Mi blog sobre Economía

martes, 10 de febrero de 2015

Réplica a Montaner

Por Nicanor León Cotayo

Fichado desde hace años como un hombre de la CIA, Carlos Alberto Montaner atacó de nuevo a Cuba.

Lo hizo este sábado en Miami a través del ultraderechista periódico el Nuevo Herald.

Su línea editorial responde, en primer lugar, al sector más troglodita de grupos de origen cubano y venezolano que allí radican.

Montaner tiene una columna desde la que, por instrucción del Norte o iniciativa propia, ataca, sobre todo, a La Habana y Caracas.

Su nueva diatriba se titula: El extraño síndrome de la “Benevolente Simpatía Superficial”.

De acuerdo al texto, ello responde, sin decirlo, a un documento aparecido en The New York Times que apunta a la inversa.

Lo suscribieron 40 figuras estadounidenses y de origen cubano, según el escrito “relacionado “al mundo empresarial y vinculado al destino de Cuba”.

Los firmantes se oponen a la nueva política diseñada por Barack Obama hacia el país vecino.

Les parece –agrega Montaner- un peligroso error hacerle concesiones a la dictadura sin que Raúl Castro dé pasos hacia la apertura y la democracia.

¿Sobre qué concesiones habla? ¿Acaso debe Cuba levantar algún “embargo” económico, financiero y comercial impuesto a Estados Unidos durante más de medio siglo?

¿O excusarse porque con eso ha impuesto a su vecino más de un millón de millones de dólares en pérdidas directas e indirectas?

O será porque alguna vez soldados y milicianos cubanos invadieron una zona del territorio de Estados Unidos y le ocasionaron numerosos muertos y heridos?

¿O debido a que fueron descubiertas actividades de espionaje contra la seguridad de Washington montadas por una red que la isla denominó “ZunZuneo?

El antes mencionado fragmento del mundo empresarial, que tanto ensalza Montaner, según él mismo, son partidarios de la “The Cuban Liberty and Democratic Solidarity Act” de 1996.

O sea, de la más popularmente conocida ley Helms-Burton, suscrita a mediados de aquel año.

¿Cuál es la esencia de esa legislación amamantada por la ultraderecha de origen cubano asentada en el Congreso y Miami?

Fue y es, como demuestra cruda e implícitamente su texto, establecer un bloqueo mundial contra Cuba.

Va tan lejos, como sucedió antes con la Torricelli en 1992, que hasta fieles aliados europeos de Washington llegaron a expresarle sus reparos.

¿Y qué opina Montaner sobre las 22 resoluciones que a partir de 1992 –cada año- ha decretado la Asamblea General de la ONU contra esa política?

Hasta aquí, para él, no existen, comprometedora actitud para alguien que se ufana en ser un demócrata.

¿Qué ha conducido a Obama y su canciller John Kerry “a engañar a propios y extraños” para hacer las paces con la dictadura? Se pregunta Montaner.

Luego escribe que en Estados Unidos hay cinco tipos de personas opuestas al “embargo” o la prohibición a los ciudadanos norteamericanos de que visiten la isla vecina:

1) Las convencidas de que, tras más de medio siglo, la política de hostilidad ha fracasado y es preferible el acercamiento.

2) Exportadores y negociantes que ven en Cuba un mercado potencialmente interesante.

3) Los libertarios que piensan, basados en sus principios, que ningún gobierno debe interferir en la libertad de los norteamericanos para viajar y hacer negocios con quienes deseen.

4) Los simpatizantes “procomunistas” activos en numerosas universidades, generalmente anti-gobierno.

5. Las víctimas del “muy extendido” fenómeno de la “Benevolente Simpatía Superficial” (BSS).

Estos últimos, opina Carlos Alberto, sin ser comunistas, ven a la Revolución cubana con la vaga simpatía que dejó en la memoria de medio planeta desde 1959.

En esta última categoría, asegura el columnista del Herald, “se inscriben personas como Obama y Kerry”.

Ellos, cree necesario aclarar, no son comunistas, pero observan a los Castro y a la Revolución con una benevolente y superficial simpatía.

En su delirio menciona a quien denomina un visceralmente anticomunista político español, Manuel Fraga, pero “que sentía una difusa atracción por Fidel”.

Intentando probar su criterio además echó mano al ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, una de las figuras más corruptas de América Latina.

Pero en su escrito, ¿cómo juzga Montaner a quienes se le opusieron con Hugo Chávez al frente?

Los crucifica llamándoles “conspiradores antidemocráticos” cuando Chávez apareció en el horizonte.

Vuelve a citar su Benevolente Simpatía Superficial, la misma que achacó a Manuel Fraga e insinuó a Carlos Andrés Pérez, antes de preguntar:

¿Padecen Obama y Kerry del mismo mal? Agregando que solo se curan quienes chocan con la realidad.


Sin embargo, ¿cuál es su realidad señor Carlos Alberto Montaner?, la que se besa con aguas albañales.


(Tomado de Cubasí)

Precios del petróleo se recobrarán gradualmente, anuncian expertos

La recuperación empezó en los últimos días tras una caída del 60 % vista desde junio de 2014, provocada por una demanda débil y un exceso de oferta

Los precios del petróleo registrarán una recuperación gradual en los próximos años, tras las caídas de los últimos meses hasta por debajo de 50 dólares el barril, pronosticó la Agencia Internacional de Energía.

En un informe sobre el comportamiento del mercado a mediano plazo, estimó que los valores se ubicarán en el entorno de los 73 dólares en 2020.

Sin embargo, señaló que para ese entonces no habrán recobrado el nivel anterior al marcado descenso de los últimos meses, ya que la demanda continuará moderada a causa de la debilidad económica.

La demanda crecerá un promedio de 1,1 millones de barriles por día (bpd) y alcanzará 99,1 millones de bpd en 2020, frente a los 92,4 de 2014, estimó la Agencia, con sede en París.

También prevé un deterioro del alza de la producción. La oferta debe aumentar cada año en 860 000 toneles por jornada, un crecimiento mucho menor del registrado en 2014 (1,8 millones de bpd).

Especialistas del mercado petrolero subrayan que el precio del llamado oro negro empezó a recuperarse en los últimos días tras una caída del 60 % vista desde junio de 2014, provocada por una demanda débil y un exceso de oferta.

Dicho exceso de la demanda se relaciona principalmente con el aumento de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, un hecho que ha generado fuertes críticas, sobre todo por los grandes perjuicios medioambientales que provocan las técnicas utilizadas para obtener ese tipo de combustible.

En los próximos seis años los pedidos deben crecer más rápidamente que la oferta, lo que explica la recuperación de los precios prevista por esta agencia especializada. No obstante, el consumo será menos significativo de lo que se proyectaba hasta ahora, en un contexto económico poco dinámico, observan los expertos. (Fuente: Prensa Latina)

Obama: "A veces torcemos el brazo a otros países para que hagan lo que queremos"

Barack Obama ha reconocido que a pesar de su "fuerte creencia" en resolver los problemas a través de la diplomacia, EE.UU. en ocasiones tiene que "torcer el brazo a países cuando no hacen lo que queremos".

El presidente de EE.UU., Barack Obama, en su entrevista para el portal estadounidense Vox, ha reconocido que su política exterior tiene una "dosis de realismo", por lo que EE.UU. "en ocasiones tuerce el brazo a los países cuando no hacen lo que queremos".

"Pienso que si no tuviéramos el punto de vista realista de que hay gente mala alrededor nuestro que está tratando de hacernos daño […] si no tuviéramos esa dosis de realismo no alcanzaríamos nuestros objetivos", dijo Obama respondiendo a la pregunta de si considera que su política se corresponde a la filosofía del 'realismo político'.

"Tenemos el Ejército más fuerte del mundo y en ocasiones tenemos que torcer el brazo a los países si no quieren hacer lo que queremos a través de métodos económicos, diplomáticos y a veces militares", añadió el presidente.

Al mismo tiempo, Obama aseguró que "mi política exterior se basa en la fuerte creencia de que no tenemos las soluciones militares para cualquier problema del siglo XXI y tenemos que usar la diplomacia siempre que podamos".

Mario Conde: el viaje más largo a ninguna parte

Por: Stephen Wilkinson Director de The International Journal of Cuban Studiesy autor de Detective Fiction in Cuban Society and Culture.

Herejes, la novela más reciente de Leonardo Padura, se consagra a temas históricos y filosóficos de largo alcance —la libertad y sus limitaciones, la condición y el significado de la herejía, la intransigencia religiosa o ideológica, la diáspora judía—, junto a fenómenos sociales contemporáneos —las tribus urbanas, las migraciones hacia el Norte, la crisis de valores—, y a un cierto retrato de la situación nacional. A raíz de su edición cubana, presentada en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el pasado 7 de febrero, Catalejo ofrece a sus lectores una revisión crítica de esta obra, especialmente escrita por un estudioso británico de la novela policial en Cuba. En la línea de ampliar la crítica de libros mediante diversos abordajes, el blog de Temasofrecerá sucesivas lecturas sobre este relato de uno de los escritores cubanos de ficción más leídos hoy, dentro y fuera de la Isla.

Luego de martillar miles de clavos en el ataúd del estalinismo en su anterior novela, El hombre que amaba a los perros, su obra más reciente, Herejes, aborda ese rasgo humano tan universal, el de la intolerancia religiosa (y política).

Herejes ya goza de gran estima en España, donde se publicó en septiembre de 2013 y obtuvo el premio Novela Histórica Ciudad de Zaragoza en mayo del año pasado. El jurado anunció que además de estar “bien escrita” resultaba una novela histórica “atípica” ya que se presentaba en forma de historia detectivesca. Es de suponer que los miembros del jurado desconocían la existencia de El nombre de la rosa, de Umberto Eco, o las Crónicas Cadfael, de Ellis Peters. La narración histórica de misterio es un subgénero de reconocido prestigio, y al utilizarlo quizás Padura asumió un destino inevitable. Esta novela combina un misterio que su herético ex-policía habanero debe solucionar, con una narrativa histórica basada en numerosos hechos reales, que se remontan a la Edad Media europea, el taller de Rembrandt en la Holanda del siglo XVII y la Cuba de los años 30 y 50.

Para ello, Padura recurre a una estructura narrativa que le ha funcionado bien en novelas anteriores. Tanto en La novela de mi vida(2000), sobre la vida de José María Heredia, como en El hombre que amaba a los perros (2009), sobre los acontecimientos que rodearon la muerte de Trotsky, utiliza el mismo método, consistente en unir dos o tres hilos narrativos. Los relatos ocurren en diferentes momentos, y suelen emplear distintos puntos de vista, a fin de crear una metanarrativa abarcadora, mucho más amplia que la suma de sus partes. Empleó esa técnica con gran destreza en El hombre que amaba a los perros, al escindir la historia del asesinato de Trotsky en tres tramas diferenciadas. La primera, puramente histórica, narrada totalmente en tercera persona y en estilo indirecto, es la historia del exilio de Trotsky, desde que Stalin lo expulsara de la URSS hasta su muerte. La segunda, también en tercera persona, aunque incluyendo estilo directo y diálogos, es la historia novelada del asesino de Trotsky, Ramón Mercader. El tercero es un relato completamente ficticio, en primera persona, de un narrador cubano que “encuentra un manuscrito” en La Habana actual y une los tres hilos en un texto (y textura) coherente, para trasmitir un mensaje significativo y convincente al público contemporáneo de Cuba y el extranjero.

En Herejes, sin embargo, lo que ha empleado con menos acierto es la estructura y la voz narrativa. En analogía con los libros de la Biblia, la novela se divide en secciones. La primera es el Libro de Daniel, la segunda el de Elías, la tercera el de Judith; la última, donde las tres historias llegan a término, se llama, paradójicamente, Génesis. Considero que la segunda parte, el Libro de Elías, resulta la menos lograda. Esta es la historia del origen de la pintura perdida que constituye el móvil de la narración, de su creador y de la forma en que llegó a manos de la familia judía Kaminsky, cuya saga recorre la novela. Al estar contada en pasado y tercera persona por un narrador omnisciente, cuyo personaje central se revela con total intimidad, los lectores nos preguntamos de dónde salió esta historia. ¿Quién pudo escribirla dentro de los parámetros de una metanarrativa situada en La Habana del siglo XXI? Esta historia y estos personajes no se remiten a ninguna fuente creíble, ajena al propio “narrador omnisciente”, lo que disminuye su verosimilitud. ¿No habría sido mejor y más plausible que el texto fuera una suerte de manuscrito, descubierto más adelante, donde el judío holandés Elías escribiera su propia historia?

Nos hallamos ante una novela sobre el dolor y el sufrimiento —tema poco novedoso para los lectores de Padura— donde se establece una analogía nada sutil entre la persecución religiosa de los judíos (tanto a manos de los gentiles como de los zelotas judíos) y la persecución de los “herejes políticos” en Cuba —otro tema también familiar. De hecho, todo en esta novela nos resulta harto familiar. Aquí hallamos a Conde y a sus amigos más cínicos y desilusionados que nunca:

A sus 54 años cumplidos Conde se sabía un pragmático integrante de la que años atrás él y sus amigos calificaran como la generación escondida, los cada vez más envejecidos y derrotados seres que, sin poder salir de la madriguera habían evolucionado, (involucionado, en realidad) para convertirse en la generación más desencantada y jodida dentro del nuevo país que se iba configurando […] Apenas les quedaba el recurso de resistir como sobrevivientes.

Y siguen viviendo en un país tan desesperanzado y decadente como en la primera novela sobre Conde (o en El hombre que amaba a los perros):

Coño, Manolo, me parece que voy a cumplir cien años. No entiendo ni timbales. Tanto que nos jodieron la vida con el sacrificio, el futuro, la predestinación histórica y un pantalón al año, para llegar a esto…

Los admiradores de Conde pueden sentirse tranquilos al saber que sigue amando los libros, queriendo escribir como Salinger, disfrutando las exquisiteces gastronómicas que prepara la madre de su amigo Carlos el Flaco, “hablando mierda” con sus “socios de la escuela” y compartiendo con el amor de su vida, la hermosa y distinguida Tamara. Pero también pueden sentirse algo defraudados.

Aparte de que Carlos, metáfora parapléjica de la guerra de Angola, cuenta ahora con una silla de ruedas motorizada, y Conde está pensando proponerle matrimonio a Tamara, ¿qué más ha cambiado? Han pasado diez años desde la última novela de Conde; sin embargo, los personajes siguen en la misma situación. La ciudad está paralizada en los 90, en el centro de un Período especial caracterizado por privaciones, escaseces y desesperanza. Esta visión resulta anacrónica.

Tuve esa impresión desde el momento mismo en que Elías entrega a Conde el mensaje proveniente de Miami. “Hacía años no recibía una carta de Andrés”. Estamos inmersos en un discurso indirecto, dentro de la mente de Conde, y se nos da una larga explicación del porqué Andrés no se comunica con frecuencia —como para justificar la repentina e inquietante aparición de la carta. Se trata de un mensaje proveniente de Miami, de alguien que solo podía comunicarse, aparentemente, mediante un mensajero —en 2007. Me consta que las comunicaciones por Internet siguen siendo deficientes en Cuba, pero no son tan raras. La mayoría de los cubanos que conocí en 2007 por lo menos tenían correo electrónico, incluso si no tenían computadora. ¿Por qué razón Conde no tiene acceso al correo electrónico? Esta idea está presente en toda la novela hasta que, en la página 192, Conde le entrega a Elías una carta para Andrés.

—¿Y tú no escribes por email?

—¿Qué cosa es eso? —preguntó Conde. Elías le sonrió la supuesta broma que, en realidad no lo era. Definitivamente, Elías Kaminsky seguía siendo un forastero.

Muy probablemente, el comentario irónico está dirigido al público cubano, la mayoría del cual puede no tener Internet en su casa, porque no pueden permitirse ese lujo. Pero a mí me resulta falso y hasta gratuito. En 2007, es sencillamente inverosímil que en el círculo de amigos de Conde ni uno de ellos tuviera acceso a Internet o al correo electrónico. Por ejemplo, Yoyi el Palomo, ingeniero graduado, que se dedica a la compraventa de libros y para el cual trabaja ahora Conde, un verdadero maceta (rico, en la jerga cubana), rodeado del confort de televisores plasma y vinos de marca, ¿cómo puede carecer de acceso a correo electrónico o de teléfono móvil —aunque este último tuviera que conseguirlo “por la izquierda” (precisamente hasta ese año 2007)? Si Carlos el Flaco tiene una silla de ruedas motorizada, que le trajo una ex-novia de Miami; su mamá puede agenciarse ingredientes exóticos para sus banquetes lezamianos; y entre los amigos que se reúnen en su casa todas las semanas algunos trabajan en instituciones, ¿cómo pueden no tener acceso al correo electrónico, incluso si no lo tienen en su casa? ¿Cómo es que, si Conde trabaja para alguien tan “buena gente” como Yoyi, dedicado a la compraventa de libros raros, no anda también con un teléfono móvil?La edición cubana de Herejes fue presentada el 7 de febrero de 2015, en la Sala Villena de la UNEAC.

En resumen, esta Habana de 2007 sigue siendo el mismo mundo donde Conde viviera diez o quince años atrás. Ni él ni, lamentablemente, su creador, parecen haber avanzado con los tiempos. Es una pena, porque, cuando el lector se percata de esto, la puesta en escena aparece poco creíble.

Este es solo un comentario crítico a un maestro en su momento de esplendor. No es en lo absoluto una condena, ya que los logros de Padura no tienen precedente. Y si hablamos de los límites de lo permisible, él ha estado siempre entre los autores cubanos que han logrado extender esos límites.[1] Escribí mi tesis doctoral sobre la novela policíaca cubana; y conozco en detalle toda su obra, una parte de la cual he leído en estado de borrador y contribuido a difundir en inglés. Ningún otro escritor cubano ha alcanzado tanto éxito en el mundo. Después de la Revolución, ningún otro novelista cubano ha ganado tantos premios, ni ha sido publicado en tantos países, ni traducido a tantos idiomas.

Pero no siempre fue así. Su difusión en inglés se propició cuandoMáscaras (1995) ganó el premio Café Gijón y el Dashiell Hammet (1997), de la Asociación Internacional de Escritores Policíacos. Yo la había traducido desde que se editó en Cuba, pero ninguna editorial inglesa se había interesado en publicarla. Cuando ganó el premio en España, Bitter Lemon Press, una pequeña editorial inglesa, la publicó con el título Havana Red. A partir de entonces, esta editorial, dedicada exclusivamente al género policíaco, publicaría las restantes novelas de Conde, aunque en tiradas limitadas. A pesar de que su mejor libro sigue siendo La novela de mi vida (Editorial Unión y Tusquets, 2002) fue El hombre que amaba los perros (Tusquets, 2009) el primero publicado en los Estados Unidos por una gran editorial, Farrar & Strauss (la que me pidió revisar y corregir en extenso la traducción). No es de extrañar que así fuera, pues Trotsky es un tema más atractivo para ese mercado que la vida del gran poeta romántico y luchador por la libertad de Cuba, José María Heredia, cuya vida narraLa novela de mi vida.

Hasta el momento, Padura ha sido un maestro en el arte del artificio literario, presentando sus críticas de modo indirecto, mediante la analogía y la metáfora, pero abordando de frente el tema de la intolerancia. Quizás es esto precisamente lo que se ha vuelto un problema. Para mí, que lo he seguido fielmente como estudioso de su obra y como amigo, Padura está empezando a perder sutileza y corre el riesgo de tornarse demasiado repetitivo.

Lo que en 1992 me sorprendió, en mi primer encuentro con Mario Conde, fue la historia dentro de la historia que conforma Pasado perfecto, sobre los años escolares de Conde, cuando el joven aspirante a escritor redactó una composición sobre un niño que no iba a misa los domingos porque prefería jugar béisbol. Al no percibir la importancia metafórica del relato, el director de la escuela lo censura con severidad porque escribía sobre “un tema religioso y eludía una toma de partido en contra de la Iglesia y su enseñanza escolástica y retrógrada”.

Me pregunto cuál es la diferencia entre esto y el tema de toda esta última novela. ¿Acaso puede haber algo más evidente que darle al lector en el prólogo dos definiciones de la palabra hereje, la segunda con las siguientes palabras destacadas en negritas?: “Cuba. Dicho de una situación [estar hereje] Estar muy difícil, esencialmente en el aspecto político o económico”.

Así pues, desde el inicio mismo se nos indica que debemos leer esta historia del judío holandés y de sus descendientes en el siglo XX como una alegoría. Se nos presenta un relato de persecución judía, pero también se nos invita a leerla como una representación de Cuba bajo la Revolución. Por ello al final nos quedan muy pocas dudas:

Aquella historia a Conde le sonaba demasiado familiar y cercana. Y pensó que tal vez, en sus búsquedas libertarias, en algún momento Judy Torres había estado más próxima que mucha gente a una desoladora verdad: ya no hay nada en qué creer, ni mesías que seguir.

¿Acaso Conde o Padura identifican al mesías con Fidel Castro? Desde luego, el lector podría asumir que la opinión de que no quedaba nada más en que creer no es sino la muy personal de Conde, pero el narrador nos aclara que su “panorama individual resultaba tan sombrío como el colectivo del país”.

Sombrío es una palabra fuerte, que significa tenebroso, lúgubre, tétrico, triste, melancólico, taciturno, pesimista, abatido, decaído, afligido, negativo. Pero esa no es la Cuba que yo conozco, especialmente en estos tiempos. Desde que las cosas empezaron a mejorar, en términos relativos, desde el punto de vista económico, aprecio que el estado de ánimo de los cubanos ha ido cambiando. Cada vez que llego observo que el país mejora, aunque no sea al ritmo que muchos quisieran. Tal vez quienes viven la realidad cotidiana no lo sientan así, porque sigue habiendo problemas sin resolver, pero siento que el adjetivo “sombrío” no describe esta realidad.

Temo que esta visión sobre Cuba se ha congelado, al igual que toda la perspectiva de Padura. Mientras que el mundo ha aceptado el desplome de la Unión Soviética, y todo lo que ello suponía, desde hace veinticinco años, el que Padura nos muestra sigue encerrado bajo llave. Sin embargo, ahora Cuba se mueve a otro compás. El país está cambiando y su relación con el mundo y la propia modernidad se desarrollan con rapidez y en formas tales que conceptos como la intolerancia resultan menos pertinentes que en el pasado.

Otro ejemplo que ilustra este desfase es el de la libertad de viajar, un tema que se destaca en la novela. Hay un momento en el que, con un magistral uso de la ironía y la intertextualidad, Padura manipula la narrativa para citar nada más y nada menos que a Carpentier en El siglo de las luces:

…seguía preso con toda una ciudad, con todo un país, por cárcel…

Si un país o un sistema no te permite eligir dónde quieres estar y vivir, es porque ha fracasado. La fidelidad por obligación es un fracaso.

Conde comenta que esto parece haber sido escrito para el aquí y ahora, y Judy afirma que fue escrito para todos los tiempos. De ser así, ¿cómo interpretar su inclusión aquí? Cuando Padura escribió Herejes, el derecho de los cubanos a viajar era una práctica establecida, aunque estuvieran todavía sujetos a un permiso de salida y a regresar en un cierto plazo. Ahora, que la demanda de no estar sujetos a esas regulaciones se ha satisfecho, resulta claro que la causa para no viajar ha dependido más de la visa extranjera, que se mantiene como la principal limitación. No se pueden tildar de fracasos el país y el sistema remitiendo las palabras de Carpentier al aquí y ahora.

Tal vez Judy haya estado en lo cierto al sugerir que las ideas de Carpentier son eternas y universales, ¿pero puede afirmarse lo mismo de las de Padura? Me temo que su mundo imaginario corre peligro de derrumbarse. Cuando empezó a escribir la tetralogía sobre Conde, era valiente y necesario impugnar la ortodoxia y hacer avanzar el género, más allá del realismo socialista soviético. Lo que hizo grande a Padura fue precisamente la manera en que abordaba el tema de la libertad individual frente a la responsabilidad colectiva. Pero ahora esto parece estar fuera de lugar y resultar curiosamente confuso.

Con palabras que evocan a Marqués, el dramaturgo homosexual deMáscaras (1995), en esta novela Rembrandt declara:

Para un artista todos los compromisos son un lastre: con su Iglesia, con un grupo político, hasta con su país. Reducen tu espacio de libertad y sin libertad no hay arte…

Este concepto del arte, tan apropiado para la Holanda burguesa del período republicano mercantilista, ¿es el principal problema a vencer en la creación artística cubana de hoy? ¿Se trata de recuperar un país que una vez existió, pero que ya no es?

A mi juicio, con esta novela Padura prácticamente ha agotado la metáfora de Conde. Siempre pensé que la vida de este personaje representaba la de la Revolución. La manera en que este escritor frustrado se hizo policía a contrapelo de sus deseos representaba la forma en que la Revolución perdió la inocencia por circunstancias que no podía controlar. Más adelante, cuando se dedicó a vender libros viejos, pudo encarnar la manera en que la Revolución transigía con el mercado. A partir de esta trayectoria, ¿qué rumbo debe seguir Conde? ¿Se convierte en el propietario de una librería? ¿O por fin, como se nos hace creer al final de la tetralogía, desentierra su vieja máquina de escribir Underwood y se realiza como escritor?

La interrogante no puede evitarse. Ha sido un largo viaje que no ha conducido a ninguna parte. Conde y su Habana deben quedar atrás, hace tiempo debían haberlo hecho.



[1] Junto a otros narradores, también conocidos fuera de Cuba, aunque menos exitosos, como Senel Paz, Francisco López Sacha, Arturo Arango, Miguel Mejides, Reynaldo Montero, Abilio Estévez.

Obama contra Obamacare

Por Joseph E. Stiglitz, a Nobel laureate in economics and University Professor at Columbia University, was Chairman of President Bill Clinton’s Council of Economic Advisers and served as Senior Vice President and Chief Economist of the World Bank.

NUEVA YORK – La Ley de atención médica asequible y protección a los pacientes, de los Estados Unidos, la reforma de la atención de la salud, marca distintiva del presidente Barack Obama, ha logrado ampliar la cobertura del seguro médico a millones de estadounidenses que no habrían podido tenerlo. Y en contra de las advertencias de sus críticos, no ha provocado que aumenten los precios de la atención a la salud, de hecho, hay esperanzas de que la curva de los precios por fin esté comenzando a disminuir.

N obstante, no es seguro que "Obamacare" vaya a poder limitar los costos excesivamente altos de la atención médica. Eso dependerá de las demás políticas de la administración Obama, sobre todo en una esfera que puede parecer ajena a este tema: las discusiones en curso con la India sobre propiedad intelectual. Aquí, parece que Obama está decidido a socavar su propia reforma que es su marca distintiva debido a la presión del poderoso lobby farmacéutico estadounidense.

Los costos farmacéuticos representan un componente cada vez más grande del gasto en atención a la salud de los Estados Unidos. En efecto, la proporción de gastos en medicamentos en el PIB casi se ha triplicado en apenas 20 años. Así pues, reducir los costos de la atención a la salud requiere mayor competencia en la industria farmacéutica, y eso significa permitir la fabricación y distribución de medicamentos genéricos. En cambio, la administración Obama está buscando un acuerdo con la India que debilitaría la competencia que representan los genéricos y de este modo haría que los medicamentos que pueden salvar vidas fueran inasequibles para miles de millones de personas en la India y en otros lugares. Esto no es una consecuencia involuntaria de una política que por lo demás tuviera buenas intenciones; es el objetivo explícito de la política comercial de los Estados Unidos.

Las grandes compañías farmacéuticas multinacionales han estado trabajando desde hace mucho para bloquear la competencia de los genéricos. Sin embargo, el enfoque multilateral a través de la Organización Mundial del Comercio ha resultado menos efectivo de lo que esperaban, así que ahora están tratando de conseguir ese objetivo mediante acuerdos bilaterales y regionales. Las recientes negociaciones con la India, que es la principal fuente de medicamentos genéricos para los países en desarrollo, son parte esencial de esta estrategia.

En los años setenta la India abolió las patentes farmacéuticas y creó una industria de medicamentos genéricos avanzada y eficiente, capaz de facilitar medicamentos baratos a todo el mundo en desarrollo. Eso cambió en 2005 cuando el Acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (Acuerdo sobre los ADPIC) de la OMC obligó a la India a permitir las patentes.

Sin embargo, en opinión de la industria farmacéutica el acuerdo sobre los ADPIC no fue suficiente. Por lo tanto, el deseo del gobierno de la India de mejorar sus relaciones comerciales con los Estados Unidos da a la industria una oportunidad ideal para complementar lo que los ADPIC no cubrieron y obligar a la India a facilitar la obtención de patentes y a reducir la disponibilidad de los genéricos de bajo costo.

Parece que el plan está funcionando hasta ahora. En otoño, durante su visita a los Estados Unidos, el primer ministro indio, Narendra Modi, estuvo de acuerdo en que se estableciera un grupo de trabajo para reevaluar la política de patentes del país. Los participantes estadounidenses en el grupo estarán dirigidos por la Oficina del Representante de los Estados Unidos para las Cuestiones Comerciales, que promueve los intereses de las compañías farmacéuticas y no, por ejemplo, por la Academia Nacional de Ciencias (National Academy of Sciences), la Fundación Nacional de Ciencias (National Science Foundation) o la Agencia Nacional de Investigación Médica (National Institutes of Health).

¿Cómo puede la India hacer reforzar su sistema de patentes? Para empezar, podría flexibilizar la definición de lo que es un producto "novedoso" y que por lo tanto merece protección en materia de propiedad intelectual. Actualmente, la India establece condiciones muy estrictas y como resultado niega patentes para combinaciones nuevas de compuestos que ya existen. India también podría dejar de emitir licencias obligatorias para permitir que otras empresas produzcan el medicamento de un titular de patente a cambio de un derecho – práctica permitida en el marco del Acuerdo sobre los ADPIC pero que es un anatema para la industria farmacéutica.

La política actual de la India permite que los medicamentos se vendan a una fracción del precio monopólico fijado por los titulares de las patentes. Por ejemplo, un tratamiento con el medicamento Sovaldi que se utiliza contra la hepatitis-C se vende en los Estados Unidos por 84,000 dólares. Los fabricantes indios pueden vender la versión genérica profitably por menos de 1,000 dólares por tratamiento. El precio genérico significa de cualquier modo un gasto enorme para quienes ganan apenas unos dólares al día, pero, a diferencia del precio en los Estados Unidos, es algo que muchos gobiernos y organizaciones de ayuda pueden pagar.

Este no es en absoluto un ejemplo aislado. Los medicamentos genéricos de bajo costo han hecho posible dar tratamiento a decenas de millones de pacientes infectados de VIH/SIDA en el mundo en desarrollo.

De hecho, la decisión de las principales compañías farmacéuticas de poner algunos medicamentos a disposición de los pobres a precios bajos se debe en parte a la amenaza de la competencia de los genéricos de la India. Si los Estados Unidos obligan a la India a reforzar sus reglas sobre las patentes de manera sustancial de modo que se asemejen más a las normas estadounidenses, la meta de las empresas farmacéuticas se pondría en riesgo.

Naturalmente, si el estricto régimen de patentes de los Estados Unidos fuera la mejor forma de promover la innovación en la industria farmacéutica, como sostienen sus defensores, la política de la administración Obama hacia la India tal vez podría justificarse. Pero eso no es así.

Puesto que las patentes son básicamente monopolios concedidos por los gobiernos, éstas generan las mismas ineficiencias y conducta interesada en ganancias como cualquier otra distorsión del mercado. Una patente que aumenta el precio de un medicamento cien veces tiene el mismo efecto en el mercado que un arancel de 10,000 por ciento. En casos así, las empresas farmacéuticas tienen incentivos poderosos para desinformar a los médicos y el público sobre la seguridad y eficacia de sus productos, e incluso promover sus medicamentos para usos inapropiados mediante pagos complementarios innovadores y con ello persuadir a los doctores a recetarlos.

Asimismo, la investigación promovida por una patente impulsa la opacidad de información, pues las compañías solo revelan la información necesaria para adquirir la patente. Sin embargo, la transparencia es crucial para que haya un avance científico efectivo. Muchos economistas, incluidos los autores, han sugerido una variedad de alternativas a la I+D promovida por patentes y comprobación que eviten estos problemas.

Si la administración Obama logra obligar a la India a fortalecer sus reglamentación de patentes, el cambio no solo dañaría a la India y otros países en desarrollo, sino también consagraría un sistema de patentes manifiestamente corrupto e ineficiente en los Estados Unidos, donde las compañías aumentan sus ganancias eliminando a la competencia – dentro y fuera del país. Después de todo, los medicamentos genéricos de la India a menudo se convierten en la opción más asequible en el mercado estadounidense una vez que han vencido las patentes.

Obama hizo bien en impulsar una reforma a los servicios de salud que resultaría en un mayor acceso y eficiencia del sector. En sus negociaciones con la India, la administración Obama está emprendiendo una política que desafía estos objetivos, que tiene consecuencias no solo para la India y los Estados Unidos, sino también para el mundo.

Traducción de Kena Nequiz
Read more at http://www.project-syndicate.org/commentary/obamacare-india-generic-drugs-by-dean-baker-et-al-2015-02/spanish#RyzXCuPLwWdq3mD9.99

La guerra económica de Alemania contra Grecia es un arma de doble filo

Por Marco Antonio Moreno


El nuevo gobierno griego y los líderes del euro están llegando a un nivel de enfrentamiento que puede significar el desmoronamiento de la moneda única. El gobierno de Syriza ha dejado claro que no va a continuar aplicando las políticas que ha exigido la troika en los últimos años dado que han sido un fracaso. La troika ha declarado una brutal guerra económica contra Grecia y solo habla de extender los plazos de vencimiento de los créditos; Grecia pide un alivio real de la deuda dado que no tiene sentido extender el plazo a planes que han fracasado. Grecia quiere emprender los programas sociales de ayuda a los pobres, los desempleados y las pequeñas empresas en lugar de apoyar a los bancos y los oligarcas de Europa, como exige la troika.

Tsipras prometió que su gobierno sanará las heridas provocadas por los planes de austeridad, ofreciendo comida gratis y electricidad a los que han sufrido, así como restablecer a los funcionarios públicos que fueron despedidos como parte de los "planes de rescate" propuestos por la troika. El gobierno griego debe más de 273 mil millones de euros al FMI y el BCE y los bancos griegos y las empresas deben otros 200 mil millones de euros a los bancos extranjeros.

Lo de Grecia es el ejemplo vivo del fracaso de las políticas de la troika y el nuevo gobierno griego no quiere seguir reproduciendo esos errores. Hasta el momento, Europa no ha demostrado ninguna voluntad de satisfacer las demandas de Tsipras, por el temor de que otros países como Irlanda, Portugal, España e Italia se sumen a las demandas de Grecia y prosigan su ejemplo. La tensión recrudece a medida que los líderes europeos endurecen su posición y toman decisiones tan brutales como inauditas. El Banco Central Europeo señaló que a partir del 11 de febrero no aceptará los títulos públicos griegos cerrando toda posibilidad de financiamiento a Grecia y declarando una guerra abierta al gobierno de Tsipras.


Arma de doble filo

Esta estrategia es un arma de doble filo que solo aumenta las posibilidades de que Grecia abandone la zona euro y ponga en peligro la estabilidad europea. Grecia ha sido el único país que se ha animado a decir la verdad: la deuda es impagable y el país está en la quiebra. Hasta el momento, los países europeos que están en situación de quiebra la han negado porque resulta políticamente inconveniente asumir la bancarrota, dejando que el costo lo paguen los desempleados o el estancamiento económico.

El gobierno de Syriza ha hecho un cambio radical en la política al llamar a las cosas por su nombre. Tsipras ha dicho que las grandes cantidades de deuda acumulada por Grecia, facilitadas por las bajas tasas de interés en los inicios del euro y por los programas de impresión de dinero de los bancos centrales tras el estallido de la crisis, son simplemente impagables. Esto no debería sorprender a nadie dado que la deuda de Estados Unidos, Japón, Francia o el Reino Unido -al igual que la deuda de Italia, Portugal y España- es impagable y la deflación que sufre Europa la hace aún más monstruosamente impagable. Por cierto que a los líderes europeos no les gusta que se diga la verdad en forma tan descarnada, dado que gustan de la fantasía del ¿mundo feliz? del euro.

Si Grecia es empujada a abandonar la zona euro y volver al dracma, la nueva moneda griega tendría -con suerte- un valor del 50 por ciento del euro. Esto significa que las pérdidas superarían los 200 mil millones de euros que los gobiernos, los bancos y las corporaciones del resto de Europa deberán absorber. Solo Alemania podría sufrir una pérdida de 75 mil millones de euros. Por eso que el programa puente por mil millones de euros y el alivio de la deuda solicitado por Yanis Varoufakis es la mejor opción que tiene Europa para evitar el estallido de una espiral destructiva que pondría a Europa fuera de control.

La crisis financiera iniciada hace siete años toma ahora una nueva dimensión que deja al descubierto la brutalidad de las políticas emprendidas por la troika. Todos los planes de contención que permitieron a Angela Merkel postergar las decisiones con el respiradero artificial de los rescates para prolongar la agonía de la moneda única puede estar llegando a su fin. Alemania no va a ceder ante Grecia porque de inmediato España, Portugal e Italia exigirían condiciones similares... Pero la salida de Grecia del euro puede ser un paso adelante que de cuenta de las falencia del proyecto imperialista creado por Alemania. El euro no ha sido una unión entre iguales, y la dureza de la crisis ha demostrado que una unión monetaria carece de sentido sin una unión fiscal.

Publicación digital promueve la ecología

El proyecto lleva el nombre de Madre Tierra, al igual que el festival organizado por el grupo ambientalista en 2014.

La Habana, 10 feb-. Tres ediciones tiene ya un boletín electrónico motivado por la experiencia en promoción del cuidado ambiental del colectivo Cubanos en la Red.

La publicación Madre Tierra, que declara en la portada del último número correspondiente a febrero su filiación eco-cultural, nació con el propósito de sensibilizar a lectores de todo tipo con de la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza.

Su presencia en el entorno digital cubano se corresponde con la labor desplegada por artistas, promotores ecologistas y especialistas de distintas ramas del conocimiento en el trabajo comunitario dentro de Cuba para generar debates y acciones a propósito del tema, lo cual ha devenido en decenas de propuestas, entre las que se incluye un festival.

Tanto el encuentro internacional Madre Tierra, que se desarrolló en varias provincias del país el año pasado, como el boletín homónimo que llega a más de 3.000 buzones de correo, se presentan como plataformas abiertas a la colaboración y el intercambio de saberes.

El grupo de rap impulsor de la iniciativa, Cubanos en La Red, mantiene desde hace más de una década su compromiso con el trabajo comunitario y las labores de educación ambiental.

El boletín Madre Tierra muestra en sus páginas el trabajo desplegado por diferentes colectivos ecologistas en este archipiélago caribeño y destaca el voluntariado de músicos, pintores, escritores y otros artistas que se suman a esta causa.

Osmel Francis, director de Cubanos en La Red y máximo responsable de la publicación, comentó en la última edición del boletín sobre un viaje del proyecto a Baracoa, municipio ubicado en la zona oriental del país.

Su texto detalló las gestiones realizadas por el grupo para involucrar a las autoridades del gobierno local en tareas de impacto positivo para el medio ambiente y la formación de una conciencia ecológica entre sus pobladores.

Madre Tierra reveló cómo los ambientalistas cubanos trabajan de conjunto con activistas e investigadores foráneos. E informó sobre la propuesta de iniciativas de rescate de las tradiciones y la memoria histórica del país, como la creación de un Centro de Intercambios de Culturas Indígenas.

“En esencia, se trata de propiciar un espacio de intercambio socio cultural, inclusivo y participativo, para todos/as los/as interesados/as en alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y
futuras”, apuntó Yasser Fernández, editor del boletín.
Las notas curiosas son un componente esencial de esta publicación, como en la mayoría de este corte.

Incluye secciones para las fotografías y las caricaturas, así como un listado amplio de efemérides de descubrimientos científicos, eventos de carácter político y fenómenos naturales de gran repercusión.

El novedoso espacio electrónico contiene además, convocatorias de concursos, una breve cartelera cultural y notas de promoción de servicios como el asesoramiento y la organización de reuniones sociales o de negocios amigables con la naturaleza. (2015)

Corea de Sur anuncia por primera vez que normalizará sus relaciones con Cuba

Corea de Sur ha anunciado públicamente que emprenderá este año acciones encaminadas a mejorar las relaciones con Cuba.

Corea de Sur está determinada a mejorar sus relaciones con Cuba, según ha anunciado este martes el canciller Yun Byung-se. Según la agencia Yonhap, es la primera vez que Corea de Sur –que, a diferencia de Corea de Norte, no mantiene relaciones diplomáticas con Cuba– anuncia que dará pasos reales para establecerlas. De esta manera el país asiático pretende aumentar su presencia diplomática en América Central y del Sur.

"Este año emprenderemos medidas con el objetivo de mejorar las relaciones con Cuba.Estamos interesados en la intensificación de relaciones con países latinoamericanos para aumentar el bienestar de la población del nuestro país y de los pueblos de América Central y de Sur", ha precisado el canciller surcoreano, citado por la agencia TASS.

Anteriormente la Cancillería de Corea de Sur había saludado el acuerdo alcanzado entre Cuba y EE.UU. sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Un hecho que, que según la Cancillería surcoreana, afectará de forma positiva a las relaciones entre La Habana y Seúl.