros sistemas similares del país, se vieron imposibilitados de participar en el Seminario Virtual gratuito "Conexión global entre nuevos bibliotecarios: buenas prácticas, modelos y recomendaciones".

Las medidas impuestas por el bloqueo obstaculizaron la conexión de esos profesionales, subraya el informe de la nación antillana denominado "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba".

A ellos se les negó el acceso a herramientas informáticas y servicios de la familia del software Adobe, puntuliza el documento.