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lunes, 14 de octubre de 2013

Debatirán sobre recuperación de ciudades tras desastres naturales

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Hace un año, la ciudad de Santiago de Cuba, segunda en importancia del país, sufrió el azote de un huracán con vientos de más de 200 kilómetros por hora.
 
 Trabajar en el concepto de resiliencia urbana e intercambiar sobre experiencias cubanas, regionales e internacionales en la recuperación de las ciudades luego de desastres es el objetivo de un taller internacional que tendrá como sede a Santiago de Cuba, del 21 al 24 de octubre.

El Taller es organizado por el gobierno de la oriental provincia de Santiago de Cuba, a 847 kilómetros de La Habana, el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

De acuerdo con Bárbara Pesce-Monteiro, Coordinadora Residente del SNU en Cuba, el encuentro, que coincide con el primer aniversario del huracán Sandy, causante de enormes daños en la segunda ciudad en importancia de Cuba, “será un espacio para intercambiar sobre qué cosas faltan por hacer, definir de qué estamos hablando cuándo se menciona la resiliencia urbana”.

Según el concepto generalizado, la resiliencia urbana es la capacidad de una ciudad expuesta a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos, y que junto a la reducción del riesgo de desastres deben formar parte del diseño y estrategias urbanas para lograr un desarrollo sostenible.

El taller tiene como objetivo intercambiar experiencias y herramientas para el fortalecimiento de la resiliencia urbana en la región de América Latina y el Caribe que puedan ser compartidas en el marco de la cooperación sur-sur, tomando como referencia la reciente experiencia de Santiago de Cuba durante la respuesta al huracán Sandy y la recuperación de sus efectos.

En el encuentro participarán representantes de la Defensa Civil, el Ministerio de la Construcción y gobiernos locales de Cuba, así como de otras naciones donde existen experiencias de recuperación de una ciudad y de la creación de fuentes de financiamiento para el tratamiento de este tema.

Según dio a conocer Pesce-Monteiro en un encuentro a propósito del aniversario 50 del huracán Flora, en Santiago estarán también expertos de diferentes agencias de Naciones Unidas, entre ellas, UN Habitat, junto a experiencias de Haití, donde de expondrá como se reconstruyó, creando activos económicos y sociales efectivos a nivel de la cooperación internacional.

En el taller, Cuba compartirá las lecciones aprendidas y las acciones emprendidas en ciudades que han sufrido impactos por desastres en provincias como Cienfuegos, Camagüey y Santiago.

A juicio de Pesce-Monteiro, es preciso “intercambiar experiencias de otros países, ver qué de esas experiencias pueden trasladarse para seguir acompañando el proceso de recuperación, teniendo en cuenta que no es lo mismo un huracán que pase por área rural que por una zona urbana y ver qué compromisos han adoptado los países de América Latina en este asunto”.

Para la Coordinadora-Residente, debe tomarse conciencia de que las vulnerabilidades no vienen solo de los huracanes, sino de diferentes tipos de fenómenos, incluidos los sismos y las sequías, por lo que se requiere de un marco legislativo que permita que se hagan algunas cosas y otras no se hagan, además de contemplar planes de desarrollo local y analizar los mecanismos que están creando las ciudades y provincias.

Yessy Coto, de la Dirección de Organismos Internacionales del Ministerio de Comercio Exterior (MINCEX) destacó la importancia de celebrarlo en Santiago de Cuba, “una gran ciudad que sufrió grandes daños por el huracán Sandy”.

En el encuentro participarán representantes de México, Ecuador, Colombia e Indonesia, entre otros, y será un espacio oportuno para mostrar también cómo se ha coordinado la cooperación que ha recibido Cuba por parte de organizaciones internacionales.

En la madrugada del 25 de octubre de 2012 el huracán Sandy, con vientos superiores a los 200 kilómetros, impactó la zona metropolitana de Santiago de Cuba, donde dañó más de 171.000 viviendas, de ellas, 15.889 derrumbes totales y 22.177 parciales.

Como consecuencia del primer huracán de gran intensidad que afecta a una gran ciudad del país en los últimos 50 años, perdieron la vida 11 personas, fundamentalmente por derrumbes de viviendas, y sufrieron daños más de 5.819 instalaciones de economía, salud, educación y cultura.

Según datos oficiales, pese a la voluntad del Estado, hasta inicios de octubre más de la mitad de las personas afectadas no han podido solucionar su situación.

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