20 abril 2016 | 1 |
Los favoritos en las carreras republicana y demócrata, Donald Trump y Hillary Clinton, respectivamente, se alzaron con contundentes victorias en las primarias partidistas del estado de Nueva York.
Como anticiparon las encuestas, ambos superaron el reto de sus rivales por un amplio margen, lo que en opinión de analistas y medios de prensa debe representar una inflexión en la marcha del proceso rumbo a las convenciones nacionales de julio en Cleveland (R) y Filadelfia (D).
Con su victoria, Trump aumentó las posibilidades de llevarse la nominación del partido de los elefantes e incrementó su ventaja sobre el senador Ted Cruz (Texas) y el gobernador de Ohio, John Kasich.
Llamó la atención que al celebrar el éxito en la Trump Tower, en la parte central de Manhattan, el inversionista regresó al discurso civilizado y evitó frases negativas contra sus rivales o calificativos de mal gusto.
Según el diario The New York Times, su discurso parecía más presidenciable que cualquier otro pronunciado en la campaña, enfocándose en temas económicos y del comercio, lo que pudiera ser indicativo, según expertos, de que muchos republicanos desistirán de frenar su posible nominación.
Mientras la triunfadora por los demócratas, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, detuvo la cadena de éxitos del senador Bernie Sanders, en especial por el fuerte apoyo de las mujeres y la minoría afroestadounidense.
Pese a su fracaso, la campaña de Sanders espera un mejor desempeño en las primarias del próximo martes en Pensilvania así como en Rhode Island y Connecticut para mantenerse con posibilidades matemáticas de ganar la nominación.
En la disputa neoyorquina los demócratas repartían 291 delegados y los republicanos 95, y en ambos casos los vencedores se llevaron la mayor parte.
(Con información de Prensa Latina)
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