Mi blog sobre Economía

domingo, 9 de agosto de 2015

Los que portaron nuestra bandera en la embajada cubana en Washington

Se trata de los miembros de la Unidad de Cere­mo­nias del Es­tado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revo­lu­cio­narias que portaron la bandera cubana que se izó en la em­bajada de nuestro país en Washington




9 de agosto de 2015 19:08:06



De izquierda a derecha Yunieski González, Lázaro Isaqui, Giraldo Triguero y Yuniesky Argudín, quien en Washington impartía las órdenes y quedó fuera de casi todas las imágenes. Foto: Jorge Luis González


Llegaron vestidos de manera informal, tres de ellos con camisas rosadas, de mangas largas; uno la llevaba a rayas. Los cuatro con pantalones oscuros: estaban en Washington.

Era la tarde del 17 de julio del 2015 y al irrumpir en la residencia número 2630 de la Avenida 16 de la capital norteamericana, los aguardaban José Ramón Cabañas, Encargado de Negocios de la que sería nuevamente sede diplomática de Cuba, y un grupo de funcionarios: mujeres y hombres.

Los cuatro jóvenes: mayor Yuniesky Ar­gu­dín Díaz, suboficial Giraldo Triguero Patter­son, segundo suboficial Lázaro Ha­noi Isa­qui Mar­tínez y el suboficial Yunieski Gon­zález Ta­mayo fueron recibidos con alborozo. Se trataba de los miembros de la Unidad de Cere­mo­nias del Es­tado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revo­lu­cio­narias que portarían la bandera cubana que se izaría en la em­bajada de nuestro país, después de 54 años de haber sido retirada la enseña patria tras el rompimiento de relaciones diplomáticas del gobierno de los Es­tados Uni­dos con la Repú­blica de Cuba, en 1961, cuan­do aún no había nacido ninguno de ellos.

No hay que preguntarles la impresión que recibieron al llegar a la hermosa mansión. Ellos eran parte del primer grupo de la delegación cubana que arribaba a Washington. El mayor Yuniesky Argudín nos lo dice, espontáneamente, en una terraza sombreada, en la sede de la Unidad de Ceremonias del Estado Mayor General de las FAR, ya de regreso: “Es como si lo estuviera viendo ahora en este instante. Los compañeros funcionarios de nuestra embajada estaban muy alegres y emocionados, mujeres y hombres. Nos dijeron que al vernos llegar ellos estaban aún más seguros de que nuestra bandera sería izada el 20 de julio y que ese sería un día histórico”.

Un recorrido por la sede. Se detienen donde están los seis escudos que representaban las antiguas seis provincias de Cuba, luego una gran mesa e, inmediatamente después de co­nocer el lugar por dentro, comenzaron a fa­miliarizarse con el sitio exacto frente al jardín de la entrada, a la izquierda, donde estaba co­locado el mástil de nueve metros de alto desde la base a la cornamusa, el punto donde se fija la cuerda con la cual se izaría la bandera de tres metros de ancho y seis de largo. Todos los detalles los saben al dedillo.


Todavía dentro de la sede diplomática, minutos antes de que ondeara bajo el cielo de Washington nuestra enseña nacional. Foto: Jorge Legañoa/ AIN

Ahora distendidos, sin protocolo, sentados en la terraza de la Unidad, cuentan hechos y emociones que no pueden ocultar. De vez en cuando fijan la mirada en las paredes donde hay colocados varios cuadros con fotos de momentos estelares de la Revolución, en mu­chos de los cuales aparecen Fidel o Raúl, así co­mo escenas que por sí solas muestran he­chos muy relevantes vividos en Cuba.

Su pormenorizada historia no se detiene. Cuentan que aquel día después de aclimatarse al impensable escenario los llevaron al hotel Washington. Obviamente, expresa el Mayor y asienten los otros, les costó trabajo dormir.

Giraldo Triguero Patterson, aunque nació en La Habana, fue criado en el pueblo de He­rradura, en Consolación del Sur, Pinar del Río. Es el más joven de los cuatro y el más locuaz y sonriente.

“¡Cómo nos abrazaron los compañeros de la Embajada! y decían ‘Ahora sí estamos seguros de que habrá ceremonia, porque ustedes ya están aquí’. Así es como lo dijeron, y nos abrazaban y volvían abrazar a la llegada, en la en­trada misma del edificio. Nos abrazaban…”.

A Lázaro Hanoi Isaqui Martínez —el de mayor edad entre los cuatro— se le salen las lágrimas y eso que es el de más experiencia en la Unidad de Ceremonias, pues había participado hasta en el traslado de los restos del Che a Santa Clara, así como en varias visitas de presidentes a Cuba e incluso en la ceremonia de bienvenida al Papa Juan Pablo II, entre otros importantes momentos.

Lázaro casi no puede hablar.

“Después llamé a mi familia, hablé desde allá con mi mamá y con uno de mis dos hijos —dice con la voz entrecortada—. ¿Usted sabe lo que es eso, el compromiso que tuvimos? Portar la bandera cubana, nuestra bandera allá, después de 54 años. Ese honor es demasiado grande, demasiado grande. Se me salieron las lágrimas al concluir. No pude evitarlo, ni quería”. Ahora tampoco logra disimular su emoción.

“Yo pensé allí en los jóvenes del Cen­tenario de Martí, porque estábamos en vísperas del 26 de julio”. Ahora es Yunieski Gon­zález Ta­ma­yo, natural de Campechuela, en la provincia de Granma el que habla. A él le vinieron a la men­te en aquel instante, hechos tales como el Mon­cada y el desembarco del Gran­ma, que por eso lleva ese nombre su provincia —dice—, y Fidel y Raúl. Evocar a esos dos gigantes le hizo sentir ganas de gritar “¡Viva Fidel!”, “¡Viva Raúl!”, comenta.

El mayor Yuniesky Argudín recuerda que ese día, el 20 de julio de este año 2015, cuando se vieron uniformados, fue que él de verdad se dio cuenta que eran los primeros militares cubanos que estaban en Washington, vestidos con sus uniformes, y le parecía algo irreal. “Eso nos lo habían dicho antes compañeros de la Embajada, pero no lo había sentido así… Y representábamos también al pueblo cubano. Confieso que me sobreponía solo por la preocupación respecto a la bandera. Porque quería verla flotar cuando la izáramos, pero había poco aire en ese momento. Ahora bien, cuando la bandera llegó a la roldana, allá arriba y vi que empezó a desplegarse volví en mí.

“No hay tarea, por difícil que sea, que el des­tacamento de la bandera nacional no cumpla, pero aquella era única, nunca había ocurrido. Después de 54 años, más de medio siglo, imagínense”, continúa el mayor Yu­nies­ky.

“Había mucha gente en el jardín, en su ma­yoría norteamericanos que aplaudieron, pero además la delegación nuestra donde estaban atletas de bien ganada fama como Yunidis Cas­tillo, más Eusebio Leal, Silvio Rodríguez, Kcho...”.
Cuentan más, toman uno tras otro la palabra:

—En los ensayos, tan pronto él llegó, estaba con nosotros Ricardo Alarcón, porque él tenía ex­periencia en cuanto al lugar y nos ayudó mu­cho.
—Y Eusebio Leal nos contaba la historia de la bandera cubana, incluyendo todo lo referido a la que se quitó y él traía, y que luego se llevó otra vez para el museo.
—El canciller Bruno Rodríguez Parrilla, cuando llegó el día 20 de julio y terminó de izarse la bandera cubana, cuando concluyó toda la ceremonia con el Himno Nacional y demás, se quedó parado como si no supiera qué hacer, estaba emocionado, tal vez tanto o más que nosotros.
Y luego adentro de la Embajada ocurrieron más cosas.

“Por primera vez en su vida Silvio Rodrí­guez se había puesto corbata, él lo dijo, tenía una antigua pero alguien le prestó otra más moderna. No parecía cómodo, pero dijo que para un acto así la aguantaba, que ese acto lo merecía”, habla el Mayor.

“Nunca me sentí tan honrado como en ese día”, confiesa por su parte Giraldo.

—Y algo inolvidable— nos contó el mayor Yuniesky Argudín: “Danny Glover estaba allí y nos fue arriba a abrazarnos. Nos iban a retratar y él hizo como si se arreglara. Fue cuando entrábamos en la sala. El traductor nos dijo que Danny Glover había expresado ‘para ponerme más bonito’, y se echó a reír con una carcajada afectuosa. Nos abrazó a nosotros, de nuevo y expresó: ‘Nueva victoria’.

“El ministro Bruno nos dijo: ‘Ustedes están en la historia’. Y yo me dije a mí mismo, pero no por nosotros, sino por Fidel y Raúl. Si esto es así, que ondee otra vez nuestra bandera en la sede de la Embajada de Cuba en Washin­g­ton después de 54 años, es por ellos”, cuenta el mayor Yuniesky Argudín Díaz, que nació el 11 de septiembre de 1980, nada me­nos que 19 años después de ser arriada.

Luego fue el viaje de regreso. Entonces vistieron con traje formal, como indica el protocolo. Fue un viaje en el cual el Canciller hablaba con todos, iba y venía por el pasillo de la aeronave y mostraba lo que pudo filmar con su celular.

“Nunca en la vida nos va a pasar algo semejante”, se miraron los cuatro, confimando las pa­labras de Yuniesky Argudín.

SÍNTESIS BIOGRÁFICAS

Mayor Yuniesky Argudín Díaz. Desde la primera enseñanza integró el equipo de ba­loncesto provincial y participó en los Juegos Es­­colares a nivel nacional. Se destacó en la asignatura de química; pasó al grupo nacional de exploradores y ahí se le despertó el interés por las Fuerzas Armadas Revolucionarias, in­gresando después en los Camilitos y luego en la Escuela Inter­armas de las FAR General An­tonio Maceo. Le otorgaron va­rias distinciones, como la Medalla José Antonio Eche­verría. Lo seleccionaron joven ejemplar, formando parte del destacamento de ceremonia de la es­cuela dio lectura al compromiso de graduados en la Tribuna Antimperialista José Mar­tí. Es militante del Partido Comunista de Cuba.

Suboficial Giraldo Triguero Patterson. Es­tudió en la escuela primaria Enrique Hart Dá­valos. En esta enseñanza obtuvo resultados satisfactorios en el ámbito académico y deportivo, participando en competencias de atletismo y baloncesto. Obtuvo un título de técnico de nivel medio e ingresó en el 2000 en la Unión de Jóvenes Comu­nistas. Hizo el servicio militar. Pasó un año como soldado y luego forma parte del grupo de sargentos profesionales.

Segundo suboficial Lázaro Hanoi Isaqui Martínez. Realizó la enseñanza primaria en la escuela Lázaro Pe­ña, en La Habana, y la secundaria básica en la ESBU XI Festival, en Alamar. Su primera actividad laboral la realiza en la imprenta de las FAR, como ayudante de almacén. Realiza el ser­vicio militar activo. Ingresa en la Unión de Jóvenes Comunistas. En el 2002 es ascendido a suboficial y nombrado Jefe de destacamento de Bandera Nacional en el 2004, asciende a segundo suboficial en el 2015.

Suboficial Yunieski González Tamayo. Hi­zo la enseñanza primaria en la escuela José Machado Ro­dríguez, de Campechuela. Los es­tudios se­cun­darios transcurrieron en la Miguel Espi­no­sa Ca­brera. Fue llamado al ser­vicio mi­litar ac­tivo en el 2010 para la Uni­dad de Cere­monias del Estado Mayor General de las FAR. En el SMA fue especialista en el primer pe­lotón del primer desta­ca­mento. Miem­bro de la UJC. Participó en el re­cibimiento del Papa Be­nedicto XVI, del presi­dente Vladimir Putin y del presidente maduro, entre muchas ceremonias. Jun­to a Isaqui Mar­tí­nez y Giraldo Tri­guero participó en el acto de con­deco­ra­cio­nes por el 500 ani­versario de Santiago, Ciudad Hé­roe.

12 años y su IQ supera al de Einstein y Hawking




Nicole Barr, la niña más lista del mundo es gitana y tiene un coeficiente superior al de Albert Einstein o Stephen Hawking. Foto: Especial

Ciudad de México, 9 de agosto (SinEmbargo/HuffingtonPost).– ¿Cómo es la niña más inteligente del planeta? Pues tiene 12 años, ojos azules, el pelo castaño claro, se pinta las uñas de azul, es educada, buena niña con sus padres y es del Reino Unido. Ah, y es gitana.

Por si hay alguien que aún guarda prejuicios inservibles, injustos e inciertos, Nicole Barr está aquí para tumbarlos. Desde los titulares de todos los medios del mundo: la niña más lista del mundo es gitana. Y tiene un cociente superior al de Albert Einstein o Stephen Hawking. Ahí es nada.

Nadie esperaba un resultado así cuando Nicole, residente en el condado británico de Essex, hizo un test de cociente intelectual. La chica logró una puntuación de 162 puntos. Einstein y Hawking no pasaron de 160. Para hacerse una idea de este logro, hay que explicar que un adulto medio tiene un coeficiente intelectual entorno a los 100 puntos y cualquier puntuación superior a 140 se considera propia de genios.

El reconocimiento de su talento ha venido de la mano de la asociación MENSA, una organización internacional que agrupa a 110.000 socios en los cinco continentes. Sólo el 8 por ciento de todos los genios del mundo están por debajo de los 16 años.

La madre de la adolescente, Dolly Burckland, se mostró muy orgullosa por el nivel de su hija, en declaraciones al Mirror. “Es muy trabajadora. Después de clase se queda en el club de deberes para hacer sus tareas todos los días», explica. Además, destaca que desde pequeña «encontraba errores en libros y revistas”. La menor desea ir a la universidad y estudiar pediatría.

Su padre, que se dedica a la limpieza y al arreglo de carreteras, asegura que su hija es la “comidilla de la comunidad gitana”. “Esto demuestra que no importante de donde provengas, cualquiera puede ser brillante académicamente”, sostiene

La protagonista de esta historia, Nicole, que dedica parte de su tiempo a leer, cantar y actuar en obras de teatro, ya demostraba sus dotes cuando, con menos de diez años, era capaz de entender álgebra compleja en el colegio.

LA ALEGRÍA DE LA UNIÓN ROMANÍ

Juan de Dios Ramírez-Heredia, el presidente de la Unión Romaní en España, ha enviado a los medios una tribuna en la que se felicita por el reconocimiento de Nicole. Dice que está “especialmente contento” porque esta noticia “reafirma el sentido supremo de la familia” de los gitanos, “es una denuncia contra la cruel discriminación” de su gente, sobre todo en el mundo educativo -el analfabetismo sigue hoy rondando el 20% en su comunidad-, y supone “una bofetada cósmica a las autoridades educativas”, que insistían incluso en mandar a los gitanos a centros de discapacitados mentales.

El síndrome de la negación histórica en la izquierda del siglo XXI

Francisco Díaz González · · · · ·
09/08/15

Una característica cada vez más común en las izquierdas que emergen en la actualidad, es que se constituyen sobre el supuesto de que dado que la izquierda del siglo XX fue históricamente derrotada, nada de su experiencia teórica y práctica es significativa de ser rescatada para la izquierda del siglo XXI. Se trata de una perspectiva que se presenta a sí misma como innovadora, rupturista respecto al siglo XX, y consciente de la necesidad de construir un socialismo efectivamente democrático, pero que al carecer de continuidad con la tradición socialista, termina negando su historia en vez de encargarse de su pasado. En el mejor de los casos se debe a mera ignorancia o desinformación histórica. En el peor, se debe a la adopción –consciente o no– de una matriz categorial de tradición liberal en el despliegue de su pensamiento y praxis políticas.

Esta última situación se verifica no necesariamente en la existencia de argumentos o contenidos liberales en su discurso político, sino en la existencia de una perspectiva que abandona el análisis de clase para hacer política, de modo que se reemplaza la concepción crítica y transformadora del materialismo histórico por una que en sus efectos es legitimatoria de las condiciones actuales. La cuestión, entonces, es sobre la negación que hacen de aquellas categorías que no sólo le han otorgado identidad teórica a la izquierda, sino que permiten que en la praxis sea funcional a su horizonte estratégico: construir una sociedad sin clases. Lo problemático surge cuando esas izquierdas ni siquiera tienen consciencia del liberalismo con el que cargan y que, sumidas en los estrechos límites que su matriz categorial les permite, terminan tropezando una y otra vez en falsas dicotomías, desplegando tácticas incoherentes y desgastantes, y guiando su praxis irremediablemente hacia objetivos que lo alejan del horizonte por el que lucha.

Dos de las categorías fundamentales del discurso de la izquierda cuyo significado ha sido ampliamente liberalizado son las de lo político y lo social. Desde la perspectiva liberal, lo político remite al Estado y lo social a la sociedad civil en abstracto. A partir de esta concepción se asume que no hay otra forma exitosa de apropiarse de la política sino es entrando directamente en el único espacio donde creen que reside lo político, el Estado, pues fuera de él, en el espacio de la sociedad civil, sólo hay desagregación de demandas, cuya expresión colectiva pero fragmentada se comprueba en la existencia de múltiples movimientos sociales de diversa índole: feministas, indígenas, pobladores, estudiantiles, sindicales, etc. Se trata, por tanto, de que los distintos movimientos (parciales) de la sociedad civil ingresen agregados mediante representación al espacio de deliberación y decisión que permite el Estado, y en su interior se logre democratizar la sociedad a través de, por ejemplo, la protección efectiva de los derechos sociales de la ciudadanía.

Se busca, por tanto, hacer retroceder el carácter neoliberal del Estado desde adentro, para luego profundizar la democratización social hacia afuera, sostenido sobre un breve proceso anterior de politización social de baja intensidad que se limita a lo cívico-electoral y a la alianza instrumental con otros partidos afines. Por consiguiente, su centralidad, sea como sea que la declaren, termina en la práctica amarrada a la concepción fetichizada del Estado, y en vez de desplegar una política guiada por la dinámica de la lucha de clases, lo hacen supeditados al ritmo de las disputas electorales, optando para su éxito por abarcar la mayor cantidad de la población electoral a disposición, preocupados de conformar una mayoría políticamente artificial y supeditados inevitablemente al confuso sentido común del centro.

En esta línea, antes que transformar la sociedad a través del avance de un movimiento popular, su énfasis está puesto en la toma de la dirección del Estado. En vez de insistir en la ruptura a través de un frente de clase que debilite el origen de la dominación, buscan avanzar abarcando distintos sectores sociales a través de la suma y coordinación de cargos y autoridades de representación pública en todos los niveles. Las categorías de lo social y lo político así entendidas devienen –aunque su discurso sea altisonante y radical– en una política de izquierda liberal, es decir, progresista. El resultado, como se advierte, es la transformación progresiva de esta izquierda en un cuerpo de funcionarios renovados, pero que, desentendidos del anclaje de clase como garantía democrática y revolucionaria, se convierten a la postre en un esqueleto sin musculatura, en mera burocracia.

La anterior es una perspectiva que no supera sino que niega la concepción de izquierda de lo político y lo social. Una concepción coherente a la tradición materialista del socialismo, en cambio, entiende lo político como el grado de asociación en la acción de los sectores sociales por la lucha del poder, y se expresa para el caso de las clases populares en la construcción de largo aliento de unmovimiento popular. Este último entendido como el movimiento unitario que el Pueblo, en tanto clase dominada autoconsciente, materializa bajo el más agudo grado de asociación entre las clases subalternas y, por tanto, de disociación y autonomía respecto a la elite, con el fin de transformar las estructuras que le dominan. Asimismo, para esta concepción, lo social debe comprenderse como el grado de desigualdad en la estructura social de un contexto específico y, por consiguiente, como la forma de dominación basada en la apropiación del valor de una clase sobre otra, desplegándose en la práctica a través de la lucha de clases.

Así, lo político no se cree que reside exclusivamente en el Estado, sino que aparece en todo espacio donde las clases populares desarrollan a través de sus organizaciones una acción asociativa y unitaria entre ellas y en antagonismo a la clase dominante (y no sólo dirigente), con el fin de hacer posible un proyecto de sociedad alternativo donde el poder y el valor estén radicalmente democratizados. Lo anterior, como se deduce, no implica que la política de izquierda no se desarrolle también al interior del Estado, pero lo hace consciente de que su centralidad está amarrada siempre a la configuración histórica de lo social, es decir, a la dinámica mediante la cual la clase dominante articula en el Estado su poder para desarticular a la clase trabajadora. Con esto, la izquierda actual evita estar expuesta a caer forzosamente en la falsa dicotomía liberal de decidirse o por la vía insurreccional (armas) o la vía institucional (votos) en la que muchas veces cayó durante el siglo XX, y así poner su esfuerzo en romper las relaciones sociales de producción del capitalismo donde sea que se desplieguen –desmantelando, por ejemplo, el Estado subsidiario– para reemplazarlas por otras que permitan la realización de los dominados.

Por eso, lo que define a la izquierda es que postula que entre lo político y lo social existe una inextricable relación de codeterminación, pues si deliberadamente se aislaran –como lo hizo en Chile el pacto de la transición–, entonces se disolvería progresivamente su identidad de izquierda. Para la izquierda, entonces, la tarea no consiste en hacer agregación de los movimientos sociales a través de la representación electoral, dándole satisfacción a cada demanda particular en los límites del espacio institucional del Estado, sino que su misión consiste en articularlos en base a un movimiento popular que los supera en tanto combate universalmente la causa central de la dominación: el capitalismo.

La izquierda del siglo XXI, en definitiva, debe autocomprenderse no solo como productor sino también como producto histórico. Por ello, haciendo análisis y síntesis de las manifestaciones espectrales de la dominación capitalista, debe poner su énfasis en la toma del poder, pero, a diferencia de la perspectiva progresista, ya no reducida a la coyuntura táctica que representa la toma de la dirección del Estado, sino como el resultado de un largo proceso de politización de alta intensidad de las clases populares, que asumen por horizonte el retroceso progresivo de la lógica mercantil del capitalismo y, por ende, el avance de la lógica democrática del socialismo.

Francisco Díaz González es Licenciado en Historia de la Universidad de Chile; Profesor de Historia de la UDP; y actualmente estudiante de doctorado en Historia Latinoamericana, Universidad Libre de Berlín.http://www.redseca.cl/?p=5613

Google invierte millones para lograr la inmortalidad


Cabezas humanas de robots. Imagen: Quay

El transhumanismo es una tendencia o corriente filosófica de la que parecen haberse adueñado los gurús de las tecnológicas. El concepto hace referencia a la vida más allá de los límites biológicos, que se concibe desde una fusión del humano con la máquina. 

Compañías como Google, Microsoft, IBM o Apple coinciden en que el sueño de la inmortalidad está más cerca que nunca y la inversión en él es un caballo ganador.

Según relata el diario La Vanguardia, Google invierte miles de millones en desarrollar el transhumanismo. A nivel práctico, esto se aborda desde tres áreas del conocimiento: la genética, la nanotecnología y la robótica.

El primer ámbito es el faro que ilumina el camino a la detención del envejecimiento y las enfermedades de las células. Ahí, Google ha apostado por crear sus filiales Calico y 23andMe, cuyo fin es aumentar la esperanza de vida en 20 años para el 2035.

La nanotecnología implica la creación de chips cada vez más precisos y pequeños que, insertados en nuestro organismo, puedan reparar los daños celulares. En este sentido, Google está detrás de un proyecto de lentillas inteligentes para diabéticos que son capaces de medir sus niveles de glucemia en tiempo real.

Por último, la robótica está relacionada con la inteligencia artificial, a la que aspira el transhumanismo. En este ámbito, Google ha realizado una apuesta fuerte por Google Car, aunque también posee las principales ocho empresas dedicadas a la robótica. En la primera, están dando pasos de gigante y ya prueban vehículos que pueden conducir de modo autónomo y sin tener accidentes durante miles de kilómetros.

Según previsiones de la compañía, en el año 2025 estarán comercializados con un precio asequible para los consumidores.

Estado Islámico planea matar a la reina Isabel II en un atentado el 15 de agosto

Publicado: 9 ago 2015 04:27 GMT
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Yihadistas británicos del Estado Islámico tendrían planeado matar a la reina Isabel II del Reino Unido el próximo fin de semana en un ataque al estilo del atentado del maratón de Boston (EE.UU.) perpetrado en 2013 por los hermanos Tsarnáyev.

Las unidades especiales de Scotland Yard y el MI5 (la inteligencia británica) están en una frenética carrera contra el tiempo para frustrar el atentado orquestado desde Siria, y que se llevaría a cabo en Londres el próximo 15 de agosto durante las celebraciones previstas por el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, informa 'Daily Mail'.

Entre los planes del Estado Islámico para concretar su acometido estaría hacer estallar unartefacto explosivo improvisado como el detonado por los hermanos chechenosTsarnáyev en el maratón de Boston en abril del 2013.

Otro objetivo del EI, además de la reina, sería el príncipe Carlos de Gales y el primer ministro británico, David Cameron. Sin embargo, a pesar de haber sido advertida sobre el posible atentado, Isabel II ha manifestado su determinación de asistir al evento, destaca el tabloide.

Rescate de patrimonio cultural de Cienfuegos atiende la modernidad

La otrora villa de Fernandina de Jagua fue fundada por colonos franceses.
CULTURA Redacción IPS Cuba 9 agosto, 2015 


El objetivo común es rescatar y desarrollar el Centro Histórico.

La Habana, 9 ago. La conservación del patrimonio, el desarrollo de nuevos espacios socioculturales, el rescate de edificaciones para viviendas y la formación de jóvenes en diversos oficios, son prioridades que se entremezclan en el Centro Histórico de la sureña ciudad de Cienfuegos, a 232 kilómetros de La Habana.

Inspirada, asesorada y gestionada por la Oficina del Conservador, la labor persigue mantener la vida de esta villa, fundada en el siglo XIX cuyo centro ostenta la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad, como reconocimiento a las ciudades más modernas y que cumplió en abril pasado 196 años.

En declaraciones a la Redacción de IPS Cuba, el arquitecto Irán Millán Cuétara, conservador de la ciudad, dijo que “la oficina gestiona siempre nuevos proyectos, porque sí tenemos que conservar la arquitectura heredada y el patrimonio pero a su vez, debemos insuflarle vida, de modo que Cienfuegos siga desarrollándose a través de su patrimonio cultural”.

Con esta filosofía, apuntó, se reciclan viejos inmuebles para nuevas funciones, acorde a los valores patrimoniales que tienen, lo cual permite prolongar la vida útil de valiosas edificaciones de una manera sostenible.


Se reciclan viejos inmuebles para nuevas funciones, acorde a sus valores patrimoniales.

“Siempre estamos trabajando en la conservación del Centro Histórico, sus espacios principales, su bulevar y Paseo del Prado, pero esa actividad también se ha extendido a la zona de Punta Gorda —al final del Malecón que bordea una parte de la bahía—, donde el Ministerio del Turismo realiza acciones que favorecen la arquitectura moderna, que también forma parte de nuestro patrimonio”, sostuvo.

Entre los proyectos actuales se encuentran el rescate del litoral, por la potencialidad de la llamada Perla del Sur como destino del turismo de cruceros, que permitirá a los pasajeros desplazarse al Centro Histórico y transitar por todos sus espacios.

“Recientemente concluimos el corredor Santa Isabel, convertido en calle peatonal, que vincula espacios públicos muy importantes, el parque José Martí (antigua Plaza de Armas) con el Parque de la Aduana y el Muelle Real, un destino marítimo de gran relevancia”, explicó.

Al quedar rehabilitada la vía, se han insertado trabajadores por cuenta propia (no estatales), artesanos del Fondo Cubano de Bienes Culturales y otros pequeños negocios como restaurantes, cafeterías y galerías que han abierto los vecinos, “algo que ha propiciado dinamizar este corredor, hoy un paso obligado para quienes visitan Cienfuegos”, señaló.

En el contexto de apertura económica que vive Cuba, la Oficina del Conservador ha optado por introducir una modalidad interesante, existente en otras ciudades patrimoniales: rehabilitar establecimientos en desuso o entidades estatales no explotadas adecuadamente, y darlos en arrendamiento a cooperativas no agropecuarias y emprendedores independientes.

“Se trata de espacios en lugares muy valiosos, y que ellos los están remodelando e incorporando su imagen cultural junto con los servicios. Entre ellos está el Café Paulina, dedicado a Paulina Álvarez, la emperatriz del danzonete cubano, en una de las esquinas más importantes del parque José Martí”, ejemplificó.

El parque José Martí, emblemático espacio de la ciudad de Cienfuegos.

Sin embargo, como el 90 por ciento de las edificaciones del Centro Histórico lo constituyen las viviendas, estas no son relegadas en los proyectos de la entidad.

Un programa junto con la Dirección de la Vivienda dirige el presupuesto hacia moradas de la zona declarada Patrimonio de la Humanidad, mediante un plan de erradicación de cuarterías y antiguos hoteles que son rehabilitados para convertirlos en viviendas decorosas. Respetando las regulaciones urbanas, estos inmuebles imprimen el sello del siglo XXI al Centro Histórico, aseguró Millán.

De acuerdo con el Conservador, “no solo se trabaja con las viviendas porque tengan valor patrimonial, sino que existen diferentes programas en inmuebles ubicados en el Centro Histórico que están necesitados de este accionar”.

Por otra parte, junto al Ministerio del Turismo trabajan en el rescate de varios hoteles que estaban ocupados por familias, entre ellos, el Ciervo de Oro, Florida y Bahía, para devolverles su vocación original de alojamiento.

“En estos casos, la población salió beneficiada porque no existe expropiación, ni desalojo, sino convenios y negociaciones con los propietarios para reubicarlos en nuevos destinos”, indicó.

Buena parte de las acciones constructivas las realizan jóvenes egresados de la Escuela de Oficios de la Oficina del Conservador. “Hemos graduado a 92 muchachos en ocho especialidades, luego de capacitarlos durante dos años. Hoy trabajan mayoritariamente en el sector privado o en cooperativas, lo que nos da posibilidad de contratar estos nuevos actores para restaurar inmuebles”, afirmó.

“Son esos los jóvenes que trabajan en la restauración de la Catedral de Cienfuegos, auspiciada por la Iglesia, y asesorada y aprobada por la Oficina, lo que permite se amplíe su radio de acción a todas las áreas de la ciudad”, enfatizó Millán.

Entre las singularidades de la gestión de patrimonio en la llamada Perla del Sur, a diferencia de otras urbes patrimoniales, está que no cuenta con un impuesto sobre las operaciones comerciales para la conservación.

“La Oficina tiene la autoridad necesaria para que todos los actores, con sus presupuestos, se subordinen al plan de manejo para el centro histórico, y son los tenientes estatales de las edificaciones quienes contribuyen al objetivo común de rescatar y desarrollar el Centro Histórico, como resultado de una voluntad política para dar continuidad a esta labor”, explicó. (2015)