A nuevas ciencias que todo lo invaden, reforman y minan, nuevas cátedras.
Es criminal el divorcio entre la educación que se recibe en una época, y la época.
Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido; es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida.
En tiempos teológicos, universidad teológica. En tiempos científicos, universidad científica.”
Obras Completas. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975. VIII, 281: “Escuela de Electricidad”. La América, Nueva York, noviembre de 1883.
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