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miércoles, 5 de julio de 2017

EE.UU. está preparado para usar la opción militar y evitar la amenaza nuclear de Corea del Norte

Publicado: 5 jul 2017 19:27 GMT | Última actualización: 5 jul 2017 19:54 GMT

La embajadora de EE.UU. ante la ONU también ha anunciado que Washington presentará una nueva resolución para imponer más sanciones contra Pionyang.


Mike Segar / Reuters
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La representante de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, ha afirmado que Washington está preparado para utilizar la opción militar con vistas a evitar la amenaza nuclear de Corea del Norte.

Durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Haley ha asegurado que "la escalada desestabilizadora de Corea del Norte es una amenaza para todas las naciones" y ha indicado que las acciones de Pionyang "estáncerrando rápidamente" la posibilidad de encontrar "una solución diplomática".

La representante de EE.UU. ante la ONU ha insistido en que su país está preparado para emplear "toda nuestra capacidad para defendernos a nosotros mismos y a nuestros aliados" y ha recordado que unas de sus capacidades son sus "considerables fuerzas militares, que utilizarán "si es necesario".

Esta embajadora ha manifestado que EE.UU. "no busca la confrontación en la península coreana" y preferiría resolver el problema de Corea del Norte a través de medios diplomáticos. Sin embargo, ha anunciado que Washington presentará una nueva resolución ante la ONU para imponer más sanciones contra Pionyang, además de a todos los países con los que realiza negocios.

Este martes Corea del Norte probó con éxito su supuesto primer misil balístico intercontinental, el Hwasong-14, un proyectil que, según los analistas, podría alcanzar el territorio de Alaska y amenazar a EE.UU. El proyectil partió desde las cercanías de la localidad de Kusong, en el noroeste del país, y cayó al mar en la zona económica exclusiva de Japón. El Hwasong-14 recorrió 933 kilómetros, alcanzó una altura de 2.802 kilómetros y estuvo 39 minutos en el aire, con lo cual se habría convertido en el misil norcoreano en realizar el vuelo más prolongado.

El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson ha condenado energéticamente el lanzamiento del Hwasong-14, asegurando que Washington "nunca aceptará a una Corea del Norte con armas nucleares". 

El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha afirmado que su país "no discutirá la cuestión de las armas nucleares y de los misiles balísticos en la mesa de negociación ni renunciará al fortalecimiento de sus fuerzas nucleares hasta que EE.UU. no ponga fin a su política hostil hacia Pionyang".

¿Qué busca Marco Rubio en Venezuela?

| L. Alberto Rodríguez

Con las relaciones entre Cuba y Estados Unidos estancadas gracias a la ignorante hostilidad de Donald Trump, las baterías de la contrarrevolución cubana se enfocan en Venezuela. El encargado: el senador republicano por la Florida, Marco Rubio. 


La maniobra obedece a dos factores esenciales:

El primero de ellos es que Rubio considera, según sus declaraciones, que Cuba se sostiene por Venezuela por lo que, según yo, ha de pensar que golpeando a la nación bolivariana asesta un golpe también a la isla. 

¿Esto es cierto?

No del todo. Primero, porque las relaciones internacionales de Cuba se extienden con más de cien países alrededor del mundo. Y segundo, porque lo que ocurra en Venezuela es cosa del pueblo venezolano. El cubano se ocupa de sus propios asuntos.

El segundo factor es que la mafia de Miami está ávida de algún triunfo; uno que con Cuba no ha obtenido en cincuenta y seis años. De tal modo, es más fácil golpear en estos momentos a Venezuela que a la mayor de las Antillas.

Además de todo esto, es preciso decir que Marco Rubio y sus aliados en Miami necesitan justificar ante el Departamento de Estado sus acciones con tal que no les cierren la llave de los presupuestos millonarios: más de un billón de dólares, para decirlo con precisión, que es la cantidad de billetes que el gobierno de Estados Unidos ha gastado en operaciones para desestabilizar a la Revolución Cubana, claro, sin resultados. Esto es dinero vía impuestos de la clase trabajadora estadounidense que se ha tirado a la basura.

De tal manera, Marco Rubio considera cambiar de giro y enfocarse en Venezuela, no porque tenga convicciones democráticas o su odio al chavismo sea tanto; sino porque desea quedarse con algunos de los dólares que la Casa Blanca dispone para derrocar a Nicolás Maduro. 

Esto no es de sorprenderse. Como toda mafia, se hace lo necesario para obtener ganancias. 
El problema es que Trump ha cortado el financiamiento a la subversión en Cuba y en Venezuela (y Ecuador) en su presupuesto de egresos para el año 2018: más de 700 millones de dólares que eran gerenciados a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que es la oficina encargada de dar dinero a las acciones subversivas de la contra-cubana. Pero ya no más. 

¿Qué hará entonces Marco Rubio? Sólo él sabe. Por lo pronto, no para de arengar contra Venezuela. Quizá algún centavo podrá rascar para dárselos a sus huestes que, como todo grupo de mercenarios, no es capaz de mover un dedo si no es con dinero. Hay que mantener el negocio a flote, antes de que todo termine de irse a la quiebra.