Mi blog sobre Economía

miércoles, 7 de enero de 2015

Las soluciones no están fuera

La Empresa Somec, del Ministerio de la Construcción, ha ahorrado 45 millones de dólares por la recuperación de costosos equipos al 80 por ciento de su capacidad original
Por LÁZARO BARREDO MEDINA (nacionales@bohemia.co.cu) 
Fotos: GILBERTO RABASSA (foto@bohemia.co.cu) 
y CORTESÍA DE SOMEC
7 de enero de 2015
Quedó como nuevaQuedó como nueva
Cómo llegó
Cómo salió
Durante muchos años la filosofía de “bota y compra” de costosos equipos imperó en el Ministerio de la Construcción (Micons), con el consiguiente derroche de millones de dólares. Poner orden es el mérito que tiene hoy la labor de la Empresa de Soluciones Mecánicas (Somec) en respuesta a la directiva del Ministerio de Economía y Planificación de poner mayor énfasis en la recuperación.

Por otro lado, Cuba requiere de un fuerte proceso inversionista y para lograrlo precisa tener una capacidad constructiva de recursos humanos, máquinas y materiales. La estrategia diseñada es solo comprar equipos para las proyecciones de mayor trascendencia, como Mariel, el Complejo Petroquímico y otras obras de esa naturaleza, de manera que la capacidad constructiva se oxigene con esas nuevas máquinas, pero el resto de las necesidades hay que cubrirlas a partir de la política de rescatar todo lo posible, sacar de los rastros hasta donde económicamente sea rentable y solamente lo que no sirve o no puede recuperarse enviarlo a chatarra. Tal proyección se hizo a sabiendas de que muchos equipos ya no se fabrican, y tecnológicamente es bastante arduo hacerlo a partir de la industria nacional, pues con los años muchos se hicieron obsoletos, a lo que se suma la indisciplina en el cuidado y mantenimiento.
Muchas horas de trabajo demandó su recuperaciónMuchas horas de trabajo demandó su recuperación
Duelen al entrar...
Alegran al salir
El Ministerio de la Construcción daba de baja a unos mil equipos por año: buldózer, grúas, camiones de volteo, motoniveladoras, silo-cementos, concreteras, etc., y la mayor parte, de manera irracional, iban destinados a materias primas para chatarra. Pero:

 • ¿Cuánto vale un buldózer?: 250 mil dólares.
 • ¿Cuánto cuesta un cargador Volvo?: 178 mil dólares.
• ¿Cuál es el precio de un camión  concretera?: 90 mil dólares.
• ¿Cuánto hay que pagar por un compresor Betico, ese que sirve para romper las calles?: 27 mil dólares.
 • ¿Cuánto hay que gastar para adquirir un camión de volteo?: 81 mil dólares.
 • ¿Qué cantidad de dinero hay que erogar para comprar un camión grúa?: 300 mil dólares. Gastos que se pueden reducir considerablemente con una política adecuada de recuperación.
No llegó al rastro porque lo “salvaron”.No llegó al rastro porque lo “salvaron”.
A un tilín del rastro…
Pero recuperado
A partir de 2007, en Somec se establecieron las premisas para mantener su capacidad en un programa que permitiese concentrar los recursos financieros y ahorrar, mientras que las transformaciones empresariales -que trajo consigo la actualización del modelo económico- comenzaron a operar tempranamente en esta área de la industria mecánica, y su manifestación más visible fue el reordenamiento en la ejecución de la política de equipos del Micons.

Somec se reorganizó en el 2013, tanto en su estructura territorial de funcionamiento para asimilar en ocho potentes bases industriales en el país lo relacionado con los servicios técnicos e infraestructura, como en el esquema para los aseguramientos, las reparaciones y líneas a mantener e importar en los próximos años.

Dos elementos son muy alentadores: las unidades empresariales de Soluciones Mecánicas del Micons le ahorraron al país en el 2013 por concepto de recuperación de equipos la cifra nada despreciable de 45 millones de dólares, y la empresa en su conjunto tiene una capacidad instalada que sólo se explota hasta ahora al 30 por ciento, por lo que potencialmente puede asumir mucho más en beneficio de la economía nacional.

A nivel de Ministerio se comprobó que esa política reporta dividendos: en el año 2010, el Micons dio baja a mil 479 equipos, la mayor parte enviados a chatarra, y ya en 2013 a 680, bajo un procedimiento de revisión técnica que permitiese la recuperación antes de desahuciar cada unidad.
Los obreros de estos talleres no son magos, sino muy trabajadoresLos obreros de estos talleres no son magos, sino muy trabajadores
Recibidos en estas condiciones…
Salieron con esta calidad
“Los equipos llegan aquí que es para llorar”
Las unidades de Somec, que agrupan a unos 900 trabajadores en ocho provincias, con un caudal de conocimiento técnicos, están tratando de ir por delante para diagnosticar la factibilidad de la reparación de un equipo, defectarlos en las áreas productivas con el objetivo de saber qué partes y piezas hay que comprar o maquinar en sus talleres y cuáles pueden ser recuperables. El principio es trabajar por hacer una reparación a fondo que permita reintegrarle a la máquina el 80 por ciento de su capacidad. Para ello es cuestión básica un método de planificación que no acepte el ingreso de ningún medio canibaleado y así obligar a cumplir con la disciplina tecnológica, que hasta ahora, por falta de exigencia y cierta complacencia de los que dirigen en algunas empresas, ha sido un verdadero relajo, para decirlo en buen cubano.

Esa mecánica de funcionamiento la pudimos visualizar en recorrido por las unidades empresariales básicas de Somec en Villa Clara y Cienfuegos. Manuel Vázquez, Gallego, lleva años trabajando en el sector de las construcciones y ahora dirige la unidad Somec Villa Clara, planta Eduardo Reyes Canto, que se dedica en lo fundamental a la reparación de los buldózer, cargadores sobre esteras, semirremolques de silo-cemento y otros equipos pesados.

De recorrido por las amplias instalaciones y junto a varios de los principales directivos de la planta, fuimos apreciando el trabajo mancomunado y nada fácil que lleva adelante este colectivo de 92 trabajadores. “Los equipos llegan aquí que es para llorar, porque te das cuenta de que no se les ha dado mantenimiento; todo es dale para adelante, que lo demás no importa; ni siquiera se limpian, y ahí es cuando te percatas de cuánto perdimos con el período especial en la disciplina técnica”, comenta Vázquez.
Tres meses fue preciso trabajar para “reanimar” estas grúas.Tres meses fue preciso trabajar para “reanimar” estas grúas.
Grúas totalmente descontinuadas
Recuperadas tras meses de arduo empeño
La mecánica de trabajo de estas unidades se complejiza mucho más desde que el Micons asumió la función estatal y se comienzan a extender los servicios a otras ramas de la economía. “Ahora mismo le hicimos un levantamiento a la Agricultura y ellos tienen ya 24 buldózer que pueden entrar en reparación en nuestros talleres, y así hemos hecho otro tanto con varios organismos”, señala Gallego. “Pero tenemos que establecer normas rígidas para esa cooperación y aquí el principio que seguimos es que no se recibe ningún equipo si no está completo; puede venir en estado grave, desconchinflado, hasta con el motor reventado, pero sin que le falte nada. Ahí es donde accionamos, porque tenemos muchas máquinas instaladas para fabricar y recuperar piezas”, añade.

Dificultades que nadie entiende

El nuevo concepto de trabajo que se va abriendo paso tropieza con dificultades que le restan oportunidad; lo que se hace bien con la cabeza, después no tiene coordinación para articular un movimiento armónico. Por ejemplo, las capacidades de máquinas herramientas, sobre todo para corte, pueden tener superiores resultados en su explotación si tuviesen mayor acceso a los aceros especiales.

Se pueden reparar al año 40 buldózer u otros equipos pesados, pero además de las dificultades con las máquinas de corte, están los problemas de la proyección de la planificación. Casi en el último trimestre del año, todavía en la Planta no tienen definido cuáles equipos reparar en el 2015 y eso va creando el atolladero de las piezas a comprar en el exterior, cuyo proceso demora varios meses.
Antes perdieron el valor de uso, pero ya lo recuperaronAntes perdieron el valor de uso, pero ya lo recuperaron
Hormigoneras ya sin valor de usoRehabilitadas y modernizadas
La recuperación se concibe a partir de la solicitud de partes y piezas después de la defectación (revisión) de un equipo, pero increíblemente el proceso es tan agónico que demanda hoy 17 pasos o escalones de trámites antes de recibir lo solicitado, excesos centralizadores que solo traen consigo perjuicios. Esa dilatación, que afecta a casi todas sus unidades empresariales de base, trae consigo un mayor deterioro de los equipos o que los tengan inmovilizados durante más tiempo, con un daño económico considerable. Por ello, estos grandes talleres laboran con capital de trabajo atrasado y la mayor parte de las veces un equipo que podría demorar dos meses en repararse, puede tardar uno o dos años. Eso les crea dificultades con los empresarios, que no entienden cuando tras el escrutinio de los técnicos se les plantea no llevar la máquina a la planta para desarme hasta que se tenga la pieza.
Manuel Vázquez, Gallego, director de la unidad Somec Villa Clara, planta Eduardo Reyes Canto
El Gallego Vázquez dice que “es para echarse a llorar
cuando llegan los equipos tan destruidos y se aprecia
que ni siquiera los limpian durante años”
El Gallego Vázquez señala que todavía hay problemas organizativos en la política implementada, no se acaba con el bota y compra, y nos menciona varios ejemplos: “Se entregan motores por los organismos y eso es bueno, pero por qué no se establece como norma inviolable que nos entreguen el viejo para aprovechar las piezas. Se ha orientado no desarmar un equipo para mandar a chatarra hasta que los técnicos de la planta lo vean para determinar todo lo que pueda ser aprovechado, pero esa política necesaria no se cumple y los violadores no pagan por ello. Nos hemos encontrado con las esteras de un buldózer listas para ser enviadas a los hornos como chatarra y la compra de esa pieza le cuesta al país varios miles de dólares; nosotros con pocos medios las dejamos como nuevas. No hay conciencia de la necesidad de tener talleres móviles en nuestra entidad para accionar directamente en la base, hacer los servicios técnicos durante el período de garantía y exigir normas que hoy cotidianamente se violan, porque por lo general no hay mecánicos de equipos pesados en las empresas. La gente tiene que sentir la presión de que hay que cumplir las normas técnicas, que se las van a supervisar, exigir que hagan lo correcto. No se compran los talleres móviles porque alguien considera que son gastos, y cuánto nos vamos a ahorrar, cuánto más van a durar esos equipos, cuánto vale la exigencia por la disciplina técnica. Esa cuenta no se saca”, comenta finalmente el Gallego.

¿Y qué pasa en Cienfuegos?

Cuando llegamos a la planta de Cienfuegos y conversamos con Adalberto Rodríguez, director de Somec en esa provincia, nos encontramos con los mismos problemas que en Villa Clara, quizás un poco más complicados, pues la demanda de reparación de camiones Kraz o KTP-3, como se les conoce popularmente, es mucho más presionante, y ahora se agregan las hormigoneras, en cooperación con las unidades de Pinar del Río y Santiago de Cuba.
Los colectivos de estas unidades Somec tienen un alto nivel de preparaciónCada taller es como una sala de rehabilitación de un hospital. Al paciente se le trata con esmero para que salga restablecido
Los colectivos de estas unidades Somec tienen un alto nivel de preparaciónEl trabajo es intenso, pero la satisfacción es grande al ver la transformación en los destartalados equipos que llegaron a la planta
“Aquí comprobamos cada día que la política de mantenimiento está escrita, pero no se cumple siempre y los responsables de su manipulación no se percatan de que si un medio se deteriora tanto, luego se encarece la reparación y el país tiene que pagar más”, nos comenta este ingeniero con varios años de experiencia y enamorado de su trabajo. Y añade: “Es verdad que el régimen de explotación es tremendo en estos camiones en determinados lugares, como en las canteras, pero hay que tener vigilancia. Aquí han retornado camiones que recuperamos y vuelven virtualmente destrozados, no los cuidan”.

Cuando echamos a caminar por los enormes talleres -esta planta fue construida por proyecto soviético, con el conocido concepto monumental o gigantismo en la década de los 70, para reparar los famosos bulldozer rusos T-100, así como otros medios de transporte, y más tarde se dedicaron a la reparación de las combinadas cañeras KTP-, apreciamos a una colectividad que trabaja con deseos. Ellos reciben unos camiones totalmente destartalados, con décadas de explotación en canteras u otros sitios, sin haberse beneficiado nunca con una reparación capital, y no solo los recuperan, sino que los modernizan completamente a partir de las modificaciones del chasis del vehículo, que asimila una confortable cabina y sistema de volteo mucho más eficaz y cómodo.
A Adalberto y su colectivo lo que los saca de paso es “la burocracia en los trámites para adquirir las piezas”.
A Adalberto y su colectivo lo que los saca de paso
es “la burocracia en los trámites para adquirir las
piezas”
El director, Adalberto, y otros experimentados trabajadores fueron mostrando la labor integral que se desarrolla en las distintas áreas de los talleres, donde se incluye la reparación de todos los órganos agregados, más la sustitución de cuantos haga falta, motor y neumáticos incluidos, así como caja de velocidad, sistema eléctrico, etcétera. A quien ve entrar en la fábrica aquellas moles dañadas le cuesta trabajo creer que sean los mismos que tiempo después salen a rodar por la carretera como camiones totalmente nuevos, prueba de la riqueza que surge del trabajo del ser humano.

Otro orgullo de la planta son las hormigoneras, pero el esfuerzo tiene a veces sus insatisfacciones, porque la planta sufre una especie de cuello de botella ante los problemas de salida de esos equipos y comienzan a amontonarse por las trabas en la entrega de los recursos en los tiempos previstos. No es un problema de ellos, sino de la planificación económica. ¿Cómo es posible que con tanta demanda constructiva en el país esté sucediendo este fenómeno?

A Adalberto y su equipo, al igual que a Gallego en Villa Clara, lo que los saca de paso hoy son los aseguramientos de las piezas, que obligan a un ajedrez cotidiano para lograr que se aprovechen los aceros, disminuya el gasto energético de sus máquinas y hornos, y se haga solo lo que tenga un sentido económico. Uno sale de estas plantas regocijado, porque se aprecia que el país da pasos muy serios en su reorganización empresarial y cada día se prueba más que las soluciones no están fuera.
Con más aceros especiales estarían en condiciones de producir mucho más
Con más aceros especiales ni se sabe cuántas piezas y partes más harían para recuperar más equipos

Servicios que brindan las Empresas Reparadoras
• En SOMEC Pinar del Río: Reparaciones de: equipos de construcción (camiones concreteras-línea Kamaz), equipos de transporte (camiones volteo, plataformas y cuñas tractoras–línea Kamaz), otros equipos (semirremolques silocementos, volteos, plataformas, porta paneles, pailas de asfalto y zorras), motores (Líneas Kamaz, Yamz), y agregados de inyección (bombas lineales y rotativas-líneas diversas). Servicios de: maquinado, pailería, soldadura y chapistería.

• En SOMEC La Habana: Reparaciones de: equipos complementarios (motovolquetas–línea AUSA), compresores móviles–línea Betico, Denyo, Atlas Copco y Kaeser, otros equipos (semirremolques silocementos, volteos, plataformas y portapaneles), motores (líneas Kamaz, Yamz, Fiat y Renault), y agregados de inyección (bombas lineales y rotativas, inyectores-líneas diversas). Reacondicionamiento y reparación de motores de segunda mano (líneas Toyota, Nissan y Mitsubichi). Servicio de: mantenimiento técnico a autos ligeros y chapistería y pintura automotriz (líneas diversas), maquinado, tapicería, pailería, soldadura. Fabricación de mangueras hidráulicas.

• En SOMEC Matanzas: Reparaciones de: equipos de construcción (Bulldozer y cargadores sobre neumáticos–línea Fiat), cargadores sobre neumáticos–línea JCB y otros equipos (semirremolques silocementos, volteos, plataformas y porta paneles), motores (línea Fiat), y agregados de inyección (bombas lineales y rotativas-Líneas diversas). Servicios de maquinado, pailería y soldadura.

• En SOMEC Cienfuegos: Reparaciones de: equipos de transporte (camiones volteos, plataformas y cuñas tractoras–línea Kraz), de motores (línea Yamz), y agregados de inyección (bombas lineales y rotativas-líneas diversas). Servicios de: fundición de piezas en hierro, maquinado, pailería y soldadura. Fabricación de mangueras hidráulicas.

• En SOMEC Villa Clara: Reparaciones de: equipos de construcción (bulldozer y cargadores sobre esteras–línea Komatsu), y otros equipos (semirremolques silocementos, volteos, plataformas y portapaneles), motores (línea Komatsu), rodajes y agregados menores (cajas de velocidad, convertidores y cilindros hidráulicos–línea Komatsu). Servicios de maquinado, pailería y soldadura. Fabricación de mangueras hidráulicas.

• En SOMEC Camaguey: Reparaciones de: equipos de construcción (bulldozer y cargadores sobre esteras–línea Komatsu), cargadores sobre neumáticos–línea Volvo, y camión fuera de camino–línea Belaz; equipos de transporte (camiones plataformas y volteos–línea Kamaz ), y otros equipos (semirremolques silocementos, volteos, plataformas, portapaneles y pailas de asfalto y zorras), motores (líneas Komatsu, Volvo, Fiat, Kamaz , Yamz), rodajes y agregados menores (cajas de velocidad, convertidores y cilindros hidráulicos–línea Komatsu), y agregados de inyección (bombas e inyectores–líneas diversas). Servicio de chapistería y pintura, maquinado, pailería y soldadura. Fabricación de mangueras hidráulicas.

• En SOMEC Holguín: Reparaciones de: equipos de construcción (bulldozer y cargadores sobre esteras–líneas Komatsu y Shantui, motoniveladora y retroexcavadora–línea Shantui), equipos de transporte (camiones volteos, plataformas y cuñas tractoras–líneas Maz, Howo y Kamaz), y otros equipos (semirremolques silocementos, volteos, plataformas y portapaneles), motores (línea Komatsu, Fiat, Kamaz y Yamz), rodajes y agregados menores (cajas de velocidad, convertidores y cilindros hidráulicos–línea Komatsu), agregados de inyección (bombas e inyectores–líneas diversas). Servicio de chapistería y pintura, maquinado, pailería y soldadura. Fabricación de mangueras hidráulicas.

• En SOMEC Santiago de Cuba: Reparaciones de: equipos de construcción (camiones concretera–línea Kamaz ), equipos de transporte (camiones volteos, plataformas y cuñas tractoras–línea Kamaz), equipos complementarios (compresores–línea Betico), y otros equipos (semirremolques silocementos, volteos, plataformas y portapaneles); motores (líneas Fiat, Pegaso, Kamaz y Yamz), y agregados de inyección (bombas e inyectores–líneas diversas). Servicios de remotorización, maquinado, tapicería, pailería y soldadura. Fabricación de mangueras hidráulicas.

El 17D: secuencias y consecuencias – Segunda Entrega

Con el fin de seguir contribuyendo a la comprensión de la relación Estados Unidos-Cuba, Temas sometió a un selecto grupo de investigadores de ambas orillas este breve cuestionario, dirigido a estimar los desafíos del 17D y sus posibles secuencias, a corto y mediano plazos.

Se inició la publicación de esta serie en Catalejo, el blog de Temas, el 5 de enero, vísperas del aniversario 54 de la ruptura de relaciones diplomáticas. Con la intención de ampliar su alcance internacional, el contenido de esta serie comenzará a editarse también en inglés en los próximos días.




Meg Crahan. Profesora. Universidad de Columbia, Nueva York


1 .¿Cuál es el significado de las nuevas políticas entre los Estados Unidos y Cuba? ¿Cuáles son las medidas decisivas adoptadas de ambas partes? ¿Qué próximos pasos serían clave?

Las declaraciones del 17 de diciembre de 2014 de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama reflejaron el deseo de ambas partes de avanzar hacia una relación más adecuada al interés mutuo de ambos países. El concepto original de diplomacia significa disminuir y/o resolver conflictos. Aunque desde principios de los años 60 se han hecho esfuerzos para reducir tensiones entre ambos y resolver algunos problemas, nunca se ha alcanzado el momento en que ambos gobiernos se comprometieran definitivamente a normalizar relaciones. Evidentemente, el primer paso ha sido la declaración de los dos presidentes acerca de sus deseos de normalizar relaciones. Ambas declaraciones han sido mayormente una lista de objetivos generales, sin especificar con precisiones cómo alcanzarlos. De manera que trabajar sobre los detalles en ambos lados, dentro de Cuba y de los Estados Unidos, así como entre los dos, deberá tomar buena cantidad de tiempo y esfuerzo. Otro paso hacia delante de mayor alcance ha sido la decisión de reducir las restricciones bancarias y comerciales, lo que también resultará un proceso complicado.

2. El ejercicio de la política en los Estados Unidos y en Cuba estuvo condicionado por una confrontación permanente, el uso de la coacción por el primero, la situación de fortaleza sitiada de la segunda. ¿Cuánto cambiará ese cuadro a partir de las nuevas relaciones? ¿Qué caminos se deberían tomar para hacerlas avanzar; con qué ritmos?

Resulta claro que vencer cincuenta años de hostilidad no será fácil. Algunos individuos y grupos en ambos lados se opondrán a cambios mayores en las relaciones bilaterales. De principal importancia será el mantenimiento de un dialogo constante acerca de los problemas en la agenda bilateral, dentro de un marco de creciente confianza y respeto mutuo.

3. ¿Cómo interactúan las nuevas políticas con las relaciones intrahemisféricas de ambos países? ¿Qué cambios podrían generarse en ese escenario, respecto al contexto actual?

La posición de los restantes países de las Américas ha quedado clara hace mucho tiempo. Cuba y Estados Unidos deberían iniciar un proceso que redujera las tensiones entre ambos, a fin de contribuir a mejorar la cooperación interamericana. Los desafíos que las Américas enfrentan, tanto internos como externos, requieren un mayor nivel de cooperación. La reducción de las tensiones cubano-norteamericanas facilitará la consecución de los intereses hemisféricos.

4. ¿Están preparadas las sociedades y las culturas políticas de ambos lados para este encuentro? ¿Cuáles son sus ventajas comparativas? ¿Cuáles sus principales déficits?

Se requiere que los líderes de ambos países les expliquen a sus respectivos ciudadanos el proceso iniciado en dirección a la normalización de relaciones. En Estados Unidos, la mayoría de la población conoce poco sobre los beneficios que traería la reducción de tensiones con Cuba, aunque la mayoría favorece el mejoramiento de las relaciones con la isla. Sin embargo, el inicio de la campaña presidencial del 2016 en Estados Unidos reducirá el grado de atención conferido a los beneficios del restablecimiento de relaciones. Es probable que los críticos de la normalización en los Estados Unidos reciban mayor atención mediática. Puesto que la mayoría de los ciudadanos se informan a partir de los medios, esto limitará la comprensión de los beneficios. Por esta causa, el proceso de normalización puede verse perjudicado, de cierta manera, por las decisiones tácticas tomadas por los estrategas de las campañas electorales.






Jesús Arboleya. Profesor. Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) y la Universidad de La Habana.

1 .¿Cuál es el significado de las nuevas políticas entre los Estados Unidos y Cuba? ¿Cuáles son las medidas decisivas adoptadas de ambas partes? ¿Qué próximos pasos serían clave?

Creo que todas las medidas son significativas porque implican un cambio bastante integral de la política hacia cuba dentro de los límites que impone la Ley Helms-Burton. Lo determinante ahora será ver el grado de flexibilización y alcance con que se aplican. De esto dependerá su irreversibilidad cualquiera sea el resultado de las elecciones de 2016.

2. El ejercicio de la política en los Estados Unidos y en Cuba estuvo condicionado por una confrontación permanente, el uso de la coacción por el primero, la situación de fortaleza sitiada de la segunda. ¿Cuánto cambiará ese cuadro a partir de las nuevas relaciones? ¿Qué caminos se deberían tomar para hacerlas avanzar; con qué ritmos?

El conflicto entre Cuba y Estados Unidos es de naturaleza sistémica y no cambiará en el futuro predecible. Lo que si puede cambiar es la manera en que se asume, lo que se denomina “normalización” lo entiendo como la posibilidad de una convivencia entre contrarios que incluye el diálogo y la negociación entre las partes. Algo que debiera ser una pauta del orden internacional.

3. ¿Cómo interactúan las nuevas políticas con las relaciones intrahemisféricas de ambos países? ¿Qué cambios podrían generarse en ese escenario, respecto al contexto actual?

El restablecimiento de relaciones con Cuba constituyó una necesidad inmediata de estados unidos para preservar el sistema panamericano, base de su hegemonía histórica en la región. No obstante, creo que persisten otros problemas, relacionados con su política hacia américa latina, que no quedan resueltos con este paso y continuarán asuntos en disputa con otros países y la propia Cuba.

4. ¿Están preparadas las sociedades y las culturas políticas de ambos lados para este encuentro? ¿Cuáles son sus ventajas comparativas? ¿Cuáles sus principales déficits?

No es una pregunta fácil de responder porque influyen muchos aspectos que costaría trabajo resumir en pocas palabras. En el plano cultural, estamos hablando de una relación anterior a la propia existencia de ambas naciones, que ha pervivido a pesar de todos los conflictos, porque en verdad cuba nunca ha tenido una relación política “normal” con estados unidos. La cultura norteamericana sin duda resulta atractiva para la sociedad cubana y en ocasiones constituye un reto para la ideología que requiere el socialismo. A eso apuestan los que perciben el contacto como un factor de desestabilización interna, pero también esa experiencia es un antídoto para limitar sus efectos más negativos, sobre todo los que atañen a la defensa de nuestra soberanía e independencia. Si cuando tenían todo el poder para imponer sus valores no pudieron evitar la revolución socialista, no veo razones objetivas para suponer que ahora no podremos enfrentar estas influencias, sobre todo si somos capaces de diseñar una política tan inteligente como las que nos ha permitido sobrevivir más de medio siglo las peores agresiones.



Frank O. Mora. Director, Center for Latin American and Caribbean Studies, Florida International University, Miami.

1 .¿Cuál es el significado de las nuevas políticas entre los Estados Unidos y Cuba? ¿Cuáles son las medidas decisivas adoptadas de ambas partes? ¿Qué próximos pasos serían clave?

Este cambio en la política norteamericana hacia Cuba representa más que una modificación dramática en las relaciones interestatales Cuba-EE.UU. Probablemente tenga un impacto aun mayor en cómo los ciudadanos/residentes cubanos y norteamericanos se ven unos a los otros y se conectan entre sí como resultado de un incremento en la interacción entre las dos sociedades. Esta mayor relación pueblo a pueblo es probable que tenga un impacto en las relaciones interestatales, así como en la manera en que los cubanos se relacionan con su sistema político. El restablecimiento de relaciones diplomáticas es, por supuesto, un acontecimiento; pero las consecuencias más profundas de este cambio político es la medida en que creará condiciones, mediante la interacción sociedad-sociedad, para un cambio profundo en toda la línea. Será importante, tanto para La Habana como para Washington, continuar apoyando este esfuerzo mediante medidas que expandan la cooperación y los vínculos a nivel societal, como la reforma de las telecomunicaciones y su acceso en Cuba, lo que permitirá profundizar e institucionalizar el apoyo a la comunicación/conexión societal entre los Estados Unidos y Cuba. Será importante evitar que medidas coactivas o esfuerzos para impedir el empoderamiento de la sociedad cubana por la vía de las relaciones societales puedan frustrar este momento histórico.

2. El ejercicio de la política en los Estados Unidos y en Cuba estuvo condicionado por una confrontación permanente, el uso de la coacción por el primero, la situación de fortaleza sitiada de la segunda. ¿Cuánto cambiará ese cuadro a partir de las nuevas relaciones? ¿Qué caminos se deberían tomar para hacerlas avanzar; con qué ritmos?

Es importante administrar las expectativas y entender que se trata de un proceso. El tipo de resultados que ambas partes quisieran alcanzar no son probables a corto plazo. Habrá obstáculos en el camino, pero es imprescindible que el proceso continúe avanzando y que La Habana y Washington no implementen acciones provocativas o disruptivas innecesarias, tales como la reciente detenciones y arrestos de miembros pacíficos de la sociedad civil durante la protesta #Yotambienexijo en Cuba; así como los esfuerzos, en Estados Unidos, de algunos opositores al presidente Obama para revertir o frustrar los cambios recientes en la política hacia Cuba. Si estas disrupciones pueden evitarse, mientras se continúa la construcción de confianza, esto contribuirá a modificar radicalmente el relato calcificado que ha dominado la relación durante más de medio siglo, para permitir cambios sustantivos dentro y entre Cuba y Estados Unidos.

3. ¿Cómo interactúan las nuevas políticas con las relaciones intrahemisféricas de ambos países? ¿Qué cambios podrían generarse en ese escenario, respecto al contexto actual?

Esta es una pregunta importante. Respecto a la primera, uno de los resultados más relevantes del reciente cambio de política es el impacto que tendrá en las relaciones interhemisfericas. La visión tan propagada de que la política norteamericana hacia Cuba era un impedimento para una relación más productiva entre Estados Unidos y América Latina (que siempre consideré vana) ahora ha quedado descartada. La excusa presentada incluso por democracias de la región acerca de que los derechos humanos y la democracia en Cuba no deberían someterse a discusión, a causa de la política norteamericana, ya no es válida, si es que alguna vez lo fue. Por demás, la normalización de relaciones debería, de una vez por todas, terminar con la inclinación de algunos en la región, que han usado la ideología o el antiimperialismo como pretexto para desarrollar discusiones serias y sustantivas sobre desafíos/oportunidades clave enfrentados por el hemisferio, especialmente en las relaciones con Estados Unidos. Tener a Estados Unidos y Cuba juntos en la misma “mesa” con otras contrapartes hemisféricas facilitará no solo esa discusión, sino viabilizará esfuerzos para abordar cuestiones de seguridad, medio ambiente, políticas y socioeconómicas en el hemisferio. La Cumbre de Las Américas del 2015, en donde Cuba estará presente, ofrecerá la primera prueba de si los antiguos y estériles relatos acerca del imperialismo y el intervencionismo se pueden sustituir por una agenda más pragmática centrada en soluciones cooperadas a los retos comunes. Los presidentes de la Cumbre no deben evadir una discusión consistente sobre los desafíos que enfrenta la democracia y los derechos humanos en el hemisferio.

4. ¿Están preparadas las sociedades y las culturas políticas de ambos lados para este encuentro? ¿Cuáles son sus ventajas comparativas? ¿Cuáles sus principales déficits?

No está claro qué quiere decir la pregunta con “preparadas”. La cuestión depende de los objetivos y la programación mutuamente acordados, no tanto de la cultura política. Seguramente existe desconfianza entre los dos gobiernos, que requerirá tiempo y otras medidas de construcción de confianza (ver mi respuesta a la segunda pregunta), pero las relaciones entre las dos sociedades se han desarrollado hasta cierto punto (aunque no de una manera profunda y compleja), y por eso, resultan mucho menos difíciles de ampliar y profundizar, a pesar de las tensiones interestatales. En otras palabras, hay dos carriles que pueden desarrollarse en paralelo, aunque los vínculos societales pueden y deben progresar más rápidamente y sin interferencias. Las relaciones interestatales encontrarán más desafíos. Pero las medidas de construcción de confianza, junto al compromiso de no limitar la profundidad de las relaciones societales, debe contribuir, por su parte, a crear las condiciones para mejores relaciones entre La Habana y Washington. Un proceso de abajo hacia arriba tiene mayor probabilidad de tener éxito.




Rafael Hernández. Politólogo. Director de Temas

1 .¿Cuál es el significado de las nuevas políticas entre los Estados Unidos y Cuba? ¿Cuáles son las medidas decisivas adoptadas de ambas partes? ¿Qué próximos pasos serían clave?

La práctica de intercambiar o liberar presos mediante un acuerdo bilateral existe desde que los 1200 de la Brigada 2506 fueron canjeados por medicinas y alimentos para bebés (1962); varios miles de ex-insurgentes, operativos clandestinos y agentes de la CIA, fueron amnistiados como parte del diálogo con Carter(1977-79); y muchos más, que tampoco eran “presos políticos”. Lo nuevo del 17D es que, por primera vez, EEUU y Cuba no se tratan desde la superioridad/subordinación o el enfrentamiento, sino como actores legítimos e iguales en términos del derecho internacional, para acordar de conjunto acciones concretas. Aunque no haya todavía un mapa de ruta para la normalización (más allá de las relaciones diplomáticas), se ha abierto el camino para trazarlo.

Mientras eso ocurre, una erupción de neocubanología ha confundido la pipa de la paz con un acto de contrición política y con el fin (ahora sí) del socialismo. Estos atribuyen la causa del restablecimiento no a Washington, sino a La Habana (“la edad de los Castros”, “el próximo fin de la alianza con Venezuela”), así como su consecuencia principal: “abrir una transición” (“después de los Castros”) donde “EEUU sería el actor más confiable, para el pueblo, y para el gobierno”. Por suerte, diversos estudiosos de las relaciones están contribuyendo a entenderlas en su alcance real.

2. El ejercicio de la política en los Estados Unidos y en Cuba estuvo condicionado por una confrontación permanente, el uso de la coacción por el primero, la situación de fortaleza sitiada de la segunda. ¿Cuánto cambiará ese cuadro a partir de las nuevas relaciones? ¿Qué caminos se deberían tomar para hacerlas avanzar; con qué ritmos?

El restablecimiento de relaciones es un gran avance, porque significa que la diplomacia va a jugar un papel inédito hasta ahora. Pero elevar las secciones de intereses al rango de embajadas, y sistematizar los mecanismos diplomáticos de manera regular, no conlleva de por sí el fin de otros recursos, como las presiones económicas, los dispositivos militares y de seguridad establecidos, ni la rivalidad político-ideológica. En todos esos planos hay que trabajar mucho (no solo entre cancillerías), para que prevalezca el diálogo, y sobre todo se reduzca el principal obstáculo, que no es el bloqueo, sino el legado de desconfianza mutua.

Obama y Raúl no cuentan con el tiempo, los recursos políticos e intereses estratégicos y económicos que permitieron forjar una política bipartidista hacia China y Vietnam. Deben avanzar mediante acuerdos puntuales que no requieran el aval del Congreso, sobre todo licencias de viajes y transacciones comerciales y financieras. Aunque una agenda viable incluiría mucho más: además de correo directo, telefonía e internet, podría haber intercambio de programas de radio y TV; perfeccionamiento del acuerdo migratorio, cierre del programa para captar médicos cubanos, facilitar regreso a cubanos emigrados; acuerdos sobre intercepción del narcotráfico, seguridad naval y aérea, coordinación entre militares y guardacostas, control de epidemias, protección de especies, prevención de huracanes, preservación del medio ambiente compartido, intercambio académico y cultural entre instituciones públicas. Ambos presidentes tienen dos años por delante para rebasar el punto de no retorno, equivalente a adelantar un puente que cueste mucho dinamitar, antes de que finalicen sus mandatos.

3. ¿Cómo interactúan las nuevas políticas con las relaciones intrahemisféricas de ambos países? ¿Qué cambios podrían generarse en ese escenario, respecto al contexto actual?

Este no es el hemisferio de la Alianza para el Progreso, ni para EEUU ni para el Sur; ya el comunismo no es “la amenaza”, ni la contrainsurgencia y la ayuda económica del Norte son “la solución”. Está más preocupado por la desigualdad, la pobreza, la exclusión social, la corrupción, la estabilidad y seguridad ciudadanas (con los militares bajo control civil), desarrollar proyectos de integración regional y subregional (MERCOSUR, UNASUR, CELAC) y estrategias globales independientes (BRICS, G20, etc.), que ha dejado de poner todos sus huevos en la canasta de un Norte unilateralista. Aunque Obama llama a dejar atrás los legados del “comunismo y el colonialismo”, lo que sí ha sido rebasado, hasta ahora, es la fobia anticomunista de la Guerra fría, cuando los gobiernos actuales de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Uruguay, habrían sido tildados de “marxistas” al servicio de “potencias extrahemisféricas”; y los de Brasil, Chile, Argentina, cuestionados por sus preferencias comerciales hacia China (“extrahemisférica” y “comunista” por añadidura). Aunque no haya hoy otros partidos comunistas gobernantes, y el sistema político cubano no suscite simpatías entre muchos gobiernos, este es un hemisferio más confortable para la isla que para los EEUU. De hecho, su presencia en la Cumbre de Panamá dentro de tres meses será precisamente resultado de esa gravitación hemisférica, no de una decisión ni una concesión de EEUU. La opción de no asistir a la Cumbre por la presencia de Cuba habría significado un remedio peor que la enfermedad, y debe haber pesado en la decisión de Obama para poner todas sus fichas cubanas en la jugada del 17D.

EEUU podría aprovechar la Cumbre no solo para su esperable decálogo sobre derechos humanos y democracia, sino para ofrecer algo nuevo, como su respeto a la soberanía cubana, y su compromiso de cooperación con el gobierno de Raúl, sin ceder a presiones ni dejarse provocar por los enemigos de la paz con la isla. Podría proponer su incorporación a todos los esquemas de acuerdo multilateral existentes con otros países (control de narcotráfico y crimen organizado, prevención de huracanes, comunicaciones, medio ambiente, etc.), lo que crearía un fuerte compromiso intrahemisférico para Cuba. Esa nueva actitud, en lugar de la calcificada puja ideológica, cosecharía más de su reciente siembra cubana, facilitaría un discurso de Raúl en sintonía con el 17D, y demostraría ante el foro hemisférico la determinación de evitar enfrentamientos innecesarios y provocaciones, como las que montan ahora mismo los enemigos del diálogo, incluidos los grupos políticos llamados “sociedad civil cubana”, y sus promotores.

4. ¿Están preparadas las sociedades y las culturas políticas de ambos lados para este encuentro? ¿Cuáles son sus ventajas comparativas? ¿Cuáles sus principales déficits?

Aunque Cuba no preocupa a EEUU como el Norte a los cubanos, si de encuentro entre ambos se trata, las culturas respectivas juegan un papel clave. Hay diferencias (anteriores a “los Castros”) entre ambas visiones sobre la democracia y la libertad, para no hablar de la igualdad, los derechos ciudadanos, la soberanía, y lo que el presidente Wilson llamaba “crear un mundo más seguro para la democracia”. Probablemente, no solo el presidente Obama, sino la persona Barack realmente cree en la bondad de “promover sus valores” (17D) en Cuba y en todas partes, porque son universales; y donde no lo son (Africa, Medio Oriente, China, Afganistán, Rusia, et al), hay un déficit que debe corregirse. Los cubanos deberíamos entender que esto es más etnocentrismo cultural que ideología. Si de encuentro y convivencia con esa sociedad norteña se trata, serían útiles ciertas virtudes (paciencia, perseverancia, prudencia), así como distinguir entre el impulso imperialista (realmente existente) y ese etnocentrismo, aunque ambos estén ligados.

En cuanto a la democratización y las libertades, cualquiera podría comprobar que no ha habido otro momento tan propicio para el cambio en la cultura política cubana, durante el último medio siglo, como el actual. Este proceso está en curso. Sería muy contraproducente que se quisiera acelerar o encauzar haciendo uso de la relación con EEUU o alguna otra potencia extranjera. Si bien la descompresión de las relaciones lo puede favorecer, los extremismos ideológicos de ambos lados y las coyundas lo pueden enturbiar, y hacerlo más cuesta arriba.

Entre los obstáculos culturales, está el doble rasero. Aunque la lógica de su política hacia China y Vietnam se usa para justificar el 17D, para EEUU los asiáticos son extraños habitantes de las antípodas, no de pequeñas islas “debajo de los EEUU”, que hasta hace poco eran sus “posesiones”. Para la cultura del Big Brother, el gobierno chino puede impedir que un grupo organizado se acerque siquiera a Tienamen no importa cuál sea su intención; y el vietnamita meter presos a sus blogueros antigubernamentales, sin que se tensen las relaciones. De hecho, la normalidad entre ellos incluye un mecanismo bilateral que se reúne anualmente para considerar esas diferencias sobre derechos humanos y democracia, desde hace veinte años.

Pero también hay ventajas comparativas para el encuentro. Los cubanos son culturalmente más norteamericanos que la mayoría del hemisferio. Los norteños pueden sentirse menos extranjeros en La Habana que en otras capitales, para no decir que más seguros. Podrían comprobar que los cubanos no necesitan tanto que los “ayuden a entrar en el siglo XXI” (Obama, 17D), sino que no les impidan el acceso a su tecnología. Sería mejor que ambas sociedades se encontraran, sin pretender meterse en las cosas del otro, como vecinos que comparten una misma pasión por el béisbol, los Studebakers, la música llamada Latin Jazz, los artefactos domésticos, el hip hop, la modernidad, el gusto cinematográfico, los sitios de historia común en Nueva York y La Habana, y tantas otras cosas.

'Charlie Hebdo', el adalid de la prensa satírica de izquierdas

La publicación defiende la libertad de expresión y el espíritu irrespetuoso por encima de cualquier presión de grupos religiosos

EL PERIÓDICO / BARCELONA
MIÉRCOLES, 7 DE ENERO DEL 2015 - 18.58 H

Stéphane Charbonnier, alias 'Charb', fallecido en el atentado contra 'Charlie Hebdo'. FRANCOIS GUILLOT / AFP

'Charlie Hebdo' es un semanario satírico francés de izquierdas al estilo del semanario español 'El Jueves'. Fundado en 1992, tomó su nombre de una publicación satírica anterior que existió entre 1969 y 1981 primero como Hara-kiri, Hara-kiri hebdo y finalmente como 'Charlie Hebdo'(alguna de ellas con edición en España).

Poco conocido en el mundo hispanoparlante, cobró relevancia internacional cuando se involucró en la controversia sobre las caricaturas de Mahoma en el 2006. 'Charlie Hebdo' republicó las caricaturas aparecidas originalmente en el periódico danés Jyllands-Posten en febrero del 2006 (y cuya re publicación había costado poco antes el puesto al director de 'Libération').

La publicación de la imagen satírica de Mahoma se engloba en la defensa de la libertad de expresión religiosa que ha caracterizado siempre a Francia. Ese caracter irrespetuoso es una señal de identidad de 'Charlie Hebdo'.

'Charlie Hebdo' fue el medio que publicó el manifiesto de 12 intelectuales como Salman Rushdie o Bernard-Henri Lévy a favor de la libertad de expresión y en contra de la autocensura (1 de marzo) y fue demandado por autoridades islámicas francesas, acusándole de un delito de "injurias públicas contra un grupo de personas en razón de su religión".

El juicio contra el director del semanario, Philippe Val, comenzó en febrero del 2007 y fue considerado un golpe a la libertad de expresión. El director era actualmente Stéphane Charbonnier, alias Charb, fallecido en el atentado de este miércoles. El 2 de Noviembre del 2011 la sede del semanario fue atacada con cócteles Molotov provocando grandes daños tras publicar un número en referencia a la victoria de los islamistas en las elecciones de Túnez.


Philippe Val, exdirector de 'Charlie Hebdo'.

Médicos cubanos en Liberia están de fiesta: ocho pacientes de ébola fueron dados de alta

Estas fotos constituyen la mayor alegría de los médicos cubanos que combaten el ébola enLiberia; ocho pacientes que estuvieron ingresados en la Unidad de Tratamiento fueron dados de alta. En su cuenta en Facebook, el médico, Ronald Hernandez Torres, asegura: Esto es tan emocionante que no importan las malas noches, ni el peligro al contagio. Hoy más que nunca nos sentimos orgullosos de ser profesionales de la salud y estar aquí ayudando a este pueblo, con mirar la alegría de esos rostros y saber por qué, es suficiente.
Foto: Ronald Hernandez Torres.

Foto: Ronald Hernandez Torres.

Foto: Ronald Hernandez Torres.

Foto: Ronald Hernandez Torres.

Foto: Ronald Hernandez Torres.

El talón de Aquiles de las inversiones de Warren Buffett: las aerolíneas

Por Anupreeta Das

Warren Buffett no parece tener mucha suerte financiera con las empresas aéreas. El presidente ejecutivo de Berkshire Hathaway Inc. BRKB +0.81% ha condenado la inversión en aerolíneas desde que salió perjudicado tras comprar acciones preferentes convertibles de USAir Group Inc. en 1989.

Berkshire tuvo que realizar una rebaja contable de su inversión de US$358 millones en la aerolínea comercial. En su carta anual de 1996 a accionistas, Buffett escribió: “Mi análisis del negocio de USAir fue superficial y equivocado. Estaba tan cautivado con la larga historia de operaciones rentables de la empresa, y por la protección que me ofrecía la propiedad de un valor sénior, que pasé por alto un punto crucial: los ingresos de USAir sentirían cada vez más los efectos de un mercado desregulado y ferozmente competitivo, mientras que su estructura de costos era un remanente de los días en que la regulación protegía las ganancias. Estos costos, si no se controlaban, auguraban desastre, por más reconfortante que fuese el historial pasado de la aerolínea”. A pesar de los infortunios de USAir, Berkshire vendió sus acciones en 1998 consiguiendo una “cuantiosa ganancia”, según el informe anual de la compañía de 2007.

Fue un tema al que regresó en su carta de 2007, en la que observó que una ventaja competitiva duradera en la industria aérea “ha demostrado ser elusiva desde los días de los hermanos Wright”.

“En efecto, si un capitalista previsor hubiera estado presente en Kitty Hawk, le habría hecho un enorme favor a sus sucesores al derribar de un disparo a Orville (uno de los hermanos Wright)”, bromeó. “La demanda de capital de la industria aérea a partir de ese primer vuelo ha sido insaciable. Los inversionistas han vertido dinero en un pozo sin fondo”.

Más recientemente, el operador de jets privados NetJets Inc., de Berkshire, ha sido un motivo de preocupación para Buffett. Aunque NetJets opera en el mercado de aviación privada, confronta muchos de los mismos problemas que las aerolíneas comerciales, incluyendo altos costos fijos como combustible y mano de obra sindicalizada.


Warren Buffett Bloomberg News

NetJets se encuentra en medio de negociaciones contractuales con varios sindicatos que representan a pilotos, auxiliares de vuelo y otros empleados. Las negociaciones han sido especialmente difíciles con el sindicato de pilotos, que afirma que los recortes propuestos por la empresa de jets son “injustificables” en momentos en que el negocio ha repuntado y NetJets está gozando de mayores ingresos y un crecimiento de las ganancias. Por su parte, NetJets señala que las reducciones de costos “son necesarias” ya que Berkshire requiere de la empresa un mayor retorno sobre los ingresos.

La compañía casi colapsó en 2009 cuando sus clientes adinerados redujeron su uso de jets privados. Buffett ha dicho que NetJets habría quebrado si Berkshire no hubiese garantizado su deuda de US$1.900 millones. La situación ha mejorado desde entonces. Ante un repunte de la economía, los clientes han regresado a comprar acciones en los aviones de NetJets a cambio de horas de vuelo.

Sin embargo, no se trata de una de las mejores transacciones de Berkshire. A pesar de ser rentable, NetJets no ha pagado ni un solo centavo en dividendos a Berkshire en los 16 años que ha estado en manos del conglomerado, según una persona cercana a Berkshire. Su valor neto es además considerablemente menor a los US$725 millones en efectivo y acciones que pagó por NetJets en 1998. Eso probablemente sería igual para cualquier empresa que Berkshire compró utilizando sus propias acciones, debido a la enorme apreciación de sus acciones clase A. En este caso, Berkshire no ha recuperado su dinero de la compra, incluso excluyendo el aumento del precio de sus acciones desde 1998.

Cuba- EEUU: ¿Un acercamiento desigual?

Pablo Jofre

El 1° de Enero del año 1959 marca una fecha de indudable interés político e histórico en Latinoamérica: el triunfo del Movimiento 26 de Julio en Cuba, tras una lucha de carácter irregular, que significó el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista.

Con ese triunfo, inédito en Latinoamérica en materia de acceso al poder político de fuerzas guerrilleras, se inicia un vasto proceso de cambios en la mayor de las Antillas, que comenzará a tener enorme influencia en gran parte del mundo, principalmente en los Movimientos de Liberación Nacional y Movimientos Guerrilleros, que tratarán de lograr su independencia o asumir el control político y económico de sus respectivos países. Ello, en un marco mundial, cruzado por la lucha hegemónica de las dos grandes superpotencias, surgidas de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial: Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Fidel Castro Ruz y su Movimiento 26 de julio, entre los cuales sobresalen las figuras de Ernesto “Che” Guevara, Camilo Cienfuegos, su hermano Raúl Castro, Celia Sánchez Manduley, Haydee Santamaría entre otros, con su triunfal entrada en La Habana, el 8 de enero de 1959 da comienzo formal a un proceso revolucionario, con amplio apoyo ciudadano y un entorno latinoamericano de profunda hegemonía política, ideológica y económica de los Estados Unidos y el mencionado enfrentamiento Este-Oeste, conocido también como Guerra Fría.


Revolución cubana


La revolución cubana no tardará en enfrentarse a Estados Unidos, atizado esto por el proceso de nacionalizaciones llevado a cabo por la revolución, que significó la decisión de Washington de suspender las importaciones del azúcar, principal producto de exportación de la isla, que tenía en Estados Unidos el 80 por ciento de su mercado. Posterior a ello vino el rompimiento de relaciones diplomáticas en enero del año 1961 y el recrudecimiento de las acciones desestabilizadoras del Gobierno estadounidense, iniciadas bajo el Gobierno de Dwight Eisenhower y amplificadas bajo el mandato de John F. Kennedy. Sólo a partir del año 1977 ambos países instalan las denominadas “Oficinas de Intereses” tanto en La Habana como en Washington bajo protección de la embajada Suiza, como una manera de formalizar aquellos vínculos necesarios y de hecho frente a la realidad de una población cubana que habitaba Estados Unidos en una cifra superior al millón de personas.

JFK – quien sería asesinado en Dallas el año 1963 – da órdenes de apoyar activamente a los grupos políticos tradicionales cubanos, que encontrarán en el exilio floridano, el medio ambiente propicio para lanzar desde allí no sólo las críticas al nuevo gobierno a quien acusan de “comunista” sino también acciones militares y sabotajes que contarán con el apoyo de la CIA y los núcleos más conservadores del Partido Demócrata y los Republicanos, que desembocará en la fracasada Invasión de Playa Girón en abril del año 1961 por parte de 1500 mercenarios cubanos, principalmente, agrupados en la denominada Brigada 2506.

Playa Girón tendrá su corolario trágico para las fuerzas antirrevolucionarias, que tuvieron un centenar de muertos y 1200 prisioneros, parte de los cuales serían canjeados posteriormente por alimentos y medicina. Playa Girón (conocido en el ambiente del exilio cubano como la invasión de Bahía Cochinos) significó un triunfo político, militar y mediático de enorme envergadura para las fuerzas comandadas por Fidel Castro quienes, no sólo destruyen el plan desestabilizador impulsado por Washington, sino que aprovechan la oportunidad para declarar en medio del cortejo fúnebre de siete combatientes caídos en los bombardeos de los aviones venidos desde territorio nicaragüense, el carácter socialista de la Revolución cubana: “Porque lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba. Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices, ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propia narices de los Estados Unidos!”

Playa Girón y el amplio apoyo conseguido por la revolución tras las acciones militares invasoras mostraron a la administración de Kennedy, que los pasos para derrocar a Fidel Castro tendrían que impulsar la vía de operaciones ilegales – como se había hecho con Guatemala el año 1954, como se haría con Brasil el año 1964 y Chile el año 1973 -Es así que el 30 de noviembre del año 1961 el mandatario estadounidense autoriza un programa de desestabilización y sabotaje a la revolución cubana conocida como Operación Mangoose (Mangosta) considerado como el instrumento esencial y básico de la política de Estados Unidos hacia Cuba.

El plan de acción de esta operación consistió, básicamente, en autorizar a la CIA por el Consejo de Seguridad Nacional la realización de 32 tareas divididas en: guerra económica, tareas de desprestigio político, operaciones de desestabilización militar, labores de Inteligencia, subversión política-ideológica. A lo que se agregaría, posteriormente, directrices de guerra biológica, que significaría sabotajes a la industria azucarera principalmente. Las operaciones incluyeron también acciones destinadas a tratar de dar muerte a los principales líderes cubanos.



Fidel Castro en Playa Girón

Mangosta significó, a la par del ya establecido bloqueo estadounidense contra Cuba, que hasta el día de hoy se mantiene, severos daños a la economía de ese país y el vuelco total hacia los mercados allende el Atlántico, toda vez que el 90 % de los gobiernos latinoamericanos se sumaron a la política de aislamiento político, diplomático y económico de Cuba, tras la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA) el año 1962 en Punta del Este, Uruguay.

Tras la derrota en Playa Girón, el Gobierno cubano acerca posiciones con la dirigencia de la URSS presidida por el premier Nikita Khrushchev y decide armar sus fuerzas armadas con armamento soviético e incluso comenzar a instalar plataformas de misiles balísticos dotados de cabezas nucleares, que darían paso a lo que se conoce como la Crisis de Octubre. Conflicto que significaría, tras diez días de enorme tensión en las costas cubanas y en el sistema político internacional, la decisión de retirar esos sistemas de armas nucleares bajo el compromiso de Washington de retirar, a su vez sus misiles de Turquía y garantizar que Cuba no sería invadida por fuerzas norteamericanas.

Las negociaciones entre Kennedy y Khrushchev mostraron que la Guerra Fría no tendría enfrentamientos directos entre ambas potencia, sino que el resto de los países serían parte del engranaje de esta disputa que sólo terminaría con la derrota del campo socialista el año 1989. Estados Unidos en ese ámbito intensifico el bloqueo contra Cuba y este país, a su vez, desarrolló una política de defensa interna y compromiso político externo de apoyo a las causas de liberación en África, Asia y América Latina, lo que traería consecuencias de fuerte tensión entre Washington y La Habana, hasta bien entrado los años 90 del siglo XX.

Eppur si muove

Como parte de la campaña de desestabilización contra Cuba, en noviembre de 1965 se aprueba la denominada Ley de Ajuste Cubano, destinada a privilegiar y estimular la inmigración cubana – claramente diferenciadora a otras poblaciones latinoamericanas – Se define que cualquier cubano que llegue a territorio norteamericano se le otorgará la residencia inmediata, lo que ha servido, con leves modificaciones, como un potente resorte de inmigración ilegal, provocando a su vez cientos de muertes en el Estrecho de la Florida. A partir del año 1981, cuando asume la presidencia el actor Ronald Reagan se intensifica la lucha psicológica y política contra Cuba, fundándose el año 1985 Radio Martí en suelo estadounidense destinada a transmitir 24 horas contra el Gobierno cubano. Medida que se verá reforzada con la creación de TV Martí.

En octubre del año 1992 (bajo el Gobierno de George Bush padre) se promulga la Ley Torricelli, proyecto presentado por el senador demócrata Robert Torricelli, en plena campaña electoral con el objeto de ganar el apoyo de los votantes hispanos en Florida. El objetivo de esta ley era aislar completamente a Cuba del resto del mundo y hacer colapsar su economía con una serie de disposiciones de carácter extraterritorial, que constituían una flagrante violación de las normas internacionales que rigen la libertad de comercio y de navegación. La Ley Torricelli estableció dos sanciones fundamentales: Prohibir el comercio de las subsidiarias de compañías de Estados Unidos establecidas en terceros países con Cuba y prohibir a los barcos que entren a puertos cubanos, con propósitos comerciales, tocar puertos de Estados Unidos o en sus posesiones durante los 180 días siguientes a la fecha de haber abandonado el puerto cubano.


George Bush

Posterior a esta acción el Gobierno estadounidense en un marco de predomino republicano en ambas cámaras del congreso sancionan la denominada Ley Helms-Burton. Proyecto legislativo conocido bajo el ampuloso nombre de “Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubana”. Un cuerpo legal sancionado bajo el Gobierno de Bill Clinton y que contempló la intensificación del bloqueo a Cuba, su internacionalización, la negativa de créditos y ayuda financiera a países y organizaciones que favorezcan o promuevan la cooperación con Cuba lo que claramente dificultaba la inversión extranjera en la isla. Esta ley establecía, que cualquier compañía no norteamericana que tuviera tratos con Cuba podía ser sometida a represalias legales y sus directivos se verían impedidos de entrar en territorio estadounidense. Esto significaba elegir entre comerciar con Cuba o comerciar con los Estados Unidos.

Cuba, por su parte, con una revolución ya a firme comienza desde muy temprano en los años 60 una política denominada de “internacionalismo proletario” que significará acción política, militar, diplomática, médica, de alfabetización y apoyo explícito a los procesos revolucionarios en Latinoamérica, Asia y África. Cuba será, por ejemplo, el primer país en aportar con médicos y profesores a la naciente revolución argelina. Cuba impulsará como parte de su disputa ideológica contra Estados Unidos el nacimiento de organismos internacionales como el Movimiento de los No Alineados (MNA). Cuba apoyará con tropas, formación técnica, política y profesionales en los más diversos ámbitos del quehacer a gobiernos como el de Etiopia, la República Árabe Saharaui Democrática, Nicaragua, Mozambique, Angola, entre otros. En este último país, dos mil quinientos cubanos darán la vida en la defensa de la revolución angolana contra las fuerzas de la UNITA y el régimen del apartheid sudafricano entre los años 1975 y 1989.

Cuba será reconocida por el fallecido presidente Nelson Mandela como uno de los responsables en la derrota del régimen racista sudafricano y con ello también lograr la independencia de Namibia. Así como también consolidar el proceso revolucionario en Mozambique. Miles de estudiantes de países africanos y latinoamericanos, entre ellos chilenos encontraron en Cuba un lugar de formación técnica, profesional y militar, en la perspectiva de desarrollar sus respectivos países o de ayudar al cambio político en dirección de fuerzas de izquierda que se oponían a la hegemonía estadounidense. La isla de Cuba, con sus 10 millones de habitantes, con una economía dependiente, se ha enfrentado en condiciones de extrema desigualdad a la mayor potencia económica y militar del mundo y sin embargo no pudo ser derrotada en los términos que otros procesos si lo fueron, incluyendo a la propia ex Unión Soviética o los socialismos reales. Pero, los aires de cambio son inevitables.


Una nueva etapa

Dicho reconocimiento de cambio se vivió con enorme intensidad el día 17 de diciembre. Ese día, en declaraciones dadas a conocer tanto en Washington como en La Habana, el mandatario estadounidense Barack Obama y el presidente cubano Raúl Castro informaron al mundo, que en el marco de la liberación de prisioneros políticos encarcelado en ambos países (el norteamericano Alain Gross que llevaba cinco años detenido en Cuba acusado de espionaje y lo antiterroristas cubanos Gerardo Herández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero detenidos desde hace 16 años en cárceles estadounidenses) y tras un largo proceso de acercamiento, habían decidido restablecer relaciones diplomáticas. Obama explicitó que la política llevada a cabo por su país desde enero del año 1961 hasta la fecha ha sido una política dotada de un “enfoque obsoleto, que ha fracasado en el avance de nuestros intereses… a través de esta decisión pretendemos crear una serie de cambios en beneficio de nuestros pueblos”.

Fueron 17 meses de conversaciones y acercamientos entre ambos gobiernos, en un trabajo de joyería, que se venía tejiendo desde junio de 2013 sirviendo como mediadores el Gobierno de Canadá, el presidente uruguayo José Mujica y hasta el Vaticano, que bajo los vientos frescos de la administración del Papa Francisco ha devenido en un actor internacional de indudable importancia. La decisión de normalizar las relaciones diplomáticas fue un verdadero golpe a la cátedra.

Sin embargo, a pesar del valiente paso dado por ambos gobernantes queda un punto crucial: terminar con el bloqueo contra Cuba. Obama, a la par de declarar esta nueva etapa de la relación entre ambos países, se comprometió a estudiar con el Congreso estadounidense el levantamiento del embargo. Duro trabajo tendrá Obama, toda vez que a partir de enero de 2015, el Partido Republicano será mayoría en ambas cámaras y ya ha dado a conocer su negativa a transitar por un camino que signifique aliviar las presiones políticas y económicas contra La Habana. Singular resulta constatar que los nombres más duros en esta postura anticubana sean los senadores de origen isleño Marco Rubio, Robert Hernández y Mario Díaz Balart. No hay pero astilla que la del mismo palo señala la máxima.


Resulta a todas luces evidente, que sin terminar con el Bloqueo a Cuba, que ha significado una pérdida para la economía de la isla signada en 120 mil millones de dólares, no puede haber relaciones diplomáticas ¿para qué? Para abrir un par de embajadas, manteniendo la esencia de una relación basada en la imposición de un país sobre otro y la negación de derechos para millones de cubanos? Es la interrogante que se hacen analistas y articulistas que viendo lo positivo del restablecer relaciones diplomáticas afirman que resulta insuficiente.

Han pasado 56 años desde que un puñado de barbudos venció a la dictadura de Batista. Período en el cual colapsó el mundo de los socialismos reales, cayó el Muro de Berlín y se levantaron otros igual o más criminales que aquel. El mundo se ha tornado aún más complejo, los enemigos son más difusos, menos claro quién es enemigo hoy, amigo mañana o vuelve a ser enemigo al día subsiguiente. Han pasado diez presidentes por la Casa Blanca, se ha instalado un Nuevo Orden Mundial, frente al cual se han erigido otros poderes en el mundo. Todo ello para que Washington se diera cuenta, que el contencioso que lo enfrentó a Cuba estaba dotado de un enfoque obsoleto y fracasado.

Algo de pragmatismo les debe quedar al mundo republicano, para entender, a pesar del sector ultraconservador y anticubano que milita en su seno, que tras 50 años de presión y asedio a la mayor de la mayor de las Antillas se debían dar pasos para acabar con esa política fracasada y obsoleta, que ha significado, principalmente, dañar a la población cubana. Para los analistas económicos esa política también ha significado una pérdida de oportunidades para los “pragmáticos” inversionistas y empresarios estadounidenses que han perdido mucho terreno con italianos, españoles y canadienses. Curiosa forma de relacionar las pérdidas sociales de diez millones de cubanos, con aquellas que pueden haber tenido un par de centenares de inversionistas y empresarios, que ven con avidez abrirse a un mercado potencial de 30 mil millones de dólares en áreas tan diversas como el turismo, telecomunicaciones, agroindustria y petroquímica.

Desde el punto de vista del interés político, sin duda que la decisión de Obama tiene consideraciones de política interna: atraer el voto latino, combatir desde temprano la candidatura republicana de Jeff Bush, casado con una mexicana y parte de una familia que ya ha dado dos presidentes, lo que permitiría dar impulso a la candidatura demócrata de Hillary Clinton. Únase a ello la necesidad de dar pasos diferenciadores, por parte de Obama, frente a un Congreso de amplio dominio republicano que le negará la sala y el agua.

En la mirada del catedrático de la Universidad de Miami Joaquín Roy el restablecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, tiene su explicación en el fracaso del embargo y su objetivo principal (derribar al Gobierno cubano) como también en la evolución del exilio cubano que ya no se guía solamente por criterios ideológicos. Para Roy “Cuba desde hace dos décadas a la fecha no suponía peligro alguno como antes: no apoyaba revolucionarios de otros países, no respaldaba terroristas, garantizaba, paradójicamente la seguridad de Guantánamo, no se implicaba en el tráfico de drogas. Incluso colaboraba en labores de mediación y pacificación (caso Colombia). Los líderes del mundo, desde China a Moscú visitaban La Habana y las Naciones Unidas, sistemáticamente, año a año, condenaban el embargo.


Joaquín Roy

Para Roy “a Washington le interesa que Cuba no se convierta en un riesgo de seguridad al sufrir problemas internos que provocaran inmigración descontrolada (como un segundo Mariel)… de ese modo teniendo en cuenta la precaria situación económica-social de Cuba, había llegado el momento de garantizar la estabilidad”. Por ello, este analista considera que el Gobierno de Washington optó por normalizar relaciones con Cuba tenido como meta mantener el flanco sur protegido en un escenario mundial complejo y peligrosos “ante las incertidumbres en Latinoamérica. Obama ha jugado su carta. Corre un riesgo y ahora depende de la sabia correspondencia de Raúl Castro”.

Para el analista Guillermo Almeyra la decisión de restablecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos tendrá indudable repercusiones “alentará y reforzará la lucha antimperialista en Latinoamérica y el mundo y también el choque en Estados Unidos entre, por una parte, la extrema derecha cubana y republicana, y por otra, los sectores capitalistas interesado en comerciar con Cuba e invertir en ese país. A lo que se une los sectores populares y nacionalistas cubanos del exilio en Miami, la ciudadanía democrática y los inmigrantes latinoamericanos que protestan diariamente contra el racismo y la violencia estatal”.

Almeyra es cauteloso respecto de los alcances de esta nueva etapa pues, si bien desde el punto de vista económico se incrementará el flujo de divisas, crecerá el sector servicio, habrá mejoras en el acceso a tecnología, aumentará el cuantapropismo. Todo ello significa avances pero también la necesidad de cuidar las diferencias sociales que tal panorama puede presentar, “sobre todo, señala Almeyra, existe el peligro real de una rápida soldadura entre la capa de la burocracia y de la administración con el capitalismo mundial, lo cual puede crear una base social real a la oposición. Una a ello el papel desempeñado por el papa Francisco que no sólo refuerza su popularidad en los sectores conservadores cubanos y de rebote, la influencia de la iglesia católica, que dará apoyo político y material a las nuevas fuerzas sociales conservadoras, pro mercado o directamente contrarrevolucionarias, que el dinero procedente de Estados Unidos reforzará la isla”
Artículo del Autor cedido por Hispantv