Los clientes del operador de móviles estadounidense podrán hacer llamadas y usar datos desde la semana próxima cuando viajen a Cuba, aunque a un coste elevado
SANDRO POZZI Nueva York 18 SEP 2015 - 19:16 CEST
Una cubana usando un teléfono público en La Habana / CARL COURT (GETTY IMAGES)
Verizon, la mayor compañía de telecomunicaciones de Estados Unidos, acaba de convertirse en el primer operador de móvil del país que permitirá a sus clientes utilizar sus teléfonos cuando visiten Cuba para hacer llamadas, enviar mensajes de texto o usar datos. Eso es posible después de haber cerrado una serie de acuerdos de roaming con las compañías locales que ya operan en la isla.
Es un paso más en el proceso de normalización de las relaciones entre EE UU y Cuba, que empieza a beneficiar a las corporaciones estadounidenses, aunque siguen sujetas a las restricciones impuestas por el embargo económico. Verizon no tiene activos en la isla, por lo que deberá utilizar las torres de retransmisión de sus socios. Ese peaje, sin embargo, será muy alto para sus clientes.
La llamada de móvil en Cuba constará 2,99 dólares el minuto mientras que el coste por el mega de datos se cifra en 2,05 dólares. Los mensajes de texto tendrán una tarifa similar a la que se aplica en el paquete internacional Pay-As-You-Go, servicio al que hay que suscribirse previamente. Además, se debe disponer de un dispositivo que puede recibir la señal fuera de EE UU.
Los abonados a AT&T y T-Mobile USA no pueden disfrutar de este tipo de servicio de roaming, pero si pueden utilizar sus teléfonos en Cuba con tarjetas del operador local o extranjero si están desbloqueados, porque los dos operadores utilizan la misma tecnología de transmisión de datos que se usa en el país. En el caso de Sprint la limitación técnica es similar a la de Verizon.
Los servicios, equipos y tecnología de las telecomunicaciones fueron los primeros en beneficiarse de las exenciones al embargo, porque es un sector clave para el desarrollo económico de la isla y donde las empresas de EE UU pueden aportar mucho. Boost Mobile, filial de Sprint, ya ofrecie un plan de prepago para Cuba y la telefónica IDT llegó a un acuerdo en marzo para llamadas de larga distancia.
El roaming de Verizon empezará a funcionar la semana próxima. La compañía sigue así los pasos de otras firmas estadounidenses que están empezando a hacer negocios en Cuba, como la plataforma de contenido audiovisual Netflix o el portal de alquileres Airbnb. Las compañías de cruceros Norwegian y Carnival ya tienen planes para ofrecer destinos cuando se levante el embargo.
Los viajeros estadounidenses pueden usar ya sus tarjetas de crédito en la isla. Estos movimientos corporativos son posibles gracias a que se están relajando las aplicación del régimen de sanciones a la empresas, desde que a final del año pasado se dio el primer paso para acabar con medio siglo de ruptura en las relaciones entre los dos países.
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