El reciente cónclave de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés), en San Juan, Puerto Rico, registró cifras que rebasaron sus anteriores convocatorias: más de 5.500 participantes que intervinieron en un programa con más de 1.200 paneles en solo cuatro días, del 27 al 30 de mayo último.
Siguiendo los fundamentos de contribuir al debate intelectual, la investigación y la enseñanza en el área, este XXXIII Congreso Internacional de la sociedad que reúne a la mayor cantidad de expertos de todo el mundo en temas de América Latina, se proponía, desde la convocatoria, la confluencia de una mayor diversidad, llevando esta edición el lema “Precariedades, exclusiones y emergencias”.
El mensaje de los coordinadores del programa, firmado por los académicos Luis E. Cárcamo-Huechante y Rosalva A. Hernández Castillo, destacaba la asistencia de especialistas “que realizan significativas investigaciones, forjan ideas y conocimientos y constituyen liderazgos colectivos y públicos desde pueblos indígenas, comunidades Afro, poblaciones inmigrantes, movimientos u organizaciones de mujeres, minorías sexuales, o grupos humanos violentados, vulnerados, excluidos y precarizados en el contexto de la actual era neoliberal y de otros modelos estatales y sociales que reproducen las contradicciones del escenario global”.
Se tenía a su vez confirmación de más de cien ponentes cubanos de las más disímiles procedencias y tendencias políticas. El hecho demandaba también interés en el contexto de las nuevas posibilidades en las relaciones Estados Unidos-Cuba dadas a conocer el pasado 17 de diciembre por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, con el anuncio de cambios, y la promesa de otros, en el ámbito bilateral.
El “tema Cuba” se discutió desde la mañana del primer día del Congreso, evidenciando el renovado interés que la isla y casi todos sus tópicos han despertado en la arena internacional como una suerte de tierra virgen, promisoria en oportunidades comerciales. Las múltiples sesiones en torno a la cubanosofía eran la resonancia académica de las visitas de figuras de la moda y la música pop a La Habana (muy compartidas a través de las redes sociales), o las por primera vez permitidas fotos aéreas tomadas por el lituano Marius Jovaiša y publicadas en un libro cuyo título no necesita explicación: Unseen Cuba.
En “Political Reform in Cuba”, Sharon L. Wrobel, de la Universidad de Memphis, habló de la descentralización administrativa bajo los lineamientos del Partido Comunista de 2011; Dayane Proenza, de la Universidad de La Habana, enumeró las posibles estrategias de gestión económica desde los niveles locales en la isla; y Concepción Nieves Ayús, del Instituto de Filosofía de La Habana, siguió la “continuidad, rupturas y emergencias” en el modelo socialista que se perfila actualmente. Avanzada la jornada de ese miércoles se celebró un foro sobre las diásporas y migraciones en Cuba y sus impactos históricos y desafíos presentes.
Los nuevos términos en el diálogo histórico con Estados Unidos, hacen de Cuba un foco de atención como mercado, ahora que empresas estadounidenses vaticinan su entrada en la mayor de las Antillas, y con ello se pronostica el desplazamiento de otros inversores extranjeros. También auguran una variación en la política exterior de Washington hacia América Latina, escenario en el que Cuba tradicionalmente había jugado el papel de contraparte.
“Cuba en tiempos de Raúl Castro: tendencias y nuevos desarrollos” dio cita a Ramón I. Centeno y Sara García Santamaría, de la Universidad de Sheffield, a Joseph Van de Voort, de Aarhus Universitet; a Allesandro Badella, de la Universidad de Genoa; a Sara Romanò, de la Universidad de Turín, a Dayma Echevarría León, del Centro de Estudios de la Economía Cubana y a Ted A. Henken, de la City University de Nueva York. Allí se repasó la necesidad de actualización del modelo periodístico cubano, la sociedad civil, la iniciativa económica privada y los cambios políticos recientes.
Al término de su conferencia, el profesor Ted A. Henken declaró: “Lo que he visto hoy fue impresionante en el aporte de jóvenes cubanos tanto de instituciones como la Universidad de La Habana como de grupos más independientes y menos oficialistas”.
Aspectos de la nueva política tributaria y las reformas monetarias fueron descritos en “Los cambios socio-económicos en Cuba a la luz de los Lineamientos”, con la participación de Ricardo Torres, Anabel Díaz Hurtado, María de los Ángeles Arias Guevara, Omar E. Pérez Villanueva, Mayra P. Espina y Paolo Spadoni.
Los economistas William A. Messina Jr., de la Universidad de la Florida; Armando Nova, del Centro de Estudios de la Economía Cubana; Federico Sulroca, de AZCUBA; Lázaro Peña Castellanos, Betsy Anaya Cruz, Aniciá E. García Álvarez y José Manuel Febles de la Universidad de La Habana; y Frederick S. Royce, de la Universidad de la Florida, en “El sector agropecuario en Cuba: las transformaciones económicas y su inserción externa”, analizaron las condicionantes y alternativas de este ramo, tanto en el campo específico del azúcar como en su proyección industrial.
Casi al final de LASA 2015, en una de las salas Murphy del hotel Caribe Hilton, sesionó “Exclusiones, exilios y regresos en la literatura cubana y su diáspora”, donde expusieron los investigadores Iraida H. López, sobre la visibilidad de la literatura cubano-americana en la isla; Norge Espinosa sobre Reinaldo Arenas; Elizabeth Mirabal sobre Carlos Victoria; Carlos Velazco sobre Guillermo Rosales; y Omar Granados sobre Cabrera Infante.
Granados, profesor de la Universidad de Winsconsin, en medio de lo que definió “una literatura tan antagónica y tan politizada”, destacó en las novelas La ninfa inconstante, Cuerpos divinos y Mapa dibujado por un espía “un intenso ejercicio de reflexión de Cabrera Infante sobre el proceso de la creación literaria misma, la memoria y su relación al poder. Estos textos, a mi modo de ver, intentan un rescate distinto de un lector secuestrado, quizás dejando ver la ansiedad de otro escritor, preocupado ahora con la desaparición, digo yo, secuestro, de su lector ideal”. En su exposición “Carlos Victoria: el regreso que se repite”, Mirabal apuntó de la obra de Victoria: “No es una literatura correlativa del exilio, pues se concentra en perseguir un destino cubano más allá de la geografía”.
Dicho panel se extendió en un debate de cuarenta y cinco minutos, en el que el poeta Michel H. Miranda insistió: “La idea de transición que nos habíamos hecho, no da más, hay que reescribirlo todo, hay que refundarlo todo”, y valoró la importancia actual “velar porque la memoria, ese reservorio simbólico de los escritores del exilio” no se pierda, mientras el narrador y periodista Orlando Luis Pardo Lazo aseguró: “Podría haber un vacío de seis meses o de seis años, donde ya no se publicara más ensayo ni pensamiento en Cuba, y eso no significa que no hay personas brillantes pensando adentro o fuera de la isla”, invitando a valorar cómo vías alternativas de difusión de obras: el formato digital, las impresiones y las bibliotecas, “van dejando un corpus”.
Paralelo al Congreso, la noche del jueves 28 de mayo tuvo lugar en la librería La Tertulia del Viejo San Juan, el lanzamiento de Cartas a Consuelo, publicado por la Editorial Folium de Puerto Rico. Gran parte de este epistolario de Julia de Burgos a su familia, primer texto íntimo de ella que sale a la luz, fechado entre 1939 y 1953 en parte desde Cuba, nos brinda la perspectiva de la poetisa boricua de ciudades como La Habana, Santa Clara, Trinidad, Santiago de Cuba y Holguín, y la constancia de su relación con los intelectuales cubanos Serafina Núñez, Herminia del Portal, Renée Potts y Manuel Navarro Luna.
Es preciso reconocer que este LASA 2015 significó un evento fragmentado de mesas y conferencias en presentaciones simultáneas. Los debates las más de las veces tuvieron lugar en salas pequeñas, y en el caso de las más amplias, ante audiencias no siempre numerosas. Mucho se discutió de Cuba, pero en Puerto Rico, y queda por ver cuánto de ese pensamiento resultado de la discusión llegará a sus implicados naturales en la isla y si las estrategias que el conocimiento puede adelantar serán tomadas en cuenta. (2015).