Mi blog sobre Economía

viernes, 4 de abril de 2014

Un millonario que sabe del trabajoso camino de la leche

Adanay Macías - Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.-
Guasimal es un pueblo al centro sur de Cuba, que en pleno siglo XXI su cotidianidad asemeja escenas de filmes del Oeste. Con excepción de las reyertas de pistoleros, resulta común la presencia de vaqueros- con sombrero y caballo incluido- en las calles más céntricas. No es atraso, porque como en toda la Isla, en los hogares se ve el paquete de la semana, se escucha reguetón y pululan celulares. Constituye una forma de subsistencia, pues la ganadería es la principal manutención de cerca de trescientas familias.

Con el primer cantío del gallo, todos los puntos cardinales del pueblo se estremecen con el rechinar de las volantas- carreta de dos ruedas tiradas por equinos- y el paso de los caballos. Guajiros con sombreros- fiel protector del sereno y el sol- se disponen a sacar el néctar de su rebaño. No solo con el afán monetario sino con la responsabilidad de aportar al Estado cubano miles de litros de leche que por cinco años, al paso de 12 meses, han sobrepasado el MILLÓN.

Tal hecho lo confirma Orlando Obregón Medinilla, presidente por más de trece años y mejor productor lechero de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida (CCSF) Bienvenido Pardillo de Sancti Spíritus. Ese robusto cincuentón cuyo físico devela el rigor de las labores del campo, expone las contingencias de producir un litro de leche en su pedazo de Cuba actual.

Afirma este ganadero de cuna que en los meses de primavera- de junio a octubre aproximadamente- llenar una cántara de leche no es complicado. Él mismo abastece una bodega con más de doscientos litros, a la familia y también deposita otros cien en los termos de refrigeración instalados en esa CCS, donde se acopia la leche con destino a la industria láctea del territorio.

Aunque en esa época estos guajiros se enfrentan a los contratiempos de la carencia de implementos para las labores y complejas condiciones de trabajo, pues el ordeño es manual y sobre el fango, la alimentación y la sostenibilidad del rebaño está garantizada, en un porciento elevado, por la naturaleza.

La obtención de la leche y el trabajo ganadero se dificulta en los meses restantes, correspondientes al período seco. “En esta zona los pastos son muy pobres, lo suelos carecen de minerales y en seca cualquier estadio de pelota tiene más hierba que un potrero en Guasimal. Ello tiene un peso real en la producción de leche, que en esta época decrece en un sesenta por ciento”, asegura Orlando.

“Actualmente la sostenibilidad del ganado por caña y King Grass es del 87 por ciento. Esos alimentos mantienen al rebaño vivo pero no influyen en los rendimientos productivos. No se incrementa la leche, ni las vacas en edad reproductiva se encelan. Esta cooperativa cuenta con un jardín de variedades de pastos y forrajes, y hemos comprobado que en esta zona solo son resistentes la caña y el King Grass.”

Este líder campesino explica que ya no se reciben suplementos alimenticios para incrementar la producción de leche, tales como piensos, mieles u otros.

Es lógico que si el país trata reducir las importaciones se aminoren las entregas de estos productos principalmente el pienso que, en una cuantía significativa, se obtiene en el extranjero. Pero si el interés es incrementar la producción de leche y eliminar la adquisición del producto en polvo, se amerita potenciar a los campesinos o cooperativas que denotan productividad.

En seca, además de los pastos se reduce el agua, otro elemento imprescindible para la sostenibilidad y productividad de la masa ganadera. Muchas represas, arroyos y pozos disminuyen su caudal o simplemente se secan. “Aquí casi todos los guajiros llenan las canoas de agua con bombas manuales, a fuerza de brazo. Los vaqueros que poseen en sus fincas molinos de vientos no sobrepasan la decena y tampoco hay donde adquirir estas maquinarias.

Una solución sería una asignación de combustible, como la tienen otros productos alimenticios que salen del campo y que contribuyen a la sustitución de importaciones. O una estrategia nacional que promueva la diferenciación en el pago de la leche. Un mejor pago en los meses de sequía puede incentivar la producción, no solo porque equipararía las ganancias a los gastos, sino porque le permitiría al ganadero tener acceso a otras alternativas como trasladar el agua en pipas, o buscar desechos de cosechas, o los desperdicios de los centros de limpieza de caña o de los propios centrales.”

El precio actual de la leche tampoco constituye un incentivo. Desde que se aumentó hace unos años luego quedó estático. Es cierto que el Estado subsidia la leche que se entrega a niños, embarazadas o personas con problemas de salud a través de la libreta de distribución normada, pero un litro de yogurt se comercializa a 15 pesos en la red del comercio en moneda nacional de esta provincia, el queso a 30 la libra y 250 gramos de queso crema a 17 pesos.

“Además- aclara Orlando- existe una diferenciación injusta entre el precio que paga comercio por la leche que se entrega directamente en las bodegas y el que se aporta a la industria. Según los entendidos la distinción radica en que comercio eliminó el sistema de análisis de calidad, mejor dicho no tiene cómo hacerlo. ¿Pero quién es mejor medidor de la calidad que ese consumidor que todos los días te ve la cara en la bodega?”

Para incrementar la producción de leche resulta imprescindible crear nuevos y mejores mecanismos de distribución, incrementar la adquisición de insumos, establecer precios adecuados, y reconocer al productor.

-Cuál ha sido el estímulo estatal por el cumplimiento de la entrega de más un Millón de litros?

“Desde que nos incorporamos a este Movimiento, impulsado por la máxima dirección del país en el 2009, los socios de la Bienvenido Pardillo cada año nos hemos propuesto cumplir con ese cometido y lo hemos logrado de manera positiva. No pensando en un estímulo y sí lo tenemos como un compromiso moral. Nos enorgullece contribuir productivamente a favor de la economía cubana y resaltar como puntera en la producción lechera en el país, pero resulta difícil entender que más de trescientos hombres se empeñen en un esfuerzo común y no hayan recibido un reconocimiento significativo.

Esta cooperativa cuenta con una infraestructura que hemos construido los propios socios y otras que recientemente hemos heredados de otras organizaciones que dejaron de existir. Hoy tenemos un ranchón para reuniones y celebraciones, oficinas, almacenes, un laboratorio y termos para la conservación y análisis de la calidad de leche, pero carecemos de algo tan esencial como un transporte de uso colectivo. Solo tenemos un tractor con carreta que entró por un proyecto de colaboración.

Para festejar ese resultado realizamos un acto y seguido una gran fiesta con el dinero de la cooperativa y que sale del mismo aporte de la producción campesina. Siempre llega una representación de la ANAP y el Partido del municipio.”


Acopio de leche de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida (CCSF) Bienvenido Pardillo de Sancti Spíritus. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.


Pruebas a la leche de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida (CCSF) Bienvenido Pardillo de Sancti Spíritus. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.


Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida (CCSF) Bienvenido Pardillo de Sancti Spíritus. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.


Orlando Obregón Medinilla, presidente por más de trece años y mejor productor lechero de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida (CCSF) Bienvenido Pardillo de Sancti Spíritus. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.



Vaqueros de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida (CCSF) Bienvenido Pardillo de Sancti Spíritus. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.


Guasimal, Sancti Spíritus. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

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