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martes, 11 de marzo de 2014

Un regio trío de la avifauna cubana

Por Wilfredo Alayón*

 Matanzas, Cuba, 11 mar (PL) La Ciénaga de Zapata ocupa todo el extremo sur de la occidental provincia de Matanzas, y cuenta con seis mil kilómetros cuadrados de superficie, en la cual se integran parte de otras cuatro municipalidades.Constituye el principal humedal de Cuba, está considerado el mayor y mejor conservado de esos ecosistemas en el Caribe Insular, el 75 por ciento corresponde a áreas anegadizas y ostenta las categorías de Sitio Ramsar y Reserva de la Biosfera.

Según datos estadísticos, la región cenaguera tiene una longitud de 175 kilómetros de este a oeste, un ancho máximo de 58 kilómetros de norte a sur, en tanto su anchura promedio es de 16 kilómetros.

Especialistas destacan que la gran diversidad de ecosistemas en Zapata, como es conocida popularmente la municipalidad, favorece, dentro de la fauna, al grupo de las aves, el cual es el mejor representado en la zona y, a la vez, el más estudiado.

Acorde con el libro: Ciénaga de Zapata, historia y naturaleza, la concentración del endemismo local de los volátiles es un hecho que asombra a la comunidad científica.

La citada obra enfatiza que en un área relativamente reducida, menor a los dos mil kilómetros cuadrados con centro en el poblado Santo Tomás, habitan una subespecie y dos especies de aves consideradas endémicas estrictamente locales de esa zona.

El trío de lujo tiene como denominativos; La gallinuela de Santo Tomás, la ferminia y la subespecie del cabrerito de ciénaga, exclusivos a ese pequeño pedazo del orbe.

La gallinuela, acorde con el texto consultado, pertenece a uno de los géneros endémicos de las aves de Cuba pero se diferencia de otras gallinas en ser más escurridiza y diferir su canto.

Pariente cercano de los gorriones, indica la fuente, el cabrerito presenta otras dos poblaciones en cayo Coco (centro) y Guantánamo (oriente), pero el aislado en Zapata se diferencia de sus primos, y expertos lo consideran una subespecie.

Ferminia, por su lado, género endémico, carece de similar en la mayor de las Antillas, efectúa su ciclo de vida en el herbazal de la Ciénaga de Zapata, y tiene como otra de sus virtudes un bello canto.

TRIPLE DESCUBRIDOR

Poder conocer y apreciar el valor y la importancia de las tres aves de marras, obedece a las labores de de Fermín Zanón Cervera, oriundo de Godelleta, pequeño poblado cercano a la ciudad española de valencia.

El investigador Alfredo Nieto Dopico, en un documentado trabajo, destaca que entre 1926 y 1927 tuvo lugar el descubrimiento del triunvirato durante una expedición catalogada "la excursión ornitológica más fructífera que se haya realizado en Cuba". Cervera, indica Nieto Dopico, arribó a Cuba en 1895 con unos 20 años de edad, procedente de un territorio de exuberante naturaleza y rica tradición agrícola en el cultivo de frutales.

Estos conocimientos adquiridos en la niñez y su espíritu investigativo, lo llevaron a alternar funciones vinculadas al agro con el estudio y colección de especies zoológicas, en particular de insectos y aves.

Cervera conoció al afamado zoólogo norteamericano Thomás Barbour, de la Universidad de Harvard, visita frecuente por aquel entonces a esta nación caribeña en la cual acopiaba informaciones y colecciones de zoología.

Nieto Dopico destaca por apuntes recogidos que en 1926, Cervera "realizó un viaje de colecta por la Península de Zapata, en el lugar llamado Santo Tomás, subvencionado por Barbour".

Unos meses después -abunda- Cervera envía un pájaro carmelitoso con pinticas que resultó ser una especie endémica nueva para la ciencia, y Barbour lo nombró Ferminia cerverai en su honor.

Y añade la reseña: "El segundo envío fue una especie endémica también, el cabrerito de la Ciénaga, pero según Barbour el tercer tesoro de Cervera era todavía más notable: una robusta gallinuela distinta de sus congéneres".

La nominó Cyanolimnas cerverai también en su honor, esta ave parece a primera vista una gallinuela común, regordeta, con la cola muy corta, añade.

Cervera junto a su esposa, regresó a su tierra natal pasado el 1927 con el mérito adicional de haber clasificado para la ciencia una treintena de nuevas especies de insectos.

Nieto Dopico expresa que en Godelleta los lugareños denominaban a Cervera como el tío pajaritero, y su prestigio popular lo llevó a la alcaldía de la comunidad durante un período.

Carmen Zanón, sobrina de Cervera, relató como último recuerdo de su tío que en los días próximos a su muerte, abrió las puertas de todas las aves en cautiverio que poseía en su casa.

Wap/rcg

*Corresponsal de Prensa Latina en la provincia cubana de Matanzas

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