Más que encender y saborear después de una cena, un afamado Habano, cortejado con un ron cubano u otra bebida preferida, el visitante foráneo puede descubrir mediante diestros sommelier la magia y arraigada tradición que ellos avivan en restaurantes de hoteles y cadenas estatales, e incluso en establecimientos privados que también abren sus puertas al turismo internacional.
Y es que estos profesionales -ya casi imprescindibles en todo restaurante que hoy aspire o pretenda encumbrar su imagen de buen servicio-, van adueñándose poco a poco de los principales polos turísticos de Cuba, con prestaciones para satisfacer a clientes muy exigentes, mediante propuestas de sobremesa de acuerdo a la cena, el tiempo que disponga para ese momento y sus posibilidades económicas.
Tales razones, sin dudas, animan los Concursos Habanosommelier que se desarrollan como parte de los Festivales Internacionales del Habano, que cada año reúnen en La Habana a cientos de aficionados, admiradores, comerciantes, coleccionistas y otras muchas personas seducidas por el mito que desata la cultura e historia sobre el tabaco cubano, considerado el mejor del mundo.
En el concurso tanto nacional como internacional, los participantes -todos experimentados maestros de la cantina-, exponen sus conocimientos, primero deben vencer un test teórico y luego una presentación práctica donde sugieren a supuestos comensales la combinación perfecta de puros cubanos y bebidas, en dependencia de la cena que acaba de disfrutar.
En la edición más reciente de la lid nacional, preámbulo del próximo XVIII Festival del Habano, a celebrarse del 23 al 27 de este mes de febrero, Andrés Piñón Rivas, barman del Hotel Palacio del Marqués de San Felipe, de la cadena turística Habaguanex S.A., se ganó el derecho a representar a Cuba en el referido Concurso.
Piñón Rivas triunfó en el campeonato nacional de la especialidad, realizado en el Hotel Quinta Avenida, con la participación de competidores de todo el país, quienes debieron mostrar ante un prestigioso Jurado, sus conocimientos y habilidades sobre como sugerir y complacer a supuestos clientes la combinación perfecta de tabacos cubanos y bebidas, en dependencia de la cena recién degustada por estos.
Narra el sobresaliente sommelier que aunque en su familia no había tradición gastronómica, "desde muy joven me llamó la atención las labores de este sector, un mundo que poco a poco me fue cautivando, tal vez por la influencia de amigos y familiares de mi primera esposa.
Tras graduarse en la Escuela de Alta Hotelería y Turismo del Hotel Sevilla, en el año 1997, se incorpora a la gastronomía, primero como dependiente y tras nuevos cursos de superación asume labores de capitán de salón y maître, hasta especializarse como sommelier en 2012.
Trabajador durante muchos años del restaurante Don Giovanni (especializado en comida italiana) , en 2010 pasó a trabajar en el Palacio del Marqués de San Felipe, "donde constituimos un colectivo muy unido y altamente profesional, liderados por el gerente Ariel, siempre prestos a mostrar a los clientes lo mejor de la cultura e historia gastronómica cubana".
Ahora, animados por sus compañeros, Piñón Rivas se presentó nuevamente (tercera vez) al Concurso Habanosommelier. En la primera ocasión aunque muchos le auguraban el éxito, ocupó el segundo lugar y el año pasado al fin se coronó campeón nacional, pero fue derrotado en el Concurso Internacional.
Siempre optimista, él afirma categóricamente que "a la tercera va la vencida y para este momento me he preparado bien con el interés de conquistar también el título internacional, aunque sé que debo rivalizar con concursante muy profesionales y sabedores de diversas naciones, donde se comercializan los habanos".
En su preparación no hay secretos. "Estudio mucho, asegura, y cuando estoy compitiendo trato de hacerlo como a diario lo cumplo en mi restaurante, procurando deleitar a los clientes en su mesa; que ellos disfruten a plenitud mis prestaciones como auténtico servicio de altura".
"Mi mayor satisfacción, reitera, es estudiar cotidianamente para aprender todo sobre las interioridades de un oficio que exige mucha dedicación. La experiencia adquirida en años de trabajo, y sobre todo la perseverancia en la auto preparación profesional, contribuyen a que uno sea mejor si de verdad se ama la especialidad de sommelier.
"Es un orgullo para nosotros exponer ante todo visitantes las peculiaridades, tradiciones e historia del habano, un producto muy muestro, cuya imagen y cultura debemos cuidar, proteger y hacer que se conozca", reiteró.
Graduado en idioma inglés, "aunque también me defiendo en francés e italiano, sobre todo en los términos técnicos para mostrar las bondades del habano y sus posibilidades de maridaje con bebidas para los más diversos gustos, puedo comunicarme con la mayoría de los clientes que vienen a mi hotel.
"Así, para complacerlos adecuadamente, mediante diálogo siempre afable y familiar, indago sus preferencias y conocimientos sobre habanos, vinos, espirituosos, y demás destilados, un mundo muy amplio, porque también hay que saber un poquito sobre café, té y chocolates y otros productos que se complementan con la degustación del habano y originan una satisfacción elevada al cliente, en fin hay que tener una cultura mínima para complacer adecuadamente a todos".
Piñón Rivas pondero la importancia de participar en este Concurso "que nos permite exponer conocimientos y habilidades, aunque todos los sommelier del país tenemos que prepararnos mejor cada día porque vienen sommelier extranjeros que saben más sobre habanos que algunos de nosotros y es bueno que existan personas en el mundo que dominen el tema, pero los de Cuba debemos mantener la cima, saber todo sobre este producto tan nuestro".
Academia del Habano
La semana última, se desarrollo un nuevo curso máster, como parte de la Academia Habanos, programa de formación creada por la corporación Habanos S.A., que incluye los niveles junior, sénior y máster, este último para los especialistas formadores de las diferentes compañías distribuidoras exclusivas de este rubro en el mundo.
Alejandra González, formadora técnico comercial, del Departamento de Márquetin del Grupo, explicó que los participantes adquieren amplios conocimientos sobre tabaco, mediante un entrenamiento bien apretado, en curso intensivo que se desarrolla en La Habana durante una semana.
Refirió que los asistentes al regresar a sus países se encuentran debidamente capacitados para trasmitir los nuevos conocimientos a comerciantes detallistas de sus territorios; también a personal de franquicias de Casas del Habano, puntos de ventas y otros especialistas.
Los cursos máster se desarrollan una vez por año, mientras que junior y sénior se hacen para detallistas u otros especialistas de ventas, enviados a Cuba por distribuidores exclusivos de Habanos y también para trabajadores cubanos que ingresan al Grupo, a fin de que conozcan in situs todo sobre el habano, mediante conferencias de expertos y visitas a plantaciones, fábricas y la Estación de Investigación del Tabaco, de San Juan, en Pinar del Rio.
Alejandra González subrayó que este programa tiene como objetivo fundamental, capacitar y formar de manera homogénea y adecuada a todos los relacionados con la comercialización del Habano dentro y fuera de Cuba, "para que sean capaces de comunicar y exponer el producto con un leguaje actualizado y uniforme".
Y es que estos profesionales -ya casi imprescindibles en todo restaurante que hoy aspire o pretenda encumbrar su imagen de buen servicio-, van adueñándose poco a poco de los principales polos turísticos de Cuba, con prestaciones para satisfacer a clientes muy exigentes, mediante propuestas de sobremesa de acuerdo a la cena, el tiempo que disponga para ese momento y sus posibilidades económicas.
Tales razones, sin dudas, animan los Concursos Habanosommelier que se desarrollan como parte de los Festivales Internacionales del Habano, que cada año reúnen en La Habana a cientos de aficionados, admiradores, comerciantes, coleccionistas y otras muchas personas seducidas por el mito que desata la cultura e historia sobre el tabaco cubano, considerado el mejor del mundo.
En el concurso tanto nacional como internacional, los participantes -todos experimentados maestros de la cantina-, exponen sus conocimientos, primero deben vencer un test teórico y luego una presentación práctica donde sugieren a supuestos comensales la combinación perfecta de puros cubanos y bebidas, en dependencia de la cena que acaba de disfrutar.
En la edición más reciente de la lid nacional, preámbulo del próximo XVIII Festival del Habano, a celebrarse del 23 al 27 de este mes de febrero, Andrés Piñón Rivas, barman del Hotel Palacio del Marqués de San Felipe, de la cadena turística Habaguanex S.A., se ganó el derecho a representar a Cuba en el referido Concurso.
Piñón Rivas triunfó en el campeonato nacional de la especialidad, realizado en el Hotel Quinta Avenida, con la participación de competidores de todo el país, quienes debieron mostrar ante un prestigioso Jurado, sus conocimientos y habilidades sobre como sugerir y complacer a supuestos clientes la combinación perfecta de tabacos cubanos y bebidas, en dependencia de la cena recién degustada por estos.
Narra el sobresaliente sommelier que aunque en su familia no había tradición gastronómica, "desde muy joven me llamó la atención las labores de este sector, un mundo que poco a poco me fue cautivando, tal vez por la influencia de amigos y familiares de mi primera esposa.
Tras graduarse en la Escuela de Alta Hotelería y Turismo del Hotel Sevilla, en el año 1997, se incorpora a la gastronomía, primero como dependiente y tras nuevos cursos de superación asume labores de capitán de salón y maître, hasta especializarse como sommelier en 2012.
Trabajador durante muchos años del restaurante Don Giovanni (especializado en comida italiana) , en 2010 pasó a trabajar en el Palacio del Marqués de San Felipe, "donde constituimos un colectivo muy unido y altamente profesional, liderados por el gerente Ariel, siempre prestos a mostrar a los clientes lo mejor de la cultura e historia gastronómica cubana".
Ahora, animados por sus compañeros, Piñón Rivas se presentó nuevamente (tercera vez) al Concurso Habanosommelier. En la primera ocasión aunque muchos le auguraban el éxito, ocupó el segundo lugar y el año pasado al fin se coronó campeón nacional, pero fue derrotado en el Concurso Internacional.
Siempre optimista, él afirma categóricamente que "a la tercera va la vencida y para este momento me he preparado bien con el interés de conquistar también el título internacional, aunque sé que debo rivalizar con concursante muy profesionales y sabedores de diversas naciones, donde se comercializan los habanos".
En su preparación no hay secretos. "Estudio mucho, asegura, y cuando estoy compitiendo trato de hacerlo como a diario lo cumplo en mi restaurante, procurando deleitar a los clientes en su mesa; que ellos disfruten a plenitud mis prestaciones como auténtico servicio de altura".
"Mi mayor satisfacción, reitera, es estudiar cotidianamente para aprender todo sobre las interioridades de un oficio que exige mucha dedicación. La experiencia adquirida en años de trabajo, y sobre todo la perseverancia en la auto preparación profesional, contribuyen a que uno sea mejor si de verdad se ama la especialidad de sommelier.
"Es un orgullo para nosotros exponer ante todo visitantes las peculiaridades, tradiciones e historia del habano, un producto muy muestro, cuya imagen y cultura debemos cuidar, proteger y hacer que se conozca", reiteró.
Graduado en idioma inglés, "aunque también me defiendo en francés e italiano, sobre todo en los términos técnicos para mostrar las bondades del habano y sus posibilidades de maridaje con bebidas para los más diversos gustos, puedo comunicarme con la mayoría de los clientes que vienen a mi hotel.
"Así, para complacerlos adecuadamente, mediante diálogo siempre afable y familiar, indago sus preferencias y conocimientos sobre habanos, vinos, espirituosos, y demás destilados, un mundo muy amplio, porque también hay que saber un poquito sobre café, té y chocolates y otros productos que se complementan con la degustación del habano y originan una satisfacción elevada al cliente, en fin hay que tener una cultura mínima para complacer adecuadamente a todos".
Piñón Rivas pondero la importancia de participar en este Concurso "que nos permite exponer conocimientos y habilidades, aunque todos los sommelier del país tenemos que prepararnos mejor cada día porque vienen sommelier extranjeros que saben más sobre habanos que algunos de nosotros y es bueno que existan personas en el mundo que dominen el tema, pero los de Cuba debemos mantener la cima, saber todo sobre este producto tan nuestro".
Academia del Habano
La semana última, se desarrollo un nuevo curso máster, como parte de la Academia Habanos, programa de formación creada por la corporación Habanos S.A., que incluye los niveles junior, sénior y máster, este último para los especialistas formadores de las diferentes compañías distribuidoras exclusivas de este rubro en el mundo.
Alejandra González, formadora técnico comercial, del Departamento de Márquetin del Grupo, explicó que los participantes adquieren amplios conocimientos sobre tabaco, mediante un entrenamiento bien apretado, en curso intensivo que se desarrolla en La Habana durante una semana.
Refirió que los asistentes al regresar a sus países se encuentran debidamente capacitados para trasmitir los nuevos conocimientos a comerciantes detallistas de sus territorios; también a personal de franquicias de Casas del Habano, puntos de ventas y otros especialistas.
Los cursos máster se desarrollan una vez por año, mientras que junior y sénior se hacen para detallistas u otros especialistas de ventas, enviados a Cuba por distribuidores exclusivos de Habanos y también para trabajadores cubanos que ingresan al Grupo, a fin de que conozcan in situs todo sobre el habano, mediante conferencias de expertos y visitas a plantaciones, fábricas y la Estación de Investigación del Tabaco, de San Juan, en Pinar del Rio.
Alejandra González subrayó que este programa tiene como objetivo fundamental, capacitar y formar de manera homogénea y adecuada a todos los relacionados con la comercialización del Habano dentro y fuera de Cuba, "para que sean capaces de comunicar y exponer el producto con un leguaje actualizado y uniforme".
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