7 junio 2017
Reconstrucción del cráneo de los primeros Homo sapiens a partir de fósiles de hace 315.000 años hallados en el yacimiento de Jebel Irhoud. Foto: MPI EVA Leipzig.
Se trata de los restos de tres adultos jóvenes, un adolescente y un niño de unos siete años. Han aparecido en el yacimiento de Jebel Irhoud, a unos cien kilómetros de Marrakech en el oeste de Marruecos. Tienen unos 315 mil años de antigüedad. Pero lo más extraordinario es que, con su cara moderna y su fina mandíbula, pertenecen inequívocamente al linaje del Homo sapiens . El descubrimiento, que se presenta esta semana en la revista Nature, arroja luz sobre el origen de nuestra especie, uno de los episodios más importantes y menos conocidos de la evolución humana.
Los autores del hallazgo fueron un equipo de investigación internacional dirigido por Jean-Jacques Hublin, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig, Alemania, y otro por Abdelouahed Ben-Ncer, del Instituto Nacional de Arqueología y Patrimonio (INSAP), en Rabat, Marruecos.
Los huesos fósiles de ‘Homo sapiens’ están acompañados de herramientas de piedra y huesos de animales.
Los hallazgos superan los 300 mil años y representan la evidencia fósil más antigua de la especie humana, según los autores. Estos Homo Sapiens vivieron 100 mil años antes que los anteriores fósiles más antiguos encontrados hasta la fecha. Los descubrimientos revelan una compleja historia evolutiva de la humanidad que probablemente involucró a todo el continente africano.
Tanto los datos genéticos de los seres humanos actuales como los restos fósiles apuntan a un origen africano del ‘Homo sapiens’. Anteriormente, los fósiles de esta especie más antiguos y con datación segura eran conocidos del sitio de Omo Kibish, en Etiopía, fechado en hace 195 mil años. En Herto, también en Etiopía, un fósil ‘Homo sapiens’ está fechado hace 160 mil años.
Jebel Irhoud, Marruecos,, nueva cuna de la humanidad. Foto: MPI EVA Leipzig.
Hasta ahora, la mayoría de los investigadores creían que todos los seres humanos que vivían hoy descendían de una población que vivía en África Oriental hace unos 200 mil años. “Solíamos pensar que había una cuna de la humanidad hace unos dos mil siglos en el este de África, pero nuestros nuevos datos revelan que el ‘Homo sapiens’ se extendió por todo el continente africano hace unos 300 mil años. Mucho antes de la dispersión fuera de África del ‘Homo sapiens’, hubo dispersión dentro de África”, dice el paleoantropólogo Jean-Jacques Hublin.
El sitio marroquí de Jebel Irhoud ha sido bien conocido desde la década de 1960 por sus fósiles humanos y por sus artefactos de la Edad de Piedra. Sin embargo, la interpretación de los homínidos de Irhoud ha sido complicada por las persistentes incertidumbres que rodean su edad geológica. El nuevo proyecto de excavación, que comenzó en 2004, dio lugar al descubrimiento in situ de nuevos fósiles de ‘Homo sapiens’, aumentando su número de seis a 22.
Estos hallazgos confirman la importancia de Jebel Irhoud como el sitio más antiguo y más rico de homínidos de la Edad Media de la Edad de Piedra en África, una etapa temprana de nuestra especie. Los restos fósiles de Jebel Irhoud comprenden cráneos, dientes y huesos largos de al menos cinco individuos. Para proporcionar una cronología precisa de estos hallazgos, los investigadores utilizaron el método de datación por termoluminiscencia sobre pedernales calentados encontrados en los mismos depósitos. Estos pedernales eran de aproximadamente hace 300 mil años y, por lo tanto, empujan hacia atrás los orígenes de nuestra especie en 100 mil años.
“Los sitios bien datados de esta época son excepcionalmente raros en África, pero tuvimos la suerte de que muchos de los artefactos de pedernal de Jebel Irhoud habían sido calentados en el pasado”, dice el experto en geocronología Daniel Richter, del Instituto Max Planck en Leipzig (Alemania). “Esto nos permitió aplicar métodos de datación de termoluminiscencia sobre los artefactos de pedernal y establecer una cronología consistente para los nuevos fósiles de homínidos y las capas sobre ellos”, explica Richter.