Mi blog sobre Economía

jueves, 15 de octubre de 2015

.Breve Cronología del diferendo y el bloqueo norteamericano a Cuba. ( Parte III)

Lic. Ismael Ricardo Zuaznábar Morales.
Guarairarepano1@yahoo.es

Marzo. 

. En marzo de 1962 se infiltra por las costas de Pinar del Río Márquez Novo había trabajado en el Instituto Cultural Cubano Norteamericano, de procedencia acomodada y de franca filiación anticomunista y pronorteamericana. En el expediente del FUO se refleja la siguiente información: "La misión que Esteban Márquez Novo debía desempeñar era la creación de una red de espionaje y el reclutamiento de individuos adeptos a la causa revolucionaria, para, en un momento dado, después de haber recibido los materiales bélicos suficientes, sembrasen el caos y la destrucción en apoyo a una invasión desde el extranjero. Mientras se fraguaba este plan la red de espionaje se ocuparía de obtener todo tipo de información política, militar y económica que le fuese posible, la cual sería transmitida a Estados Unidos mediante las plantas manuales RS-1". "Para llevar a cabo su misión tenía que hacer contacto con los residuos de su antigua organización, Movimiento de Recuperación Constitucional, y para ello se dirigió hacia la casa del esposo de su hermana, Gerardo Rodríguez Arango. 

Esta casa, a la que bautizó con el nombre de Posición Contacto, le sirvió para permanecer algunos meses mientras reestructuraba su vieja organización, y mientras se abría paso para hacer algunos reclutamientos de mayor envergadura". (Archivos del CIHSE.)

Márquez Novo organizó el estado mayor de la red, creó diferentes frentes de trabajo denominados comandancias; las tres primeras en la provincia de Pinar del Río, otras tres en La Habana y una en Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud). Esta red se mantuvo operando todo el año 1962; en 1963 estableció dos nuevas comandancias: comunicaciones y la de instrucción para el entrenamiento en el terreno de miembros escogidos de la red.

La comandancia general abarcaba los municipios de Consolación del Sur, Los Palacios, San Cristóbal y Candelaria (Comandancia 1). La Comandancia 2 era una zona montañosa cercana a las costas. Aquí se reclutaban campesinos de la zona y elementos ex militares de la tiranía. Se utilizaba como reserva para la recepción aérea de equipos bélicos. También operaban activamente las sectas de Testigos de Jehová, Bando Evangélico de Gedeón y Bautistas. La comandancia 3 comprendía los pueblos y ciudades de Pinar del Río, San Juan y Martínez, San Luis, Guane y Mantua; la 4 abarcaba Artemisa, Mariel, Guanajay y Cabañas. En La Habana radicaba la comandancia 5, donde se encontraban los colaboradores de más nivel y mayores posibilidades para la labor de inteligencia estratégica. Estaba a cargo de la agente CIA, Irene (Esperanza Peña). Irene era además asesora política del jefe de la red, se ocupaba del trabajo de organización, propaganda, información de los aeropuertos y puertos marítimos y todo lo relacionado con los asuntos de inteligencia. 

La comandancia 6 comprendía Marianao y pueblos desde la carretera de Batabanó hasta el límite de la provincia de Pinar del Río. Aquí se realizaba labor de inteligencia sobre las tropas soviéticas en bases militares, se preparaban mujeres para la labor de propaganda, hombres para acciones y sabotajes (grupos comandos). La comandancia 7 cubría desde Guanabacoa hasta el límite con la provincia de Matanzas. A esta comandancia le correspondía extender el trabajo hasta Matanzas y preparar condiciones para el levantamiento interno. La comandancia 8 correspondía a Isla de Pinos; estaba encargada de crear zonas para los comités de recepción. Esta red era abastecida de armas, municiones, equipos de comunicaciones, explosivos y material de guerra con vistas a poseer un arsenal para abastecer a los elementos que se levantarían en armas el "Día D" (Día de la invasión) .Su actividad fundamental consistía inicialmente en enviar información de carácter militar al centro principal, posteriormente habrían de realizar sabotajes y promover un alzamiento para apoyar una invasión de los Estados Unidos. (Expediente del Frente Unido Occidental (FUO). Archivo del CIHSE. Estados Unidos a Cuba).

Mayo.

En la reunión informativa de mayo 7 de 1962, de Robert Kennedy con Lawrence Houston, Consejero General de la CIA, el primero se mostró disgustado por la participación de la mafia en el plan de atentado a Fidel Castro pero no desautorizó su ejecución. Según Houston, Robert Kennedy conocía al detalle los planes de asesinatos que se estaban gestando. Además el Fiscal General, Robert Kennedy, no protestó ni al Director de la CIA, John McCone, ni al Subdirector Richard Helms por promover estos planes. Durante la investigación del Comité Church, era de esperar que antiguos funcionarios de la Administración Kennedy pudieran expresarse públicamente en contra de la CIA por emprender planes de asesinatos sin el consentimiento del Presidente, pero no lo hicieron. La Agencia Central de Inteligencia también guardó silencio al respecto. Todo parece indicar que la negación plausible también se aplica a la actuación del Presidente de los Estados Unidos. Por escrito no aparece ninguna orden relacionada con los planes de asesinatos. (La CIA contra Cuba O.C. pp. 127).

Julio.

-En el segundo semestre de 1962 el Pentágono evaluó las consecuencias de una intervención militar directa de los Estados Unidos en la isla. 67 Al analizar la respuesta de Cuba se señala que la reacción militar de Cuba se encuentra determinada por la voluntad de resistir de las FAR - Fuerzas Armadas Revolucionarias -, de las armas a su disposición y la capacidad de su utilización para enfrentar la intervención. Se considera que la organización de la resistencia a la agresión se sustenta en una fuerte resistencia inicial, seguida de la defensa de puntos previamente seleccionados y posteriormente guerra de guerrillas prolongada.

En los meses de julio-agosto de 1962 la CIA reactiva sus dispositivos subversivos en función del plan de levantamiento general fijado para octubre de ese año, según cronograma aprobado en el Programa Mangosta por el Presidente de los Estados Unidos. En esta fase el complot contrarrevolucionario lo ejecutaría la organización Frente Anticomunista de Liberación (FAL) (Expediente de organizaciones contrarrevolucionarias. Archivos del CIHSE.)

-Esta organización fue creada a mediados de 1962 por los contrarrevolucionarios Manuel Silió Matos, Roberto Palma, Jesús Álvarez Silió, Julio Colominas y otros. Como jefe fue designado Francisco Evelio Pérez Menéndez y Manuel Silió Matos quedó como jefe de operaciones militares en La Habana. 

Agosto.

-En agosto 7 se reitera la estrategia subversiva de la Agencia Central de Inteligencia contra Cuba que ( ) descansa en la propuesta elevada por el Pentágono en cuanto a cursos de acción contra Cuba: "ejercer todas las presiones posibles diplomáticas, económicas y psicológicas y otras para derrocar al régimen castro-comunista sin participación militar de los Estados Unidos". Esta propuesta sería modificada por Kennedy de modo que se autorizara en caso necesario la intervención directa de los Estados Unidos. Se conocería como variante b ampliada. (Material desclasificado por los Archivos de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Archivos CIHSE)

-La CIA apuntaba sus acciones políticas en las siguientes direcciones: apoyo a la actividad anticubana del Departamento de Estado en( ) la OEA y en las relaciones bilaterales con los estados latinoamericanos ,auxiliar al Departamento de Estado en la formulación de la política posterior a la destrucción de la Revolución, la selección de los dirigentes contrarrevolucionarios y grupos políticos auspiciados por los Estados Unidos , apoyar encubiertamente al Consejo Revolucionario Cubano y otros grupos de la emigración contrarrevolucionaria, buscar vías para establecer contactos con los centros de poder del gobierno cubano como medios posibles apuntados a dividir la revolución. 

-Los planes de la guerra económica contra Cuba se incrementaban y la CIA participaría en la planificación de acciones inter-agencia y en el desarrollo de las acciones. Se encargaría, además, de la realización, con la máxima intensidad, de sabotajes en las principales industrias y servicios públicos de la nación (transporte, comunicaciones, plantas eléctricas) mediante operaciones comandos de grupos especiales. Se concebían planes para desviar los recursos que empleaba el estado cubano en el desarrollo socio-económico y se viera obligado a emplearlos para enfrentar las agresiones. 

-El trabajo de la CIA con relación a las organizaciones contrarrevolucionarias se proponía el reforzamiento y fomento de una atmósfera de resistencia y revuelta en la población en general. La CIA, además, reclutaría, entrenaría y abastecería pequeñas células de agentes en las principales ciudades y otras áreas seleccionadas. Se dispondría de escondrijos de armas, municiones, y otros abastecimientos en la cantidad mayor posible, en áreas asequibles a las células de resistencia y en zonas potenciales de resistencia. Se responsabilizaba con el abastecimiento, enlace encubierto y comunicaciones de los elementos dirigentes de la contrarrevolución ante cualquier levantamiento interno que se produjera, así como debía estar preparada para ofrecer apoyo personal y logístico a las organizaciones contrarrevolucionarias y a cualquier levantamiento interno que se desencadenara. 

( ) La CIA debía aumentar su personal operativo contra Cuba hasta 600 oficiales y solicitaba 40 millones de dólares para la realización de futuras acciones previstas para 1963 y 60 millones para 1964.

-EL 10 de agosto: Se promulga la Ley No. 1049 del de 1962, en la que se creaba el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos. En este año se crea la Flota Cubana de Pesca (FCP).

El mismo día el Grupo Especial Aumentado se reúne en las oficinas del Secretario de Estado, Dean Rusk, para decidir el curso de (la operación) Mangosta después que concluyera la fase de recolección de inteligencia que concluiría ese mes. El Grupo Especial Ampliado analiza un plan propuesto por John McCone en que se recomienda acciones de sabotajes limitadas; pero el Presidente Kennedy demanda un plan más ambicioso para destruir la revolución. 

-El 20 de agosto Maxwell Taylor, presidente del Grupo Especial Aumentado informa al presidente Kennedy que el grupo no ve probabilidad de que el gobierno cubano sea derrocado sin una intervención militar directa de los Estados Unidos (….y) recomienda planes más agresivos en el contexto de Mangosta; y el Presidente Kennedy las autoriza, pero especifica que ningún involucramiento militar debe formar parte de estos planes. 

-El 21 de agosto ( ) el Pentágono había elaborado un plan de acción para Cuba a partir de una serie de aspectos de alta política analizados por el gobierno de los Estados Unidos. Entre los elementos más sobresalientes se destaca el probable arribo a Cuba de personal militar de la URSS durante julio-agosto, y de muchos barcos cargados con materiales y equipos. 

-El 23 de agosto, mediante el memorándum de acción de seguridad nacional Kennedy orienta la elaboración de informes que deben considerar los pro y los contra de una declaración de advertencia contra el despliegue de armas nucleares en Cuba; el efecto psicológico, político y militar de semejante despliegue y las opciones militares que puedan realizar los Estados Unidos para eliminar la amenaza. Con respecto a la Operación Mangosta ordena continúe la aplicación de la variante b ampliada sin el empleo público de las fuerzas armadas de los Estados Unidos con toda la intensidad posible. (National Security Action Memorandum 181 on Actions and Studies in Response to New Soviet Bloc Activity in Cuba, 8.23.62.)

-El General Lansdale presentó un plan más agresivo contra Cuba que recibió el nombre de "Stepped-Up Course B". Ya había presentado otros dos anteriormente, completamente disparatados, que fueron rechazados por los miembros del equipo. El nuevo plan, peor que los anteriores, consistía en una escalada de acciones hostiles que culminaría necesariamente con la invasión a Cuba de las fuerzas armadas de Estados Unidos. El nuevo plan fue aprobado por el presidente John F. Kennedy porque su hermano Robert estaba desesperado por iniciar acciones contra Cuba y forzó su aprobación a pesar de las opiniones en contra. (Cuban Information Archives Document 0034 Explanation of the BOP Name List http://cuban-exile.com/doc_026-050/doc0034.html)

El "Stepped-up" comenzaría con la voladura de instalaciones en las minas de Matahambre en Pinar del Río. Otros objetivos serían las refinerías y plantas procesadoras de níquel. Se destruirían, además, los cultivos en Cuba, mediante el fuego y los agentes químicos y biológicos. Se utilizarían, en lugar de lanchas, aviones y submarinos para infiltrar y evacuar grupos de sabotaje. Mientras tanto, el equipo enviado para volar las torres del teleférico en las minas de Matahambre, dirigido por Rolando Martínez ("Musculito"), miembro de Operación 40, fracasó en su misión y dos de sus hombres fueron capturados.

-Para el día 30 de agosto la jefatura del Frente Anticomunista de Liberación (FAL) planificó el levantamiento general en Cuba y para la realización de sus planes coordinó con las organizaciones contrarrevolucionarias, Unidad Revolucionaria, Rescate, Segundo Frente y M 30- 11. Esta organización estaba estructurada a nivel nacional, en municipios y grupos. Su mejor organización estaba en La Habana y un estudio del plan de alzamiento revela los siguientes elementos de interés operativo: 

-• El levantamiento general abarcaría toda la república; 

• La señal de dicho plan sería un apagón a las 22:00 horas del 30 de agosto de 1962. En esos momentos los miembros de las FAL con uniformes negros, tomarían las estaciones de policía y pequeñas unidades del ejército y la milicia en las distintas zonas y municipios del país, pero principalmente en La Habana;

- La parte civil del FAL ayudada por miembros de otras organizaciones bloquearían la capital con autos, guaguas y camiones a los que prenderían fuego para obstruccionar el tráfico de los transportes militares; 

-El FAL contaba con elementos de la compañía eléctrica que volarían Talla Piedra; en algunas estaciones de policía y en unidades militares. • Los objetivos a ocupar eran: - El Estado Mayor de las FAR; - Almacén de Sanidad Naval; - Aeropuerto de Rancho Boyeros; - Academia Naval del Mariel; - Academia de Capacitación Marítima; - El pueblo de Casablanca y Barlovento y además, pretendían tomar diferentes unidades de la Marina de Guerra Revolucionaria en los que habían algunos elementos del FAL infiltrados para distribuir armas entre elementos civiles; según la estructura de la organización las estaciones de policías serían tomadas por los jefes de zonas. 

Para el levantamiento programado para el 30 de agosto de 1962, la jefatura del FAL había creado una unidad especializada para realizar sabotajes y atentar contra la vida de los dirigentes de la Revolución. El Estado Mayor del FAL se habría de instalar en el antiguo colegio Trelles en el Vedado y en el Instituto de Segunda Enseñanza en el Vedado. (La CIA contra Cuba o.c.pp.84-85)

Setiembre.

-El 29 de septiembre, el Consejo de Ministros del Gobierno cubano publicó en la prensa nacional su respuesta a una Resolución Conjunta del Congreso de los Estados Unidos, mediante la cual se concedía al presidente Kennedy la facultad del uso de las armas contra Cuba, si esta extendía sus actividades subversivas o agresivas a cualquier parte del hemisferio y creaba una capacidad militar de apoyo externo que pusiera en peligro la seguridad de los Estados Unidos. La declaración del Gobierno Revolucionario hacía historia de todas las agresiones de los Estados Unidos contra Cuba y desmontaba los falsos ataques de subversión en el hemisferio. También enfatizaba:

“Si el Gobierno de Estados Unidos no albergara intenciones agresivas contra nuestra patria, no le interesaría la cantidad, calidad, o clase de nuestras armas.

“Si Estados Unidos fuese capaz de dar a Cuba garantías efectivas y satisfactorias con respecto a la integridad de nuestro territorio y cesara en sus actividades subversivas y contrarrevolucionarias contra nuestro pueblo, Cuba no necesitaría fortalecer su defensa, no necesitaría siquiera ejército, y todos esos recursos que ello implica los invertiríamos gustosamente en el desarrollo económico y cultural de la nación.

“Cuba ha estado siempre dispuesta a discutir con el gobierno de Estados Unidos y hacer lo que estuviese de su parte si encontrara en el gobierno de Estados Unidos una actitud recíproca para disminuir la tirantez y mejorar las relaciones”. (Noticias de Hoy, 30 de septiembre de 1962, p.1).

Octubre.

El 3 de octubre de 1962, mediante la ley pública 87-733 (S.J. Res. 230) 76, Estatuto 697, en sesión conjunta el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos, aprobaron la "Resolución cubana:

A) Prevenir por cualquier medio que sea necesario, incluyendo el uso de las armas, que el régimen marxista-leninista de Cuba expanda mediante la fuerza o las amenazas sus actividades agresivas o subversivas a cualquier parte del hemisferio.

B) prevenir en Cuba la creación de una capacidad apoyada militarmente en el extranjero que ponga en peligro la seguridad de Estados Unidos.

C) trabajar con la O.E.A. y con los cubanos amantes de la libertad para apoyar las aspiraciones del pueblo cubano en pro de su autodeterminación.

-El 4 de octubre de 1962 el Grupo Especial Aumentado se reúne para discutir el progreso de la Operación Mangosta. Robert Kennedy manifestó que el 71 Presidente "está preocupado con el progreso de la Operación Mangosta" y creía se debía dar más prioridad a tratar de montar operaciones de sabotaje. El Grupo Especial Aumentado acuerda un plan para minados de puertos cubanos. 

-El 15 de octubre el Grupo Especial Aumentado se reúne nuevamente para ordenar la aceleración de operaciones encubiertas contra Cuba. El 16 de octubre Robert Kennedy vuelve a referir la posición de John F. Kennedy al plantear "el disgusto general" del Presidente Kennedy con la evolución de la Operación Mangosta. Se discute varias alternativas para eliminar las bases de cohetes recientemente detectadas en la isla. 

-El 22 de octubre se inicia la Crisis de Octubre que repercutirá en el destino de Mangosta.

El secretario de Defensa de la administración Kennedy, Robert McNamara, reveló en la Conferencia Tripartita sobre la Crisis de Octubre, celebrada en Moscú en enero de 1989, que en el momento que estalla la crisis ellos poseían 5000 ovijas nucleares, mientras los soviéticos apenas contaban con 300, para una correlación aproximada de 17 a 1. En cuanto a los bombarderos B-47 y B-52, la correlación era de casi 10 a 1 favorable a los Estados Unidos. También se afirma que en 1962 el Pentágono poseía 377 cohetes estratégicos –en tierra y mar- y estaba en marcha la construcción de otros 1 000 más avanzados del tipo Minuteman, mientras que la URSS el primero de enero de ese año solo contaba con 44 cohetes intercontinentales, 373 de alcance medio y 17 de alcance intermedio( ) Pero el balance estratégico favorecía también a los estadounidenses en su capacidad de realizar un primer golpe nuclear a la URRS, debido a los misiles nucleares que habían desplegado en Turquía e Italia. Sobre estos emplazamientos tan peligrosos para la URSS le señaló Jruschov a Alexander Alexeev, nombrado embajador en la Isla: “…tenemos que pagarle con la misma moneda –a los Estados Unidos-, darles a probar su propio remedio, y obligarlos a sentir en su propio cuerpo lo que significa vivir colimados por armas nucleares”. ( ) Evidentemente se estaba refiriendo a la colocación de armas nucleares estratégicas en la isla de Cuba.

-El 27 de octubre de 1962 sobre las 10 de la mañana se recibe una llamada urgente en clave por radio desde la jefatura soviética ubicada en Camagüey. Esta fue dada por el general Georgi Alekseevich Voronkov y decía, que un avión espía violaba el espacio aéreo cubano y había que derribarlo de inmediato. A las 10:10 am, el jefe de la batería, Valentin Orjoski, ordenó hacerle fuego al avión espía, el soldado Iván Mironovich Guerchenov fue uno de los que disparó contra el avión contra el cual se hicieron dos disparos con un alcance de 30 kilómetros, siendo el primero el que lo derribó. El U-2 perdió un ala y envuelto en llamas se abalanzó a gran velocidad hacia tierra, cayendo a las 10:17 am en la zona de Veguitas tres.

A unos 100 metros del avión estaba el cuerpo del piloto, el mayor Rudolph Anderson, el cadáver estaba fijado a la silla del U-2, quedando ubicado entre un cañaveral y la línea del ferrocarril. Un tractor y una grúa arrastraron la aeronave hacia la vía férrea y la montaron en una plancha ferroviaria y en tren se llevaron los restos del avión hasta Veguitas Seis, donde esperaban un camión y dos carretas que los trasladaron hacia Ojo de Agua, en Bijarú.

El piloto se nombraba Rudolph Anderson Jr. había nacido el 15 de septiembre de 1927 en Greenville, South Carolina, Estados Unidos, tenía 35 años de edad, ostentaba el grado de Mayor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, había cumplido vuelos sobre la República Popular Democrática de Corea y sobre Cuba en otra ocasión.

El cadáver del piloto fue trasladado a la morgue del hospital del Central Nicaragua, donde el entonces enfermero Abel Tarragó López, ayudó al médico cubano Víctor Pupo y practicaron una preparación inicial del cuerpo del mayor Anderson. Suturaron sus heridas y le inyectaron formol al 40 por ciento. Después los restos se trasladaron hacia Antilla, donde la morgue que allí funcionaba tenía refrigeración. Posteriormente el cadáver se envió hacia el actual pediátrico de Holguín y más tarde rumbo a Santiago de Cuba, donde se le practicó la necropsia oficial por especialistas forenses.

El cadáver fue devuelto a Estados Unidos. En la ceremonia de entrega oficial del sarcófago las pertenencias, realizada el domingo 4 de noviembre a las tres de la tarde, en el aeropuerto de Rancho Boyeros, participaron Emil A. Stadelhofer, embajador de Suiza y el doctorAntonio Carrillo Carreras, director de Protocolo del MINREX. Fue sepultado en Greenville, el 6 de noviembre de 1962.

Luego del derribo fueron ocupados, un plan de aviso, una billetera, con 20 dólares, dos cheques en blancos, cámara fotográfica manual, radio, paracaídas, mochila con medicamentos, fusil calibre 22 y otros implementos. ( Confesiones del militar soviético que derribó el avión U-2 durante la Crisis de Octubre de 1962. Disponible en "juventudrebelde.cu"). 

Otra versión de los hechos la da un general cubano desertor en un libro par donde en el capítulo relativo a la Crisis de Octubre, que según versión de cubana Fidel habría dado la orden de derribarlo, como para mostrarles a los soviéticos quién era el verdadero comandante militar y Del Pino señala, que tanto Fidel Castro como el resto del Estado Mayor, se sorprendieron al saber la noticia del derribo del U-2. 

Terminada la crisis, dice el general un General soviético le confesó que la orden de derribo del U-2 fue dada por el jefe de las tropas soviéticas acantonadas en Cuba con el objeto de provocar a los norteamericanos y así entorpecer las negociaciones que se estaban llevando a cabo entre Moscú y Washington. Del Pino considera que tal vez esta sea la versión verídica, no sin dejar planear algo de duda. Cabe entonces preguntarse si en realidad fue Moscú la que dio la orden de derribar el U- 2 para someter a prueba a Washington y saber hasta dónde estaba dispuesto a llegar.

En todo caso, ese incidente demuestra lo cercana que estuvo la realidad de un conflicto nuclear. En cuanto a que fueran los cubanos, Del Pino es tajante: ningún cubano poseía en ese momento ni el conocimiento, ni el entrenamiento para hacer funcionar el sistema de cohetes antiaéreos. Fue a partir de 1963 que Cuba envió el primer contingente a estudiar ese sistema a la Academia Superior de la Fuerza Aérea Soviética. ( Cuba Encuentros 3 de octubre de 2012 ).

-Estados Unidos descubre misiles nucleares soviéticos en Cuba, lo que llevó a un conflicto con la Unión Soviética que casi termina una en una guerra. La confrontación termina con un acuerdo para retirar los misiles y Estados Unidos se compromete a nunca invadir Cuba y, secretamente, a retirar sus misiles de Turquía. La Crisis de los misiles en Cuba es como se denomina al conflicto entre los Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba en octubre de 1962, generado a raíz del descubrimiento por parte de Estados Unidos de bases de misiles nucleares soviéticos en territorio cubano. En Rusia se la denomina Crisis del Caribe (en ruso: Карибский кризис, Karibskiy krizis), mientras que en Cuba se le llama Crisis de octubre.

Fue una de las mayores crisis, junto al Bloqueo de Berlín y los ejercicios Able Archer 83, entre ambas potencias durante la Guerra Fría y en la de Cuba es donde más cerca se estuvo de una guerra nuclear. De hecho ha sido la única vez que se ha alcanzado un DEFCON 2 en Estados Unidos.

La crisis abarca el período comprendido entre el descubrimiento de los misiles (15 de octubre de 1962) hasta el anuncio de su desmantelamiento y traslado de vuelta a la URSS (28 de octubre de 1962). Sin embargo, a otros niveles se extendió hasta noviembre de 1962 e incluso enero de 1963 en sucesivas mini crisis.

El 29 de octubre Cuba plantea después de la crisis de los misiles los siguientes puntos. 

1. Cese del bloqueo económico: 2. cese de todas las actividades subversivas; 3. cese de los ataques piratas; 4. cese de todas las violaciones de nuestro espacio aéreo y naval; 5. retirada de la Base Naval de Guantánamo.

-El 30 de octubre el gobierno de los Estados Unidos interrumpe todas las operaciones de la Fuerza de Tarea W, grupo operativo de la CIA, encargado de las operaciones encubiertas contra Cuba dentro del programa de la Operación Mangosta. Por su propia cuenta el jefe de la Fuerza de Tarea W, William Harvey ha enviado, en plena Crisis de Octubre, grupos de agentes a la isla para ofrecer apoyo a cualquier operación militar convencional que los Estados Unidos emprendan contra Cuba. Estos grupos son capturados dentro del territorio cubano por las fuerzas revolucionarias. A fines de octubre Harvey planifica el envío de otro grupo de misiones especiales, pero uno de los operativos informa a Robert Kennedy de este proyecto. Robert Kennedy ordena a McCone el cese de todas estas operaciones. Edward Lansdale, Jefe de Operaciones de Mangosta es enviado a la Florida para verificar la conclusión de este proyecto subversivo. 

Noviembre.

El 2 de noviembre de 1962 son capturados por fuerzas cubanas Miguel Ángel Orozco Crespo y Pedro Roberto Vera Ortiz, jefe y segundo jefe respectivamente, de los comandos del Grupo de Misiones Especiales de la CIA de la Estación JM Wave. Ambos se habían infiltrado al frente de un comando de seis hombres el día 20 de octubre en la rada de Malas Aguas, Pinar del Río. En esta operación participaba otro comando compuesto por seis elementos que se infiltraron por cerca de Santa Lucía (Pinar del Río). El primer grupo de comandos, dirigido por Orozco Crespo tenía la misión de desembarcar y enterrar media tonelada de armamentos; asimismo debía realizar reconocimiento militar en la zona próxima al desembarco, con vista a detectar una presunta base militar.

El segundo grupo, a cuyo frente se encontraba Reinaldo García Martínez, estaba encargado de sabotear el cable aéreo que conduce el mineral y el tendido eléctrico de alta tensión paralelo al mismo. Esta acción no pudo realizarse pues el operador del funicular descubrió las cargas explosivas colocadas y detuvo la maquinaria que lo mueve. 

La CIA denominó a esta operación con el nombre de Operación Cupido II. En las declaraciones del detenido Miguel Angel Orozco Crespo, este reveló datos de interés operativo para el conocimiento y modelación de la actividad del Grupo de Misiones Especiales de la CIA. Orozco identificó al Jefe de Misiones Especiales de la CIA, describió las tareas que cumplían los comandos del GME, información que se correspondía con informaciones de otras fuentes y explicó además, los planes de la CIA de fundir al GME con la organización terrorista Alpha 66 (creada por la Agencia Central de Inteligencia en ese año); el proyecto de reclutar 150 comandos para acciones específicas de infiltraciones y sabotajes. Además, se pudo conocer los nombres de los miembros operativos del grupo (27), los radistas (7) y los hombres ranas (4). Todos eran contrarrevolucionarios nacidos en Cuba. 

Se conoció la composición de las unidades navales del GME que se utilizaron en las acciones subversivas contra Cuba que eran:

- • Barco Vilaro, utilizado como barco madre de 180 pies de eslora; 11 nudos de velocidad. Equipado con radar de 40 millas de alcance. Tripulación de cincuenta cubanos. Capitán norteamericano. Artillado con un cañón de 75 mm., sin retroceso, 2 cañones de 57 mm sin retroceso, 5 cañones de 20 mm dobles y varias ametralladoras cal.50 distribuidas por el barco; esta embarcación vino en Playa Girón, y su nombre, que posteriormente fue cambiado, era Bárbara 1. También participaba en operaciones del MRR. 

-• Barco Cutlas, 54 pies de eslora. Desarrolla una velocidad de 22 nudos. Radar de 32 millas de alcance, tripulación cubana compuesta de 15 hombres, un capitán, un segundo y dos radistas. Artillado con un cañón de 57 mm sin retroceso y tres ametralladoras calibre .50. 

• Barco REE FEE, de 36 pies de eslora. Velocidad de 40 nudos. Radar de 12 millas de alcance. Tripulación cubana de 8 hombres, un capitán, un segundo y dos radistas. Dos ametralladoras calibre 50, una calibre 30 y varios fusiles Browning cal. 30. 90 91 Todos estos barcos tenían el armamento camuflageado y algunos eran desmontables. 

El contacto por telegrafía con la JM Wave, era con equipos de primera calidad y de los más variados. Operaban a oscuras y tenían aparatos para escuchar las conversaciones de la Marina de Guerra Revolucionaria. Se acercaban a no más de 30 millas de las costas de Cuba durante el día, pero nunca cerca del lugar donde habría de efectuarse la operación. En cuanto oscurecía tomaban el rumbo destinado. El Barco Madre llevaba hasta una distancia promedio de 10 millas de la costa y en ese lugar soltaba el barco rápido que conducía. Lo esperaba a unas 25 millas mar afuera hasta que la misión terminaba. (Expediente de Miguel Ángel Orozco Crespo. CIHSE).

- Después de la Crisis de Octubre de 1962, la Administración del Presidente Kennedy revisó su estrategia de subversión contra Cuba y determinó a fines de noviembre (1962) la suspensión definitiva del Programa Mangosta. La crisis había introducido un nuevo elemento en el escenario de las relaciones URSS-Estados Unidos; URSS-Cuba y el diferendo histórico Cuba-Estados Unidos. 

Después de cancelar la Operación Mangosta a fines de 1962, el Presidente Kennedy ordenó crear una agencia en el Departamento de Estado --El Comité de Coordinación de Asuntos Cubanos-- encargado de presentar propuestas de operaciones encubiertas. Asimismo, el Grupo Especial presidido por McGeorge Bundy, asesor presidencial, asumió la responsabilidad de revisar y aprobar las operaciones encubiertas contra Cuba. Al propio tiempo, el Grupo Permanente del Consejo de Seguridad Nacional estructuraba la política hacia Cuba. 

Los miembros del Grupo Permanente eran: • Robert Kennedy, Fiscal General. • Robert McNamara, Secretario de Defensa. • John McCone, Director de la CIA • McGeorge Bundy, Asesor del Presidente para la Seguridad Nacional. • Theodore Sorensen, Ayudante del Presidente. 

Como se señala en el informe del Comité Selecto del Senado del 20 de noviembre de 197547, McGeorge Bundy sometió al Grupo Permanente el memorándum Alternativas para Cuba que debía analizar las nuevas direcciones para la política de EE.UU. hacia Cuba. El primer punto del análisis se refería a qué sucedería en Cuba en caso de muerte del Comandante en Jefe. La Oficina de Estimados de la CIA, fue designada para elaborar esta información. (El título completo del informe es Alleged assassination plots involving foreign leaders. An imterin report of Select Committee to study governmental operations with respect to intelligene activities. United States, November 20, 1975.).

Año 1963.

-Se crea la "línea directa". Estados Unidos y la Unión Soviética firman un memorando de entendimiento para establecer un vínculo directo de comunicación, o "línea directa" entre los dos Gobiernos para usar en caso de crisis. 

Un estudio completo, interesante y valioso sobre la significación de la Crisis de Octubre, se abordó en la reunión de académicos, políticos y estudiosos norteamericanos, soviéticos y cubanos que se celebró en La Habana en 1992, y que tuvo como ponente principal por la parte cubana al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

En los primeros meses de 1963 McGeorge Bundy, asesor de Kennedy para la Seguridad Nacional, había incluido la acción diplomática entre las variantes de política hacia Cuba, pero posteriormente no hubo señales de que la Administración valorara esta propuesta hasta fines de año y entre los distintos cursos de acción que se valoraban de política hacia Cuba en las más altas esferas de poder de los Estados Unidos, surgió en varias oportunidades la idea de la «dulce aproximación a Castro». Se tenía ya un grupo de informes de inteligencia que mostraban el interés de Cuba de establecer al­gún tipo de comunicación que pudiera derivar en una mejoría de las relaciones y el presidente J.F. Kennedy autorizó una exploración discreta con el objetivo de conocer en qué puntos es­taba el gobierno cubano dispuesto a ceder en caso de llegarse a un modus vivendi, aunque sin renunciar en ningún momento a la política de corte más agresivo contra la Isla. Fue lo que se llamó la «política de Múltiple Vía».

De esta manera Willliam Atwood, funcio­nario de los Estados Unidos ante las Nacio­nes Unidas, sostuvo varios contactos con el embajador cubano Carlos Lechuga. Al mismo tiempo, tanto Atwood como la periodista Lisa Howard, conversaron telefónicamente con René Vallejo, en esos momentos ayudante personal del Comandante en Jefe, Fidel Cas­tro. Todos estos contactos tuvieron lugar entre septiembre y noviembre de 1963, hasta el 22 de noviembre, en que ocurre el asesi­nato del presidente en Dallas. 
Atwood, amigo personal de Jean Daniel, al enterarse que éste pensaba entrevistar al líder de la Revolución Cubana, se le ocurrió la idea de que el periodista francés fuera an­tes a Washington a conversar con Kennedy. Atwood contactó de inmediato al correspon­sal de la revista Newsweek, Ben Bradlee, que era amigo del Presidente y visitaba frecuen­temente la Casa Blanca para que coordinara un encuentro.( Diálogo Cuba-EEUU en 1963: La misión de paz de Jean Daniel Publicado en: Diferendo Estados Unidos - Cuba 23 diciembre 2014)

Durante el año 1963 la CIA no descartó sus planes de atentados contra el Comandante en Jefe. La sustitución de William Harvey por Desmond Fitzgerald en 1963 no concluyó, sino reorientó los planes para asesinar a Fidel Castro. En este período la CIA continuó desarrollando la operación AM/LASH cuyo agente era el ex comandante Rolando Cubela Secades con el cual la CIA mantenía contactos desde 1961. Este era un hombre ideal para la CIA Había desempeñado importantes tareas en la revolución, tenía un historial de lucha contra la tiranía y vínculos con elementos que se habían desarrollado en el campo revolucionario. Lo consideraba capaz de poder llevar a cabo la operación para derrocar al Gobierno Revolucionario Cubano mediante lo que la CIA denominó como una “revuelta palaciega”. Según testimonios de fuentes norteamericanas, Cubela insistió que un golpe contrarrevolucionario requería la eliminación física de Fidel Castro55. Enero.

En enero de 1963, el embajador de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Adlai Stevenson, declaraba que Estados Unidos podría en cualquier momento desencadenar una acción militar contra la isla, invocando el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (T.I.A.R.) suscrito en la Conferencia Interamericana de Río de Janeiro en septiembre de 1947, expresión jurídico-militar de la Doctrina Truman y de la Guerra Fría en la región latinoamericana. 

Febrero.

En el mes de febrero, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Dean Rusk, afirmaba que los Estados Unidos ejercerían presiones diplomáticas para aislar a Cuba de la comunidad internacional. 

En febrero de 1963, la administración Kennedy dio un poderoso estímulo a las salidas ilegales al anunciar que los cubanos que llegaran a Estados Unidos directamente desde Cuba serian recibidos refugiados; mientras, quienes lo hicieran desde terceros países serían considerados extranjeros y quedarían sujetos a las restricciones migratorias norteamericanas.

Marzo.

En marzo, el Presidente Kennedy habría de anunciar elementos de su política anticubana, sustentada en los siguientes puntos: • control de movimiento de personas hacia y fuera del hemisferio; • restricciones al comercio con Cuba; • rompimiento de relaciones diplomáticas; 42 • aislar al comunismo en el hemisferio. En términos reales esto equivalía a levantar un muro contra Cuba; y crear una estructura subversiva interna en Cuba. A raíz de la reunión de Jefes de Estados Centroamericanos, celebrada en Costa Rica en marzo de 1963, John F. Kennedy expresaría que la O.E.A. desempeñaría un rol más activo en el aumento de las acciones contra Cuba.

-El día 13 de marzo de 1963 los principales cabecillas de la RCA fueron detenidos, su armamento ocupado y frustrado el plan de atentado que se proyectó realizar contra Fidel.

-El 18 de marzo de 1963 dos lanchas de comandos de Alpha 66 atacaron el buque de carga ruso Lvov lo que motivó una nota de protesta de la Cancillería soviética a Washington. Después de esta última acción los Comandos L53 atacaron y hundieron al buque de carga soviético Bakú, que había cargado diez mil sacos de azúcar en la zona de Caibarien.

El hundimiento de Bakú provocó una enérgica reacción soviética. La Cancillería de la URRS denunció al gobierno de los Estados Unidos por ofrecer territorios y poner medios a disposición de Alpha 66 para sus actividades. Contrario a los cálculos de Maurice Bishop, la Administración Kennedy actuó con moderación y cautela ante la denuncia soviética; además Kennedy ordenó suspender todas las acciones contra barcos de la URSS, se aumentó y reforzó el control contra las organizaciones contrarrevolucionarias. La reacción de la Administración Kennedy fue más allá. Se tomaron medidas para garantizar el cumplimiento del Acta de Neutralidad, la Guardia Costera fue alertada para prevenir acciones de los grupos contrarrevolucionarios y se instruyó a otras agencias federales en esta dirección. Inteligentemente, Kennedy aprovechó esta coyuntura para extender su control sobre otras organizaciones contrarrevolucionarias. Inclusive suspendió el apoyo y la ayuda financiera que se prestaba al Consejo Revolucionario Cubano de José Miró Cardona (Con la opción de crear una nueva brigada mercenaria sin la participación del grupo de Miró Cardona, el CRC había perdido el valor operativo que había tenido cuando Playa Girón. ).

-El 31 de marzo de 1963, un grupo de elementos contrarrevolucionarios fueron arrestados por la policía británica en un centro de entrenamiento en las Bahamas. El Departamento de Estado admitió que había suministrado a los británicos la información acerca de la existencia del campo. Esa misma noche otro barco pirata de los contrarrevolucionarios, fue capturado en el puerto de Miami. 

Abril.

-En abril de 1963 Fidel Castro visitó por primera vez la URSS.

-El 3 de abril como señala el Informe del Comité Selecto del Senado, en una reunión efectuada en el Consejo de Seguridad Nacional el 3 de abril de 1963, el asesor para asuntos de la Seguridad Nacional MCGeorge Bundy manifestó que “no se estaban realizando acciones de sabotaje porque el Grupo Permanente había decidido...que semejante actividad no se correspondía con el esfuerzo que hay que invertir en ella”.

-El 3 de abril, la URRS acusó a los Estados Unidos de estimular y tener la responsabilidad de los ataques recientes a barcos soviéticos en puertos cubanos por comandos terroristas, Estados Unidos respondió que estaban tomando medidas necesarias para que no se lanzaran, agruparan y armaran esos ataques desde el territorio de los Estados Unidos. 

- El 5 de abril la Guardia Costera anunció que estaba lanzando más aviones, barcos y hombres en un esfuerzo por vigilar a las incursiones piratas de la Florida. • El Servicio de Aduana invadió lo que durante mucho tiempo había sido un campo de entrenamiento secreto en los cayos de la Florida y arrestó a los contrarrevolucionarios que se entrenaban allí.

-En su memorándum del 21 de abril de 1963 sobre las alternativas McGeorge Bundy identificaría tres posibles alternativas que, en nuestro criterio perfilaron la política de John F. Kennedy hacia Cuba en su último año de vida. Estas alternativas se interrelacionaban dialécticamente y no se excluían en su aplicación. McGeorge Bundy las describió así: • obligar a una solución no comunista en Cuba por todos los medios necesarios; • insistir en objetivos mayores, pero limitados; • moverse en dirección de un desarrollo gradual de algunas formas de acomodo de Castro; (Estas alternativas se discutieron el 23 de abril y el 28 de mayo de 1963). 

Mayo.

-El 23 de mayo: Se crea el Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (ICIDCA) por el Comandante Ernesto Che Guevara, con el objetivo de brindar el soporte científico al desarrollo de las tecnologías que permitieran el aprovechamiento integral y diversificado de la caña de azúcar, principal cultivo del país.

-24 de mayo: Se crea el Ministerio de la Construcción.

-El 28 de mayo en otra reunión del Grupo Permanente del Consejo de Seguridad Nacional, del 28 de mayo de 1963, el Director de la CIA, John McCone, propuso incrementar las acciones del bloqueo combinándolas con acciones de sabotaje para provocar condiciones que facilitaran una sublevación militar que “derrocara al régimen de Fidel Castro”. Según información del gobierno de Estados Unidos, en los primeros seis meses de 1963, la actividad de sabotaje autorizada contra Cuba fue escasa. 

Junio.

-El 4 de junio en una comparecencia ante la radio y la televisión cubanas, Fidel Castro anunciaba una nueva política económica sustentada en el convenio azucarero suscrito entre Cuba y la URSS.

El tema del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (T.I.A.R.) fue reasumido nuevamente por el embajador de los Estados Unidos ante la O.E.A., Delessep Morrison, en junio de 1963. El diplomático norteamericano justificaba una agresión militar contra Cuba en caso de producirse una provocación cubana en América Latina e insistió en la necesidad de contar con algún caso concreto de provocación para poder invocar el TIAR y emplear las armas contra Cuba. 

Julio.

-8 de julio:

En julio entra en vigor el Reglamento para el control de los activos cubanos prohibiendo todas las transacciones con Cuba y congelando los valores del Estado cubano dentro de Estados Unidos .Prohíbe EEUU el comercio con Cuba.

Setiembre.

Entre septiembre y noviembre de 1963, la Administración Kennedy comenzó un proceso de exploración y estudio de posibles vías de un diálogo con Cuba, manteniendo en el más estricto secreto y compartimentación los contactos oficiales y no oficiales que se desarrollan con funcionarios cubanos. Esta información estuvo sujeta al control y supervisión directa del Presidente, quien propuso a sus asesores de seguridad nacional una agenda para discutir con Cuba, una vez de su regreso del viaje a Dallas, en la tercera semana de noviembre.

-En septiembre, la administración federal hizo serias advertencias a seis pilotos civiles norteamericanos que habían estado sobrevolando a Cuba. 

-Octubre.

-Los guardacostas capturaron cuatro barcos de un grupo contrarrevolucionario y arrestaron a 22 elementos que planteaban estar realizando acciones contra Cuba. Estas acciones provocaron que en la comunidad de exiliados se hablara de que la Administración Kennedy había asestado un golpe demoledor a la contrarrevolución y que por tal motivo se hubiera roto el vínculo de suministro al teatro operativo de Cuba. Según la Comisión Investigadora del asesinato de Kennedy, estas medidas enérgicas no impidieron que las organizaciones contrarrevolucionarias realizaran o se adjudicaran con fines propagandísticos, operaciones significativas entre el período que abarca la Crisis de Octubre y la muerte del Presidente. 

-La captura en el mes de octubre de 1963 de cuatro miembros de un team de infiltración de los Comandos Mambises que habían tratado de desembarcar en las costas de Pinar del Río, permitió conocer la verdadera esencia, contenido y dimensión de esta organización subversiva. Las declaraciones de un miembro del grupo de infiltración, capturado por las autoridades cubanas, permitió conocer valiosos elementos informativos sobre los planes de los Comandos Mambises y su relación orgánica con la Agencia Central de Inteligencia. En sus declaraciones el agente de la CIA Clemente Inclán Werner reveló el carácter de las misiones y objetivos que debían cumplir los teams de infiltración de la CIA que estaban estructurados en los Comandos Mambises. 

-El 3 de octubre de 1963 el Grupo Permanente encargado tema cubano aprobó nueve operaciones contra Cuba, algunas de ellas relacionadas con el sabotaje; el 24 de octubre de 1963 se aprobaron para el período noviembre/63 -enero/64 trece importantes operaciones de sabotaje, incluyendo el sabotaje de una planta eléctrica, una refinería de petróleo y un central azucarero 

-Se promulga la Segunda Ley de Reforma Agraria, que tuvo un marcado carácter socialista, orientado a eliminar las relaciones capitalistas de producción en la agricultura, con un importante desarrollo del sistema cooperativista.
-El 24 de octubre tuvo lugar la entrevista en la Casa Blanca. Según relató posteriormente Jean Daniel, Kennedy le había señalado que los Estados Unidos estaban pagando por los pecados cometidos por su país durante el ré­gimen de Batista y que él estaba de acuerdo con los planteamientos iniciales de la Revolu­ción, pero que «Castro había aceptado ser un agente soviético en América Latina» y por su culpa «el mundo había estado al borde de una guerra nuclear en octubre de 1962». También cuenta el periodista francés que el presidente estadounidense le añadió:

Los rusos entendieron muy bien, al menos des­pués de nuestra reacción, pero en lo que se refiere a Fidel Castro, debo decir que no sé si se da cuenta de esto […]. Usted me puede decir si lo hace cuando regrese. En cualquier caso las naciones de América Latina no van alcanzar la justicia y el progreso de esa manera, quiero decir a través de la subversión comunista. 
Los Estados Unidos tienen ahora la posibi­lidad de hacer todo el bien en América Latina como lo han hecho mal en el pasado […]. En cualquier caso, no podemos permitir que gane la subversión comunista en los demás países del continente. Dos diques son necesarios para contener la expansión soviética: el bloqueo, por un lado, un enorme esfuerzo hacia el progreso, por el otro. Este es el problema en pocas pala­bras. Ambas batallas son igualmente difíciles. (Cubadebate Diálogo Cuba-EEUU en 1963: La misión de paz de Jean Daniel Publicado en: Diferendo Estados Unidos - Cuba 23 diciembre 2014)

Según Jean Daniel, Kennedy hizo un último comentario: «La continuación del bloqueo depende de la continuación de las activida­des subversivas».En una clara referencia al apoyo que el gobierno cubano brindaba a los movimientos de liberación al sur del Río Bravo. Décadas después, en una entrevista brin­daba para un documental de la televisión estadounidense, Jean Daniel ofreció sus im­presiones de este encuentro: «Salí de la Oficina Oval de la Casa Blanca con la impresión de que yo era un mensajero de la paz. Yo estaba convencido de que Kennedy quería un acercamiento; quería que yo regre­sara y le dijera que Castro deseaba un acer­camiento».

-El día 29 el agente de inteligencia estadounidense Fitzgerald se reunió personalmente con Cubela en París, a pesar de criterios de especialistas de la Agencia de que ningún alto oficial de la CIA debía exponerse de esa manera. Cubela había solicitado una entrevista con Robert Kennedy, pero Fitzgerald lo satisfizo, explicándole que era el representante personal del Senador (Robert Kennedy no fue informado que Fitzgeral actuaría como su representante personal. Así lo informó al inspector general de la CIA Jack Earman, y también lo declaró Richard Helms Subdirector de Operaciones de la CIA ante el Comité Church. En el Capítulo IV se hace un estudio a fondo de la Operación "AM/LASH". )

Noviembre.

Fuentes de la inteligencia norteamericana apreciaron que en noviembre de 1963 había más de 100 organizaciones contrarrevolucionarias operando en territorio norteamericano. Identifican como las más relevantes las que a continuación se consignan: • Alpha 66 111 • Junta Revolucionaria (JURE) • Directorio Revolucionario Estudiantil • Consejo Revolucionario Cubano (CRC), que incluía al Frente Revolucionario Democrático (FRD), La Junta del Gobierno Cubano en el Exilio (JGCE), 30 de noviembre, Las Fuerzas de Penetración (INTERPEN), El Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) y el Ejército Invasor Cubano. Estos grupos realizaban acciones encaminadas a desestabilizar la Revolución Cubana desde el territorio de los Estados Unidos.

-El 19 de noviembre.


El día en que asesinaron al presidente Kennedy, Fidel Castro estaba almorzando con el periodista francés Jean Daniel, cuando recibió la noticia del asesinato. Según Jean Daniel, Fidel Castro dijo: "Estas son malas noticias" 

Sobre esta entrevis­ta amplió el líder de la Revolución Cu­bana en la conferencia internacional celebrada en La Habana en 1992, al conmemorarse el 30 aniversario de la Crisis de Octubre:

Se presenta en nuestro país un periodista fran­cés, era conocido, que acababa de tener una reunión con Kennedy. Vino muy impresionado de Kennedy, bien impresionado, decía que era una máquina, tal como lo tenía organizado todo, todas las cosas. Él me trasmite que se hospeda en un hotel de La Habana, y tan pronto recibo la noticia le digo que sí, que me voy a reunir con él, y él dijo que traía como un mensaje de Kennedy.

Para poder hablar con más calma, le dije: «lo recojo y lo llevo a Varadero», para crear un ambiente relajado, pudiéramos decir, en que él pudiera explicar las ideas y el mensaje que traía. No era un mensaje en el sentido formal de la pa­labra, sino le dijo que quería que viniera. Le ha­bló mucho de la crisis, de los peligros enormes de que estallara una guerra […] las consecuen­cias de esa guerra, y que él quería que hablara conmigo, que analizara esta cuestión, que me preguntara si yo estaba consciente de hasta qué punto había sido grande ese peligro. La esencia del mensaje era que hablara conmigo largamente sobre todos estos temas, que des­pués volviera a Estados Unidos, a Washington, y le informara de la conversación. Por lo tanto el periodista lo interpretó como un gesto, con el deseo de establecer un contacto, un deseo de explorar qué pensábamos nosotros sobre todo esto y, además, establecer una cierta comuni­cación. Le dijo: «vaya, hable, analice todo este problema y vuelva»; eso era en esencia. (Cubadebate Diálogo Cuba-EEUU en 1963: La misión de paz de Jean Daniel Publicado en: Diferendo Estados Unidos - Cuba 23 diciembre 2014)

Voy a decir que prácticamente el periodista ni terminó de explicarme todo lo que tenía que decirme, porque fue temprano, no recuerdo si eran las 11:00 a.m., hora de Dallas. No había llegado siquiera el mediodía, íbamos a almorzar, no habíamos almorzado, y estando en estas con­versaciones, en estos análisis, llega por radio allí mismo la noticia de que han atentado contra la vida de Kennedy. Vea usted qué casualidad.

Yo lo interpreté, realmente, como un gesto tendiente a establecer alguna comunicación, al­gún intercambio, porque como Kennedy había quedado con tanta autoridad dentro de su país después de la crisis, podía hacer las cosas que quizás anteriormente no había hecho. A mi juicio tenía el valor de hacerlo, porque se necesitaba cierto valor para desafiar estados de opinión en todas estas cuestiones.

Diciembre.

-El 7 de diciembre- Por Jean Daniel Bensaid “( The New Republic “1963, pp. 7-9.)

Era alrededor de la 1:30 de la tarde, hora de Cuba. Estábamos almorzando en el comedor de la modesta casa de verano que posee Fidel Castro en la magnificente playa de Varadero, a 20 kilómetros de La Habana. Como por dé­cima ocasión, le preguntaba al líder cubano los detalles acerca de las negociaciones con Rusia antes de la instalación de los misiles el año anterior. El teléfono sonó, un secretario en uniforme verde olivo anunció que el señor Dorticós, presidente de la República de Cuba, tenía una comunicación urgente para el Primer Ministro. Fidel levantó el teléfono y pude oírle decir: « ¿Cómo? ¿Un atentado?»Se viró ha­cia nosotros para decirnos que Kennedy ha­bía sido fulminado en Dallas. Entonces regresó al teléfono y exclamó a gritos « ¿Herido?, ¿muy gravemente?».

Regresó, se sentó, y repitió tres veces las palabras: «Es una mala noticia». Estuvo en silencio por un momento, aguardando otra lla­mada con nuevas noticias. Mientras esperaba, remarcó que había una franja lunática alarman­temente considerable en la sociedad estadou­nidense y que este hecho podría igualmente haber sido obra de un loco o un terrorista. ¿Tal vez un vietnamita?, ¿o un miembro del Ku Klux Klan? La segunda llamada llegó: se tenía la esperanza de que pudieran anunciar que el presidente de los Estados Unidos estaba vivo todavía. La reacción inmediata de Fidel fue: «si pudieran, él será reelegido». Pronunció estas palabras con satisfacción.

Esta frase fue una secuela de una conver­sación que habíamos mantenido una noche anterior y que se había convertido en una sesión de toda la noche. Para ser precisos, duró desde las 10 de la noche hasta las 4 de la mañana. Una buena parte de la charla giró alrededor de las impresiones que le resumí de una entrevista que el presidente Kennedy me había concedido el 24 de octubre anterior, y sobre las reacciones de Fidel Castro a estas impresiones. Durante esta discusión nocturna, Castro había elaborado una acusación im­placable de la política de EE.UU., añadiendo que en el pasado reciente, Washington había tenido amplia oportunidad de normalizar sus relaciones con Cuba, pero que en lugar de eso había tolerado un programa de la CIA para entrenar, equipar y organizar la contrarrevolu­ción. Él me había dicho que no tenía el más mínimo temor por su vida, ya que el peligro era su medio natural, y si llegara a convertirse en una víctima de los Estados Unidos esto sim­plemente haría aumentar su radio de influencia en América Latina, así como en todo el mundo socialista.

Él estaba hablando, dijo, desde el punto de vista de los intereses de la paz, como del continente americano. Para lograr este objeti­vo, tendría que surgir un líder en los Estados Unidos que fuera capaz de comprender las realidades explosivas de América Latina y en­contrarse con ellas a mitad de camino. Enton­ces, de repente, tomó el rumbo menos hostil:

«Kennedy podría ser este hombre. Él todavía tiene la posibilidad de convertirse, a los ojos de la historia, en el más grande presidente de los Estados Unidos, el líder que puede por fin entender que puede haber coexistencia entre capitalistas y socialistas, incluso en el continen­te americano. Sería entonces un presidente aún mayor que Lincoln. Sé, por ejemplo, que para Khrushchev, Kennedy es un hombre con quien se puede hablar. He recibido esta impresión de todas mis conversaciones con Khrushchev. Otros líderes me han asegurado que para alcan­zar este objetivo, primero tenemos que esperar a su reelección. Personalmente, lo considero responsable de todo, pero voy a decir esto: él ha llegado a entender muchas cosas durante los últimos meses; y luego también, en último aná­lisis, estoy convencido de que cualquier otro sería peor».

Entonces Fidel añadió con una sonrisa amplia y juvenil: «Si lo ves de nuevo, puedes decirle que estoy dispuesto a declarar Goldwater mi amigo si eso va a garantizar la reelección de Kennedy».

Esta conversación tuvo lugar el 19 de noviem­bre. Ahora eran casi las dos y nos levantamos de la mesa y nos sentamos frente a la radio. El comandante Vallejo, su médico, ayudante de campo y amigo íntimo, localizó con facilidad las emisiones de la cadena NBC en Miami. Vallejo traducía para Fidel a medida que llega­ban las noticias: Kennedy herido en la cabeza; búsqueda del asesino; asesinato de un policía; finalmente el anuncio fatal: El Presidente Ken­nedy ha muerto. Entonces Fidel se puso de pie y me dijo: «Todo ha cambiado. Todo va a cambiar. Los Estados Unidos ocupan una posición tal en los asuntos mundiales que la muerte de un presi­dente de ese país afecta a millones de personas en todos los rincones del globo. La guerra fría, las relaciones con Rusia, América Latina, Cuba, la cuestión negra… todo tendrá que ser repen­sado. Te diré una cosa: al menos, Kennedy era un enemigo al que nos habíamos acostumbra­do. Este es un asunto serio, un asunto extrema­damente serio».

Después de este primer cuarto de hora de silencio mantenido por todas las estaciones de radio norteamericanas, sintonizamos con Miami; el silencio sólo se había roto por una retransmisión del himno nacional estadouni­dense. Extraña en verdad fue la impresión de oír sonar este himno en la casa de Fidel Castro, en medio de un círculo de caras preocupadas.

«Ahora -dijo Fidel- tendrán que encontrar al asesino rápidamente, pero muy rápido, de lo contrario, mira y verás, los conozco, van a intentar culparnos por esta cosa. Pero dime, ¿cuántos presidentes han sido asesinados?, ¿cuatro? ¡Esto es lo más inquietante! En Cuba, solo uno ha sido asesinado. Ya sabes, cuando nos escondíamos en la Sierra había algunos (no en mi grupo, en otro) que quería matar a Batista. Ellos pensaron que podían acabar con un régimen decapitándolo. Siempre he estado violentamente opuesto a tales métodos. En primer lugar desde el punto de vista de los in­tereses políticos, porque en lo que se refiere a Cuba, si Batista hubiera sido ajusticiado, habría sido sustituido por una figura militar que habría tratado de hacer pagar a los revolucionarios el martirio del dictador. Pero también me opuse por motivos personales: el asesinato es repul­sivo para mí».

Las emisiones se reanudaron. Un periodista sintió que debía mencionar que la señora de Kennedy estaba teniendo dificultades para deshacerse de sus medias manchadas de sangre. Fidel explotó: «¡Qué clase de mente es esta!». Repitió la frase varias veces:

« ¡Qué clase de mente es esta! Hay una diferencia en nuestras civilizaciones, después de todo. ¿Ustedes son así en Europa? Para nosotros, los latinoamericanos, la muerte es un asunto sagra­do, no solo marca el término de las hostilidades, sino que también impone la decencia, la digni­dad, el respeto. Incluso hay niños de la calle que se comportan como reyes cuando enfrentan la muerte Por cierto, esto me recuerda algo más: si escribes todas esas cosas que te dije ayer contra la política de Kennedy, no utilices su nombre ahora, en su lugar habla de la política del gobierno de Estados Unidos».

Hacia las 5, Fidel Castro declaró que, dado que no había nada que pudiéramos hacer para alterar la tragedia, debíamos tratar de aprove­char nuestro tiempo al máximo, a pesar de ello. Él quería acompañarme personalmente en una visita a una granja de pueblo (granja estatal), donde se habían estado llevando a cabo en algunos experimentos. Su obsesión actual es la agricultura. Él lee nada más que los estudios e informes agronómicos. Él vive líricamente en el suelo, fertilizantes, y las posibilidades que darán a Cuba suficiente caña de azúcar para 1970 para lograr la independencia económica. « ¿No te lo dije?»

Íbamos en coche, con la radio encendida. La policía de Dallas ahora estaba tras la pis­ta del asesino. Él es un espía ruso, dice el comentarista de noticias. Cinco minutos más tarde, la corrección: él es un espía casado con una rusa. Fidel dijo: «No, no lo que yo te digo, mi turno será el siguiente». Pero no to­davía. La siguiente palabra fue: el asesino es un desertor marxista. Entonces la palabra lle­gó, en efecto: el asesino era un hombre joven que fue miembro del «Comité Pro Trato Justo a Cuba», era un admirador de Fidel Castro. Fidel declaró: «Si hubieran tenido la prueba, habrían dicho que era un agente, un asesino a sueldo. Al de­cir simplemente que es un admirador, es para tratar de hacer una asociación en la mente de las personas entre el nombre de Castro y la emoción despertada por el asesinato. Este es un método de publicidad, un dispositivo de propaganda. Es terrible. Pero ya sabes, estoy seguro de que esto va a revertirse contra ellos. Hay demasiadas políticas que compiten en los Estados Unidos para que solo una se imponga universalmente por mucho tiempo».

Llegamos a la granja de pueblo, donde los agricultores dieron la bienvenida a Fidel. En ese mismo momento, un orador anunció por la radio que se sabía ahora que el asesino era «marxista procastrista». Un comentarista seguía a otro; las observaciones se hicieron cada vez más emocionales, cada vez más agresivas. Fidel y luego se excusó: «Vamos a tener que renunciar a la visita a la granja». Fuimos hacia Matanzas desde donde podía llamar por teléfono el presidente Dorticós. En el camino me hizo varias preguntas: «¿Quién es Lyndon Johnson?, ¿cuál es su reputación?, ¿cuáles eran sus relaciones con Kennedy?, ¿con Khrushchev?, ¿cuál fue su posición en el momento de la invasión a Cuba?». Por último y más importante de todas: «¿Qué autoridad puede ejercer sobre la CIA?». Luego, brusca­mente, miró el reloj y vio que sería una media hora antes de llegar a Matanzas y, práctica­mente en el acto, se durmió. Después de pasar Matanzas, donde debe haber decretado el estado de alerta, regresa­mos a Varadero para la comida. Citando las palabras que le dijo una mujer poco antes, él me dijo que era una ironía de la historia para los cubanos, en la situación a la que habían sido reducidos por el bloqueo, a tener que llo­rar la muerte de un Presidente de los Estados Unidos. «Después de todo –añadió-, hay tal vez algunas personas en el mundo para los que esta noticia es motivo de regocijo. Los guerrilleros sud vietnamitas, por ejemplo, y también, me imagino, Madame Nhu».

Pensé en la gente de Cuba, acostumbrados a ver carteles como el que representa al ejérci­to rojo con Maquis superpuestos delante y los pies de foto gritando «HALT, MR. KENNEDY. CUBA no está sola…»

Pensé en todos los que habían llegado a asociar sus privaciones con las políticas del presidente John F. Kennedy.

Durante la cena pude hacer todas mis pre­guntas. ¿Qué había motivado a Castro a poner en peligro la paz del mundo con los misiles en Cuba? ¿Cuán dependiente era Cuba de la Unión Soviética? ¿No es posible concebir las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en los mismos términos que los que existen entre Finlandia y los rusos? ¿Cómo se transitó desde el humanismo de la Sierra Maestra al marxismo-leninismo de 1961? Fidel Castro, de nuevo en plena forma, tenía una explicación para todo. Entonces me preguntó una vez más sobre Kennedy, y cada vez que elogié las cua­lidades intelectuales del presidente asesinado, sentí que despertaba mayor interés en él.

Los cubanos han vivido con los Estados Unidos en esa cruel intimidad tan familiar para mí de los colonizados con sus colonizadores. Sin embargo, era una intimidad. En esa ciudad tan seductora de La Habana a la que regresa­mos por la noche, donde los letreros lumino­sos con consignas marxistas han sustituido a la Coca Cola y las carteleras de pasta de dien­tes, en medio de exposiciones soviéticas y camiones checoslovacos, una cierta emoción estadounidense vibró en la atmósfera, com­puesta de resentimiento, de preocupación, de ansiedad, pero también, a pesar de todo, de un misterioso acercamiento casi impercepti­ble. Después de todo, mientras estaba vivo, el presidente estadounidense fue capaz de llegar a un acuerdo con nuestros amigos rusos, me dijo un joven intelectual cubano poco antes de irme. Era casi como si estuviera pidiendo dis­culpas por no alegrarse por el asesinato.

-El 14 de diciembre. 

Enviado no oficial. Un reporte histórico desde dos Capitales .Por Jean Daniel Bensaid “ The New Republic

14 de diciembre de 1963, pp. 15-20.

Un reciente viaje a los Estados Unidos, seguido por un viaje a Cuba, hizo posible que yo contribuyera a establecer un cierto «diálogo» entre el fallecido presidente Kennedy y el Primer Ministro Fidel Castro. Desde mi llegada a México, donde escribo este artículo, me han preguntado si las impresiones que derivan de estas entrevistas podrían arrojar alguna luz sobre el asesinato del Presidente y sobre las futuras relaciones entre Lyndon B. Johnson y Castro.

La semana pasada respondí en estas páginas a la primera pregunta mediante la descripción de las reacciones de Fidel Castro, a quien visitaba en el momento de la muerte de John Kennedy. Aquí voy a explorar la segunda cuestión, a partir de la reconstitución del diálogo Kennedy- Castro desde el punto de vista de alguien que fue testigo de ello. Jean Daniel.

El presidente Kennedy me recibió en la Casa Blanca el jueves 24 de octubre. La cita estaba programada para las 5:30 p.m. Esperé en la Sala de Conferencias del Gabinete, a las 5:45 y el Presidente, según su costumbre, vino a buscarme para acompañarme hasta su oficina. Se disculpó por el retraso, no tanto como una cortesía o para halagarme, sino para explicar la programación de su tiempo, que parecía estar muy estrictamente organizado. Al pasar por la pequeña sala donde estaba su secretario de trabajo, alcanzamos a ver a través de una ventana francesa a Mrs. Kennedy caminando hacia el jardín privado de la Casa Blanca. El Presidente la llamó para presentarme.

Aún era verano caliente en Washington. El clima era muy cálido, y tanto el Presidente y la señora Kennedy fueron muy ligeros de ropa, mejorando así la impresión de la juventud, encanto y sencillez que contrasta bastante sorprendente a la solemnidad de entrar en estas cámaras de agosto. El Presidente busca en su traje sastre, hablando con rápidos gestos bruscos y con una expresión que por momentos se congela, y llega a ser desconcertante, casi completamente inexpresiva, me invitó a sentarse en el sofá circular que estaba en medio de su oficina. Se sentó en un sillón frente al mismo. La entrevista duraría entre 20-25 minutos, y sólo sería interrumpida por una llamada telefónica breve.

El presidente me preguntó de inmediato cómo estaba la situación en Francia. Después de mi respuesta, habló sobre el general De Gaulle. Lo hizo de una manera relajada, como quien finalmente ha encontrado la paz en la indiferencia después de haber estado por largo tiempo exasperado y fascinado. John Kennedy era un hombre al que le gustaba llegar al corazón de las cosas con rapidez, y tomar decisiones incluso más rápidamente. Pero esto no era posible en lo referido a De Gaulle, quien era más difícil de manejar que Khrushchev. Un día, impaciente y sin poder comprender las razones del General, en un intento por llegar a él y convencerlo, Kennedy llamó directamente a De Gaulle. Todo fue en vano. Curiosamente, sin embargo, a partir de la reciente visita del ministro de relaciones exteriores de De Gaulle, Couve de Murville, a Washington, Kennedy ha dejado de estar tan profundamente preocupado por las relaciones franco-estadounidenses. La verdad es que se ha hecho a la idea de no preocuparse por ellas. De acuerdo con él, hacerlo había sido una pérdida de tiempo.

«Couve de Murville y yo hemos verificado que no estamos de acuerdo en nada», me dijo el Presidente. «Y acordamos que ese tipo de desacuerdo total era difícilmente calculado para crear una floreciente amistad entre dos grandes naciones de Occidente. Llegué a la conclusión de que la estrategia del general De Gaulle, que es incomprensible para mí, requiere una cierta tensión con los Estados Unidos. Al parecer, solo a través de esta tensión es posible restaurar para Europa el deseo de pensar por sí misma y renunciar a su torpe dependencia a la ayuda del dólar norteamericano y la orientación política».

El presidente Kennedy llegó a resumir, con concisión y vigor, los puntos de desacuerdo entre los Estados Unidos y Francia. Sobre el tema de Alemania, la política nuclear, Europa, la idea de «independencia» me dijo lo que desde entonces ha sido de dominio público. Añadió, sin embargo, que Francia tenía una extraña forma de manifestar su independencia, en particular, por ejemplo, en relación al tema de Vietnam y Cuba. Parecía irónico e irritante para él que el Jefe Ejecutivo francés se empeñara en decirle lo que Estados Unidos debe proceder, sin asumir ningún riesgo para sí mismo. Me dijo que no había nadie más agradecido que él de asesoramiento, información, e incluso críticas, pero que eran aún de mayor valor si los amigos que se las ofrecían, se comprometían a su vez en un programa de acción.

Entonces le pregunté a Kennedy lo que cabía esperar de la propuesta del General de Gaulle acerca de su visita a los Estados Unidos en febrero próximo. Él respondió: «Absolutamente nada». Pero siguió a esto inmediatamente y con una amplia sonrisa, como si de antemano saboreara el placer de la inminente reunión: «Será emocionante, igualmente. El General de Gaulle es una figura histórica, que es decididamente el hombre más extraño de nuestro tiempo».

Relaciones con Cuba

En este punto, tomé la iniciativa y traje a colación el tema de Vietnam y Cuba, diciendo que los gaullistas no fueron los únicos en Francia que deploraban ciertas erróneas políticas de EE.UU. Señalé que la primera vez que tuve la oportunidad de conocer a John Kennedy, él era senador y acababa de hacer un discurso contundente sobre el tema de Argelia. ¿Las ideas expuestas en ese discurso se han aplicado fielmente en Saigón y La Habana? Aquí mis notas son muy específicas, y voy a dejar que el difunto Presidente hable a través de ellos:

«No tenemos tiempo suficiente para hablar de Vietnam, pero me gustaría conversar contigo acerca de Cuba. Por cierto, nuestra conversación será mucho más interesante a tu regreso, porque Ben Bradlee [periodista de The Newsweek] me dice que estás de paso en tu camino a Cuba.

»De vez en cuando leo algunos artículos de la prensa europea que señalan que nosotros los norteamericanos estamos ciegos a lo que está sucediendo con Cuba. He conocido que el mismo General De Gaulle considera al comunismo en Cuba como nada más que una forma accidental y temporal del deseo de independizarse de los Estados Unidos. Por supuesto, es muy fácil de entender esta “voluntad de independencia” en torno al presidente De Gaulle».

John Kennedy reunió entonces toda su fuerza persuasiva. Puntualizó cada oración con el corto, mecánico gesto que se ha hecho famoso:

«Le digo esto: sabemos perfectamente lo que ha sucedido en Cuba, para desgracia de todos. Desde el principio he seguido con creciente preocupación personalmente el desarrollo de estos acontecimientos. Hay pocos temas a los que he dedicado tan esmerada atención. Mis conclusiones van más allá de los análisis europeos. Esto es lo que creo:

»Creo que no hay país en el mundo, incluyendo las regiones africanas, incluyendo cualquiera y todos los países bajo dominación colonial, donde la colonización económica, la humillación y la explotación fuera peor que en Cuba, en parte debido a las políticas de mi país durante el régimen de Batista. Creo que nosotros creamos, construimos y manufacturamos el movimiento de Castro fuera de toda medida y sin darnos cuenta. Creo que la acumulación de estos errores ha puesto en peligro a toda Latinoamérica. El gran objetivo de la Alianza para el Progreso es revertir esta política desafortunada. Este es uno, sino el más importante de los problemas de la política exterior norteamericana. Puedo asegurarle que he comprendido a los cubanos. Aprobé la proclamación hecha por Fidel en la Sierra Maestra, cuando él justificadamente hizo un llamado a la justicia y especialmente su anhelo de liberar al país de la corrupción. Iré más allá: en cierto grado es como si Batista fuera la encarnación de un número de pecados de los Estados Unidos. Ahora debemos pagar por ellos. En lo relacionado con el régimen de Batista coincido con los primeros revolucionarios cubanos. Eso está perfectamente claro».

Después de un silencio durante el cual fue capaz de notar mi sorpresa e interés, el presidente continuó: « Pero también está claro que el problema ha dejado de ser un problema cubano, y se ha convertido en un problema internacional –es decir, que se ha convertido en un problema con la Unión Soviética-. Soy el presidente de los Estados Unidos y no soy un sociólogo; soy el presidente de una nación libre que tiene ciertas responsabilidades con el Mundo Libre. Sé que Castro traicionó las promesas hechas en la Sierra Maestra, y que ha estado de acuerdo con ser un agente soviético en Latinoamérica. Sé que a través de su error –ya sean sus “ansias de independencia”, su locura o comunismo- el mundo estuvo en el borde de una guerra nuclear en octubre de 1962. Los rusos comprendieron esto muy bien, al menos después de nuestra reacción; pero hasta ahora en lo que concierne a Fidel Castro, debo decir que no sé si él se ha dado cuenta de esto, o incluso si se preocupa por esto». Una sonrisa, entonces: «Puedes decirme si lo ha hecho o no cuando regreses. En cualquier caso, las naciones de Latinoamérica no lograrán obtener justicia y progreso por esta vía, quiero decir, por la vía de la subversión comunista. Ellos no llegarán allí yendo de la opresión económica a la dictadura marxista que el propio Castro ha denunciado pocos años atrás. Ahora los Estados Unidos tienen la posibilidad de hacer mucho bien por Latinoamérica, así como el mal que hizo en el pasado; yo diría incluso que solo nosotros tenemos ese poder –bajo la condición esencial de que el comunismo no asuma el poder allí.

Entonces Kennedy se levantó para indicar que la entrevista había terminado. Yo me disculpé por retenerlo y preguntarle dos preguntas rápidas. La primera: ¿Podría tolerar los Estados Unidos el colectivismo económico? Él respondió: « ¿Qué hay sobre Sekou Turé? ¿Y Tito? Recibí al Mariscal Tito hace tres días, y nuestras discusiones fueron muy positivas. Segunda pregunta: ¿Qué espera ganar el gobierno norteamericano del bloqueo? ¿El aislamiento económico a Cuba es un castigo o una maniobra política?

La respuesta de Kennedy: « ¿Estás sugiriendo que la efectividad política del bloqueo es incierta?, [sonríe]. Pronto verás si es o no efectivo cuando vayas a Cuba. En cualquier caso, no podemos permitir que la subversión comunista gane en otros países de América Latina. Se necesitan dos diques para contener la expansión soviética: el bloqueo por una parte, y un esfuerzo tremendo orientado al progreso por la otra. Este es el problema en pocas palabras. Ambas batallas son igualmente difíciles». [Silencio] Entonces, un último comentario: «La continuación del bloqueo depende de la continuación de las actividades subversivas».

La entrevista había terminado. No quise sugerir nada, dado que nunca había estado en Cuba y, por otra parte, había oído desde todos los lados historias acerca de las privaciones que sufrían los cubanos debido a la situación de aislamiento económico. Pero pude ver con claridad que John Kennedy tenía sus dudas, y estaba buscando una salida.

Ese misma noche le conté en detalle la conversación a un colega norteamericano –un amigo cercano al presidente Kennedy, a través de quien conseguí esta entrevista- y al editor de The New Republic. Ambos, que conocían al Presidente mil veces mejor que yo, coincidieron en que John F. Kennedy nunca había manifestado con tanta especificidad y con tanta emoción su comprensión de la primera época de la revolución de Castro. Dudaron en esbozar cualquier conclusión política a partir de sus observaciones. Sin embargo, no se sorprendieron de la invitación de Kennedy de volver a verlo a mi regreso de Cuba.

En efecto, John Kennedy desplegó dos características en su ejercicio del poder: primero, un abrumador grado de empirismo y realismo. Un hombre sin una doctrina particular, reaccionaba decididamente ante los acontecimientos, y solo ante los acontecimientos. Nada, excepto el efecto de chocar con un problema, era suficiente para hacerlo llegar a una decisión, y debido a esto, sus decisiones eran impredecibles. En ese sentido, tenía una insaciable necesidad de información, y esta necesidad había aumentado mucho pues la experiencia le había enseñado a no confiar únicamente en los canales oficiales.

Después de esto, me fui a La Habana.

Sesión nocturna

En la «Perla de las Antillas, perfumada por el ron y empapada por una triunfante sensualidad», como se describe a Cuba en los folletos turísticos norteamericanos que todavía quedan en los hoteles de La Habana, pasé tres semanas intensas, pero pensando para mí mismo que nunca tendría la posibilidad de encontrarme con Fidel Castro. Conversé con campesinos, escritores y pintores, militantes y contrarrevolucionarios, ministros y embajadores, pero Fidel seguía inaccesible. Fui advertido: él está atiborrado de trabajo; debido al huracán, el gobierno cubano se vio obligado a revisar todo su programa de planificación; y además, no tiene deseos de recibir a ningún periodista, mucho menos uno del Occidente. Prácticamente había renunciado a la esperanza cuando, la noche de lo que pensé sería mi fecha de partida (el caprichoso avión que conecta La Habana con México afortunadamente no salió al día siguiente después de todo), Fidel vino a mi hotel. Había oído de mi entrevista con el Presidente [Kennedy]. Subimos a mi habitación a las 10 de la noche y no la dejamos hasta pasadas las 4 de la mañana siguiente. Aquí comparto solo un pequeño recuento de la parte de la entrevista que constituye la respuesta a las observaciones de John F. Kennedy.

Fidel escuchó con devorador y apasionado interés: se acarició la barba, se encajó la boina hasta los ojos, ajustó su túnica maqui, todo esto mientras me hacía blanco de miles de chispas maliciosas emitidas por sus profundos, vívidos ojos. En algún momento me sentí como si estuviera jugando el rol del compañero/socio con quien se tiene tanto un fuerte deseo de confesarse como de batallar; como si yo mismo personificara en una manera mucho más modesta a ese enemigo íntimo en la Casa Blanca a quien Krushchev describió a Fidel como alguien con quien «es posible hablar». Me hizo repetir tres veces ciertas observaciones, particularmente aquellas en las que Kennedy expresó su crítica al régimen de Batista, aquellas en las que Kennedy expresó su impaciencia en relación a los comentarios atribuidos al general De Gaulle, y finalmente, aquellos en los que el Presidente norteamericano acusaba a Fidel de casi haber provocado una Guerra fatal para toda la humanidad.

Cuando dejé de hablar esperaba una explosión. En cambio, me esperaba un largo silencio, y al final de ese largo silencio, comenzó una calmada, pensada, con frecuencia humorística exposición. No sé si Fidel había cambiado, o si las caricaturas que lo presentan como un hombre malhumorado en la prensa occidental corresponden con la realidad. Solo sé que en ningún momento de aquellos dos días que pasé con él (en los cuales sucedió algo impactante), Castro abandonó su postura y su pose. Aquí también, debo dejar a Castro que hable por sí mismo, reservándome solamente la posibilidad de corregir algunos juicios relacionados con estos dos líderes, basado en mis propias experiencias en Cuba. «Creo que Kennedy es sincero», declaró Fidel. «También creo que expresar hoy esa sinceridad puede tener una significación política. Le explicaré lo que quiero decir. No he olvidado que Kennedy centró su campaña electoral contra Nixon en el tema de mantener la firmeza hacia Cuba. No he olvidado las tácticas maquiavélicas y la equivocación, los intentos de invasión, las presiones, el chantaje, la organización de la contrarrevolución, el bloqueo y, sobre todo, todas las medidas vengativas que impusieron antes, mucho antes de que existiera el pretexto del comunismo. Pero siento que él heredó una situación difícil: no creo que el Presidente de los Estados Unidos sea realmente libre alguna vez, y creo que Kennedy está en estos momentos sintiendo el impacto de su falta de libertad. También creo que él entiende ahora el grado en el que ha sido engañado, en especial, por ejemplo, con la respuesta de Cuba durante la invasión de Bahía de Cochinos. Creo además que es realista: está registrando ahora que es imposible sacudir una varita mágica y hacer que nosotros, y la situación explosiva en toda América Latina, desaparezcan.

¿Por qué se instalaron los misiles?

«Hay un punto en el que quiero darte nueva información. Me he abstenido de hacerlo hasta ahora; pero hoy se intenta asustar a la humanidad con la propagación de la idea de que Cuba, en particular, puede provocar una guerra nuclear, así que siento que el mundo debe conocer la verdadera historia del emplazamiento de los misiles.

»Seis meses antes de que los misiles fueran instalados en Cuba, habíamos recibido un cúmulo de información de que se preparaba una nueva invasión a la isla bajo el patrocinio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), cuyos administradores habían sido humillados con el desastre de Bahía de Cochinos y el espectáculo de haber sido ridiculizados ante los ojos del mundo, y que fueron así mismo reprendidos dentro de los círculos gubernamentales. También sabíamos que el Pentágono estaba suplantando los preparativos de la CIA con el manto de su autoridad, pero teníamos dudas en cuanto a la actitud del Presidente. Hubo entre nuestros informantes quienes incluso pensaron que sería suficiente con alertar al Presidente y darle así una razón para preocuparse y detener los preparativos. Entonces, un día el yerno de Khrushev, Adzhubei, nos visitó antes de seguir camino hacia Washington por invitación de algunos amigos de Kennedy. A su llegada a Washington, Adzhubei fue recibido por el Jefe Ejecutivo estadounidense y su conversación se centró particularmente en Cuba. Una semana después de esta entrevista, recibimos en La Habana una copia del informe enviado por Adzhubei a Khruschev. Este fue el informe que desencadenó toda la situación.

¿Qué fue lo que le dijo Kennedy a Adzhubei? Escucha ahora cuidadosamente, porque es muy importante: le dijo que la nueva situación en Cuba era intolerable para los Estados Unidos, que el gobierno norteamericano había decidido que no la toleraría por mucho más tiempo, le dijo además que la coexistencia pacífica estaba seriamente comprometida debido a que las «influencias soviéticas» en Cuba habían alterado el balance de fuerzas, que destruía el equilibrio acordado [en este punto Castro enfatizó su discurso pronunciando cada sílaba por separadamente] Kennedy le recordó a los rusos que los Estados Unidos no habían intervenido en Hungría, en lo que constituyó una demanda obvia de no intervención rusa en caso de una posible invasión. Para asegurarse, la palabra «invasión» no fue mencionada y Adzhubei, en ese momento, sin tener ninguna información de contexto, no pudo llegar a las mismas conclusiones a las que llegamos nosotros. Pero cuando le enviamos a Khrushchev toda la información previa que teníamos, los rusos comenzaron a interpretar la conversación Kennedy-Adzhubei de la forma en que nosotros la veíamos y fueron hasta la fuente de nuestra información. A fines de mes, los gobiernos ruso y cubano habían llegado a la convicción definitiva de que podía tener lugar una invasión de un momento a otro. Esa es la verdad.

»¿Qué podía hacerse? ¿Cómo podíamos prevenir la invasión? Descubrimos que Khrushchev estaba preocupado por los mismos asuntos que nos preocupaban a nosotros. Nos preguntó qué queríamos. Le respondimos: haga lo que sea necesario para convencer a los Estados Unidos de que cualquier ataque contra Cuba es lo mismo que un ataque contra la Unión Soviética. ¿Y cómo conseguir ese objetivo? Todas nuestras reflexiones y discusiones giraron alrededor de este punto. Nosotros pensamos en una declaración, una alianza, ayuda militar convencional. Los rusos nos explicaron que su inquietud tenía dos partes: primero, querían salvar a la revolución cubana (en otras palabras, su honor socialista ante los ojos del mundo), y al mismo tiempo, querían evitar un conflicto mundial. Ellos razonaron que si su apoyo llegaba al grado de la ayuda militar convencional, los Estados Unidos no dudarían en iniciar una invasión, en cuyo caso Rusia se vería obligada a tomar represalias y esto inevitablemente daría inicio a una guerra mundial.

En este punto, le interrumpí para preguntarle cómo Cuba podría estar absolutamente segura de la intervención soviética. Después de todo, le dije, Stalin «abandonó» a Markos, el jefe de la Resistencia Comunista griega, porque una ayuda de ese tipo traería conflictos con la predominancia de las zonas de influencia.

«Lo sé», respondió Castro, «pero las dos situaciones no pueden compararse». Entonces continuó:

«Rusia estaba profundamente comprometida con nosotros. Además, desde entonces hemos tenido todas las pruebas de la inmensa solidaridad del pueblo soviético y sus dirigentes. Puedes ver por ti mismo cuán claramente se manifiesta esa solidaridad. Hay algo más, especialmente relacionado con Stalin. Cuando estuve en la Unión Soviética y otros fuera de Rusia le reprocharon a Khrushchev por tomar una posición más conciliadora que Stalin hacia los capitalistas, él [Khrushchev] me confió varios ejemplos, que no te repetiré, ejemplificando la prudencia, incluso la renuncia de Stalin. Él me dijo –y yo le creo- que Stalin nunca hubiera emplazado los misiles en Cuba.

»Es verdad que entonces otras facciones decían que la verdadera razón por la que se habían instalado los misiles se debía a algunos problemas internos que estaban llevando a los rusos a usarnos para provocar a los Estados Unidos». Estoy aquí para decirte que los rusos no querían y no quieren hoy la Guerra. Solo se necesita visitarlos en su territorio, mirarlos en el trabajo, compartir sus preocupaciones económicas, admirar los intensos esfuerzos para elevar las condiciones de vida de los obreros, para comprender claramente que ellos están lejos, muy lejos, de cualquier idea de provocación o dominación. Sin embargo, la Rusia soviética confrontó dos alternativas: una Guerra absolutamente inevitable (debido a sus compromisos y sus posiciones en el mundo socialista), si la Revolución Cubana era atacada; o el riesgo de una guerra si los Estados Unidos, al rehusarse a retirarse frente a los misiles, no renunciara al intento de destruir Cuba. Ellos eligieron la solidaridad socialista y el riesgo de guerra.

»Bajo estas circunstancias, ¿cómo podríamos habernos rehusado los cubanos a compartir los riesgos que tomaban para salvarnos? Esto fue, en el análisis final, una cuestión de honor, ¿no crees? ¿No crees que el honor tiene importancia en la política? Piensas que somos románticos, ¿no?, ¿y por qué no? En cualquier caso, somos militantes. En una palabra, nosotros aceptamos el emplazamiento de los misiles. Y puede añadirse aquí que para los cubanos no representaba mucha diferencia morir por el bombardeo tradicional que por alguna bomba de hidrógeno. Sin embargo, nosotros no jugamos con la paz mundial. Fueron los Estados Unidos quienes amenazaron la paz de la humanidad al utilizar la amenaza de guerra para contener las revoluciones.

Así, en junio de 1962, mi hermano Raúl Castro y Che Guevara fueron a Moscú a discutir las vías y medios de instalación de los misiles. El convoy llegó por el mar en tres semanas. Los Estados Unidos pudieron enterarse de que las armas habían sido embarcadas, por supuesto; pero les llevó dos meses descubrir que estas armas eran misiles guiados. Dos meses… en otras palabras, más tiempo de lo que habíamos calculado. Debido, por supuesto, a que nuestra intención era intimidar, no agredir.

Alianza para el Progreso

La conversación giró ahora hacia la Alianza para el Progreso. «De cierta forma», dijo Castro, «era una buena idea, que marcó una suerte de progreso. Incluso si se puede decir que era algo que debió hacerse hace mucho tiempo, que fue tímido, concebido bajo presión en el fragor del momento… a pesar de todo eso estoy dispuesto a aceptar la idea de que constituye un esfuerzo para adaptarse al extraordinariamente rápido curso de los eventos en Latinoamérica. Como, por ejemplo, lo que leímos en los periódicos esta mañana –¿viste las noticias?-. ¿Que Argentina está nacionalizando su industria petrolera? ¡El gobierno argentino! ¿Comprendes lo que eso significa? Esto provocará más conmoción en la bolsa de Nueva York que el castrismo. ¡La Iglesia Católica y los militares conservadores en Argentina, las facciones más estrechamente ligadas a los intereses norteamericanos! Se habla de nacionalizar las industrias allí, de reforma agraria acá…Si la Alianza para el Progreso provoca esos desarrollos, entonces no lo está haciendo tan mal; todas estas cosas están en consonancia con las aspiraciones del pueblo. Puedo mirar atrás a los días de Eisenhower, o de Nixon, y recordar el furor que se desató en Estados Unidos cuando Cuba decretó la reforma agraria que iba a aplicarse, recuerde esto, solo a los latifundistas dueños de más de 200 000 hectáreas de tierra. Y sin embargo la reacción de los monopolios fue terrible en aquel momento. En la actualidad, en otros países de Latinoamérica, debido a que se utiliza la bandera del comunismo como si fuera el coco, la reacción de los monopolios norteamericanos es más astuta. Ellos van a elegir a un testaferro, y gobernar indirectamente. Pero habrá dificultades.

»Es por eso que las buenas ideas de Kennedy no van a producir ningún resultado. Eso es fácil comprenderlo, y en este punto seguramente él está consciente de esto porque, como le dije, es realista. Durante años la política norteamericana – no el gobierno, sino los monopolios y el Pentágono- han apoyado las oligarquías latinoamericanas. Todo el prestigio, los dólares y el poder han sido manejados por una clase que Kennedy ha descrito al hablar de Batista.

»De repente llega un Presidente a escena que intenta apoyar los intereses de otras clases (que no tienen los mismos niveles de acceso al poder) para darle varios países de Latinoamérica la impresión de que Estados Unidos ya no apoya a los dictadores, de manera que no se necesita empezar otras revoluciones del tipo de la de Castro. ¿Qué sucede entonces? Los monopolios ven que sus intereses están un poco comprometidos (solo un poco, pero comprometidos); el Pentágono piensa que las bases estratégicas estás en peligro; las poderosas oligarquías en todos los países latinoamericanos alertan a sus amigos norteamericanos; sabotean la nueva política; y en poco tiempo, Kennedy tiene a todo el mundo en su contra. Los pocos presidentes liberales, o supuestamente liberales, que fueron elegidos como instrumentos de la nueva política, son expulsados de sus oficinas, como sucedió con Bosch en Santo Domingo, o si no, sufren una transformación. Betancourt, por ejemplo, no era un Batista; ahora se ha convertido en uno.

»Viendo todas estas cosas, ¿cómo puede pensar seriamente el gobierno norteamericano que la subversión de Cuba es la raíz de las explosiones que se están sucediendo en el sur del continente? En Venezuela, por ejemplo, ¿estás familiarizado con la situación allí? ¿Crees que los venezolanos nos necesitan para comprender lo que está sucediendo en su país? ¿Crees que no tenemos suficientes problemas de nuestra parte? Ahora mismo solo pido una cosa: Déjennos en paz para mejorar la situación económica de nuestro país, para llevar a la práctica lo que hemos planeado, para educar a nuestros jóvenes. Esto no quiere decir que nosotros no seamos solidarios con las naciones que se encuentran luchando y sufriendo, como el pueblo venezolano. Pero de esas naciones depende decidir lo que quieren, y si ellos eligen otro tipo de gobierno diferente del nuestro, eso no es asunto nuestro».

Siempre hemos vivido en peligro

Le pregunté a Fidel a dónde iría a parar todo esto. ¿Cómo se desarrollaría la situación? Incluso si los Estados Unidos utilizan contra ustedes el fantasma del comunismo, de todas formas, sigue siendo cierto que ustedes han elegido el comunismo, que su economía y su seguridad dependen de la Unión Soviética, y que aun si no tienen otros motivos para esta asociación, los Estados Unidos consideran que ustedes forman parte de una estrategia internacional, que constituyen una base soviética en un mundo donde la paz depende del respeto mutuo por la tácita división de las zonas de influencia.

«No quiero hablar de nuestros vínculos con la Unión Soviética», me interrumpe Fidel Castro. «Lo encuentro indecente. No tenemos nada más que sentimientos de fraternidad y una profunda y total gratitud hacia la URSS. Los rusos están haciendo esfuerzos extraordinarios en bien nuestro, esfuerzos que a veces le cuestan mucho. Pero nosotros tenemos nuestras propias políticas que tal vez no siempre sean iguales (esto lo hemos probado) a las de la URSS. Me niego a detenerme en este punto, porque pedirme que diga que no soy un peón en el tablero de ajedrez soviético es algo así como pedirle a una mujer gritar en voz alta en la plaza pública que no es una prostituta.

»Si los Estados Unidos ven el problema de la manera en que tú lo has expuesto, entonces tienes razón, no hay salida. ¿Pero quién es el perdedor en ese último análisis? Ellos lo han intentado todo contra nosotros, todo, absolutamente todo, y todavía seguimos vivos y mejorando día a día; todavía estamos de pie, y tenemos previsto celebrar con más festividades de lo habitual, el 1ro. de enero de 1964, ¡el quinto aniversario de la Revolución Cubana! La política norteamericana de aislarnos económicamente es menos efectiva cada día que pasa; estamos incrementando nuestro comercio con el resto del mundo. ¡Incluso con España! Recién hemos vendido un cargamento de 300 000 toneladas de azúcar a los españoles. Lejos de desanimarnos, el bloqueo está manteniendo la atmósfera revolucionaria que necesitamos para fortalecer la columna vertebral del país. ¿Estamos en peligro? Siempre hemos vivido con el peligro. Sin decir nada del hecho de que no tienes idea de cuántos amigos uno encuentra en el mundo cuando eres perseguido por los Estados Unidos. No, realmente, por todas esas razones, nosotros no somos los suplicantes, no le pedimos nada. Te diré algo más: desde la ruptura y el bloqueo, nos hemos olvidado de los Estados Unidos. No sentimos ni odio ni resentimiento más, simplemente no pensamos en los Estados Unidos. ¡Cuando pienso en todos los problemas que las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos pueden provocar! El embajador suizo representa a los EE.UU. en la actualidad. Yo prefiero lidiar con él que con 200 miembros de una embajada, entre los que seguramente se infiltrarán algunos espías.

»He conversado contigo como un revolucionario cubano. Pero también debo hablarte como un amante de la paz, y desde este punto de vista creo que los Estados Unidos son un país muy importante como para no influir en la paz mundial. No puedo evitar tener la esperanza, por tanto, de que un líder vendrá a la delantera en América del Norte (Kennedy, ¿por qué no?, tiene muchas cosas a su favor) que tendrá el coraje de lidiar con la impopularidad, combatirá a los monopolios, dirá la verdad y, lo más importante, dejará a las naciones actuar como ellas decidan. No pido nada: ni dólares, ni asistencia, ni diplomáticos, ni banqueros ni militares, solo la paz, y ser aceptados como somos. Somos socialistas, los Estados Unidos son un país capitalista, los países latinoamericanos elegirán lo que quieren ser. Al mismo tiempo, que los Estados Unidos venden trigo a los rusos, Canadá está comerciando con China, De Gaulle respeta a Ben Bella, ¿por qué tiene que ser imposible hacer entender a los norteamericanos que el socialismo lleva, no a la hostilidad contra ellos, sino a la coexistencia? ¿Por qué no soy Tito o Sekou Touré? Debido a que los rusos no nos han hecho ningún perjuicio, como los yugoslavos y los guineanos se han quejado en el pasado, y porque los estadounidenses no nos han dado ninguno de los beneficios para los que estas dos naciones se felicitan hoy.

»En cuanto a este asunto de temer las intenciones soviéticas en América Latina a través de actividades subversivas en Cuba, esto es sólo la atribución a los demás del propio deseo de dominar. Usted mismo ha dicho hace un rato que los rusos habían tenido suficiente de su involucración con los cubanos. Económicamente es algo obvio, hablando desde un punto de vista militar, es mejor no forzar a las naciones a buscar la ayuda rusa. Realmente, me parece que un hombre como Kennedy es capaza de comprender que no es interés de los Estados Unidos proseguir una política que solo puede llevar a un punto muerto. Hasta donde nos interesa, todo puede ser restaurado a la normalidad sobre bases del mutuo respeto y la soberanía».

En conclusión, Fidel Castro me dijo: «Puesto que usted va a ver Kennedy, de nuevo, ser un emisario de la paz, a pesar de todo. Quiero ser claro: no quiero nada, no espero nada, y como un revolucionario la situación actual no me desagrada. Pero como hombre y como estadista, es mi deber indicar cuáles son las bases para la comprensión puede ser».

Todo esto se dijo que dos días antes de la muerte del presidente Kennedy.

Año 1964

Herbert Matthews, un periodista que conocía a fondo la realidad cubana desde antes del triunfo revolucionario del 1ro de enero de 1959, expresaría en 1964, después visitar la Isla y sostener encuentros con el Comandante en Jefe Fidel Castro y otros dirigentes cubanos: "Ahora que han pasado cinco años, es sin duda hora de que los funcionarios norteamericanos y el público norteamericano comprendan, que sea lo que quieran pensar de Fidel Castro, es uno de los hombres más extraordinarios de nuestra era. Los Estados Unidos han pagado duro por su chocante menosprecio de la inteligencia y habilidades de Fidel Castro. Se veía a las claras en 1959 que era capaz de ser el más formidable enemigo de los Estados Unidos que apareciera en el panorama latinoamericano." (Matthews, Herbert: “Regreso a Cuba”. Archivos del CIHSE.)

En la política de la Administración Johnson hacia Cuba, comparada con la de John F. Kennedy, se observa una continuidad y ruptura. Era evidente que las premisas se sustentaban en los principios de la Seguridad Nacional, la Doctrina Monroe, el Destino Manifiesto, la Guerra Fría y el conflicto Este Oeste. La versión norteamericana del panamericanismo estaría presente en cada una y todas las decisiones que se tomarían en torno a la Revolución Cubana. Pero existen particularidades que requieren ser tenidas en cuenta para entender las acciones de los Estados Unidos posterior al asesinato de Kennedy. A diferencia de su predecesor, Johnson nunca consideró estar comprometido personalmente con la destrucción de la Revolución Cubana; el compromiso era institucional. Su participación en la formulación de la política cubana había sido escasa y marginal. No había desempeñado ningún papel relevante en la conformación de los planes de la Operación Pluto, Operación Mangosta y el Programa de Múltiple Vía. Estos eran el coto vedado del clan Kennedy, los teóricos de la Nueva Frontera, los asesores de Kennedy y los especialistas. La experiencia de Johnson estaba asociada a su trayectoria en el Congreso como negociador e interlocutor de los intereses del Partido Demócrata. La visión pragmática que había demostrado sobre los problemas que examinaba lo había convertido en una buena opción para la Vicepresidencia de los Estados Unidos y útil comunicador con los hombres de negocios del oeste, cuyos intereses había representado con éxito en el Congreso. 

Abril.

-El nuevo presidente Lyndon Johnson prohibió oficialmente, en abril de 1964, las incursiones para realizar sabotajes en Cuba. Estas habían resultado un fracaso y Vietnam tenía entonces era la prioridad.

Mayo.

El Overseas Business Report, del Bureau of International Commerce, del Departamento de Comercio de Estados Unidos informaba que todas las mercancías importadas, de origen cubano, que aparecían en las estadísticas generales de Estados Unidos desde febrero de 1962 tenían licencia concedida por el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro y se limitaban a bienes adquiridos antes del embargo y a unos cuantos artículos excepcionales tales como antigüedades de Europa, de origen cubano .

Julio.

-El 2 de julio: Se funda el Ministerio de la Industria Azucarera, el cual sustituye a la antigua Empresa Consolidada del Azúcar.

-26 de julio .Durante la IX Conferencia de Consulta de la Organización de Estados Americanos (OEA), realizada en Washington llamó a la interrupción de todo intercambio comercial directo o indirecto con Cuba. La no pertenencia de Cuba a la OEA le impedía recibir fondos del Banco Interamericano de Desarrollo. Unido a ello y al amparo en su poder de veto sobre el Fondo Monetario Internacional, a partir de 1964, Estados Unidos logró que Cuba se viera privada de fondos del Banco Mundial. Con ello se cerró toda posibilidad de utilización de los mecanismos financieros internacionales del sistema capitalista .Las medidas fueron levantadas el 29 de julio de 1975.

Octubre. 

Según la “Enmienda Hickenlooper “ ningún tribunal norteamericano podía dictar sentencia a favor de los intereses de otros estados, cuando se tratase de nacionalizaciones de propiedades norteamericanas a partir del 1ro de enero de 1959, incluso ni aunque fuera invocando un principio clave del Derecho Internacional tal como la doctrina del poder soberano.

-A fines de 1964, el Departamento del Tesoro congeló los fondos en Estados Unidos del Banco del Atlántico, de México, por realizar operaciones, en dólares estadounidenses, con nacionales cubanos. A pesar de las protestas gubernamentales mexicanas, los fondos no fueron desbloqueados hasta el cese de aquellas operaciones.

Año 1965

En 1965, como los vuelos hacia los Estados Unidos de Norteamérica estaban suspendido desde la Crisis de los Cohetes (octubre 1962), el único medio de salida del país de los que no conseguían visa para España, México u otro país, era escapar en avionetas o en lanchas, y constantemente llegaban a territorio Norteamericano cubanos por esa vía, y el gobierno cubano acusaba al gobierno estadounidense de amparar a los que se hacían de esos medios de transporte que eran de su "propiedad" (robados a sus legítimos dueños).

Enero.

-El 7 de enero Guevara visitará Guinea-Bissau, la que abandonará una semana más tarde. En el país gobernado por el admirador de la revolución cubana Sekou Toure (1), Guevara participará de una reunión, en la frontera que separaba a Guinea de Senegal, en la que acude Leopold Senghor ( 2) . En la entrevista planteará su teoría sobre la necesidad de la unidad de todos los movimientos revolucionarios del mundo en contra del enemigo principal de la humanidad: los Estados Unidos de Norteamérica. En Ghana, Ernesto conocerá a Laurent Kabila, (3 ) dirigente político reconocido en la zona donde el Che, meses después, instalará sus bases guerrilleras en Africa, a orillas del lago Tangañika. En Ghana, Guevara se entrevistará con el líder anticolonialista Kwane Nkrumah (4)

.- Durante su gira por los países africanos, el Che ha acopiado información que le servirá para tomar importantes futuras decisiones. El análisis de la situación geopolítica de África señala al Congo como el país que posee las características más propicias para desarrollar un foco desde donde luego se podrá expandir la revolución a todo el continente. De regreso a Argelia, el héroe de Santa Clara le comunicará su decisión a Ahmed Ben Bella. El apoyo cubano en territorio africano tendrá como objetivo el fortalecimiento de la lucha militar en el Congo; los cubanos ingresarán a territorio congoleño con la denominación técnica de asesores. Ernesto Guevara desarrollará su segunda experiencia guerrillera en el Congo, entre abril y noviembre de 1965

Febrero.

- El 11 de febrero de 1965, el Che Guevara arriba a El Cairo, donde el dirigente cubano se entrevistará con Nasser. Luego de una corta visita a Tanzania, el comandante argentino se reencontrará con el líder de la República Árabe Unida. En esta oportunidad, Nasser intentará por todos los medios de disuadir al Che en su intento de desarrollar una guerrilla en el Congo, a la que vaticina un futuro no muy favorable. Guevara agradecerá los consejos de Nasser y aceptará a grandes rasgos que la aventura es incierta

Según Jorge Castañeda, en su libro "La vida en rojo, una biografía del Che": "... El Che hizo dos escalas en El Cairo: una muy breve el 11 de febrero, de regreso de China, y otra, de doce días, en marzo, justo antes de su retorno a Cuba. De las conversaciones que sostuvo con Nasser se conservan los apuntes de Mohammed Heikal, publicados un año después de la muerte del Rais. De buenas a primeras, Nasser detecta en el argentino una 'profunda angustia personal' y una sombría tristeza interna. El Che al principio no quiso compartir sus penas; sólo contó que se dirigía a Tanzania para estudiar la situación de los movimientos de liberación en el Congo, pero Nasser sintió que no abrigaba un gran entusiasmo al respecto. Al regresar de Tanzania, acompañado por Pablo Rivalta, el embajador de Cuba en Dar Es Salaam, el Che le confiesa que en Tanzania recorrió los campamentos guerrilleros en la zona. Había resuelto partir al Congo a encabezar personalmente la ayuda cubana a los luchadores congoleños". 

-El 24 de febrero, en la alocución que el Che realiza frente a los integrantes de la Conferencia Afroasiática de Solidaridad realizada en Argel, el Che rompe pública y definitivamente con la Unión Soviética. 

Abril.

-El día 2 sale el Che de Cuba con destino a África.

-El 19 de abril, los primeros combatientes cubanos comandados por el Che Guevara arriban a Dar Es Salaam, donde son recibidos por el embajador cubano en Tanzania, Rivalta. Se trata de Víctor Dreke, quien viaja con un pasaporte falso a nombre de Roberto Suárez, José María Martínez Tamayo, quien viajará bajo el seudónimo de Ricardo, y el "doctor Ramón".

Desde Dar Es Salaam, Che planificará su ingreso a territorio congoleño. Los acuerdos sobre la responsabilidad en el mando de las fuerzas combinadas congoleño-cubanas que operarán en el Congo serán discutidas entre Guevara y Antoine Godefroi Chamaleso y este aceptará subordinarse al mando congoleño. 

El cubano Rivalta será el encargado de adquirir el pequeño "Granma" africano, un bote con el que el primer grupo de voluntarios se internará en territorio congoleño a través del lago Tangañika. Hasta las orillas del gran lago africano, el grupo se movilizará en transportes aportados por la embajada cubana en Tanzania. Cuatro cubanos esperarán en la casa de seguridad montada en las afueras de Dar Es Salaam el arribo del resto de los expedicionarios, que se irán sumando de a poco a territorio congoleño. 

Antes de partir, Guevara arenga a la tropa. El médico de la expedición, Zerquera, dejó testimonio de las indicaciones impartidas por Guevara. Zerquera cuenta: "Nosotros íbamos a ayudar a un movimiento de liberación. Nuestra ayuda consistiría en asesoramiento. Hablaba -refiriéndose al Che-de las experiencias de la sierra. De que allí primero íbamos a dar y no a recibir, que había que sacrificarse, que no podíamos comer antes que los guerrilleros nativos, que no quería manifestaciones de prepotencia, que fuéramos modestos, que tuviéramos presente que éste era un país con cuatro siglos de atraso, íbamos a chocar con la miseria en su punto álgido. Allí nadie podía tener más que nadie, a no ser por causa muy justificada. Otra cosa que dijo fue que 'el que le metía mano a una africana, por supuesto tenía que cargar con ella, y era separado de la guerrilla'. Que él no garantizaba el tiempo que pasaríamos allí, que quizá en cinco años se pudiera plantear una sustitución del personal".

-El 23 de abril de 1965 parten los 14 combatientes cubanos que componen la expedición; uno de los vehículos será conducido personalmente por el Che. Al anochecer del 23, la expedición arriba a Kigoma, la Gomorra africana, ubicada a orillas del lago Tangañika sobre territorio de Tanzania. Los soldados cubanos arriman el bote hasta los bordes del lago. Uno de los motores de la embarcación, por más maldiciones que se le echara, se niega a funcionar. Guevara se impacienta. Después de varios intentos, el pequeño bote de 10 metros de largo pone rumbo a Kibamba, Congo. En medio de la travesía, cerca de la medianoche, comienza a llover intensamente. El lago Tangañika levanta ahora peligrosas olas delante de los ojos de los expedicionarios que intentaban infiltrarse en territorio congoleño. El doctor Zerquera le confiesa al Che con preocupación, que no sabe nadar, el argentino, quitándole el acento cubano al habla le responde con su habitual humor natal: "Coño, mira la forma en que te vas a morir". 

De madrugada, los navegantes descubren señales hechas con luces desde la costa congoleña, los guerrilleros del Ejército de Liberación del Congo habían llegado para recibirlos. Al acercarse, la embarcación, con extraña similitud a lo ocurrido con el "Granma", no puede llegar hasta las costas y encalla a unos cuantos metros de la playa. Esta experiencia y el ataque de asma que sufre el Che momentos después del desembarco, serán las únicas similitudes que existirían en relación con lo sucedido en el 1959, cuando Guevara, como miembro del Ejército Rebelde, daba el primer paso en territorio cubano en el marco del proceso de liberación de Cuba. En el Congo las cosas serían muy distintas.

Los visitantes cubanos son conducidos a un campamento del Ejército de Liberación Congoleño cercano al Tangañika, donde se producen las primeras reuniones de presentación y planificación entre cubanos y congoleños. Oficia como intérprete del swahiri al francés, un africano que cumplía funciones internacionales, Chamaleso. Todavía nadie sabe que el hombre que se hace llamar "Tatu" (número 3 en swahiri) es el Che. 

Guevara decide un día después de su arribo al Congo, revelar su verdadera identidad a Chamaleso. El hombre, temeroso de las consecuencias que la presencia del internacionalmente conocido guerrillero argentino pudieran producir, exhorta a Guevara a mantener en secreto su verdadera identidad y parte hacia Tanzania para consultar con Kabila sobre los pasos a seguir

Mayo.

En el mes de mayo, llegó a Brazzaville, capital de la República del Congo, la vanguardia de la Columna Dos en apoyo al Che, que tomó el nombre de Batallón Patricio Lumumba. Para el mes de agosto, ya tenía 260 hombres nuestra unidad, que constituía el Segundo Frente del Che en la cuenca del gran río Congo. 

“Fue heroica la actuación de la Columna Uno del Che que en los varios meses que permaneció en el interior de Zaire, donde llegó tras salvar peligrosos obstáculos, libró numerosos y desiguales combates.

“Más de 50 acciones combativas se cuentan en la hoja de servicios de la Columna del Che, quien bajo el seudónimo de Tatu se desenvolvió en aquellos nuevos escenarios de lucha con la maestría y agudeza táctica y estratégica que hicieron de él un verdadero artífice de la guerra de guerrilla.

“Mas no fue posible reunir y cohesionar las fuerzas lumumbistas, llegó un momento en que la columna internacionalista combatía sola en un terreno desconocido. Ante tales adversas circunstancias, la columna debió salir de aquel país. No fue vencida por el enemigo, pero el objetivo de su misión no pudo cumplirse dada la ausencia de un movimiento patriótico vertebrado con el cual colaborar.

“Para el Batallón Patricio Lumumba resultaron más favorables las condiciones. El sostén al gobierno progresista del Congo frente a las amenazas extranjeras fue sólido y en un momento resultó decisivo.

“Ello consolidó la base de retaguardia del MPLA, bajo la dirección del Doctor Agostinho Neto, permitiendo el incremento de las acciones guerrilleras en Segundo Frente de Cabinda.

“Dos columnas, instruidas y equipadas por cubanos marcharon hacia Primer Frente, hacia la lejana región Luanda. Una de ellas, llevaba el nombre glorioso de Escuadrón Camilo Cienfuegos.

“Una tercera columna, la Ferraz Bomboko, mayor que las anteriores, parte de cuyos integrantes fueron entrenados en Cuba y la otra en el Congo, fundó el Tercer Frente guerrillero en el Este de Angola.

“Aún no había regresado nuestro Batallón a Cuba y se inició nuestra presencia junto a los guerrilleros de Guinea Bissau, dirigida por el PAIGC y su líder Amílcar Cabral.” (Testimonio de Jorge Risquet Valdés del 31 de diciembre de 2008)

Junio.

Gracias a las rigurosas medidas de seguridad con las que se condujo Guevara desde el comienzo de la operación Congo, recién en junio de 1965 los servicios de inteligencia norteamericanos detectaron la presencia del guerrillero argentino en el corazón africano. Guevara, que será conocido en el Congo con el seudónimo de "Tatu" (número tres en el idioma swahili), dedicará casi toda su permanencia en el país africano esperando la llegada de Kabila, dedicado a la lectura o recuperándose de algún ataque de asma. El Che en el Congo no tendrá responsabilidades de jefe y dependerá de las órdenes de los comandos militares congoleños, que nunca estaban para impartirlas, o que nunca sabían cuáles eran las que correspondía transmitir. Mientras las potencias socialistas enviaban sofisticadas armas a las tropas congoleñas, nadie parecía tener la voluntad suficiente como para querer utilizarlas. Salvo raras excepciones, los congoleños se negarían permanentemente a combatir. El objetivo militar más apetecible estaba representado por Albertville, que tenía una fuerza de defensa que superaba holgadamente las posibilidades de los congoleños y los combatientes cubanos. 

Kabila ordena por fin, en los últimos días de junio, el ataque a Front de Force, que se ejecutará al mando del cubano Dreke, del que participarán más de 100 hombres entre los cuales se encontraban algunos cubanos. En los enfrentamientos que terminan con la retirada de los rebeldes sin alcanzar el objetivo propuesto, mueren cuatro soldados de nacionalidad cubana que son reconocidos por los mercenarios sudafricanos, que informan inmediatamente a la CIA del hallazgo. El Che ha sido detectado.

Agosto.

-el 17 de agosto una columna al mando de Martínez Tamayo, que monta una emboscada, logra destruir un convoy enemigo. Guevara, cansado de esperar la autorización de Kabila, se escapa de la base guerrillera de Luluaburg y se pondrá al frente de la columna que operaba en los alrededores de Front de Force sobre la carretera a Albertville. Tiempo después Guevara reconocerá haberse sentido como un "delincuente" por haber actuado por el impulso desobedeciendo las órdenes expresas de Kabila. 

De todas maneras el arrepentimiento no parece, a la luz de los hechos, haber sido tan grande, ya que los últimos días de agosto reencontrarán al Che con la acción armada. El jefe guerrillero, al ver cómo los congoleños y ruandeses abandonan la emboscada que habían montado a un convoy gubernamental, sale de su escondite abandonando el lugar de mando estratégico donde se encontraba y dispara contra sus enemigos ofreciendo su cuerpo como un blanco perfecto

Setiembre. 

-En setiembre de 1965, Guevara se dedicará a recorrer las zonas de operaciones. Visitará Fizi, Baraka y Lilamba, donde el argentino mantendrá conversaciones con los principales jefes rebeldes para evaluar el desarrollo de la guerra

-El día 28 de septiembre 1965 se anuncia en un acto masivo en la Plaza José Martí (plaza de la Revolución) en La Habana, que se abriría el puerto de Camarioca en Matanzas, para que los residentes cubanos (exiliados) en Estados Unidos le escribieran al Ministerio del Interior y viajaran a dicho puerto a buscar a sus familiares. En ese mismo discurso ante los Comité de Defensa de la Revolución Fidel, agregó: "... Les podemos poner ya hasta una fecha; pienso que a partir del 10 de octubre se puede allí habilitar..." 

Octubre.

-El 3 de octubre, el presidente Lyndon Johnson de USA al pie de la Estatua de la Libertad en Nueva York, expresaba que le daría acogida a los cubanos que llegaran a costas de su país. Lyndon Johnson se hallaba en Nueva York para firmar una nueva ley de inmigración. 

-En igual fecha Fidel hará pública la carta de despedida que el Che le entregara en la casa de seguridad donde Guevara pasó sus últimos momentos antes de partir hacia el África.

En la carta, el Che renunciará además a su derecho a la nacionalidad cubana. Fidel dará a conocer el discurso en un acto público que tiene como objetivo la presentación de la estructura política que regirá en adelante el desarrollo de la vida política en Cuba, el Comité Central, embrión de lo que sería el futuro Partido Comunista de Cuba. Fidel recordará ya en sus primeras palabras la figura del Che: "Hay una ausencia en nuestro Comité Central de quien posee todos los méritos y todas las virtudes necesarias en el grado más alto... Alrededor de esto el enemigo ha podido tejer mil conjeturas, ha tratado de confundir y sembrar cizaña y la duda y, pacientemente, puesto que era necesario esperar, hemos esperado...". Acto seguido Fidel lee la carta que le ha entregado el Che:

"Fidel, me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos. Un día pasaron preguntando a quién se debería avisar en caso de muerte, y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron en el camino hacia la victoria.

Hoy todo tiene un tono menos dramático, porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo, que ya es mío.

He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios. Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.

Aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos (...) y dejo a un pueblo que me admitió como su hijo: eso lacera una parte de mi espíritu.

Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para ti.

Que no dejo a mis hijos y a mi mujer nada material y no me apena; me alegro que así sea. Que no pido nada para ellos, pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse. Tendría muchas cosas que decir a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas. Hasta la victoria siempre. ¡Patria o muerte!

Te abraza con todo fervor revolucionario. Che".

-El día 7 de octubre, según el servicio de guardacostas de USA, arribó a Cayo Hueso el primer grupo de cubanos proveniente de Camarioca.

- El 24 de octubre de 1965, el campamento donde residía Guevara es atacado. Che llama a sus soldados a resistir, pero ante la sorpresa del ataque y al ver que los combatientes congoleños corren despavoridos en busca de refugio en la selva, el médico argentino se verá obligado a impartir la orden de retirada. El ataque al campamento del Che no era un hecho aislado, formaba parte de una ofensiva generalizada de las tropas combinadas de mercenarios sudafricanos y gubernamentales en un intento de despejar de guerrilleros las costas del Tangañika. Paulatinamente irán cayendo en manos de los sostenedores de Thsombé, los principales bastiones rebeldes del Congo.

Noviembre.

El 4 de noviembre en Carta de Fidel al Che intentará persuadir al guerrillero argentino, ( ) de que debe retirarse para evitar una catástrofe mayor. Fidel deja de insinuar, y afirma: "Debemos hacer todo lo absurdo; si a juicio de Tatu nuestra presencia se hace injustificable e inútil debemos pensar en retirarnos; debe actuar conforme situación objetiva y espíritu hombres nuestros; si consideran deba permanecer, trataremos de enviar cuantos recursos humanos y materiales consideren necesarios; nos preocupa que ustedes erróneamente tengan temor que la actitud que asuman sea considerada derrotista o pesimista; si deciden salir, Tatu puede mantener actual regresando aquí o permaneciendo otro sitio; cualquier decisión la apoyaremos; evitar todo aniquilamiento".

Diciembre.

-El 1 diciembre 1965. Llega el primer avión fletado (pagado) por USA desde Cuba con refugiados cubanos. Eran 2 aviones diario. Después de discutir la mecánica entre USA y Cuba para traer hacia Estados Unidos a los familiares reclamados por exiliados cubanos, se produce este primer vuelo y segundo vuelo. La reclamación era fácil, solamente el familiar exiliado tenía que llenar un pequeño papel que se podía encontrar en tiendas, farmacias, y otros lugares de Miami, New Jersey, etc. Los vuelos durarían hasta el 6 de abril 1973. Los vuelos eran entre Varadero y Miami. En total fueron unos 260,000 (# redondo) cubanos llegados en esa vía. 

En 1965 el gobierno estadounidense modificó el sistema del grupo de países del Departamento de Comercio, en países de grupos T, V, W, X y Z. Cuba fue ubicada en el grupo Z, categoría más restrictiva.

En Cuba se creó el Ministerio de la Industria Alimenticia (MINAL), que concentró la producción de los bienes de consumo alimenticios industrializados.

Continuará

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