Santiago de Chile, 17 sep (PL) La madrugada será larga y tortuosa en la mayor parte de Chile y muchos apenas podrán conciliar el sueño: un terremoto de 8,4 grados en la escala de Richter dejó terribles secuelas al país austral.
Al momento de escribir esta nota, vuelvo a percibir temblores. El movimiento telúrico ocurrió a las 19:54 hora local de ayer, pero la seguidilla de réplicas ya sobrepasa las veintena, algunas bastante fuertes.
El mejor consejo, prestarle atención con el rabillo de un ojo, y tomárselo con paciencia con el otro. No hay ni siquiera paliativos para un terremoto y mucho menos con los tsunamis, dos fenómenos naturales sin respuesta eficaz del ser humano.
La presidenta de la República, Michelle Bachelet, reflejaba en su rostro esta madrugada el estado anímico ante una situación que la desborda y venida a menos. Desde la noche de este jueves Chile se adentra en el jolgorio de las Fiestas Patrias.
En sus primeras palabras al encontrarse con la prensa en el Palacio de La Moneda, la mandataria admitió los duros golpes de la naturaleza que recibe con frecuencia Chile, envió su más sentida solidaridad a los damnificados y prometió ayuda.
De hecho acababa de reunirse con varios de sus ministros, del Interior y Seguridad, de la Secretaria General del Gobierno, Hacienda y Obras Públicas, además de intercambiar con los máximos responsables de la Onemi y el SHOA.
La Onemi, Oficina Nacional Emergencias, confirmó por intermedio de su director, Ricardo Toro, que son tres los fallecidos hasta ahora con varios heridos graves, como consecuencia del violento sismo.
Por su parte, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) mantuvo la Alarma Tsunami para toda la zona costera, con excepción de la región XII de Magallanes y la Antártica chilena.
Exactamente a las 19:54 horas comenzó el terremoto, calificado así por la Oficina Nacional de Emergencias, de 8,4 grados en la escala de Richter, localizado en las comunas de Illapel y Canela Baja, en la región central de Coquimbo.
Las secuelas son todavía inciertas. Primero la continuidad de las réplicas acrecienta los temores de otro movimiento telúrico y luego los trenes de ondas en formación provocan un tsunami leve pero peligroso por la fuerza de sus olas.
Desconcertada, la presidenta Bachelet indicó que se evaluará en unas horas las actividades concebidas para el inicio de las Fiestas Patrias sin asegurar su presencia, ante el deber de personarse en las zonas de desastres.
En Illapel los destrozos eran notorios según imágenes de la cadena informativa TVN 24 horas, lo mismo que en otras ciudades y comunas del centro del país, por el terremoto o la avalancha del tsunami.
El diagnóstico aún es parcial, pero sabemos que existen daños. Hasta ahora sabemos que si bien hubo un tsunami, los últimos trenes de olas han ido en disminución, pero sabemos que pueden haber réplicas" comentó Bachelet.
Con la experiencia en terremotos en sus dos mandatos de Gobierno (el peor en 2010 de 8,8 grados y más de 500 fallecidos), la dignataria hizo aplomo para enfrentar el panorama y "monitorear minuto a minuto" los sucesos.
En unas horas se trasladará a las áreas más dañadas y determinará entonces si declarar Zona de Catástrofe o Estado de Emergencia Nacional, según lo acontecido.
Pero lo cierto es que miles de chilenos se encuentran en la actualidad en los puntos más elevados en el entorno de los bordes costeros, ante el temor de tsunamis.
lam/Ft
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