El texto presentado en La Habana fue escrito por el cardenal Jaime Ortega, una pieza clave durante las conversaciones secretas previas al deshielo.
El libro Encuentro, diálogo y acuerdo. El Papa Francisco, Cuba y Estados Unidos fue presentado justo el día en que el mandatario estadounidense, Donald Trump anunció un cambio de rumbo en la política de su país hacia Cuba.
Foto: Jorge Luis Baños_IPS
La Habana, 19 jun.- El libro Encuentro, diálogo y acuerdo. El Papa Francisco, Cuba y Estados Unidos (Ediciones Paulinas, 2017), devela aspectos desconocidos de la labor mediadora de la Iglesia Católica en el proceso de restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el 17 de diciembre de 2014.
Escrito por el cardenal Jaime Ortega, un testigo referencial del deshielo entre Washington y La Habana, el volumen detalla el aporte del Papa Francisco y diversas figuras eclesiásticas a las negociaciones, el rol del presidente cubano, Raúl Castro; y Barack Obama, el presidente de Estados Unidos entre 2008-2016; y otros sucesos apenas divulgados.
“Fue uno de los grandes momentos de mi vida sacerdotal, porque pude constatar privilegiadamente que siempre es posible el acercamiento y el diálogo”, afirmó Ortega en la presentación del texto, que tuvo lugar el viernes 16 de junio, en el Centro Cultural Padre Félix Varela, en la capital cubana.
El arzobispo de La Habana durante 35 años señaló que las conversaciones secretas transcurrieron con la ayuda de “una modalidad especial” de mediación, “cuyo escenario era el de dos eventuales interlocutores no comunicados entre sí y a quienes el santo padre quería poner en contacto”.
Explicó, además, que el Sumo Pontífice participó “en el proceso conciliador por medio de cartas personales enviadas a cada uno de los presidentes, y enviadas por un mismo portador, que al mismo tiempo debía explicar el pensamiento del Papa en relación a cuánto los separaba y al modo de superar esa distancia”.
A su juicio, “en la elección de un mensajero personal para ambos envíos” había una intención especial de que el portador de las misivas se convirtiera también “en un puente de comunicación entre los dos receptores del mensaje”.
Ortega fue designado el portador de las misivas.
“La diplomacia (del Papa Francisco) muestra su capacidad de poner el carisma al servicio del bien”, expresó el sacerdote.
Remarcó también su “profunda convicción de que sin estos tres hombres, el Santo Padre, Raúl Castro y Barack Obama, no se habría dado nunca este acuerdo”.
Para Ortega el acuerdo entre Cuba y la nación norteña instauró el diálogo “como un medio duradero para afrontar los problemas existentes y los que puedan surgir”.
El cardenal Jaime Ortega instó “a evitar que viejas o nuevas cargas añadidas por cualquiera de las dos partes puedan minar el diálogo”.
No obstante, instó “a evitar que viejas o nuevas cargas añadidas por cualquiera de las dos partes puedan minar el diálogo”.
El clérigo se refirió a los cambios en la política de Estados Unidos hacia la isla caribeña, dados a conocer el propio viernes por el actual presidente, Donald Trump, en la ciudad estadounidense de Miami.
Por su parte, el doctor Roberto Méndez, director de la revista Palabra Nueva, comentó que el libro del cardenal Ortega “se desmarca de las posiciones particulares de los gobiernos implicados, para insistir en la dimensión humana y espiritual del acercamiento”.
“No esperen de este volumen una colección de indiscretas revelaciones, tampoco hay en él un juicio sobre las razones históricas del prolongado diferendo entre Estados Unidos y Cuba, ni un pronóstico sobre la manera en que pudiera ponérsele fin”, subrayó el reconocido intelectual.
Precisó que la obra “trata de dar fe de cómo es posible desde la iglesia, con discreción y calidad, buscar la paz entre gobiernos enfrentados, no para favorecer a un bando o un sistema político, sino para obtener el don mayor de la reconciliación y la armonía”.
Méndez ponderó igualmente que el texto “no está redactado con las pretensiones del experto político, ni las del periodista especializado en las relaciones internacionales”.
En su opinión, Encuentro, diálogo y acuerdo. El Papa Francisco, Cuba y Estados Unidos procura informar “sobre los participantes en el proceso, no por sus funciones, ni por los estereotipos con los que se les mira en los grandes medios de comunicación, sino por su condición de personas”.
Recordó que “el llamado de la iglesia a la paz y la reconciliación no es una cuestión coyuntural e interesada, sino una obligación que nace del centro mismo de su misión y que en la historia de la humanidad hay una serie de ejemplos en los que la palabra cristiana ayudó a evitar catástrofes sociales”.
Al respecto, mencionó a San Francisco de Asís, Santa Catalina de Siena, San Juan XXIII, San Juan Pablo II y a la Santa Madre Teresa de Calcuta, entre otras figuras que constituyen referencias en el ámbito eclesiástico.
Para el escritor y profesor universitario, el libro de Ortega invita “a que las personas se pregunten: ¿Qué tengo yo que hacer, cristiano o no, por la paz, la reconciliación, la misericordia social?”, concluyó. (2017)