Publicado: 31 may 2016 18:25 GMT | Última actualización: 31 may 2016 18:28 GMT
Hace 41 años, EE.UU. trazó un plan de vida o muerte en sus relaciones con Arabia Saudita que ha marcado las siguientes cuatro décadas de su política exterior con Riad.
Kevin Lamarque Reuters
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Hace 41 años, EE.UU. trazó un plan de vida o muerte en sus relaciones con Arabia Saudita que ha marcado las siguientes cuatro décadas de su política exterior con Riad.
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La agencia Bloomberg ha hecho públicos los detalles de un polémico acuerdo entre EE.UU. y Arabia Saudita que se ha mantenido en secreto desde julio de 1974. Según el mismo, Riad había de poseer títulos de deuda estadounidense por una cantidad de 117.000 millones de dólares y Washington, por su parte, se comprometió a proporcionar a los sauditas apoyo militar y logístico y a comprar su petróleo.
"Ese año, la crisis del petróleo había dado en el blanco. Un embargo de las naciones árabes de la OPEP –una venganza por la ayuda militar de EE.UU. a los israelíes durante la guerra de Yom Kipur– multiplicó por cuatro los precios del petróleo. La inflación se disparó, el mercado de valores se derrumbó y la economía de EE.UU. cayó en picado", contextualiza la agencia.
Según Bloomberg, el objetivo real del viaje realizado por William Simon, recién nombrado secretario del Tesoro de EE.UU., y su adjunto, Gerry Parsky, a Arabia Saudita en julio del 74 se mantuvo en estricta confidencialidad por parte de la Administración de Nixon: "Neutralizar el crudo como arma económica y encontrar una manera de convencer a un reino hostil para financiar el creciente déficit de EE.UU. con su riqueza en petrodólares recién descubierta".
10 meses después del inicio de la guerra de Yom Kipur –conflicto bélico librado por la coalición de países árabes liderados por Egipto y Siria contra Israel– en todo el mundo árabe existía una gran animosidad contra EE.UU. por su apoyo a Jerusalén. Según cables diplomáticos, en ese momento el mayor miedo del rey saudita Faisal bin Abdulaziz Al Saud era que el dinero del petróleo terminara "directa o indirectamente" en las manos de su mayor enemigo en forma de asistencia adicional estadounidense.
Tras la firma del acuerdo quedaba una última petición: el rey saudita exigió que las compras del Tesoro del país se mantuvieran "en estricto secreto".
Una fuente anónima del Tesoro de EE.UU. citada por la agencia afirma que el volumen de la inversión saudita en la deuda nacional estadounidense es aproximadamente dos veces mayor que lo que dicen las estadísticas oficiales. De esta forma, la cifra actual representa solo el 20% de sus 587 millones de dólares de reservas exteriores, muy por debajo de los dos tercios que los bancos centrales suelen mantener en activos de dólares.
Según apuntan varios analistas, Arabia Saudita oculta la cantidad real de los bonos estadounidenses con la ayuda de operaciones a través de centros financieros 'offshore'.
"Mientras el colapso del petróleo ha aumentado la preocupación de que Arabia Saudita tenga que liquidar sus bonos del Tesoro para recaudar dinero en efectivo, surge una más problemática: el espectro del Reino usando su holgada posición en el mercado de deuda más importante del mundo como arma política al igual que lo hizo con el petróleo en la década de 1970", alerta Bloomberg.
En abril de este año, Arabia Saudita advirtió de que comenzaría a vender hasta 750 millones de dólares en bonos del Tesoro y otros activos si el Congreso de EE.UU. aprueba una ley que haga a Riad responsable ante los tribunales estadounidenses por los ataques terroristas del 11-S. El proyecto de ley, que fue aprobado en el Senado el pasado 17 de mayo, se encuentra actualmente en la Cámara de Representantes.
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