Sus dos discursos al declararlo vencedor ayer en las elecciones.
Discurso # 1
Amigas y amigos:
Este es un día histórico y será una noche memorable.
Una mayoría importante de ciudadanos ha decidido iniciar la cuarta transformación de la vida pública de México.
Agradezco a todos lo que votaron por nosotros y nos han dado su confianza para encabezar este proceso de cambio verdadero. Expreso mi respeto a quienes votaron por otros candidatos y partidos.
Llamo a todos los mexicanos a la reconciliación y a poner por encima de los intereses personales, por legítimos que sean, el interés general. Como afirmó Vicente Guerrero: “La patria es primero”.
El nuevo proyecto de nación buscará establecer una auténtica democracia. No apostamos a construir una dictadura abierta ni encubierta.
Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido.
Habrá libertad empresarial; libertad de expresión, de asociación y de creencias; se garantizarán todas las libertades individuales y sociales, así como los derechos ciudadanos y políticos consagrados en nuestra Constitución.
En materia económica, se respetará la autonomía del Banco de México; el nuevo gobierno mantendrá disciplina financiera y fiscal; se reconocerán los compromisos contraídos con empresas y bancos nacionales y extranjeros.
Los contratos del sector energético suscritos con particulares serán revisados para prevenir actos de corrupción o ilegalidad. Si encontráramos anomalías que afecten el interés nacional, se acudirá al Congreso de la Unión, a tribunales nacionales e internacionales; es decir, siempre nos conduciremos por la vía legal. No actuaremos de manera arbitraria ni habrá confiscación o expropiación de bienes.
La transformación que llevaremos a cabo consistirá, básicamente, en desterrar la corrupción de nuestro país. No tendremos problema en lograr este propósito porque el pueblo de México es heredero de grandes civilizaciones y, por ello, es inteligente, honrado y trabajador. La corrupción no es un fenómeno cultural sino el resultado de un régimen político en decadencia. Estamos absolutamente seguros de que este mal es la causa principal de la desigualdad social y económica y de la violencia que padecemos. En consecuencia, erradicar la corrupción y la impunidad será la misión principal del nuevo gobierno.
Bajo ninguna circunstancia, el próximo Presidente de la República permitirá la corrupción ni la impunidad. Sobre aviso no hay engaño: sea quien sea, será castigado. Incluyo a compañeros de lucha, funcionarios, amigos y familiares. Un buen juez por la casa empieza.
Todo lo ahorrado por el combate a la corrupción y por abolir los privilegios, se destinará a impulsar el desarrollo del país. No habrá necesidad de aumentar impuestos en términos reales ni endeudar al país. Tampoco habrá gasolinazos. Bajará el gasto corriente y aumentará la inversión pública para impulsar actividades productivas y crear empleos. El propósito es fortalecer el mercado interno, tratar de producir en el país lo que consumimos y que el mexicano pueda trabajar y ser feliz donde nació, donde están sus familiares, sus costumbres, sus culturas; quien desee emigrar, que lo haga por gusto y no por necesidad.
El Estado dejará de ser un comité al servicio de una minoría y representará a todos los mexicanos: a ricos y pobres; a pobladores del campo y de la ciudad; a migrantes, a creyentes y no creyentes, a seres humanos de todas las corrientes de pensamiento y de todas las preferencias sexuales.
Escucharemos a todos, atenderemos a todos, respetaremos a todos, pero daremos preferencia a los más humildes y olvidados; en especial, a los pueblos indígenas de México. Por el bien de todos, primero los pobres.
Cambiará la estrategia fallida de combate a la inseguridad y a la violencia. Más que el uso de la fuerza, atenderemos las causas que originan la inseguridad y la violencia. Estoy convencido de que la forma más eficaz y más humana de enfrentar estos males exige, necesariamente, del combate a la desigualdad y a la pobreza. La paz y la tranquilidad son frutos de la justicia.
A partir de mañana, convocaré a representantes de derechos humanos, a líderes religiosos, a la ONU y a otros organismos nacionales e internacionales, para reunirnos las veces que sean necesarias y elaborar el plan de reconciliación y paz para México que aplicaremos desde el inicio del próximo gobierno. Me reuniré todos los días, desde muy temprano, con los miembros del gabinete de Seguridad Pública; es decir, habrá mando único, coordinación, perseverancia y profesionalismo.
Seremos amigos de todos los pueblos y gobierno del mundo. En política exterior, se volverán a aplicar los principios de no intervención, de autodeterminación de los pueblos y de solución pacífica a las controversias. Y como decía el Presidente Juárez: “nada por la fuerza, todo por la razón y el Derecho”.
Con el gobierno de Estados Unidos de América buscaremos una relación de amistad y de cooperación para el desarrollo, siempre fincada en el respeto mutuo y en la defensa de nuestros paisanos migrantes que viven y trabajan honradamente en ese país.
Amigas y amigos:
Agradezco las muestras de solidaridad que he recibido de dirigentes y de organizaciones sociales, políticas y religiosas del mundo.
Ya hemos contestado las primeras llamadas de felicitación de Jefes de Estado y de gobierno de algunos países. A todos, nuestro sincero agradecimiento y respeto.
Debo reconocer el comportamiento respetuoso del presidente Enrique Peña Nieto en este proceso electoral. Muy diferente al trato que nos dieron los pasados titulares del Poder Ejecutivo.
Fue ejemplar la pluralidad y el profesionalismo de la prensa, la radio y la televisión. Los medios de información no fueron, como en otras ocasiones, correas de transmisión para la guerra sucia. También mi gratitud a las benditas redes sociales.
Amigas y amigos:
Reitero el compromiso de no traicionar la confianza que han depositado en mí millones de mexicanos. Voy a gobernar con rectitud y justicia. No les fallaré porque mantengo ideales y principios que es lo que estimo más importante en mi vida. Pero, también, confieso que tengo una ambición legítima: quiero pasar a la historia como un buen Presidente de México. Deseo con toda mi alma poner en alto la grandeza de nuestra patria, ayudar a construir una sociedad mejor y conseguir la dicha y la felicidad de todos los mexicanos.
¡Muchas gracias!
¡Viva México!
¡Viva México!
Discurso # 2
Posteriormente, López Obrador ofreció otro discurso, ante miles de mexicanos, desde el zócalo capitalino, el cual reproducimos íntegro a continuación:
Amigas, amigos,
Vengo a agradecerles, por su apoyo, por su confianza. Desde este zócalo de la ciudad de México, corazón político, social, cultural, de nuestra república. Un saludo a todas y todos los mexicanos. Mi agradecimiento sincero a todas, a todos los que participaron en esta jornada electoral donde de manera libre y soberana el pueblo de México decidió iniciar una etapa nueva en la vida púbica del país.
Se decidió hoy iniciar la cuarta transformación de la vida pública de México. Triunfó la revolución de las conciencias. Y como dijimos en el cierre de campaña, no podemos dejar de reconocer que este triunfo pertenece a todas y a todos. Es el esfuerzo de muchos dirigentes sociales, políticos, de muchos ciudadanos, indígenas, campesinos, obreros, estudiantes, profesionales, de todas las clases sociales, de todos los sectores, de todas las religiones, millones de católicos, millones de evangélicos, y de millones de libres pensadores.
No vamos a dejar de recordar a los dirigentes sociales, a los dirigentes políticos que desde hace muchos años han venido luchando por una verdadera democracia en nuestro país. Siempre los vamos a recordar. Ellos son los precursores de este movimiento, ellos comenzaron con esta lucha, y no vamos a dejar de recordar, porque muchos de los que iniciaron con nosotros esta lucha se nos adelantaron, son finados, pero seguro que desde el cielo están celebrando este triunfo que hemos logrado.
Desde el primer día, vamos a cumplir todos los compromisos. No les voy a fallar. No se van a decepcionar, soy muy consciente de mi responsabilidad histórica. No quiero pasar a la historia como un mal presidente. Conozco lo que han hecho los otros presidentes, desde Guadalupe Victoria hasta el actual, y quiero pasar a la historia como un buen presidente de México.
¡Sí se pudo! Hoy se termina una etapa y vamos a iniciar otra. Triunfamos y ahora vamos a transformar a México. Voy a dedicarme en este tiempo hasta el día primero de diciembre, que va a ser la toma de posesión, todo este periodo lo voy a dedicar a trabajar con los miembros del nuevo gabinete para elaborar los proyectos, no perder tiempo, afinar lo que vamos a llevar a la práctica con el propósito de que empecemos ya a trabajar desde ahora para que iniciando el gobierno, desde el primer día, empecemos a cumplir los compromisos.
Desde el primer día, les digo, va a aumentar la pensión a los adultos mayores al doble a los que viven en los estados de la república. Y se va a garantizar que esa pensión sea universal, y que la reciban también los pensionados y pensionadas del ISSSTE y del Seguro Social. Desde el primer día de gobierno todos los discapacitados pobres, van a tener una pensión igual que la de los adultos mayores. Y desde los primeros días del próximo gobierno democrático, se va a garantizar a todos los jóvenes de México el derecho al estudio y el derecho al trabajo.
Y vamos a comenzar también con proyectos para impulsar el desarrollo de sur a norte, desde Quintana Roo hasta Baja California; proyectos productivos, como cortinas de desarrollo para arraigar a los mexicanos en sus lugares de origen, porque el mexicano va a poder trabajar y ser feliz donde nació, donde están sus familiares, sus costumbres, sus culturas.
Vamos, por eso, a trabajar en los proyectos. Vamos a trabajar, también, respetando la autoridad constituida. No vamos a faltar el respeto a las actuales autoridades, vamos a esperar nuestro tiempo y en este proceso de transición nos vamos a poner de acuerdo para que el país siga su marcha sin que haya crisis de ninguna índole, que la transición se dé con armonía, que la transición se dé de manera ordenada, pacífica, sin sobresaltos de ningún tipo. Ya el día de hoy hablé con el presidente Peña y le pedí un acuerdo para pasado mañana. El martes, a las 11 de la mañana, nos vamos a reunir aquí, en Palacio Nacional, para ponernos de acuerdo de cómo se va a llevar a cabo los cambios de estos últimos meses del actual gobierno. Pero repito: vamos a actuar en forma respetuosa y la transición va a ser ordenada, para que se mantenga la estabilidad económica y financiera, que no haya sobresaltos, para que de esta manera podamos sacar adelante a nuestro país.
Ya también hemos decidido nombrar a un equipo para la transición. Vamos a que se encargue de la parte económica y financiera el que va a desempeñar el cargo de secretario de Hacienda, Carlos Urzúa. Y el que va a ser coordinador de la oficina de la presidencia, Alfonso Romo. Ellos van a atender toda la parte económica, todo lo que tiene que ver con lo financiero y económico.
En el caso de la atención de los asuntos internacionales, ya va a empezar a trabajar en la transición Héctor Vasconcelos y Marcelo Ebrard.
Y para asuntos políticos internos, la licenciada Olga Sánchez Cordero y Tatiana Clouthier.
El encargado para medios de comunicación va a seguir siendo quien me ha ayudado mucho, César Yáñez.
Vamos a estarles informando. Pienso que en julio, agosto, la mitad de septiembre, lo vamos a dedicar a la elaboración del proyecto para tener las acciones muy definidas que van a aplicarse. Dos meses y medio voy a estarme reuniendo con los equipos para tener definido el plan. A mediados de septiembre, hasta finales de noviembre, voy de nuevo a hacer una gira por todo el país como presidente electo, porque no va a haber divorcio. No es de ya ganamos y nosotros a gobernar y ustedes a sus asuntos. No, este será un gobierno para el pueblo y con el pueblo.
Ya no tengo más nada que decirles. Solo así abrazarles mucho. Que el amor, con amor se paga. Y que así como ustedes me quieren, yo los quiero a ustedes, y un poquito más todavía. Y no les voy a fallar. Vamos a aplicar los tres principios básicos: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.
Viva México.
Viva México.