Mi blog sobre Economía

lunes, 18 de septiembre de 2017

EL HURACÁN MARÍA ALCANZA LA CATEGORÍA 5 Y GOLPEA LA ISLA DOMINICA

El meteoro apunta a las mismas islas del Caribe que fueron golpeadas por otro huracán hace dos semanas.Lunes, 18 de septiembre de 2017 a las 9:16 PM

(CNN) -

María alcanzó la categoría 5 este lunes y se convirtió en un huracán extremadamente peligroso, mientras apunta a las islas caribeñas devastadas por el huracán Irma.

Según el Centro Nacional de Huracanes, María alcanzó la isla de Dominica con máxima potencia la noche de este lunes.


Modifica el Consejo de Estado fecha de las elecciones para delegados a las asambleas municipales del Poder Popular

A partir de las graves afectaciones ocasionadas por el huracán Irma en gran parte del territorio nacional y la necesidad de que nuestras instituciones estatales, organizaciones de masas y sociales y la población concentren su esfuerzo en la recuperación de los daños, el Consejo de Estado acordó disponer como nueva fecha el 26 de noviembre de 2017

Juventud Rebelde 
18 de Septiembre del 2017 20:40:17 CDT

Como fue publicado oportunamente, el Consejo de Estado dispuso el pasado 13 de junio que las elecciones para elegir a los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular se efectuarían en primera vuelta el 22 de octubre de 2017, y en segunda vuelta el domingo siguiente, 29 de octubre.

A partir de las graves afectaciones ocasionadas por el huracán Irma en gran parte del territorio nacional y la necesidad de que nuestras instituciones estatales, organizaciones de masas y sociales y la población concentren su esfuerzo en la recuperación de los daños, y con el objetivo de garantizar la mayor participación de los electores y la calidad del proceso electoral, en particular en la nominación directa de candidatos a las asambleas municipales del Poder Popular, el Consejo de Estado acordó disponer como nueva fecha para elegir por el término de dos años y medio a los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular el 26 de noviembre de 2017, y las elecciones de segunda vuelta en aquellas circunscripciones en que ninguno de los candidatos hubiere obtenido más del cincuenta por ciento de los votos válidos emitidos, el 3 de diciembre de 2017.

Asimismo, dispuso que la Comisión Electoral Nacional ajustara el cronograma previsto para la realización de las diferentes actividades del proceso electoral en su primera etapa.

Se abre paso la verdad sobre la caída de la URSS. Soros again.


Por Arthur González.

Con George Bush, director de la CIA y presidente de EEUU

En el año 2000 Mijaíl Gorbachov confesó durante un discurso en la universidad norteamericana de Turquía:

“El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo…mi esposa me apoyó plenamente y lo entendió incluso antes que yo […] para lograrlo logré encontrar compañeros de lucha, entre ellos A.N. Yakovlev y E. A. Shevardnadze”.

Recientemente la CIA desclasificó algunos documentos donde se afirma que “el magnate financiero George Soros y la CIA, ayudaron a Gorbachov a proporcionar la posterior disolución de la URSS.

Sobre ellos el analista y ex empleado de la NSA, Agencia de Seguridad Nacional, Wayne Madsen, afirmó que el multimillonario George Soros, proporcionó en 1987 cobertura económica, al gobierno de Mijaíl Gorbachov, a través de una ONG de la CIA conocida como el Instituto de Estudios de Seguridad Este-Oeste,IEWSS, por sus siglas en inglés.

La información expone que Soros y la CIA promovieron la difusión de dos términos orquestados desde Occidente en aquellos años, la “perestroika” (apertura) y la “glasnost” (transparencia) para que ambas sirvieran como ente desestabilizador en acelerar la desaparición de la URSS.

Esos documentos de la CIA prueban que lo sucedido no fue producto de un acto “espontáneo y democratizador” de Gorbachov, debido a que el sistema socialista estaba “agotado y quebrantado”, como quieren hacerle creer al mundo.

En Turquía el propio Gorbachov afirmó:

“Para lograrlo aproveché mi posición en el Partido y en el país, tuve que sustituir a toda la dirección del PCUS y de la URSS, así como a la dirección de todos los países socialista de Europa”.

La verdad es que fue la CIA con el dinero de la Organización Soro, quien diseñó y ejecutó esa gran operación, con todo el apoyo del entonces líder soviético.

El ex analista Wayne Madsen asegura que el plan diseñado para eliminar el bloque socialista de Europa oriental, fue organizado por dos copresidentes del IEWWS de Soros, Joseph Nye, economista de Harvard, y Withney MacMillan, presidente del agro multinacional Cargill, quien había mantenido relaciones comerciales con la Unión Soviética en los años setenta del siglo XX.

No satisfechos con los resultados alcanzados, en 1991 la CIA y Soros centraron sus esfuerzos en provocar un fuerte golpe en la nueva Federación de Rusia, estimulando el separatismo en sus regiones con el fin de debilitarla al máximo.

El informe de Nye y MacMillan, augura el fin de la Unión Soviética y los elementos del nuevo modelo para las futuras relaciones de Moscú con Estados Unidos, para pasar a la era capitalista, y, según ellos, “cualquier nueva evaluación de las relaciones de Occidente con una Unión Soviética aperturista, tiene que partir de una posición de fuerza en vez de un equilibrio de poder”.

El informe del IEWWS fechado en 1987, y su aplicación práctica, fue una forma incruenta de ir despedazando a la URSS por etapas.

En dicho documento se exhorta a Occidente a tomar ventajas respecto de la agonizante Unión Soviética, en el nuevo mapa geopolítico que se avecinaba, en particular en el Tercer Mundo, un área que hasta entonces había sido de influencia soviética.

Madsen apunta que Soros y sus aliadas organizaciones de “derechos humanos”, trabajaron activamente para destruir la Federación de Rusia, apoyaron los movimientos independentistas en Kuzbass (Siberia), a través de los derechistas alemanes que buscaban restaurar Konigsberg y Prusia Oriental, y estos financiaron a nacionalistas lituanos y de otras repúblicas autónomas y regiones como Tatarstán, Osetia del Norte, Ingushetia, Chechenia, entre otras, con el propósito de estimular el separatismo en las llamadas Repúblicas Autónomas Socialistas Soviéticas.

La actividad injerencista de Soros contra Rusia no se ha detenido, se ha incrementado provocativamente a través de sus bases operativas repartidas en los territorios aledaños, en particular Ucrania, Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Suecia, Moldavia, Georgia, Azerbaiyán, Turquía, Rumania, Mongolia, Kirguistán, Kazajstán, Tayikistán y Uzbekistán, unido a grupos de corte terroristas en coalición con fascistas ucranianos y neonazis moldavos sionistas.

Recientemente, el presidente ruso Vladimir Putin, expulsó a varias organizaciones de Soros como, la Fundación Open Society Foundation y otras ONG de la CIA que operaban en similares circunstancias en territorio ruso, incluidas la NED (Fundación Nacional para la Democracia), el Instituto Republicano Internacional, la Fundación MacArthur y la Freedom House, considerándolas como indeseables y una amenaza para la seguridad del Estado ruso.

No por gusto Mijaíl Gorbachov fue premiado con el Nobel de la Paz, pues siguió diligentemente las orientaciones de la CIA y de George Soros.

La CIA no descansa y pretende eliminar todo vestigio de socialismo en la tierra, por eso sus planes contra Cuba y ahora en Venezuela, donde nada es casual ni por obra y gracias del espíritu santo, pero como dijo San Juan: 8-32, “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.

Por eso cada día el mundo comprueba de lo que son capaces los yanquis para lograr sus intereses hegemónicos y las mentiras que tejen, creando patrones preconcebidos entre las grandes masas mediante sus campañas de prensa; de ahí que sabiamente José Martí afirmara:

“Hallar una verdad regocija tanto como ver nacer un hijo”.

CUBA: LUCHAR SIMULTÁNEAMENTE POR LA RECUPERACIÓN Y CONTRA EL BLOQUEO YANQUI

Por Pedro Martínez Pírez

Quienes se preguntan en el mundo porqué el paso del potente huracán Irma, que recorrió con fuerza 5 casi todo el litoral norte de Cuba, provocó solamente diez muertos, deben saber que la eficiente Defensa Civil cubana se apoyó también en familiares y vecinos del millón 738 mil personas evacuadas en la mayoría de las quince provincias del país.

El muy importante dato de que 86 por ciento de los evacuados fueron acogidos por vecinos y familiares antes y durante el paso arrollador del ciclón Irma, dice mucho del sentimiento de solidaridad reinante en Cuba. Eso no es casual. Es uno de los frutos de la Revolución Cubana y del legado de José Martí y Fidel Castro, dos paradigmas que acompañaron a los cubanos en los duros y difíciles días del paso del huracán, aunque todavía miles de evacuados permanecen en los centros de evacuación.

Enormes son los daños en casi todas las provincias del país. Se sabe que la afectación principal al servicio eléctrico nacional fueron provocados por las penetraciones del mar que afectaron a la central termoeléctrica Antonio Guiteras en la occidental provincia de Matanzas, a cien kilómetros de La Habana.

Quince líneas de transmisión sufrieron averías y más de 3 mil 600 postes, así como más de 2 mil kilómetros de líneas fueron afectadas. Cayeron en varias provincias, azotadas por los fuertes vientos, cerca de una veintena de torres de radio y televisión.

Una pequeña nación como Cuba, con fuerte déficit en la producción de petróleo, vió como los vientos, la lluvia y las penetraciones de mar afectaron 90 pozos que estaban en producción en el litoral norte de la región occidental y central del país.

Más de 500 unidades de Salud sufrieron daños, así como muchas escuelas y las Universidades de Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Avíla y Camagüey fueron duramente afectadas por el huracán.

Ayer domingo, inspirados en el ejemplo del Ché Guevara, los Comités de Defensa de la Revolución y la Federación de Mujeres Cubanas convocaron a sus millones de integrantes a realizar una jornada de trabajo voluntario, para limpiar las calles y hacer que las ciudades recobren su esplendor. Mientras tanto la solidaridad con Cuba crece en el mundo, porque muchos amigos saben que el ciclón la castigó fuertemente, y que la pequeña nación del Caribe afronta desde hace más de medio siglo otro huracán violador de los derechos humanos: el bloqueo yanqui. Por eso la reconstrucción exige a los cubanos un doble y titánico esfuerzo.

La Habana, 18 de septiembre de 2017.

La política exterior de Donald Trump

Immanuel Wallerstein, La Jornada

Donald Trump se aproxima al final de su primer año como presidente de Estados Unidos. Ahora todo el mundo –simpatizantes, oponentes, aun los indiferentes– parecen coincidir en una cosa. Sus pronunciamientos y sus acciones son impredecibles. Ignora los precedentes y se comporta en modos que constantemente sorprenden a la gente. Los simpatizantes encuentran esto refrescante. Los oponentes lo encuentran aterrador.

No obstante, muy pocos han comentado en torno a lo que creo es su logro más singular. Se ha manejado con la treta de ser el actor más impredecible en la escena estadounidense y mundial, y al mismo tiempo como el actor más predecible.

Es deliberado que se rodea de una panoplia de asesores que lo empujan en direcciones opuestas en extremo. Constantemente despide a alguno de ellos y designa a otros. Ningún individuo parece durar mucho. El resultado es que a todo mundo le deja claro que la decisión final es suya –y suya solamente. Puede acceder por un tiempo a lo que los asesores le sugieren, pero algunas veces deshace al día siguiente lo aconsejado. Esto es lo que lo hace ver tan impredecible.

Pero al final revierte siempre su decisiones hacia lo que algunas veces se le llama sentimientos de tripa, sea el asunto de la atención a la salud, la inmigración, la reducción de impuestos o la acción militar. Eso es lo que lo hace tan predecible. El resultado final es siempre el mismo. Cualquiera que lo observe o trabaje con él o se le oponga debe por tanto ser capaz de predecir a dónde va a terminar estando. Y para casi todo el mundo, dónde Donald Trump termina no es donde les gustaría que un presidente de Estados Unidos fuera.

Trump y Estados Unidos se enfrentan con un gran número de asuntos acerca de los cuales existen fuertes y divisorias opiniones en ambos lados. Estas divisiones resultan intratables para muchos. No para Donald Trump. Él cree en sí mismo y en su habilidad para completar sus agendas nacional y mundial. Para él nada es intratable.

En septiembre de 2017, las dos decisiones más urgentes de política exterior tuvieron que ver con Corea del Norte e Irán. En ambas, el conflicto con Estados Unidos gira en torno a un asunto crucial: las armas nucleares. Corea del Norte las tiene. Irán no las tiene, pero al menos algunos de los principales actores internos piensan que es esencial que Irán las adquiera.

La posición oficial estadounidense es que Corea del Norte debería desmantelar su armamento nuclear y que Irán debería cesar cualquiera y todas las actividades que se muevan en la dirección de adquirir tales armas. Estas posturas no son nuevas o inventadas por Donald Trump. Han sido la posición pública de Estados Unidos, de todos los presidentes previos, por algún tiempo ya.

Lo que es diferente con Trump es que se niega a admitir lo difícil que es conseguir estos objetivos de Estados Unidos y lo peligroso que sería perseguirlos mediante acciones militares. Por tanto, los presidentes previos han buscado soluciones (así llamadas) diplomáticas. En el caso de Irán, la diplomacia pareció funcionarle al presidente Obama con el acuerdo firmado por ambos países (y otras potencias). En contraste, la diplomacia ha logrado hasta ahora muy poco en el caso de Corea del Norte.

En ambas situaciones, los sentimientos de tripa de Donald Trump parecen claros. Quiere usar las acciones militares para forzar a Corea del Norte a que desmantele sus armamentos nucleares. Quiere retirarse del acuerdo con Irán y utilizar una amenaza militar para obtener su renuncia permanente del desarrollo de armamentos nucleares.

Hay dos preguntas en torno la política exterior de Trump. ¿Puede de hecho disponer que se comiencen acciones militares? Y si puede, ¿podrán lograr las acciones militares lo que él confía lograr?

Donald Trump prometió a sus simpatizantes que probaría ser un amigo verdadero de los militares estadunidenses otorgándoles puestos clave en su administración y buscando expandir los fondos de las fuerzas armadas. Lo ha hecho. En su último reciclaje de su personal, colocó a un militar, John Kelly, en la posición de jefe del Estado Mayor con amplios poderes para cambiar al personal y servir de filtro para acceder al presidente.

Por supuesto los militares aprecian obtener más fondos. Pero es curioso que la mayoría de sus asesores militares son relativas palomas. Sí favorecen una expansión de fondos para los militares. Pero todos parecen creer que las guerras son en verdad un recurso final, uno que tiene enormes e inevitables consecuencias negativas. Tienen un aliado en el secretario de estado, Rex Ti- llerson. Siempre que Trump ha seguido su consejo y ha proferido su retorica más áspera, eso le parece de lo más incómodo ejercerla por más de un breve momento. Siempre regresa a sus fundamentos.

La primera pregunta es si Trump puede de hecho lanzar acciones militares serias. Esto sería menos fácil de lo que imagina. Los burócratas militares tienen toda suerte de modos para desacelerar, inclusive frenar, acciones con las que ellos no están de acuerdo. En el régimen de Trump, de hecho son impulsados a hacer esto por otro rasgo peculiar de la personalidad de Donald Trump. Le gusta asumir el crédito de los éxitos y culpar de los fracasos a los demás. Así que por si fuera el caso que las acciones militares fracasaran, está subcontratando las decisiones reales de los militares. Si hubiera un fracaso bien puede culparles. En caso de éxito será el primero en reclamar el crédito exclusivo. Sin embargo, subcontratar necesariamente significa retrasos e invita al sabotaje.

Son diferentes los casos de los dos países. Corea del Norte tiene de hecho bombas, unas que sí pueden alcanzar el territorio de Estados Unidos. Es más, la inteligencia estadunidense parece estar diciendo que Corea del Norte está mejorando su capacidad militar a un ritmo muy rápido. El régimen de Trump habla ahora de una guerra preventiva –el oxímoron más maravilloso inventado alguna vez. Si Estados Unidos lanzara una guerra preventiva, uno puede tener la certeza de que Corea del Norte responderá de manera importante.

En contraste, Irán no cuenta con armamento nuclear. Públicamente insiste en que no tiene la intención de adquirirlos. Por lo menos la mitad de las autoridades parece lista a renunciar a cualquier esfuerzo encaminado a adquirirlos permanentemente, a cambio de varias clases de beneficios económicos. Va a ser más difícil renunciar al acuerdo de lo que Donald Trump cree. Por una razón: tiene cosignatarios –Alemania, Francia, Italia y la Unión Europea– que han dicho que no van a ceder ante tal renuncia.

Pero por el momento suspendamos la pregunta de si funcionaría una acción militar y preguntémonos por sus consecuencias. En el caso de Irán, es muy probable que los aliados mundiales más importantes de Estados Unidos en Europa, por no hablar de Rusia y China, en el futuro aumentarían la distancia que tomen –no sólo del régimen de Trump, sino de Estados Unidos como país. Un camino no diplomático probaría ser un desastre diplomático.

En Corea del Norte, las consecuencias serían todavía más grandes. Supongamos que Estados Unidos bombardea todas las locaciones conocidas donde existen armamentos nucleares en Corea del Norte. Que algunas bombas fallan en dar en el blanco.

Además, parece que Estados Unidos no tiene siquiera la lista completa de las locaciones. Corea del Norte puede ser capaz de lanzar una bomba desde un submarino. Imaginemos por un momento que tras una guerra preventiva, Corea del Norte quedara con una sola bomba. ¿A quién la lanzaría?

En cualquier caso, las bombas estadounidenses de su guerra preventiva y la bomba con que respondería Corea del Norte resultarían en un despliegue nuclear de increíble magnitud y dispersión geográfica. Bien podría ocurrir que los resultados de tales bombas soplaran por todo el océano Pacífico e infligieran tremendos daños a vidas en Estados Unidos. El hecho es que el resultado final de Trump puede no ser un triunfo. Puede ser solamente un desastre humano de dimensiones mundiales.

Sin duda, el lector no quiere saber mi predicción de lo que de hecho va a ocurrir. Es triste decirlo, impredecible.

Asesinato de JFK: los cuatro descubrimientos que han revelado los archivos secretos


Gracias a investigadores y periodistas la historia va cobrando sentido. Estas son las revelaciones más importantes antes de que los últimos documentos vean la luz en octubre

El alcalde de Dallas se dirige a los ciudadanos tras el asesinato de JFK.


El presidente Kennedy y la primera dama en Dallas. (Reuters)

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El 26 de octubre de este año, y si el presidente Donald Trump no lo impide, conoceremos la verdad sobre lo que pasó aquel 22 de noviembre de 1963 en la Plaza Dealey de Dallas. O, al menos, toda la información que contienen los más de 3.000 documentos nunca vistos que revela el JFK Records Act promulgado en 1992. Al igual que con las revelaciones que se han ido sucediendo durante los 54 años posteriores a los tres disparos que acabaron con la vida del presidente John F. Kennedy, esta última desclasificación echará por tierra algunas de hipótesis favoritas de los 'conspiranoicos', pero todo parece indicar que también revivirá ciertas teorías que contradicen la versión oficial de los hechos.

No es poca la ironía, tal y como opina el periodista Philip Shenon en 'Politico', de que la decisión dependa en última instancia del “conspiranoico-en-jefe”, Donald Trump, quien ha difundido tanto en campaña como desde la presidencia múltiples teorías y complots de dudoso origen: desde la nacionalidad de su predecesor hasta que el cambio climático es un invento de los chinos, pasando, cómo no, por la especulación de que el padre de su rival republicano Ted Cruz estaba compinchado con el supuesto tirador, Lee Harvey Oswald.

El poder de la CIA se sentía en las instituciones. Hasta el alcalde de Dallas y su hermano habían sido agentes antes del asesinato de JFK

Desde que el católico en la Casa Blanca fuese asesinado en aquella fatídica tarde de viernes en Dallas, teorías como la de Trump han prosperado como la espuma. La historia oficial, relatada en el informe de la Comisión Warren de 1964, en la que un solitario marxista mató al presidente con un rifle que adquirió por 21 dólares, no terminó de convencer al pueblo estadounidense. Y no es para menos.



Oswald en el momento de su detención. (Reuters)

Ciertamente, los responsables de la CIA dijeron a la Comisión que no había pruebas de una conspiración que la agencia pudiera haber frustrado. Sin embargo, hoy sabemos que el gobierno ocultó evidencias de su mala praxis tras la muerte de Kennedy, que la CIA no reveló a la Comisión que planeaba el asesinato de Fidel Castro en aquel momento y que el personal de la agencia había monitoreado los movimientos, contactos y actividades políticas de Oswald durante los cuatro años anteriores del homicidio.

La agencia hizo por lo menos 4 declaraciones falsas a la Comisión. Ocultaron que ya conocían a Oswald mucho antes de su muerte

Poco a poco van saliendo a la luz los muchos fallos e incógnitas que los documentos desclasificados revelan. Gracias al trabajo de historiadores profesionales, investigadores aficionados y periodistas, la historia va cobrando sentido. Estos son, por el momento, los últimos descubrimientos, antes de que los archivos del 26 de octubre estén disponibles:

El alcalde de Dallas, relacionado con la CIA

El alcalde de Dallas durante el asesinato de Kennedy, Earle Cabell, fue un agente de la CIA durante la década de los 50 y su hermano Charles un alto funcionario de la agencia hasta 1962. Lo descubrió John Newman, un oficial retirado de la inteligencia estadounidense que estaba llevando a cabo un minucioso análisis de los documentos que ya han visto la luz, y lo publicó la web 'Who.What.Why'. Earle supervisó los detalles de la comitiva del presidente, que como ahora se critica, no tenía ningún sentido que pasase por la Plaza Dealey, pues la ruta violaba las reglas estándar de la seguridad presidencial.

Aunque los documentos no demuestran que Earle o Charles tuviesen nada que ver con el caso, sí evidencian la extraordinaria penetración de la CIA en las instituciones. Huelga decir que si alguien hubiera dicho durante estos últimos 50 años que el alcalde de Dallas estaba relacionado con la agencia de inteligencia, se habría tratado como una teoría de la conspiración.

El desertor desafortunado

Por su parte, el periodista Ian Shapira de 'The Washington Post' ha registrado los nuevos documentos sobre el interrogatorio secreto a Yuri Nosenko, un oficial de inteligencia de la KGB que desertó a Estados Unidos tan solo dos meses después de la muerte de Kennedy. El exteniente coronel de la URSS no llegó solo. Lo acompañaban unos documentos soviéticos que determinaban que Oswald no trabajaba para ellos durante la época del asesinato. ¿Decía la verdad? ¿No sería Nosenko un agente doble? No había manera de saberlo con certeza, por lo que la CIA lo detuvo durante tres años sometiéndolo a un duro interrogatorio.


James Angleton. (Wikimedia Commons)

La transcripción de las conversaciones demuestran que James Jesus Angleton, el legendario jefe de contrainteligencia de la CIA cuya búsqueda de agentes soviéticos dentro del gobierno marcó una época dentro de la agencia, sospechaba que Nosenko era un falso desertor, un espía enviado para confundir a la inteligencia americana y, en definitiva, no confiaba en nada de lo que decía sobre Oswald. “No tengo ni nada ni a nadie, estoy solo, absolutamente solo. Soy un sucio traidor acabado, el más infame, que seguramente ya ha sido sentenciado muerte, aquí me hallo”, le espetó a su interrogador, el también desertor ruso Peter Deriabin. Tras múltiples pruebas del polígrafo, la CIA finalmente le creyó y Angleton tuvo que tragarse su orgullo. Fue puesto en libertad en 1969, con una nueva identidad y un hogar en algún lugar del sur del país.

¿Fue la KGB? ¿Fue Castro?

Pero Angleton no era el único que ponía en duda el veredicto tomado por la Comisión. Al respecto, el profesor Larry Sabato y el periodista Philip Shenonrevelaron el mes pasado en 'Politico' las dudas de algunos de sus agentes, que por supuesto nunca hicieron públicas. Al parecer, consideraban que la investigación no había incidido lo sufiente en la relación de Oswald con los gobiernos comunistas de la URSS y Cuba. Dichos documentos hablan acerca de una seductora conjetura que explicaría las razones del tirador: en septiembre de aquel año leyó en un periódico de Nueva Orleans un artículo sobre los intentos de la Administración Kennedy de asesinar a Castro, y Oswald, que sabía como manejar un rifle, se dispuso a buscar venganza.

Se espera que los nuevos documentos revelen cómo la CIA conspiró para ocultar la verdad sobre quién asesinó a Kennedy

No obstante, pese a las quejas de los agentes, el periodista Jefferson Morley recuerda en 'Alternet' que toda la investigación estuvo controlada por miembros de la CIA, incluido Angleton: "La agencia hizo por lo menos cuatro declaraciones falsas a los investigadores de la Comisión. Quisieron ocultar que los principales oficiales conocían a Oswald mucho antes de su muerte". El experto en el caso asegura que estas nuevas revelaciones hacen más plausible la teoría de que Cuba, y no la KGB, esté relacionada con el asesinato.

O alguien del propio gobierno...

No obstante, Morley sostiene que aunque Sabato y Shenon estén bien informados siguen siendo menos convicentes que Charles de Gaulle y el propio Castro: ambos coincidían que fue asesinado por alguien de su propio gobierno. Sea como fuere, nadie espera que los archivos de octubre revelen la identidad de un homicida secreto o segundo tirador, pero sí que arrojen luz sobre las trabas de la CIA y, en definitiva, cómo la propia agencia conspiró para ocultar la verdad sobre quién asesinó a Kennedy.