En este artículo: Elecciones, España, Podemos
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, cuyo partido se convirtió hoy en el tercero más votado en las elecciones generales españolas, demandó al resto de las fuerzas políticas un acuerdo para blindar en la Constitución los derechos sociales.
Con más del 20 por ciento de respaldo electoral -unos cinco millones de votos- y 69 escaños en el Congreso de los Diputados, Iglesias advirtió que cualquier acuerdo de la formación emergente pondrá sobre la mesa la necesidad de proteger los servicios públicos.
España votó un cambio de sistema y eso tiene una implicación imprescindible e inaplazable que es la reforma constitucional, dijo el joven profesor universitario a sus seguidores, reunidos en una céntrica plaza de Madrid para celebrar el ascenso de Podemos en los comicios.
Hoy nació una nueva España y se acabó el sistema del turno, indicó el máximo dirigente de la formación emergente, en alusión al fin del bipartidismo en este país europeo, encarnado durante décadas por los partidos Popular (PP) y Socialista Obrero Español (PSOE).
Subrayó que en sus primeras elecciones generales, Podemos, en alianza con otros movimientos progresistas y sociales, se transformó en la primera fuerza en las autonomías de Cataluña y el País Vasco, y quedó segunda en Madrid, Valencia, Galicia, Navarra e Islas Baleares.
Insistió en el blindaje de la carta magna para proteger el derecho a una vivienda digna y a una salud y educación públicas.
Abogó, además, por una reforma del sistema electoral para hacerlo más proporcional -el actual favorece a los dos partidos tradicionales- y la inclusión de un revocatorio al gobierno a mitad del mandato si incumple su programa.
Un ejecutivo que no cumpla será revocado, sentenció Iglesias, quien se comprometió a defender la justicia social y combatir la corrupción.
Los 69 diputados de Podemos tenderán la mano a las otras agrupaciones para hacer cambios constitucionales antes de hablar de cualquier otra cosa, remarcó.
En los comicios de este domingo, el PP resultó el más votado, con 28,7 por ciento de los votos y obtuvo 123 escaños en la Cámara baja, lejos de la mayoría absoluta de 176 asientos que necesita su líder, Mariano Rajoy, para mantenerse en el poder otros cuatro años.
Ni siquiera con el apoyo de Ciudadanos (centroderecha), considerado su aliado natural y con apenas 40 representantes en el parlamento, los conservadores lograrían el margen necesario para gobernar, según refleja el 99 por ciento de los votos escrutados.
El PSOE, que junto al PP encarnan décadas de bipartidismo con la alternancia en el gobierno, quedó en la segunda posición con 90 diputados y 22 por ciento de respaldo.
(Por información de Prensa Latina)