Mi blog sobre Economía

lunes, 28 de marzo de 2016

EE.UU.: Cierran el Congreso y la Casa Blanca por disparos en el Capitolio

Publicado: 28 mar 2016 19:03 GMT | Última actualización: 28 mar 2016 19:42 GMT

Según la información disponible, un policía ha resultado herido y el autor del tiroteo ya se encuentra detenido.

Joshua RobertsReuters

Las instalaciones del Congreso y la Casa Blanca en Washington (Estados Unidos) han sido cerradas después de que se hayan producido disparos en el centro de visitantes del Capitolio, informa ABC News.

Los medios locales indican que nadie puede entrar o salir de los edificios del complejo del Congreso y las autoridades han aconsejado a quienes se encuentren en la zona que "busquen refugio de manera inmediata".

De acuerdo con estas informaciones, los disparos se efectuaron en el centro de visitantes del Capitolio, una instalación subterránea en el lado este del edificio principal.

Durante el tiroteo, un policía recibió heridas leves. Por su parte, el autor de los hechos ya ha sido capturado y puesto bajo custodia.

Tras el suceso, el Congreso estadounidense ha reabierto sus instalaciones a las 15:10, hora local.

El Departamento de la Policía de Washington ha descartado que la población de la ciudad corra peligro. "Se trata de un incidente aislado en el Capitolio de EE.UU. No existe amenaza para la población", indica el mensaje que las autoridades han publicado en Facebook.

Fidel Castro: "No necesitamos que el Imperio nos regale nada"

Publicado: 28 mar 2016 10:24 GMT | Última actualización: 28 mar 2016 15:45 GMT

"Somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo", escribe el expresidente cubano Fidel Castro.

En el marco del histórico viaje del presidente estadounidense a Cuba, el expresidente de este país Fidel Castro ha publicado un artículo, titulado 'Hermano Obama', en el portal Cuba Debate en que critica las palabras pronunciadas en la isla por Obama. "Mi modesta sugerencia es que reflexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana", se dirige Fidel Castro a Obama.

"Vine aquí para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas. Vine aquí extendiendo la mano de amistad al pueblo cubano", cita las palabras de Obama en su artículo el líder de la Revolución Cubana. Castro vuelve a citar a Obama cuando este afirmó que "ambos [países] vivimos en un nuevo mundo colonizado por europeos" y que "Cuba, al igual que Estados Unidos, fue constituida por esclavos traídos de África; al igual que Estados Unidos, el pueblo cubano tiene herencias en esclavos y esclavistas", lo cual, admite el exmandatario cubano, es "enteramente novedoso para la mayoría de nosotros [cubanos]". 

Sin embargo, concluye Fidel Castro, las poblaciones nativas no existen para Obama. "Tampoco dice que la discriminación racial fue barrida por la Revolución; que el retiro y el salario de todos los cubanos fueron decretados por esta antes de que el señor Barack Obama cumpliera 10 años", sentencia el exlíder cubano.

"Nada podrá justificar aquel alevoso ataque"

En su artículo, Fidel Castro recuerda los trágicos sucesos sufridos por los cubanos el año 1961, cuando "apenas un año y tres meses después del Triunfo de la Revolución, una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaviones de Estados Unidos, atacando por sorpresa a nuestro país". "Nada podrá justificar aquel alevoso ataque que costó a nuestro país cientos de bajas entre muertos y heridos", opina el líder de la Revolución Cubana.

"Corríamos el riesgo de un infarto al escucharlo"

El expresidente cubano critica también uno de los llamamientos de Obama en Cuba: "Miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza". "Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos", escribe Fidel Castro. 

El exmandatario cubano recuerda en su artículo a las víctimas de "los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, múltiples actos de violencia y de fuerza, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias".

"No necesitamos que el imperio nos regale nada", concluye Fidel Castro. El expresidente cubano remata afirmando que los cubanos "somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo". 

Mi modesta sugerencia es que reflexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana

Hito histórico

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estuvo en Cuba de visita oficial entre el 20 y el 22 de marzo. Se trata de un hito histórico, ya que es el primer mandatario norteamericano que acude a la isla en más de 80 años. 
Leyes anticubanas 

Pese a la suavización del régimen de sanciones que ha comenzado el presidente Obama, aún quedan varias leyes importantes que forman parte del embargo unilateral de EE.UU. contra Cuba, sin cuyo levantamiento será imposible alcanzar logros esenciales en el proceso de normalización.

Por ejemplo, en 1992 EE.UU. adoptó la llamada ley Torricelli que, además de establecer medidas para limitar el transporte marítimo a Cuba, prohíbe el comercio con el país caribeño a las empresas subsidiarias de compañías estadounidenses establecidas en terceros países.

LA GUERRA RADIAL Y TELEVISIVA CONTRA CUBA

Por Pedro Martínez Pírez

Este domingo 27 de marzo se cumplieron 26 años de las ilegales transmisiones hacia Cuba de la Televisión Martí, algo de lo cual no habló durante su reciente visita a La Habana el presidente estadounidense Barack Obama, quien sin embargo citó en varias ocasiones algunos pensamientos del apóstol de la independencia cubana.

Pero el uso del nombre de José Martí en la guerra de Estados Unidos contra Cuba en este ámbito comenzó el 20 de mayo de 1985 con la creación de la Radio Martí, que emite desde la ciudad de Miami, al igual que la televisión, una programación de 24 horas destinada a desestabilizar a Cuba, y le cuesta millones de dólares anuales a los contribuyentes del vecino del Norte.

José Martí vivió y trabajó durante casi quince años en los Estados Unidos donde fundó en 1892 el periódico PATRIA y el Partido Revolucionario Cubano para lograr la independencia de Cuba y auxiliar y fomentar la de Puerto Rico.

Viví en el monstruo y le conozco las entrañas y mi honda es la de David, dijo José Martí en su carta al amigo mexicano Manuel Mercado, el 18 de mayo de 1895, en la víspera de su caída en Dos Ríos, en el oriente de Cuba. En esa misiva, considerada el testamento político del Apóstol, revela José Martí que el sentido de su lucha era el de lograr a tiempo la independencia de Cuba y evitar con ello que Estados Unidos se extendiera por las Antillas y cayera con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América.

Del pensamiento antiimperialista de José Martí no habló en La Habana el presidente Barack Obama, quien tampoco se refirió a la gravísima ofensa proferida a la memoria del Apóstol por los gobiernos de Estados Unidos al crear y financiar, hasta hoy, como basamento de la guerra radial y televisiva contra Cuba, las mal llamadas radio y televisión Martí, que violan no sólo la soberanía cubana, sino también las normas de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

A menos de un mes del Congreso del Partido

El Sép­timo Congreso del Partido dará inicio el próximo 16 de abril, cuando se conmemora el aniversario 55 de la proclamación del carácter socialista de la Revolución y exactamente cinco años después de la apertura del Sexto y será continuidad del anterior y de la Primera Conferencia Na­cional del Partido


Nos separa menos de un mes del Sép­timo Congreso del Partido, que dará inicio el próximo 16 de abril, cuando se conmemora el aniversario 55 de la proclamación del carácter socialista de la Revolución y exactamente cinco años después de la apertura del Sexto. Se extenderá hasta el día 19. Se cumple así, rigurosamente, uno de los Objetivos (el número 17) aprobados por la Primera Conferencia Nacional: mantener la periodicidad establecida en los Estatu­tos para la celebración de los congresos del Partido.

El pasado 29 de febrero, Granma publicó una amplia información sobre el proceso de elección de los delegados al Congre­so y al día siguiente reflejó el inicio, en to­das las provincias simultáneamente, de las reu­niones de consulta de los documentos que serán sometidos a debate en el máximo evento partidista.

Han llegado a la redacción del periódico, por diversas vías, inquietudes de militantes del Partido (y también de no militantes), que preguntan las causas de que en esta ocasión no se haya previsto un proceso de discusión popular similar al efectuado hace un lustro en torno al proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

El hecho de que se expresen criterios o dudas en este sentido no es en absoluto criticable, menos aún cuando provienen de personas genuinamente preocupadas por el trabajo del Partido y los destinos del país. Todo lo contrario: es muestra de la democracia y la participación que son ca­racterísticas intrínsecas del socialismo que construimos. El propio Ge­ne­ral de Ejér­ci­to, al clausurar la Primera Con­ferencia Na­cional de la organización, llamaba a “fo­men­tar un clima de máxima confianza y la creación de las condiciones requeridas en todos los niveles para el más amplio y sincero intercambio de opiniones, tanto en el seno de la organización, como en sus vínculos con los trabajadores y la población (…)”.

Y es que ha sido una tradición (más bien: un derecho político conquistado), a lo largo de la historia de la Revolución, que las grandes decisiones se han consultado invariablemente con el pueblo. En la Pla­za de la Revolución José Martí se adoptaron la Primera y Segunda Declaraciones de La Habana, y con similar participación popular se aprobó la de Santiago de Cuba, en los años sesenta. El voto abrumador de la inmensa mayoría dotó de una Cons­titución socialista a nuestra Repú­bli­ca. Y en los momentos más duros del periodo especial, los parlamentos obreros, a lo lar­go y ancho del país, ratificaron que Cu­ba seguiría siendo un eterno Baraguá.

Está fresca en la memoria de todos la ma­nera ejemplar en que se discutió el proyecto original de 291 lineamientos, que se publicó el 9 de noviembre del 2010. En tres meses (de diciembre de ese año a fe­brero del 2011) se debatió por todo el pueblo, en 163 079 reuniones, con 8 913 838 participantes. Se realizaron 3 019 471 intervenciones, que se agruparon en 781 644 opiniones. Todas fueron analizadas de­talladamente, y como resultado se man­tuvieron 94 lineamientos (el 32 %), 197 se modificaron o integraron con otros (el 68 % restante) y se incorporaron 36 li­neamientos nuevos. Los 311 lineamientos re­sul­tantes fueron discutidos inicialmente en las provincias y luego en las sesiones del Congreso por los delegados e invitados. Se modificaron 86 lineamientos (el 28 % de los 311) y se aprobaron dos nuevos. Así se conformó la redacción definitiva de los 313 lineamientos, expresión ge­nuina de la voluntad del pueblo, la cual fue ratificada, tras el Congreso, por la Asamblea Nacio­nal del Poder Popular.

El Congreso acordó las vías para evitar que se engavetaran sus acuerdos. Orientó al gobierno la creación de una Comisión Per­manente para la Implementación y Desa­rrollo, que sin me­noscabar las funciones de los Organismos de la Administración Cen­tral del Estado garantizara la coordinación e integralidad del complejo proceso de actualización del modelo. E indicó que el Partido en todos los niveles controlara, impulsara y exigiera el cumplimiento de los lineamientos aprobados.

Desde entonces, tanto el Pleno del Co­mité Central como la Asamblea Nacional han analizado dos veces al año la ejecución práctica de lo acordado, sobre lo cual se ha brindado una amplia información por los distintos medios de prensa, y de igual forma se ha hecho con relación a las reuniones del Consejo de Ministros donde se aprueban las políticas que van asegurando la implementación de los lineamientos.

Siempre estuvo claro que no sería fácil, porque no se trata de un experimento en un laboratorio aséptico, sino de cardinales transformaciones a escala social bajo las premisas inviolables de no aplicar las so­corridas terapias de shock de los países capitalistas ni dejar a nadie abandonado a su suerte. Y todo ello con el trasfondo de una crisis económica internacional y el ponzoñoso bloqueo omnipresente.

Sobre ello alertaba el compañero Raúl en su Informe Central al congreso: “Esta­mos convencidos de que la tarea que tenemos por delante en este y en los demás asuntos vinculados a la actualización del modelo económico está llena de complejidades e interrelaciones que tocan, en ma­yor o menor medida, todas las facetas de la sociedad en su conjunto y por ello sabemos que no es una cuestión a resolver en un día, ni siquiera en un año y que demandará por lo menos un quinquenio desplegar su implementación con la armonía e integralidad requeridas…”.

Y así ha sido. El balance de lo realizado en el quinquenio arroja que el 21 % de los lineamientos ya fue implementado, mientras que el 77 % está en ese proceso. El 2 % restante (cinco lineamientos) no se ha ejecutado por causas diversas. Debe tenerse en cuenta que una parte importante de las transformaciones más complejas comenzó a implementarse en el 2014 y el 2015, y recién comienzan a verse sus frutos iniciales.

Por todo ello más que desplegar, a mi­tad de camino, un nuevo proceso de debate a escala de toda la sociedad, lo que corresponde es terminar lo iniciado, continuar la ejecución de la voluntad popular expresada hace cinco años, y seguir avanzando por el rumbo que trazó el Sexto Congreso.

De tal modo, se llega al Séptimo Con­greso tras celebrar las asambleas de balance de las organizaciones de base del Par­tido, así como de los Comités municipales y provinciales. Los informes presentados en las provincias fueron publicados íntegramente en los periódicos locales, y su contenido debatido
con cientos de colectivos en todo el país.

Los documentos que se llevan al Con­greso son el resultado de una elaboración colectiva en la que participaron decenas de funcionarios, investigadores de las cien­cias económicas y sociales, y profesores. Se analizaron en el Consejo Científico asesor de la Comisión de Implementación in­tegrado por más de 130 especialistas de alta calificación.

Posteriormente, en los Plenos del Co­mité Central de diciembre del 2015 y enero de este año fueron discutidos los documentos, que llegaron aquí tras ser perfeccionados en aproximaciones sucesivas. Las observaciones y propuestas realizadas por los miembros de este organismo de dirección partidista fueron tenidas en cuenta en la nueva versión de cada uno de los seis textos que finalmente fueron so­metidos a un profundo escrutinio en las reuniones de consulta efectuadas al unísono, en la primera semana de marzo, en todas las provincias.

En estas reuniones estuvieron presentes los mil delegados al Congreso, propuestos desde la base y electos democráticamente, que re­pre­sentan a la militancia del Partido y al pueblo cubano en su conjunto. Las mujeres tienen una elevada presencia (son el 43 %), y aunque por razones lógicas a un evento de esta naturaleza como regla son elegidos compañeras y compañeros que acumulan una experiencia considerable, hay 55 jóvenes me­nores de 35 años entre los delegados.

Asistieron también a las reuniones de consulta más de 3 500 invitados, que igualmente realizaron propuestas para enriquecer los documentos. Entre ellos participaron todos los diputados a la Asam­blea Nacio­nal, representantes de Organismos de la Administración Central del Estado, profesores universitarios, investigadores de cen­tros científicos, combatientes, dirigentes de base de las organizaciones de ma­sas, representantes de nuestra sociedad civil, líderes religiosos, estudiantes, campesinos, intelectuales y artistas, incluyendo no militantes.

Uno de los documentos valoró la marcha de la economía en el quinquenio 2011-2015; otro, el cumplimiento de la im­plementación de los lineamientos; y un tercero, la actualización de estos para la etapa 2016-2021.

El cuarto, de mucho calado teórico, re­coge una conceptualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista. El quinto es el Programa de de­sa­rrollo económico y social hasta el 2030. Ambos enfocan el país que queremos: constituyen la expresión de la estrategia económica y social de la na­ción, cuya táctica para alcanzarla son justamente los lineamientos y su implementación. Su fun­damento está en los contenidos de los lineamientos aprobados por el Sexto Con­gre­so y reflejan su continuidad y desarrollo. Por tanto, no significan algo diferente en el camino emprendido, sino un escalón superior que se apoya en lo consultado y discutido con toda la militancia y el pueblo.

El sexto documento valora el estado del cumplimiento de los Objetivos de trabajo apro­bados en la Primera Conferencia Na­cio­nal del Partido en enero del 2012, el cual en general presenta un balance favorable, y proyecta su continuidad.

Puede imaginarse la complejidad de la elaboración de esos documentos, que en algunos casos requirió un tiempo mayor al supuesto inicialmente.

Ellos están estrechamente relacionados entre sí, analizan lo realizado hasta el momento, lo que resta por hacer y encaran el futuro en el orden económico-social y político-ideológico. No pueden verse con un prisma estático: serán debatidos en el Séptimo Congreso y como sus antecesores tendrán que ser sometidos a evaluaciones periódicas.

El Séptimo Congreso dará continuidad al anterior y a la Primera Conferencia Na­cional del Partido, y permitirá delinear con mucha más exactitud el camino a recorrer para que nuestra nación, soberana y verdaderamente independiente des­de el triun­fo del Primero de Enero de 1959, pueda construir un socialismo próspero y sostenible.

El hermano Obama


Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz 

28 de marzo de 2016 01:03:16

Los reyes de España nos trajeron a los conquistadores y dueños, cuyas huellas quedaron en los hatos circulares de tierra asignados a los buscadores de oro en las arenas de los ríos, una forma abusiva y bochornosa de explotación cuyos vestigios se pueden divisar desde el aire en muchos lugares del país.

El turismo hoy, en gran parte, consiste en mostrar las delicias de los paisajes y saborear las exquisiteces alimentarias de nuestros mares, y siempre que se comparta con el capital privado de las grandes corporaciones extranjeras, cuyas ganancias si no alcanzan los miles de millones de dólares per cápita no son dignas de atención alguna.

Ya que me vi obligado a mencionar el tema, debo añadir, principalmente para los jóvenes, que pocas personas se percatan de la importancia de tal condición en este momento singular de la historia humana. No diré que el tiempo se ha perdido, pero no vacilo en afirmar que no estamos suficientemente informados, ni ustedes ni nosotros, de los conocimientos y las conciencias que debiéramos tener para enfrentar las realidades que nos desafían. Lo primero a tomar en cuenta es que nuestras vidas son una fracción histórica de segundo, que hay que compartir además con las necesidades vitales de todo ser humano. Una de las características de este es la tendencia a la sobrevaloración de su papel, lo cual contrasta por otro lado con el número extraordinario de personas que encarnan los sueños más elevados.

Nadie, sin embargo, es bueno o es malo por sí mismo. Ninguno de nosotros está diseñado para el papel que debe asumir en la sociedad revolucionaria. En parte, los cubanos tuvimos el privilegio de contar con el ejemplo de José Martí. Me pregunto incluso si tenía que caer o no en Dos Ríos, cuando dijo “para mí es hora”, y cargó contra las fuerzas españolas atrincheradas en una sólida línea de fuego. No quería regresar a Estados Unidos y no había quién lo hiciera regresar. Alguien arrancó algunas hojas de su diario. ¿Quién cargó con esa pérfida culpa, que fue sin duda obra de algún intrigante inescrupuloso? Se conocen diferencias entre los Jefes, pero jamás indisciplinas. “Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”, declaró el glorioso líder negro Antonio Maceo. Se reconoce igualmente en Máximo Gómez, el jefe militar más disciplinado y discreto de nuestra historia.

Mirándolo desde otro ángulo, cómo no admirarse de la indignación de Bonifacio Byrne cuando, desde la distante embarcación que lo traía de regreso a Cuba, al divisar otra bandera junto a la de la estrella solitaria, declaró: “Mi bandera es aquella que no ha sido jamás mercenaria…”, para añadir de inmediato una de las más bellas frases que escuché nunca: “Si deshecha en menudos pedazos llega a ser mi bandera algún día… ¡nuestros muertos alzando los brazos la sabrán defender todavía!…”. Tampoco olvidaré las encendidas palabras de Camilo Cienfuegos aquella noche, cuando a varias decenas de metros bazucas y ametralladoras de origen norteamericano, en manos contrarrevolucionarias, apuntaban hacia la terraza donde estábamos parados. Obama había nacido en agosto de 1961, como él mismo explicó. Más de medio siglo transcurriría desde aquel momento.

Veamos sin embargo cómo piensa hoy nuestro ilustre visitante:

“Vine aquí para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas. Vine aquí extendiendo la mano de amistad al pueblo cubano”.

De inmediato un diluvio de conceptos, enteramente novedosos para la mayoría de nosotros:

“Ambos vivimos en un nuevo mundo colonizado por europeos”. Prosiguió el Presidente norteamericano. “Cuba, al igual que Estados Unidos, fue constituida por esclavos traídos de África; al igual que Estados Unidos, el pueblo cubano tiene herencias en esclavos y esclavistas”.

Las poblaciones nativas no existen para nada en la mente de Obama. Tampoco dice que la discriminación racial fue barrida por la Revolución; que el retiro y el salario de todos los cubanos fueron decretados por esta antes de que el señor Barack Obama cumpliera 10 años. La odiosa costumbre burguesa y racista de contratar esbirros para que los ciudadanos negros fuesen expulsados de centros de recreación fue barrida por la Revolución Cubana. Esta pasaría a la historia por la batalla que libró en Angola contra el apartheid, poniendo fin a la presencia de armas nucleares en un continente de más de mil millones de habitantes. No era ese el objetivo de nuestra solidaridad, sino ayudar a los pueblos de Angola, Mozambique, Guinea Bissau y otros del dominio colonial fascista de Portugal.

En 1961, apenas un año y tres meses después del Triunfo de la Revolución, una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaviones de Estados Unidos, atacando por sorpresa a nuestro país. Nada podrá justificar aquel alevoso ataque que costó a nuestro país cientos de bajas entre muertos y heridos. De la brigada de asalto proyanki, en ninguna parte consta que se hubiese podido evacuar un solo mercenario. Aviones yankis de combate fueron presentados ante Naciones Unidas como equipos cubanos sublevados.

Es de sobra conocida la experiencia militar y el poderío de ese país. En África creyeron igualmente que la Cuba revolucionaria sería puesta fácilmente fuera de combate. El ataque por el Sur de Angola por parte de las brigadas motorizadas de Sudáfrica racista los lleva hasta las proximidades de Luanda, la capital de este país. Ahí se inicia una lucha que se prolongó no menos de 15 años. No hablaría siquiera de esto, a menos que tuviera el deber elemental de responder al discurso de Obama en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.

No intentaré tampoco dar detalles, solo enfatizar que allí se escribió una página honrosa de la lucha por la liberación del ser humano. De cierta forma yo deseaba que la conducta de Obama fuese correcta. Su origen humilde y su inteligencia natural eran evidentes. Mandela estaba preso de por vida y se había convertido en un gigante de la lucha por la dignidad humana. Un día llegó a mis manos una copia del libro en que se narra parte de la vida de Mandela y ¡oh, sorpresa!: estaba prologado por Barack Obama. Lo ojeé rápidamente. Era increíble el tamaño de la minúscula letra de Mandela precisando datos. Vale la pena haber conocido hombres como aquel.

Sobre el episodio de Sudáfrica debo señalar otra experiencia. Yo estaba realmente interesado en conocer más detalles sobre la forma en que los sudafricanos habían adquirido las armas nucleares. Solo tenía la información muy precisa de que no pasaban de 10 o 12 bombas. Una fuente segura sería el profesor e investigador Piero Gleijeses, quien había redactado el texto de “Misiones en conflicto: La Habana, Washington y África 1959-1976”; un trabajo excelente. Yo sabía que él era la fuente más segura de lo ocurrido y así se lo comuniqué; me respondió que él no había hablado más del asunto, porque en el texto había respondido a las preguntas del compañero Jorge Risquet, quien había sido embajador o colaborador cubano en Angola, muy amigo suyo. Localicé a Risquet; ya en otras importantes ocupaciones estaba terminando un curso del que le faltaban varias semanas. Esa tarea coincidió con un viaje bastante reciente de Piero a nuestro país; le había advertido a este que Risquet tenía ya algunos años y su salud no era óptima. A los pocos días ocurrió lo que yo temía. Risquet empeoró y falleció. Cuando Piero llegó no había nada que hacer excepto promesas, pero ya yo había logrado información sobre lo que se relacionaba con esa arma y la ayuda que Sudáfrica racista había recibido de Reagan e Israel.

No sé qué tendrá que decir ahora Obama sobre esta historia. Ignoro qué sabía o no, aunque es muy dudoso que no supiera absolutamente nada. Mi modesta sugerencia es que reflexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana.

Hay una cuestión importante:

Obama pronunció un discurso en el que utiliza las palabras más almibaradas para expresar: “Es hora ya de olvidarnos del pasado, dejemos el pasado, miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, va a haber retos, y a esos vamos a darle tiempo; pero mi estadía aquí me da más esperanzas de lo que podemos hacer juntos como amigos, como familia, como vecinos, juntos”.

Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos. Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?

Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura.

Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta.


Fidel Castro Ruz

Marzo 27 de 2016

10 y 25 p.m.