Mi blog sobre Economía

miércoles, 13 de abril de 2016

2015: El desafío de la normalización CUBA-EE.UU.

    Resumen de la política cubana en 2015 a pocos días de un acontecimiento clave de 2016, el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba.




    El deshielo entre Washington y La Habana fue el principal acontecimiento político del año en el archipiélago caribeño y atrajo una mayor atención internacional sobre Cuba.Foto: Jorge Luis Baños_IPS

    La Habana, 13 abr.- Cuba estuvo durante 2015 en el centro de la noticia. La diplomacia cubana avanzó en sus negociaciones con Estados Unidos para restaurar los nexos bilaterales, tras más de medio siglo de conflicto, a la par que negociaba con la Unión Europea un acuerdo de diálogo político y cooperación. El presidente Raúl Castro recibió el abrazo latinoamericano en la Cumbre de las Américas de Panamá, primera a la que pudo asistir la isla caribeña, fue anfitrión del papa Francisco y viajó a Nueva York para una estancia de cuatro días, donde aprovechó para conversar por segunda ocasión con su colega estadounidense Barack Obama.

    En el orden interno, el X pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) confirmó en fecha tan temprana como el 23 febrero la realización del VII Congreso del PCC el 16 de abril de 2016. Sin embargo, los preparativos de la cita tuvieron durante el año un tratamiento más bien discreto en la prensa oficial. Públicas o no, las quejas por la escasa información y ausencia de espacio para debates abiertos sobre los temas que se discutirán en la cita partidista aumentaron a medida que se acercó la fecha de su realización.

    A seis meses de la próxima cita partidista, en abril de 2016, “seguimos sin ver señales de una discusión nacional imprescindible y con enfoque integral sobre el futuro del sistema socialista en el país”, alertó el politólogo Darío Machado,el 23 de octubre, en el capitalino Pabellón Cuba, durante un foro dedicado a valorar el significado y vigencia de un discurso del líder Fidel Castro, realizado el 17 de noviembre de 2005, en la Universidad de La Habana.

    El bloguero y periodista Francisco Rodríguez escribió inclusive una carta abierta al presidente Raúl Castro, primer secretario del PCC, y solicitó aplazar el cónclave hasta julio, a fin de disponer de abril y mayo para “discutir los documentos centrales del Congreso con toda la militancia del Partido, y también con el resto de la población cubana. Quedaría todavía el mes de junio para procesar, estudiar, mejorar e incorporar planteamientos”.

    Los documentos sujetos al análisis y aprobación del VII Congreso incluyen:

    -Conceptualización del Modelo Económico Social Cubano de Desarrollo Socialista.

    -Informe del “Programa de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030. Propuesta de Visión de la Nación, Ejes Estratégicos, Objetivos y Sectores Estratégicos”.

    -Evaluación de los resultados de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados por el sexto Congreso en abril de 2011, así como su actualización para el próximo periodo. Según el oficial diario Granma, en estos cinco años se ha implementado 21 por ciento de los 313 Lineamientos y se encuentra en proceso 77 por ciento. El dos por ciento restante (cinco lineamientos) no se ha ejecutado por causas diversas.

    -Evaluación de la Primera Conferencia Nacional del Partido realizada en 2012.

    El deshielo en marcha

    Decir que el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba puso “de moda” al país caribeño, se convirtió pronto en un lugar común mil veces repetido durante 2015.


    Pero la verdad de esta afirmación se comprueba en los más de tres millones y medio de turistas con que la industria del ocio cerró el año, las numerosas visitas oficiales y no oficiales provenientes de Estados Unidos y el gran interés mediático concentrado en el proceso de normalización de vínculos entre dos naciones separadas por un conflicto que sobrepasó el medio siglo. Tampoco es posible poner en duda que el deshielo entre Washington y La Habana se mantuvo como el principal acontecimiento político del año en la isla, por encima de las muchas interrogantes e incertidumbres de su gente.

    Al cumplirse el primer aniversario del anuncio del restablecimiento de lazos diplomáticos, el 17 de diciembre, los presidentes Raúl Castro y Barack Obama hicieron su balance sobre el proceso de normalización que, según Cuba, no estará completo sin el cese del bloqueo y la devolución del territorio ocupado por la basa naval estadounidense en la oriental provincia de Guantánamo. En todo caso, analistas coinciden en que la novedad del camino iniciado con la restauración de los nexos es que el gobierno cubano aceptó comenzar sin exigir su previa eliminación. Solo el Congreso puede derogar el embargo y analistas consideran muy difícil que eso pueda suceder antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, en noviembre de 2016. Obama optó por hacer uso de sus prerrogativas presidenciales para suavizar el impacto de las prohibiciones y Castro, según analistas, habría apostado por esperar su desangre, quizás a su estilo; lento, pero sin pausa. En otra medida importante y muy reclamada por el gobierno cubano, Estados Unidos retiró a Cuba el 29 de mayo de la lista de estados patrocinadores del terrorismo. Falta ver qué cartas guarda el presidente Obama para sacar en su anunciado viaje a la nación caribeña.

    Nueva condena del bloqueo

    El 27 de octubre, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas aprobó, por 191 votos a favor, la Resolución que insta a Estados Unidos a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba desde hace más de medio siglo.

    Diálogo directo

    Cuando Castro y Obama se encuentren en La Habana, estrecharán sus manos por cuarta vez tras el sorpresivo saludo en Sudáfrica, en diciembre de 2013, donde coincidieron en las exequias del líder antiapartheid Nelson Mandela. La primera entrevista de ambos gobernantes tuvo lugar el 11 de abril de 2015, durante un receso de la VII Cumbre de las Américas. En esa ocasión, profundizaron el deshielo de 56 años de agrio diferendo con un apretón de manos en la inauguración, puntos en común en sus respectivos discursos, intercambio de elogios y una reunión bilateral, donde confirmaron su decisión de avanzar hacia la normalización de vínculos diplomáticos, sin abjurar de sus diferencias.

    El segundo contacto directo tuvo lugar el 29 de septiembre, en Nueva York, escenario de la Cumbre sobre la Agenda para el Desarrollo Post-2015 y al segmento de alto nivel del 70 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Este último fue el primer encuentro en Estados Unidos de los presidentes de ambos países tras el triunfo de la Revolución cubana, en enero de 1959. Antes de esa plática, sostuvieron undiálogo telefónico sobre el proceso de normalización de relaciones y la visita a Cuba del Papa Francisco. En la ocasión, reconocieron la contribución del Sumo Pontífice para el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre los dos países.


    En su alocución por el primer año del anuncio de restaurar las relaciones, Obama alertó que la normalización de los lazos bilaterales será un largo viaje y continúan las diferencias con el gobierno cubano, “pero –agregó– planteamos esos temas directamente y siempre defenderemos los derechos humanos y los valores universales que apoyamos en todo el mundo”. El gobernante también destacó que en los 12 meses transcurridos tras anunciar la decisión de reanudar lazos diplomáticos, ambos países han avanzado en sus intereses comunes y trabajan juntos en temas complejos que, durante mucho tiempo, los dividieron.

    A su vez, Castro destacó entre los resultados del deshielo, hasta ese momento, la firma de los acuerdos sobre protección del medio ambiente y el restablecimiento del servicio de correo postal directo, la cooperación ya existente en temas de interés como el enfrentamiento al narcotráfico, la emigración ilegal, el tráfico de emigrantes y el fraude migratorio. Resaltó, además, el inicio de diálogos sobre asuntos de interés bilateral y multilateral, como el cambio climático, las compensaciones mutuas, la trata de personas y los derechos humanos, tema este último que concentra “profundas diferencias” entre ambas naciones.

    Normas para suavizar el embargo

    Las primeras medidas de Obama fueron adoptadas el 15 de enero, mucho antes de oficializarse la reanudación de vínculos diplomáticos y la reapertura de embajadas (el 20 de julio abrió la cubana y el 14 de agosto, la estadounidense). Según las nuevas normas del departamento del Tesoro y Comercio, que entraron en vigor el 16 de enero, las compañías estadounidenses pueden exportar teléfonos celulares, televisores, memorias, grabadoras, computadoras y software a Cuba, en tanto los estadounidenses autorizados a viajar a la isla caribeña por razones familiares, asuntos oficiales, periodismo, investigación, educación, actividades religiosas u otros motivos pueden hacerlo con un permiso general, sin necesidad de una licencia especial. Especialmente bien recibida fue la ampliación del límite anual de las remesas de a familiares en Cuba de 2.000 a 8.000 dólares.

    El 18 de septiembre, la administración estadounidense anunció un segundo paquete de regulaciones para ampliar el comercio, los viajes y la participación de compañías estadounidenses en la isla sorteando las restricciones del embargo. Las normativas están recogidas en un documento de 27 páginas, elaboradas por la Oficina de Industria y Seguridad (BIS), del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Según el Consejo Económico Cuba-EE.UU., se trata de los “cambios más profundos en materia de comercio e inversiones entre EE.UU. y Cuba en décadas”. En esta ocasión se eliminó el límite en el monto de las remesas, decisión de impacto directo sobre buena parte de la población cubana que recibe ayuda familiar desde el país norteño.

    Las negociaciones

    Las pláticas para restablecer las relaciones diplomáticas comenzaron el 21 y 22 de enero de 2015, con el tema migratorio y la preparación de la hoja de ruta del histórico deshielo. El primer día estuvo dedicado a revisar el cumplimiento de los tratados migratorios de 1994 y 1995 y las acciones en la lucha contra la emigración ilegal y el tráfico de personas realizadas por sendos países. El segundo día, delegaciones de las dos naciones iniciaron el desbroce de obstáculos para la reapertura de embajadas y la normalización de relaciones.


    Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental.

    Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, y Josefina Vidal, directora de Estados Unidos del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores, encabezaron los diferentes encuentros realizados con ese fin, de manera alterna en La Habana y Washington.

    Esta etapa finaliza con la oficialización del restablecimiento de los nexos diplomáticos y la reapertura de las respectivas embajadas. Pero el diálogo sobre temas para normalizar las relaciones continuó a través de la comisión binacional anunciada en conferencia de prensa conjunta, al término de la reapertura de la sede diplomática de Estados Unidos en La Habana, entre el Secretario Estado de ese país, del secretario de Estado John Kerry y el canciller cubano Bruno Rodriguez. Esa comisión mixta tuvo su primer encuentro el 11 de septiembre, en La Habana, para definir temas inmediatos a discutir en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales. La delegación cubana en esta fase de conversaciones siguió encabezada por Josefina Vidal, directora general para Estados de la cancillería, pero al frente de la parte estadounidense estuvo el subsecretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee.

    Derechos Humanos, centro de conflictos

    El tema de los derechos humanos y sus opuestos enfoques en La Habana y Washington ha sido motivo de fuertes enfrentamientos bilaterales en organismos internacionales encargados del tema. No obstante, figuró entre los primeros asuntos a tratar bilateralmente y en paralelo a las negociaciones para oficializar la restauración de los nexos diplomáticos. Delegaciones de los dos países se reunieron con ese objetivo el 31 de marzo de 2015, en Washington. Según fuentes cubanas, en la cita se ratificó que existen diferencias entre ambos países en el abordaje del tema de los derechos humanos, tanto desde el punto de vista nacional o cómo se protegen y promueven los derechos humanos en los respectivos países, como su tratamiento en los foros multilaterales que abordan estos temas. La delegación oficial de Cuba estuvo encabezada por Pedro Luis Pedroso Cuesta, subdirector general de Asuntos Multilaterales y Derecho In­ternacional de la cancillería, y la estadounidense por el secretario de Estado adjunto para Democracia, Derechos Hu­manos y Trabajo del Departamento de Estado, Tom Malinowski.

    Las delegaciones definieron los temas a tratar en los meses subsiguientes: 

  • Establecimiento de mecanismos de cooperación en nuevas áreas de beneficio mutuo, como son la protección del medio ambiente y la prevención de desastres naturales, la salud, 
  • la aviación civil, y la aplicación y cumplimiento de la ley, incluyendo el enfrentamiento al tráfico de drogas y de personas y a los delitos transnacionales. 
  • Desarrollo del diálogo sobre asuntos de interés bilateral, incluyendo aquellos en los que los dos países tienen diferentes concepciones, como la trata de personas y los derechos humanos, así como otros de carácter multilateral, como el cambio climático y el enfrentamiento a epidemias, pandemias y otras amenazas a la salud mundial. 
  • Búsqueda de solución a problemas pendientes en las relaciones bilaterales, como las compensaciones por propiedades estadounidenses nacionalizadas en Cuba y por los daños humanos y económicos causados al pueblo cubano por las políticas aplicadas por distintos gobiernos de los Estados Unidos a lo largo de más de 50 años. 

  • Protección de marcas y patentes. 

    La segunda reunión de la comisión bilateral se realizó en Washington, el 11 de noviembre. En La Habana, Gustavo Machín, subdirector general para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo en declaraciones a un grupo reducido de periodistas que las partes convinieron en: 

  • El Departamento de Estado informó en una escueta nota oficial que en la reunión las dos delegaciones tuvieron una oportunidad de “repasar el progreso en las prioridades comunes incluyendo asuntos regulatorios, telecomunicaciones, reclamos por compensaciones, protección ambiental, tráfico de personas y derechos humanos”, entre otros.Posible firma en corto plazo de acuerdos sobre el restablecimiento de los vuelos regulares y el correo postal entre ambos países, protección al medio ambiente y combate al narcotráfico. 
  • Acuerdo de continuar el diálogo “sobre derechos humanos” iniciado en Washington en marzo. 
  • Evaluación de los intercambios sostenidos en materia de “seguridad marítimo-portuaria, aplicación y cumplimiento de la ley, y el cambio climático”. 
  • Programación de diálogos sobre tema migratorio y trata de personas. 
  • Posibilidad de expandir la colaboración a otras áreas, como es el tema de la salud, el enfrentamiento de epidemias y de enfermedades infecciosas. 

  • La tercera reunión de la comisión bilateral quedó prevista para inicios de 2016.

    Diálogo Cuba-UE

    Con la mira en Bruselas y Washington, Cuba cerró el paréntesis en sus conversaciones con la Unión Europea (UE) para un acuerdo de cooperación y decidió avanzar en el diálogo con ese bloque, en paralelo a las negociaciones para normalizar las relaciones con Estados Unidos tras más de medio siglo de hostilidad. Mientras todas las miradas permanecían pendientes del proceso iniciado tras el anunciado restablecimiento de vínculos diplomáticos cubano-estadounidenses, Bruselas y La Habana acordaron realizar el 4 y 5 de marzo su tercera ronda de pláticas iniciadas a fines de abril de 2014 en la capital cubana. “En un primer momento pensamos que habíamos perdido un poco de prioridad, ahora el mensaje es que no, que el Estado cubano quiere mantener equilibrio entre los dos procesos, lo que es una buena noticia para nosotros, confió a IPS el embajador de la UE ante La Habana, Herman Portocarero.

    Rondas durante 2015

  • La Habana, 4 y 5 marzo. Tercera ronda 
  • Bruselas, 15 y 16 de junio. Cuarta ronda. 
  • La Habana, 9 y 10 de septiembre. Quinta ronda. 
  • Bruselas, 1 y 2 de diciembre. Sexta ronda. 

  • El acuerdo, que al finalizar 2015 ya estaba en fase de afinamiento para su eventual firma en 2016, incluye capítulos sobre diálogo político (con temas como gobernanza, derechos humanos y seguridad), cooperación (que abarca el área laboral, cultura, educación, salud y agricultura, entre otras), comercio y relaciones económicas. Además debe proporcionar un marco más sólido para el diálogo constructivo y la mejora de la cooperación entre Cuba y la UE. Las pláticas se realizan de manera alterna en La Habana y Bruselas, entre delegaciones encabezadas por el vicecanciller cubano Abelardo Moreno y Christian Leffler, director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior. Según fuentes comunitarias, los derechos humanos permanecerán en el núcleo de las relaciones entre Cuba y la UE.

    Posición Común

    Sujeta a evaluaciones semestrales, la Posición Común, se propone entre otros objetivos “fomentar el proceso de transición hacia el pluralismo democrático y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en Cuba, así como el aumento y la mejora duraderos del nivel de vida del pueblo cubano”. 

    El acuerdo cerraría un periodo de relaciones complicada entre Bruselas y La Habana, desde que la UE adoptó la llamada “Posición Común”, un instrumento político unilateral vigente desde 1996, que condiciona la cooperación con Cuba a que haya avances en la isla en materia de derechos humanos y libertades individuales. Al término de la quinta ronda, en conferencia de prensa, Leffler definió la posición común europea como un “punto de referencia”. Cuba es el único país de América Latina que carece de un acuerdo marco de cooperación con la UE, aunque en los últimos siete años firmó convenios bilaterales con al menos 15 de los 28 países que hoy integran el bloque europeo.Según analistas, el gobierno de Raúl Castro espera que una relación estable y amparada por un acuerdo marco como el que se busca con el bloque de 28 países ayudará a mejores negocios, pero también a la diversificación de sus relaciones económicas y comerciales ante la perspectiva de que la normalización con Estados Unidos derive en la eliminación del embargo. Portocarero piensa que la relación de Cuba con su vecino norteño va a acelerar todos los procesos. “Si las autoridades cubanas quieren mantener el equilibrio para que no se monopolice todo a través de Estados Unidos tienen que darnos la atención que nos corresponde”, opinó.

    Tercera visita papal a Cuba 

    Francisco I, primer papa latinoamericano de la historia y tercero en visitar Cuba en 17 años, es considerado una figura clave en el proceso de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, hacia donde viajó luego de una permanencia desde el 19 al 22 de septiembre como huésped de Raúl Castro. Durante su estancia, ofició misas en La Habana, Holguín y Santiago de Cuba.


    En vísperas de su llegada, el gobierno cubano anunció, el 11 de septiembre, el indulto de 3.522 reclusos, cuya excarcelación comenzó al día siguiente. Un gesto similar precedió las visitas de Juan Pablo II, en enero de 1998, cuando fueron liberados cerca de 300 reclusos, y Benedicto XVI, en marzo del 2012, cuando la gracia favoreció a unos 2.991 presos.

    La visita del Sumo Pontífice fue acogida con agrado por la población cubana y elevó el protagonismo de la Iglesia católica en este país. El cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, atribuyó la simpatía popular generada por Francisco al hecho de ser latinoamericano, hablar español, tener una amplia visibilidad en los medios de comunicación cubanos desde su elección, sus impactantes pronunciamientos y mensajes, y haber tenido una “intervención muy especial en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos”.

    El papa ofició su primera misa en la mañana del día 20 en la Plaza de la Revolución, tras la cual sostuvo un “encuentro familiar” con el expresidente Fidel Castro, su esposa Dalia Soto e hijos y nietos del líder revolucionario. La cita fue “de unos 40 minutos”, donde conversaron asuntos informales e intercambiaron libros. En la tarde fue recibido por Castro en el Palacio de la Revolución, donde saludó a las delegaciones invitadas. Posteriormente, visitó la Catedral de La Habana, participó en la Plegaria de las Vísperas junto a sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas y saludó a jóvenes y al claustro del Centro Cultural Padre Félix Varela.

    El lunes 21 viajó a la oriental ciudad de Holguín, la escala más breve de su viaje a Cuba, donde ofreció la Santa Misa en la Plaza de la Revolución “Calixto García”, sostuvo un almuerzo privado y visitó la Loma de la Cruz, desde donde bendijo la urbe. Luego partió hacia el último punto de su periplo, Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia del país. Allí se alojó en el antiguo Seminario San Basilio Magno, donde sostuvo un encuentro privado con los Obispos, para luego trasladarse hacia la Basílica Menor del Santuario Nacional Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. Allí ofició su tercera misa en Cuba, el día 22. Posteriormente, realizó una visita a la recién restaurada Catedral de Santiago de Cuba, sostuvo un encuentro con familias cubanas y bendijo a la ciudad de 500 años de fundada.

    Durante su estancia, Francisco abundó en sus llamados a la reconciliación, solidaridad y acompañamiento en un sentido abarcador.

    -“El mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial por etapas que estamos viviendo¨, dijo a su llegada el sábado 19, en una breve alocución en que exhortó a los “responsables políticos” de Cuba y Estados Unidos a “desarrollar todas sus potencialidades como prueba del alto servicio que están llamados a prestar a favor de la paz”.

    -El domingo 20, en un mensaje leído al finalizar la multitudinaria misa en la Plaza de la Revolución, se refirió a “la importancia crucial” de los esfuerzos de paz que se están haciendo en Colombia e “incluso en esta bella isla, para una definitiva reconciliación”, un camino en el cual, subrayó, “no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso”.

    -Agradeció a su anfitrión, el presidente Raúl Castro, presente en el acto litúrgico, “por todo lo que hace en este trabajo de reconciliación”, en un añadido al texto escrito.

    -“Queremos ser una Iglesia que salga de casa para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación”, reiteró antes de dejar la isla.

    El Sumo Pontífice partió hacia Estados Unidos desde el Aeropuerto Internacional “Antonio Maceo”, donde fue despedido por el presidente Castro, quien se esmeró en atenciones hacia su huésped y lo acompañó en sus tres oficios religiosos.

    Nueva crisis migratoria

    El tema migratorio, que por décadas fue el único que sentó a Estados Unidos y Cuba a la mesa de conversaciones, abrió el 21 de enero las primeras pláticas encargadas de negociar la apertura de relaciones entre los países vecinos. Las negociaciones para normalizar los nexos coincidieron con la ronda semestral que de modo alterno en las capitales de los dos países se realizan para revisar la marcha de los convenios migratorios de 1994 y 1995.

    Comunidad cubana en Estados Unidos

    Si bien no es el único, Estados Unidos es el principal receptor de la emigración cubana. Se estima que actualmente residen en ese país dos millones de inmigrantes cubanos y sus descendientes. De estos, 1,1 millón (57%) son nacidos en Cuba y 851.000, en Estados Unidos. Los inmigrantes cubanos constituyen 3,7 por ciento de todos los latinoamericanos que viven en Estados Unidos.

    Fuente: Informes y estudios actualizados en 2013 por el Buró del Censo Estados Unidos y analizadas en estudios realizados por especialistas del PewHispanicResearch Center. 

    La segunda ronda de 2015 se realizó en Washington, el 30 de noviembre, y coincidió con la grave crisis de miles de emigrantes de nacionalidad cubana, que quedaron varados en Costa Rica desde mediados de noviembre, impedidos de continuar hacia Estados Unidos. Los viajeros buscaban ampararse en la Ley de Ajuste Cubano de Estados Unidos y la política conocida como “pies secos, pies mojados”, que otorga residencia automática a los ciudadanos de la isla que lleguen al territorio norteño. Cuba reitera infructuosamente en todas las rondas migratorias con Washington su demanda de que cesen esas normativas que, a su juicio incentivan la emigración irregular.

    Los emigrantes cubanos comenzaron a acumularse en la frontera sur de Costa Rica, luego que el 10 de noviembre este país detuvo a integrantes de una red de tráfico de personas. Las autoridades costarricenses emitieron salvoconductos válidos por siete días, para regular el paso de los inmigrantes hacia Nicaragua, pero este país cerró su frontera completamente el 15 de noviembre y bloqueó el paso a los cubanos cuando la reabrió al día siguiente.

    El 17 de noviembre, la cancillería cubana aclara en un comunicado que los ciudadanos cubanos que han estado arribando a Costa Rica desde otros países de la región con la intención de viajar hacia los Estados Unidos salieron de Cuba de manera legal hacia diferentes países de América Latina, cumpliendo todos los requisitos establecidos por las regulaciones migratorias cubanas. Agrega que las autoridades cubanas se han mantenido en permanente contacto con los gobiernos de los países implicados, con el objetivo de encontrar una solución rápida y adecuada, que tome en consideración el bienestar de los ciudadanos cubanos.


    El 28 de noviembre, varias decenas de personas se congregaron frente a la embajada de Ecuador en La Habana en descontento por la nueva regla del gobierno de Ecuador de exigir a partir del 1 de diciembre visa de ingreso a ese país a viajeros cubanos. Desde Ecuador, en su ruta hacia Estados Unidos, los migrantes cubanos atraviesan Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua y otros países centroamericanos para adentrarse después en México y llegar a la frontera de su destino.

    El 7 de diciembre el gobierno cubano puso en vigor el Decreto 306, aprobado el 11 de octubre de 2012, que regula la salida al extranjero de trabajadores de la salud, una disposición que provocó descontento de los profesionales de un sector que aporta unos 8.000 millones dólares anuales por servicios prestados a terceros países. La crisis migratoria estuvo en la agenda del presidente costarricense, Luis Guillermo Solís, en su visita a Cuba del 13 al 15 de diciembre, durante la cual se entrevistó con el presidente cubano Raúl Castro.

    El 18 de diciembre, el gobierno de Costa Rica dejó de emitir visas de tránsito extraordinarias para los migrantes cubanos y anunció que después de esa fecha cualquiera que llegara sin documentos para permanecer en su territorio será detenido y deportado a la isla. Pocos días después, las autoridades migratorias informaron que habían iniciado el trámite de deportación de al menos 56 cubanos que ingresaron después de esa fecha.

    Al finalizar diciembre, sumaban 8.000 los migrantes cubanos varados en zonas fronterizas de Costa Rica más unos mil en Panamá. En una reunión entre representantes de Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá y México, así como dirigentes de la Organización Internacional para las Migraciones, se resolvió abrir un “paso excepcional, seguro y ordenado” para los inmigrantes cubanos. De acuerdo a lo decidido en la reunión de emergencia, primero viajarán vía aérea a El Salvador, desde donde serán trasladados en ómnibus hasta México. Una vez allí, las autoridades estadounidenses les permitirán ingresar en virtud de la ley migratoria conocida como “pies secos/pies mojados”. El plan arrancó el 12 de enero de 2016.

    Crece la emigración hacia EE.UU.

    En los últimos tres meses del 2015, llegaron 4.573 inmigrantes cubanos a territorio estadounidense. La frontera con Laredo y el mismo Aeropuerto de Miami fueron las principales puertas de entrada a los Estados Unidos entre octubre y diciembre del 2015. En el año fiscal 2015, entre el primero de octubre de 2014 y el 30 de septiembre de 2015, llegaron otros 40.965, el doble de los que arribaron en el año fiscal anterior.

    Fuente: Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). 

    Bitácora opositora

    23 de enero. La secretaria del Departamento de Estado de Estados Unidos para América Latina, Roberta Jacobson, se reúne en La Habana con disidentes cubanos. Entre los asistentes estuvieron los opositores José Daniel Ferrer, Elizardo Sánchez, Héctor Maseda, Guillermo Fariñas, Marta Beatriz Roque, Antonio González-Rodiles y Miriam Leiva. Una de las ausentes fue la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, quien explicó que decidió no participar por estar en desacuerdo con la falta de “diversidad” de opiniones en la lista de invitados.

    19 de abril. Dos opositores electos en sus respectivos barrios como candidatos a Delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular no lograron los votos necesarios para esos puestos. Hildebrando Chaviano, un jurista de 65 años integrante del grupo de abogados independientes “Corriente Agramontista”, y el informático Yuniel López, de 26 años y miembro del ilegal “Partido Cuba Independiente y Democrática”, obtuvieron 138 y 233 sufragios en las votaciones de sus circunscripciones.

    10 de agosto. Una veintena de opositores se unen en La Habana en la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD). La coalición se propone “trabajar en un nuevo contexto en el que el diálogo y la diplomacia se revelan como las herramientas por excelencia para la resolución pacífica y civilizada de los conflictos”.

    La iniciativa incluye a organizaciones de dentro y fuera de Cuba como la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), liderada por el expreso político José Daniel Ferrer, el Frente Antitotalitario Unido del disidente Guillermo Fariñas, o la plataforma #CubaDecide impulsada por Rosa María Payá, además de periodistas independientes e intelectuales como la artista Tania Bruguera. Manuel Cuesta Morúa, de Arco Progresista, declara que la MUAD quiere “superar el debate” sobre la nueva relación de Cuba con Estados Unidos y la Unión Europea para “asumir esa nueva realidad y trabajar en ella para potenciar un cambio hacia una democracia participativa y ciudadana”.

    13 al 15 de agosto. Sesiona en San Juan, Puerto Rico, el primer Encuentro Nacional Cubano. Participan 23 organizaciones del Archipiélago y 32 del exilio. El evento es organizado por Cubanos Unidos de Puerto Rico.

    14 de agosto. El Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, recibe en La Habana a un grupo de opositores, aunque no acuden todos los que habían sido invitados. Asisten los expresos Héctor Maseda, Marta Beatriz Roque, Óscar Elías Biscet y José Daniel Ferrer, además de la bloguera Yoani Sánchez y su esposo, el periodista independiente Reinaldo Escobar; Miriam Leiva, una de las fundadoras de las Damas de Blanco; Manuel Cuesta Morúa, de Arco Progresista; y el intelectual católico y crítico Dagoberto Valdés. Se abstuvieron, Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, y Antonio González Rodiles, director del foro crítico Estado de Sats. Ambos expresaron malestar por no haber sido invitados en esta fecha a la ceremonia oficial de la apertura de la embajada.

    26 de octubre. Eliecer Ávila, del opositor Somos+, rechaza participar en la iniciativa #TodosMarchamos, que impulsa el Foro por los Derechos y Libertades (FDyL) —integrado por diferentes formaciones opositoras—, porque, según afirma “yo no marcho con corruptos, gente sin moral y a quien el pueblo de Cuba no soporta”.

    28 de diciembre.La opositora Unión Patriótica de Cuba realiza el lanzamiento de la campaña Otro18, iniciativa que recoge las propuestas ciudadanas para nuevas leyes electorales, de asociaciones y de partidos políticos. 

    Un entorno favorable



    No fueron pocos los éxitos diplomáticos cosechados por el presidente Raúl Castro en 2015, los cuales repercutirán en 2016. En sus propias palabras, en ese año se fortaleció el diálogo político bilateral con numerosos países, evidenciado en las visitas a Cuba de 184 delegaciones extranjeras, de ellas 25 encabezadas por jefes de Estado o de Gobierno procedentes de todas las regiones del mundo. Solo de Europa, el gobierno de Raúl Castro recibió durante 2015 al presidente francés, François Hollande, y los cancilleres de Alemania, España, Francia, Holanda e Italia. A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Fumio Kishida, visitó el país entre el 30 de abril y el 3 de mayo, acompañado de una treintena de empresarios nipones.

    Especial relevancia tuvo la visita oficial el 11 de mayo de Hollande, cuya agenda incluyó un encuentro con el líder histórico Fidel Castro. La estancia del mandatario galo fue precedida de la gira europea del canciller Bruno Rodríguez. A partir del 20 de abril el jefe de la diplomacia cubana recorrió Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos y presidió en Bruselas la delegación de su país en la VI Sesión del Diálogo Político de Alto Nivel entre la Unión Europea y Cuba. Fruto clave de este buen desempeño, fue un acuerdo con el Club de París logrado al finalizar el año, que oxigena la situación financiera y mejora la credibilidad del país.

    Raúl Castro viaja el 27 de enero a Costa Rica para asistir a la III Cumbre de mandatarios de la Comunidad de Estados de América Latina y del Caribe (CELAC), celebrada los días 28 y 29 de enero en esta nación. El 10 y 11 de abril participa en la VII Cumbre de las Américas realizada en Panamá.

    El 3 de mayo llega a Argelia para una estancia de tres días, en una gira que prosigue en Rusia, donde el 9 de mayo asiste, en la Plaza Roja, al desfile militar que celebra el aniversario 70 de la victoria sobre la Alemania nazi. Se entrevista con el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, y el presidente Vladimir Putin.

    El 7 de noviembre visita México, en un viaje que supone el relanzamiento de las relaciones bilaterales. El 24 de noviembre llega a Nueva York para una estancia de cuatro días, en los cuales asiste a la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible en Naciones Unidas y a la conmemoración del 70 aniversario de esta organización. Castro se entrevista nuevamente con el presidente de Francia, François Hollande, y sostiene un segundo encuentro formal con su homólogo estadounidense, Barack Obama. También fue recibido por el expresidente estadounidense Bill Clinton en Nueva York y conversó con el alcalde de esa ciudad, Bill de Blasio.

    Un entorno favorable a todas luces, pero el nuevo año llegó con más preguntas que respuestas sobre el futuro de Cuba. La normalización de vínculos diplomáticos con Estados Unidos contenta a muchos y a otros no tanto, preocupados por los riesgos que implica tener al “enemigo (ideológico) en casa”. El VII Congreso del PCC debería aplacar esas y otras inquietudes políticas, sociales y económicas que quitan el sueño a buena parte de la población cubana. (2016)

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