Un nuevo éxito acaba de conseguir la gama de rones Santero, que comercializa la Empresa TECNOAZÚCAR, del Grupo Empresarial Azcuba, al merecer ocho líneas de ese sello el certificado con la Marca Cubana de Conformidad, que acredita la calidad de esos productos.
Se trata de los surtidos Añejo Blanco, Carta Blanca 3 años, Palma Superior, Añejo Ambarino, Añejo Reserva, Carta Oro 5 años, Añejo 7 años y Aguardiente Natural, cuya calidad cumplen los requisitos de la norma internacional ISO, avalada por la Oficina Normalización del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba.
Las producciones de la marca Santero logradas en la destilería Paraíso de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Derivados, de la Empresa Azucarera de Sancti Spíritus, tienen hoy la creciente aceptación de consumidores del mercado en frontera y también de otras importantes áreas comerciales de España, Francia, Alemania y China, donde ganan nuevos espacios.
El ingeniero químico José Perna García, especialista de esa industria enclavada en el poblado de Tuinicú, del municipio espirituano de Taguasco, explicó que los atributos de los rones Santero se avala a partir de la estricta vigilancia en dos laboratorios (central y de producción) de la fábrica, donde se analiza rigurosamente la calidad desde las mieles que reciben hasta los surtidos finales que ofrecen.
No obstante sus éxitos, es propósito de directivos y trabajadores de la unidad, lograr de forma sostenida un alcohol extrafino, cota que han conseguido en años anteriores, que deben estabilizar mediante mejoras tecnológicas, apoyados en la experiencia de técnicos, la estabilidad de laboral del colectivo, empeño y constancia de todos, entre quienes prevalece un alto sentido de pertenecía por su industria, afirmó.
Nace una historia
Viejos vecinos del lugar, otrora trabajadores de esta entidad, cuentan que las instalaciones de una fábrica de celulosa que se pretendió construir en el feudo de los Rionda, especialistas y técnicos montaron, hacia julio de 1944, los primeros alambiques que a la postre se emplearían para extraer el alcohol contenido en las mieles de la antigua Tuinucú Sugar Company.
El hecho se registra como el primer escalón para establecer una industria de derivados en la zona. Según algunos testimonios los primeros alcoholes de esta bodega fueron usados en la Segunda Guerra Mundial, donde ya desde finales de la anterior centuria se había fundado el ingenio y se obtenían con regularidad mieles y azúcar de caña.
El también máster en ciencias, Perna García, refirió que la ronera comenzó a elaborar diversos surtidos de forma artesanal a partir de los años 80, producción que se fue perfeccionando en años posteriores. Hoy cuenta con una bodega de añejamiento con más de 9 000 toneles, donde se conservan las bases fundamentales para la elaboración de sus actuales rones.
En 2013, la destilería Paraíso aprovechando las oscilaciones de otras industrias de su tipo en el país, superó los 90 000 hectolitros de alcohol, 55 % de esa cifra destinada a la exportación; alcanzó producciones récords de levadura y gas carbónico y la fabricación de más de 280 000 cajas de ron de diversos surtidos, y cerraron el pasado año con más de 240 000.
La reconocida industria ronera, insigne de la provincia de Sancti Spíritus, cuenta con 125 trabajadores, entre ellos 17 técnicos de nivel superior y más de 20 especialistas.
Más de 60 % de la fuerza laboral residen en el poblado de Tuinicú, quienes han conservado como tradición familiar, de una a otra generación, la sabiduría y experiencia en la elaboración de los rones y aguardientes que distingue a esta unidad fabril.
El pasado año con motivos de la celebración del medio milenio de Sancti Spíritus, crearon de forma exclusiva el Ron 500 Aniversario, un añejo muy especial para honrar a personalidades de la provincia y el país.
Para lograr sus alcoholes finos con los cuales elaboran rones y aguardientes de calidad, reciben mieles procedentes de centrales espirituanos y de provincias vecinas del centro y oriente del país. También obtienen otros alcoholes que suministran fundamentalmente a la salud pública cubana y destinan además a ventas en el exterior. El pasado año exportaron más de 65 000 hectolitros.
Tesón de hombres y mujeres
La leyenda y nombre de los rones de la marca Santero se remonta al siglo XIX, muy vinculada a miembros de la comunidad Yoruba, asentados en el territorio cubano y espirituano específicamente. Esta producción acumula casi siete décadas de historia, tiempo durante el cual operarios, técnicos y especialistas de la destilería Paraíso, han mostrado que en Tuinicú el ron se distingue por el tesón de los hombres y mujeres que lo producen.
Con un equipamiento en constante mutación y a partir de las mieles procedentes de Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey y en algunos momentos hasta de Santiago de Cuba, la destilería espirituana Paraíso obtiene los mejores alcoholes del país y un amplio espectro de producciones derivadas de la industria azucarera, todas de gran utilidad en el concierto de la economía nacional. Se incluyen la levadura crema para alimento animal y el gas carbónico para uso industrial y alimentario.
En Tuinicú se precian de tributar sus alcoholes a frentes tan importantes como la biotecnología, la fabricación del emblemático ron Havana Club o la producción de perfumes y jabones a empresa cubana, a lo que habría que añadir su empleo tradicional en la industria, la medicina y la cocina doméstica.
Desde años recientes saben que su alcohol compite a nivel internacional, logró que ahora está certificado también por cumplir requisitos de la norma de calidad ISO; sin embargo, no se duermen en los laureles, porque comprenden al dedillo que para mantener ese reconocimiento deben elevar la exigencia y continuar adecuando la tecnología, y sobre todo, lo que es más importante trabajar muy duro para asegurar la calidad de las producciones.
Isis Hernández Quintana, directora de Desarrollo de TECNOAZUCAR, informó recientemente a Opciones que la línea de alcoholes que comercializa su empresa, crecen los volúmenes de producción y ventas al exterior, donde no solo cumplen los planes anuales, sino que además imponen nuevos record de exportación.
Igual se comporta ventas de rones, en 2014 con más de 1 000 000 de dólares facturados en exportaciones, cifra que se alcanza por primera vez y que, según la especialista, “constituye un resultado muy significativo en favor del desarrollo de la economía nacional”.
Se trata de los surtidos Añejo Blanco, Carta Blanca 3 años, Palma Superior, Añejo Ambarino, Añejo Reserva, Carta Oro 5 años, Añejo 7 años y Aguardiente Natural, cuya calidad cumplen los requisitos de la norma internacional ISO, avalada por la Oficina Normalización del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba.
Las producciones de la marca Santero logradas en la destilería Paraíso de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Derivados, de la Empresa Azucarera de Sancti Spíritus, tienen hoy la creciente aceptación de consumidores del mercado en frontera y también de otras importantes áreas comerciales de España, Francia, Alemania y China, donde ganan nuevos espacios.
El ingeniero químico José Perna García, especialista de esa industria enclavada en el poblado de Tuinicú, del municipio espirituano de Taguasco, explicó que los atributos de los rones Santero se avala a partir de la estricta vigilancia en dos laboratorios (central y de producción) de la fábrica, donde se analiza rigurosamente la calidad desde las mieles que reciben hasta los surtidos finales que ofrecen.
No obstante sus éxitos, es propósito de directivos y trabajadores de la unidad, lograr de forma sostenida un alcohol extrafino, cota que han conseguido en años anteriores, que deben estabilizar mediante mejoras tecnológicas, apoyados en la experiencia de técnicos, la estabilidad de laboral del colectivo, empeño y constancia de todos, entre quienes prevalece un alto sentido de pertenecía por su industria, afirmó.
Nace una historia
Viejos vecinos del lugar, otrora trabajadores de esta entidad, cuentan que las instalaciones de una fábrica de celulosa que se pretendió construir en el feudo de los Rionda, especialistas y técnicos montaron, hacia julio de 1944, los primeros alambiques que a la postre se emplearían para extraer el alcohol contenido en las mieles de la antigua Tuinucú Sugar Company.
El hecho se registra como el primer escalón para establecer una industria de derivados en la zona. Según algunos testimonios los primeros alcoholes de esta bodega fueron usados en la Segunda Guerra Mundial, donde ya desde finales de la anterior centuria se había fundado el ingenio y se obtenían con regularidad mieles y azúcar de caña.
El también máster en ciencias, Perna García, refirió que la ronera comenzó a elaborar diversos surtidos de forma artesanal a partir de los años 80, producción que se fue perfeccionando en años posteriores. Hoy cuenta con una bodega de añejamiento con más de 9 000 toneles, donde se conservan las bases fundamentales para la elaboración de sus actuales rones.
En 2013, la destilería Paraíso aprovechando las oscilaciones de otras industrias de su tipo en el país, superó los 90 000 hectolitros de alcohol, 55 % de esa cifra destinada a la exportación; alcanzó producciones récords de levadura y gas carbónico y la fabricación de más de 280 000 cajas de ron de diversos surtidos, y cerraron el pasado año con más de 240 000.
La reconocida industria ronera, insigne de la provincia de Sancti Spíritus, cuenta con 125 trabajadores, entre ellos 17 técnicos de nivel superior y más de 20 especialistas.
Más de 60 % de la fuerza laboral residen en el poblado de Tuinicú, quienes han conservado como tradición familiar, de una a otra generación, la sabiduría y experiencia en la elaboración de los rones y aguardientes que distingue a esta unidad fabril.
El pasado año con motivos de la celebración del medio milenio de Sancti Spíritus, crearon de forma exclusiva el Ron 500 Aniversario, un añejo muy especial para honrar a personalidades de la provincia y el país.
Para lograr sus alcoholes finos con los cuales elaboran rones y aguardientes de calidad, reciben mieles procedentes de centrales espirituanos y de provincias vecinas del centro y oriente del país. También obtienen otros alcoholes que suministran fundamentalmente a la salud pública cubana y destinan además a ventas en el exterior. El pasado año exportaron más de 65 000 hectolitros.
Tesón de hombres y mujeres
La leyenda y nombre de los rones de la marca Santero se remonta al siglo XIX, muy vinculada a miembros de la comunidad Yoruba, asentados en el territorio cubano y espirituano específicamente. Esta producción acumula casi siete décadas de historia, tiempo durante el cual operarios, técnicos y especialistas de la destilería Paraíso, han mostrado que en Tuinicú el ron se distingue por el tesón de los hombres y mujeres que lo producen.
Con un equipamiento en constante mutación y a partir de las mieles procedentes de Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey y en algunos momentos hasta de Santiago de Cuba, la destilería espirituana Paraíso obtiene los mejores alcoholes del país y un amplio espectro de producciones derivadas de la industria azucarera, todas de gran utilidad en el concierto de la economía nacional. Se incluyen la levadura crema para alimento animal y el gas carbónico para uso industrial y alimentario.
En Tuinicú se precian de tributar sus alcoholes a frentes tan importantes como la biotecnología, la fabricación del emblemático ron Havana Club o la producción de perfumes y jabones a empresa cubana, a lo que habría que añadir su empleo tradicional en la industria, la medicina y la cocina doméstica.
Desde años recientes saben que su alcohol compite a nivel internacional, logró que ahora está certificado también por cumplir requisitos de la norma de calidad ISO; sin embargo, no se duermen en los laureles, porque comprenden al dedillo que para mantener ese reconocimiento deben elevar la exigencia y continuar adecuando la tecnología, y sobre todo, lo que es más importante trabajar muy duro para asegurar la calidad de las producciones.
Isis Hernández Quintana, directora de Desarrollo de TECNOAZUCAR, informó recientemente a Opciones que la línea de alcoholes que comercializa su empresa, crecen los volúmenes de producción y ventas al exterior, donde no solo cumplen los planes anuales, sino que además imponen nuevos record de exportación.
Igual se comporta ventas de rones, en 2014 con más de 1 000 000 de dólares facturados en exportaciones, cifra que se alcanza por primera vez y que, según la especialista, “constituye un resultado muy significativo en favor del desarrollo de la economía nacional”.