Mi blog sobre Economía

miércoles, 8 de julio de 2015

Sesenta minutos con Paul Singer




LA HABANA. En otros tiempos no muy lejanos, lo que sucedió con el brasileño de origen alemán, Paul Singer, no le hubiera provocado a un comisario político el menor balance en sus dedos para escribir que lo que se trató en esa conferencia fue “una conspiración contra los poderes del Estado revolucionario”.

No era la primera visita de este octogenario, de salud física quebrantada, envidiable salud espiritual y poseedor de un extraordinario sentido didáctico en sus opiniones. Como valor agregado, el concepto del humor tan semejante al nuestro. Paul Singer es un hombre de izquierda de pies a cabeza. “Muchas de nuestras ideas nacieron aquí en Cuba”, confiesa. Vino a esta capital convocado por la Red de Estudios Cooperativos de la Universidad de La Habana, una institución que cada vez con mayor fuerza a la par de sus quehaceres académicos, toma cartas en el actual proceso de renovación que se lleva a cabo en la sociedad cubana.

Los cargos y responsabilidades asumidos por nuestro visitante suman casi media cuartilla. Los más significativos: Doctor en Sociología por la Universidad de Sao Paulo, Secretario Nacional de Economía Solidaria del Ministerio de Trabajo y Empleo, ex profesor de la Facultad de Higiene y Salud Pública de la USP, fundador del Centro Brasileño de Planificación (CEBRAP), militante de Economía Solidaria, y ex secretario de Planificación de la ciudad de Sao Paulo, entre otros.

No hubo una localidad desierta en el Salón 250 de la Universidad. El tema del profesor Singer: “Cooperativismo y socialismo en Brasil”. Los asistentes: profesores y alumnos universitarios, funcionarios de Comercio Interior y, lo más importante a nuestro juicio, numerosos representantes de cooperativas no agropecuarias dedicadas lo mismo a la recreación, que a la fabricación de vinos, que a instrumentos de pesaje, por citar solo algunos. De lamentar la ausencia de representantes de nuestras fincas familiares, el grupo de mayor presencia en Brasil.


Foto tomada por Rachel D. Rojas.

Singer fue muy claro en exponer que los términos o políticas de la economía solidaria y agricultura familiar obedecían a razones muy bien ubicadas en el Brasil, aunque en su surgimiento tuvieran mucho que ver acontecimientos sociales o políticos ocurridos en la Europa de los años ochenta. De ahí el papel protagónico de la iglesia católica (recordar la Teología de la Liberación, Frey Betto, el obispo Helder Cámara), los sindicatos y el propio ex presidente Lula da Silva.

En ese contexto, Singer asumió a las cooperativas y a la economía solidaria como sinónimos; responden al mismo objetivo: plantear una alternativa anticapitalista para y desde los propios trabajadores. No obstante, “el medio en el que se desenvuelven las cooperativas puede modificarlas”, dijo, sabio en su actitud.

El profesor conoce muy bien uno de los mayores conflictos del cooperativismo en el mundo. “Siempre que en una cooperativa haya socios y empleados habrá lucha de clases, y eso podría significar la muerte de la economía solidaria”, afirma antes de declararse, con toda humildad, sin respuesta ante tamaña contradicción.

“Diría que las cooperativas son contradictorias… y humanas, en tanto casi todo lo humano es contradictorio”, agrega.

De gran valor fueron las preguntas de nuestros cooperativistas. Inquietudes de su propia cosecha y no de interrogantes “por encargo” como suelen hacerse en otros sitios. Verdadero interés por conocer cómo es el cooperativismo en la hermana Brasil. Tomaban nota para tal vez comentarlas luego con sus compañeros de labor; analizarlas de conjunto o discutirlas con otros implicados en el movimiento cooperativista.

Jesús Cruz Reyes, profesor de la facultad cubana de economía y también invitado a la conferencia, agregó a la agenda de discusión un punto, al parecer común para Cuba y Brasil, que ha quedado pendiente de un análisis más profundo, y es el de las falsas cooperativas. “Algunas funcionan como cooperativas solo para los fundadores, pero para los asalariados son el patrón, el empresario; otras, solo hacen el trabajo sucio para grandes empresas”, explicó.

La tarde puede resumirse en la insinuación de muchos temas que Cuba tiene pendientes de más profundo análisis en medio de su actualización económica (y por ende también social); y en la oportunidad de aprender de tradiciones asentadas durante años y de estudiar otras vivencias.

Ni más ni menos que una experiencia muy aplaudible de la Red de Estudios Cooperativos de la Universidad de La Habana, al cursarle invitación a cooperativistas y a periodistas que dejaron constancia de tan singular y ojalá repetible evento. Así como por acoger al profesor Singer y sus homólogos Tatiana Velloso y el también doctor Valmor Shciochet.

Cambian los tiempos en Cuba.

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