Publicado en Cubadebate el 22 agosto 2016
El actor, productor de teatro y activista político español Willy Toledo, denunció hoy que Facebook ha decidido cerrar durante un mes su cuenta personal, por la publicación donde denuncia su propio linchamiento mediático.
Así lo ha remitido Toledo a sus contactos a través de whatsapp: “Me han cerrado Facebook por la publicación donde aviso del inicio del linchamiento y me cago en sus medallas. Un mes de castigo. Pero la censura está en Cuba eh?”.
El actor ha sido víctima, una vez más, del linchamiento mediático al que se han sumado medios como el diario Público. Toledo compartió en su cuenta de Facebook una noticia sobre la medalla de plata que ha conseguido Orlando Ortega en los 100 metros valla en los Juegos Olímpicos de Río’16, donde el deportista afirmaba: “Me dieron la bandera de Cuba, pero estaba buscando la de España como un loco”.
A esta declaración, Toledo añadió: “Es un gusano pero también un pobre hombre, así que no le deseo en absoluto todo el mal que ya se encargará de hacerle esta España miserable y sus miserables autoridades cuando deje de ganar medallas. Olvida que Roma no paga traidores, cosa que todo cubano debería tener siempre presente”, escribió.
El mensaje censurado
Orlando Ortega despliega la bandera española, luego de despreciar la cubana.
“Comienza un nuevo linchamiento mediático-popular masivo contra este mortal que les escribe, por dar mi opinión sobre un señor al que hace sólo dos días ignoraban y hace solo dos años todos ellos despreciaban por pobre, por negro y por cubano. Ahora ya no es pobre, ni negro, ni cubano. Ahora es una medalla…”.
A esa gente, a ese ente mediático-popular, iracundo, fanático e ignorante, no le importa ese hombre, al que olvidarán al día siguiente de su última victoria, lo que les jode es que me cague en su medalla de mierda y en su patriotismo alienante y lucrativo.
Me cago en vuestra medalla, fruto del compromiso de la Revolución Cubana con el ser humano y comprada con vuestro sucio dinero robado al pueblo trabajador español, y le deseo de corazón al señor atleta que sobreviva de la mejor manera posible al olvido y, de nuevo, a la pobreza. A esa pobreza que él aún no conoce, la pobreza y el desprecio del capitalismo racista, que todo lo convierte en miseria”.
Joan Lino, otro cubano nacionalizado, cuenta a El Confidencial que su camino laboral tras la retirada no está siendo sencillo .
El término “gusano” no es un simple insulto, sino un término, despectivo, hacia un grupo de cubanos residentes en Estados Unidos (especialmente en Miami), que históricamente fueron comprados y utilizados por los EEUU para subvertir el orden constitucional en la isla, a veces liderando acciones terroristas o financiándolas.
Lejos de parecer una cuestión sin importancia, luchar contra la Revolución cubana reporta muchos beneficios a la “gusanera”, como así podemos comprobar observando los presupuestos de Estados Unidos dirigidos a “promover la democracia en Cuba”:
* $750.000 para promover la supuesta falta de derechos humanos y la democracia en Cuba.
* $250.000 para ayudar a los familiares de los supuestos presos políticos (por ejemplo, a las llamadas damas de blanco)
* $500,000 para los que luchan para liberar a los supuestos presos políticos
* $16 millones para brindarle alta tecnología a ciertos grupos afines a los intereses de Washington.
* $900.000 para fortalecer a los líderes de la supuesta oposición: artistas, músicos y blogueros. Este acápite hace un cínico énfasis en los afrocubanos. El dinero es entregado a una institución llamada Freedom House.
* $400.000 al Institute for Sustainable Communities, encargado de “identificar a los nuevos líderes de la comunidad cubana” y ayudarlos en su campaña publicitaria y política.
* $200.000 para fortalecer a las supuestas redes de apoyo que Washington ha creado en Cuba, las provee de equipos y entrenamiento.
* $2.600.000 para Development Associates Inc. para promover esencialmente el mensaje de Miami hacia Cuba.
* $2.000.000 para apoyar grupos afines a Washington en Cuba, que promuevan una economía con énfasis en las características que Washington apoya.
* $25.000 para Creative Associates una organización que funciona clandestinamente, buscando apoyo entre mujeres y afrocubanos principalmente que se adhieran a la idea de lograr un cambio político en la Isla.
* $2.900.000 para promover, bajo la tutela del Departamento de Estado, la libre expresión, especialmente entre ciertos artistas, músicos, escritores, periodistas y blogueros que vivan en la Isla.
* $500.000 para que grupos religiosos o espirituales, defiendan su derecho a la libertad de religión.
* $500.000 para promover determinada política laboral y generar “presión internacional contra el gobierno cubano para que reforme sus leyes laborales”.
* $350.000 para ejercer influencia sobre ciertos grupos de la sociedad civil cubana, “especialmente a las mujeres que suelen ser explotadas sexualmente”.
* $500.000 para las ONGs y otras organizaciones vinculadas a Washington.
* $1.150.000 para adiestrar a ciertas organizaciones, incluyendo periodistas y bloggers en Cuba, en el uso de nuevas tecnologías de comunicación.
* $2.500.000 para administrar los programas de este presupuesto.
Fuente de los datos: Radio La Primerísima
Crónica de Orfeo Suárez, enviado especial a Río, publicada en El Mundo.
La política de nacionalizaciones, algunas exprés, por carta de naturaleza, ha generado siempre suspicacias, para empezar, entre los propios atletas españoles. En un sólo ciclo olímpico, el que va de Londres a Río, Ortega ha representado a dos países diferentes. El compromiso deportivo existe; el resto es una entelequia. Las nacionalizaciones en el deporte y, en particular, en el atletismo, con países poderosos que compran talento sin más, como Bahrein o Qatar, deberían ponderarse, limitarse a los casos en los que verdaderamente el atleta hace algo más que aprovecharse de unos medios. Sea dicho ahora, con todo el viento de cola que lleva a Ortega hasta el podio y a esta necesitada España hasta su sexta medalla en Río. No todo vale.
(Con información de La República)
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