"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 21 de agosto de 2016

Disparen a Randy: Todo muy espontáneo.


¿Es espontáneo el tema Cuba en las redes sociales? ¿Son sus usuarios los que generan espontáneamente los temas sobre la Isla más compartidos allí?

Otras veces nos hemos referido a cómo se ha articulado fundamentalmente a través de la red social Facebook una ciberpolicía del pensamiento políticamente correcto para Cuba. Pero es desde un puñado de webs desde donde se articula un sistema que reparte premios y castigos en función de los intereses que los financian, y que en determinadas coyunturas intenta ejecutar verdaderos linchamientos a los que se suman ingenuamente personas que creen actuar por criterio propio pero que son arrastradas por aquello de ser cool y comportase con corrección política dando "Me gusta", compartiendo o comentando a favor de la corriente dominante que suponen espontáneamente surgida entre sus amigos en Facebook pero que realmente ha sido generada e inducida fuera de ese espacio. 

El objetivo no es el tema que se debate en sí sino aislar a determinadas personas vinculadas a las instituciones de la Revolución e inhibir a otras como ellas de que se expresen en ese espacio, haciendo una perversa sinergia con quienes dentro de Cuba rechazan la participación de las figuras públicas en las redes sociales. 

Nadie es infalible y cualquier opinión puede ser cuestionada y criticada pero cuando esto se toma de pretexto para linchar a una persona obviamente se quiere ir más allá con intención aviesa.

Por estos días estamos ante un revelador ejemplo de que esas tendencias no se generan espontáneamente por usuarios de las redes sociales sino que como puede apreciarse fue impulsado por medios de comunicación creados específicamente para influir en Cuba.

En esta imágen se aprecia cómo la web que lanzó la campaña contra el periodista Randy Alonso el jueves 18 de agosto fue CiberCuba.


Ya estaba la "noticia", luego, Diario de Cuba, El Nuevo Herald y otros espacios de propaganda tradicional mantienen vivo el tema y amplifican la etiqueta. 



Artículo de El Nuevo Herald de Miami con la etiqueta #YoNosoyExcubano

El humor político hace su aporte y vuelve a relanzar el tema el día 21 desde El Lumpen, donde un empleado de CiberCuba, Roberto Ariel Lamelo Piñón, alterna distintos seudónimos (Figaro Boss, Siro Cuartel...) demonizando figuras de la vida política y social cubana. 


Antes, desde otro seudónimo, en el sitio OnCuba se había cuestionado a la Televisión cubana por transmitir la carrera en que Orlando Ortega ganó medalla de plata pero no la celebración de este con la bandera española. En el momento de publicarse ese texto ya se conocían las declaraciones de Ortega "Me dieron la bandera de Cuba, pero estaba buscando la de España como loco" que toda la gran prensa española amplificó pero eso no recibió mención de ese medio que con sesgo político no menor que el del ICRT solo comenzó a hablar de Ortega cuando dejó la selección cubana de atletismo en agosto de 2013. 

Similares cronologías se pudieran hacer con otros acontecimientos como el intento de un Maidán cubano en la Plaza de la Revolución en diciembre de 2014, o la demonización de la delegación cubana la Cumbre de la Sociedad Civil en Panamá. Pero desde hace algún tiempo todos los esfuerzos parecen estar concentrados en desacreditar los medios de comunicación cubanos y por eso cada tanto el blanco escogido son periodistas conocidos sobre todo de la televisión nacional. 

Noam Chomsky antes de que existieran las redes sociales dedicó un brillante estudio a cómo los grandes medios de comunicación capitalistas fabrican el consenso, y parece ser eso no ha cambiado mucho en la era de Internet. Decía Chomsky que las noticias espontáneas solo son los terremotos, los huracanes y los accidentes y lo demás es inducido por quienes controlan la agenda de los medios.

Chomsky es un verdadero disidente como lo son también quienes se atreven a desafiar ese consenso artificialmente construido. Por eso publico aquí dos opiniones -la del escritor Antonio Rodríguez Salvador y la el musicólogo Oni Acosta Llerena- que han tenido el valor de ir a contracorriente de lo que a todas luces parece ser un linchamiento del conductor y director del programa de la televisión cubana Mesa Redonda, Randy Alonso, como reconoció un forista también en Facebook: "fue sobre todo por quien lo dijo. Más na que eso!"


Hace un rato escribí un post relacionado con los deportistas cubanos que compiten por otros países en la Olimpiada. Me centré en lo deportivo, pero muchos comentarios derivaron a lo político (siempre tomando como base dicho por Randy Alonso sobre el vallista Orlando Ortega). Bueno, tras googlear un poco, tengo ya un criterio sobre el tema. Creo que la emprenden contra el mensajero, cuando fue el propio vallista quien dejó un claro mensaje. Entendería a Ortega si hubiese tomado las dos banderas: la cubana y la española. Más aún, lo hubiera considerado un gesto elegante; pero, al rechazar la nuestra, creo que no estaba protestando contra el INDER ni contra el sistema político cubano; estaba rechazando su cultura, su identidad, su nación.
Dijo a la prensa: "Me dieron la de Cuba, pero estaba buscando la de España como un loco"… "Estoy muy orgulloso de haber puesto el nombre de España bien alto". O sea, se estaba excusando porque alguien le dio la bandera “equivocada”, la que “no era suya”. En fin, como dice el axioma jurídico: A confesión de partes, relevo de pruebas. O sea, visto el caso y comprobado el hecho, me parece que no es Randy quien le quita la nacionalidad, sino que fue el propio Orlando Ortega quien la negó. As a matter of fact.


Creo que lo dicho por Randy ha levatando una polémica injusta. Randy no es el presidente de Cuba, ni director de inmigración ni el encargado de escribir la constitución de la República de Cuba. Randy Alonso es un periodista que hizo uso de su libertad de expresión y dijo lo que piensa sobre un atleta que, individualmente, se autoexluye de su Patria al rechazar su bandera. Si a algunos cubanos no les duele que pisoteen tu bandera están en su derecho, como yo estoy en el mío de defenderla y decir lo que pienso. La bandera no es un partido político, es la muestra del sentido de pertenencia a un pedazo de tierra, como muestran todos los atletas que, apenas ganan una medalla corren y se abrazan a sus banderas. La bandera es aquella que se defiende y que nadie nunca quiere ver caer. ¿No recuerdan aquel muñequito de Elpidio Valdés que habla sobre la bandera? Lo recuerdo aquí: cuando acaba un combate le dicen a Elpidio que habían ganado pero que había un "Pancho" aferrado a su bandera y que no la quería soltar, y qué hacían a lo que Elpidio responde "lo entiendo, se aferra a ella así como mismo nosotros no queremos entregar la nuestra". Muchos medios de comunicación y muchos cubanos sólo ven el calificativo de Randy Alonso, y para muchos otros la verdadera polémica no es esa. Para mí Ortega merece el desprecio de los cubanos dignos que aman su bandera.

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