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sábado, 1 de noviembre de 2014

EE.UU. pisa el acelerador y elude el enfriamiento de la economía global

Por Nick Timiraos y Eric Morath. WSJ



Un alza del gasto militar y una caída de las importaciones fueron los motores de un robusto crecimiento de la economía de Estados Unidos durante el tercer trimestre, mostrando una solidez que contrasta con las dudas que abundan sobre el resto del mundo.

El Producto Interno Bruto se expandió a una tasa anualizada de 3,5% entre julio y septiembre, anunció el jueves el Departamento de Comercio de EE.UU. La recuperación económica fue generalizada. El gasto de las empresas creció en forma constante, las exportaciones mostraron fortaleza en medio de la desaceleración global y la economía se benefició de un incremento importante del gasto militar y la mejor salud de las finanzas de los gobiernos estatales y locales.

No obstante, el informe puso de manifiesto una dinámica inusual. El crecimiento parece poco satisfactorio si se compara con otros ciclos de la economía estadounidense de la posguerra, aunque pueda ser la envidia de otras naciones avanzadas. “No creo que quepa ninguna duda de que comparado con Europa o Japón lucimos bastante bien”, indica Michael Feroli, economista jefe para EE.UU. de J.P. Morgan Chase. “Pero en relación a nuestros estándares e historia, sigue siendo una expansión decepcionante”.

El tercer trimestre cerró antes de las turbulencias que azotaron los mercados en octubre, desatadas por los temores de que una desaceleración internacional pudiera frenar los bríos de la economía estadounidense.

El informe, no obstante, mostró pocas señales de un incremento importante del consumo. Aunque las familias se benefician de una caída en los precios del combustible, el débil crecimiento de los ingresos sigue obstaculizando amplios sectores de la economía. El mercado inmobiliario, por ejemplo, avanza a paso de tortuga. Un fortalecimiento del consumo adquiere mayor relevancia si decae la demanda internacional de productos y servicios estadounidenses.

Pocos economistas esperan que el desempeño del tercer trimestre se extienda a los últimos tres meses del año, en parte porque la apreciación del dólar puede socavar las exportaciones. Feroli, el economista de J.P. Morgan Chase, redujo el jueves su proyección de crecimiento del PIB para el cuarto trimestre en medio punto porcentual, de 3% a 2,5%, debido a que la economía se benefició en el tercer trimestre de eventos que no se repetirán.

La economía creció 2,3% en términos reales (ajustado a la inflación) frente al tercer trimestre del año pasado, un ritmo que ha sido constante en los últimos tres años, pese a los altibajos trimestrales.

Las empresas estadounidenses han tenido “un desempeño muy estable, muy loable”, señala William Hutton, presidente de Titan Steel Corp., un fabricante de acero usado en pinturas, aerosoles y alimentos enlatados. Las ventas de automóviles y la producción de energía han ayudado a las siderúrgicas a contrarrestar la debilidad en la construcción de propiedades comerciales y residenciales.

La pregunta en la mente de muchos ahora es cómo EE.UU. sorteará un debilitamiento global. La zona euro corre el riesgo de caer en su tercera recesión en cinco años y abundan las dudas acerca del enfriamiento de la economía china y la lucha de las autoridades japonesas por dejar atrás décadas de estancamiento y deflación.

“La situación de Europa es complicada”, reconoce Hutton. “Pero la mayor preocupación del momento es el crecimiento de China (…) Es la clase de situación que te desvela”.

El jueves, al menos, el panorama europeo lució un poco más alentador. La confianza de las empresas y los consumidores de los 18 países que comparten el euro mejoró ligeramente en octubre, una nueva señal de que el bloque no corre un riesgo inminente de caer en otro período de contracción sostenida. La mayor confianza se suma a otros indicios positivos como una leve aceleración en la actividad fabril y de servicios y una sorpresiva reducción del desempleo en Alemania.

La Comisión Europea anunció el jueves que su Indicador de Sentimiento Económico, un barómetro de la confianza de las empresas y las personas en la economía, ascendió a 100,7 en octubre desde 99,9 en septiembre. El alza sugiere que tanto las familias como las compañías de la zona euro podrían elevar sus gastos en los meses venideros. El incremento tuvo lugar en amplios sectores, como de industria y servicios, así como en las principales economías del bloque, como Alemania, Francia, Italia y Holanda.

“La encuesta de la Comisión Europea constituye un alivio importante para el Banco Central Europeo, en particular porque muestra un alza de las expectativas de inflación y una mejora generalizada de la confianza de las empresas y los consumidores”, dice Howard Archer, economista de IHS Global Insight.

No obstante, un alza menor a la prevista de los precios al consumidor en Alemania subrayó la magnitud del desafío que afronta el BCE en su empeño por elevar la inflación a un nivel cercano a su meta de 2% en 12 meses luego de que descendió a menos de 1%. La inflación a 12 meses subió 0,7% apenas en octubre en Alemania.

En forma separada, el Instituto Nacional de Estadísticas de España informó que el PIB de la cuarta economía de la zona euro se expandió 0,5% en el tercer trimestre respecto del segundo trimestre.

En EE.UU., Mathews Co., proveedor estadounidense de tecnología para secar granos, ha visto una desaceleración de sus ventas internacionales, lo que llega en un mal momento. La caída en los precios de los granos y el vencimiento de incentivos tributarios para la compra de equipos agrícolas han reducido sus ventas en EE.UU.

Rusia y Ucrania habían sido tradicionalmente dos grandes mercados, cuenta Joseph Shulfer, presidente de la empresa, pero la devaluación del rublo ha mermado las ventas. “Sigue habiendo demanda para alimentar a la población”, afirma. “Pero sencillamente no tienen el poder adquisitivo que tenían antes”.

—Paul Hannon contribuyó a este artículo.

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