Este viernes celebramos el 146 aniversario del inicio de la guerra por la independencia el 10 de octubre de 1868, cuando Carlos Manuel de Céspedes, “El padre de la Patria”, en su ingenio “La Demajagua”, le dio la libertad a sus esclavos y se alzó en armas contra la Colonia y por la libertad de Cuba.
Siempre se ha hablado de la continuidad histórica de la Revolución y muchos son los aspectos que justifican esa idea. Hoy hacemos especial énfasis en el amor por el deporte de cuatro grandes hombres de la historia de la Revolución Cubana.
El propio Carlos Manuel de Céspedes fue un amante de la equitación, la esgrima y muy especialmente, del Ajedrez.
El Apóstol José Martí Pérez, que en su labor periodística promocionó y alabó la práctica de varias disciplinas deportivas, mostró claro interés por la equitación y el Ajedrez.
Julio Antonio Mella, fundador del primer Partido Comunista de Cuba, de la Federación Estudiantil Universitaria y de la Universidad Popular “José Martí”, fue remero, futbolista y aficionado a todos los deportes.
Y Fidel Castro Ruz, nuestro Comandante en Jefe, gran apasionado por el deporte en general y practicante de la natación, béisbol, baloncesto, atletismo, fútbol y ajedrez, por solo mencionar algunos.
En estas coincidencias, no hay nada de casualidad. La continuidad de la lucha por la independencia, por la nacionalidad cubana, por nuestra autodeterminación y espíritu internacionalista, también se comprueba en el interés por el deporte de muchos o casi todos los líderes históricos de la Revolución.
Siempre se ha hablado de la continuidad histórica de la Revolución y muchos son los aspectos que justifican esa idea. Hoy hacemos especial énfasis en el amor por el deporte de cuatro grandes hombres de la historia de la Revolución Cubana.
El propio Carlos Manuel de Céspedes fue un amante de la equitación, la esgrima y muy especialmente, del Ajedrez.
El Apóstol José Martí Pérez, que en su labor periodística promocionó y alabó la práctica de varias disciplinas deportivas, mostró claro interés por la equitación y el Ajedrez.
Julio Antonio Mella, fundador del primer Partido Comunista de Cuba, de la Federación Estudiantil Universitaria y de la Universidad Popular “José Martí”, fue remero, futbolista y aficionado a todos los deportes.
Y Fidel Castro Ruz, nuestro Comandante en Jefe, gran apasionado por el deporte en general y practicante de la natación, béisbol, baloncesto, atletismo, fútbol y ajedrez, por solo mencionar algunos.
En estas coincidencias, no hay nada de casualidad. La continuidad de la lucha por la independencia, por la nacionalidad cubana, por nuestra autodeterminación y espíritu internacionalista, también se comprueba en el interés por el deporte de muchos o casi todos los líderes históricos de la Revolución.
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