14 mayo 2016 | + |
Foto: Archivo
Buena Vista Social Club, orquesta considerada embajadora de la música tradicional cubana en el mundo, se despide de los escenarios frente al público cubano con dos conciertos este fin de semana en el Teatro Karl Marx. El grupo culmina su Adios Tour, que los llevó a escenarios de los cinco continentes durante un año y medio.
A juicio de Eliades Ochoa -uno de los fundadores-, el Buena Vista Social Club se ha convertido en un mito y su legado se mantendrá en el tiempo porque el mundo no quiere que se acabe.
“Debíamos terminar el Adios Tour en Cuba, pues qué mejor lugar si no para hacerlo”, dijo.
La cantante Omara Portuondo confesó que no hubiera querido terminar nunca su trabajo con la agrupación, la cual le permitió llevar las sonoridades tradicionales de aquí por los cinco continentes.
“Aunque la mayoría de nuestras presentaciones fueron en otros países, decidimos cerrar en La Habana la gira de despedida porque nos encanta cantar para el público de la Isla”, señaló.
Según el laudista Barbarito Torres, otro de los veteranos de la alineación, el del Karl Marx será un nuevo show, donde incluirán temas poco conocidos del repertorio y también los icónicos de siempre, como El cuarto de Tula, Dos gardenias, Candela y el Chan chan.
Para el “Guajiro” Mirabal, el Buena Vista Social Club no se acabará nunca, además “saber que hemos hecho un buen trabajo nos permite retirarnos con alegría”.
Durante los conciertos en el Karl Marx, los días 14 y 15 de mayo, se presentarán imágenes y videos para recordar a aquellos músicos como Ibrahim Ferrer que fueron fundadores del proyecto, pero ya no están.
El Buena Vista logró imponerse desde sus inicios en el gusto de diversas generaciones, tanto en la escena nacional como foránea.
Conformado en su mayoría por veteranos músicos de esta isla caribeña, defensores a ultranza del son, el bolero, el danzón y la salsa, el proyecto reúne desde 1996 a prestigiosos cultores de los ritmos tradicionales cubanos, sobre todo aquellos de las décadas de 1930 a 1950.
Bajo la batuta del guitarrista y productor estadounidense Ry Cooder grabaron un álbum merecedor de un premio Grammy y un documental nominado al Oscar en el 2000.
En 2015, la orquesta sumó otro palmarés a su privilegiada carrera al actuar en la Casa Blanca, el primer grupo cubano en presentarse allí en medio siglo.
(Con información de PL)