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viernes, 10 de febrero de 2017

ONU en Cuba da cuentas sobre su respuesta al huracán Matthew

El organismo internacional aspira a apoyar a 661.606 personas damnificadas en un plazo de 18 meses.



El informe muestra la ruta de los insumos humanitarios hasta los municipios afectados Foto: Tomada de rhc

La Habana, 10 feb.- Una actualización sobre la ayuda humanitaria brindada a las personas afectadas por el huracán Matthew en municipios de las provincias de Guantánamo y Holguín, brinda un informe publicado esta semana por el Sistema de Naciones Unidas (SNU) en Cuba.

El documento resume cómo se ha cumplido el Plan de Acción en Respuesta al huracán Matthew, durante el período octubre y diciembre de 2016, que fue elaborado en estrecho diálogo con las autoridades nacionales y estableció cinco sectores priorizados: vivienda y recuperación temprana, seguridad alimentaria, agua y saneamiento, salud y educación.

De los 26,5 millones de dólares requeridos para el plan que busca apoyar a 661.606 personas para cubrir necesidades básicas y recuperar medios de vida, ya fueron movilizados 9.158. 606 dólares, de ellos, 5,35 millones provenían del Fondo Central para Emergencias de Naciones Unidas.

Y aún falta por movilizar 17,4 millones de dólares, indicó el documento, publicado el pasado 6 de febrero.

Precisó que, en los territorios más afectados por el meteoro en octubre pasado, fueron entregados a las autoridades locales para ser distribuidos entre la población: alimentos, lonas para techos, colchones, pastillas purificadoras de agua, kit de cocina, de higiene y de artículos para apoyar el proceso educativo y el desarrollo de la primera infancia, juegos de sábanas, contenedores para agua, molinos para el procesamiento de escombros, entre otros.

Resumen de otros aportes

Hasta el momento, han contribuido al Plan de Acción los gobiernos de Canadá, Suiza, Italia y Corea.
Otros aportes directos al gobierno cubano hicieron Japón, Paquistán y Venezuela. Mientras empresas de China y Estados Unidos adquirieron bienes para su envío a la zona de desastre.
Una nota del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa reveló que el gobierno “adoptó la decisión de financiar los proyectos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en la República de Cuba en los ámbitos de construcción, suministro de agua e higiene pública”.
“La decisión sobre la ayuda a Cuba se corresponde con la política estatal de Rusia en el ámbito del desarrollo internacional. Confiamos en que el apoyo ruso contribuya a fortalecer las relaciones ruso-cubanas y la asociación con los respectivos organismos de la ONU”, dijo la nota.

Otros insumos adquiridos por las diferentes agencias del SNU y trasladados a las zonas más afectadas fueron mosquiteros impregnados con sustancia repelente, almacenes temporales, láminas de techo, medicamentos y medios de diagnóstico de cólera y kit higiénicos para mujeres embarazadas y madres con recién nacidos.

El informe incluye testimonios sobre los insumos humanitarios entregados.

“Llegaron en el momento preciso y han tenido muy buena aceptación, el pueblo está muy agradecido”, dijo una trabajadora de la Oficina de Trámites para Damnificados de Quiviján, en el municipio de Baracoa, adonde llegaron colchones, sábanas, mantas y kit de cocina.

Recoge también palabras de la presidenta del gobierno provincial de Guantánamo, Nancy Acosta, sobre la utilidad de la ayuda, entre ellos alimentos y pastillas purificadoras de agua.

“Los tres primeros meses son muy difíciles, no hay nada. Los primeros alimentos que se repartieron fueron los del Programa Mundial de Alimentos: arroz y frijoles”, valoró Acosta.

De acuerdo con el informe, “las instituciones nacionales han puesto en marcha un mecanismo eficiente para recibir los insumos humanitarios de Naciones Unidas y otros actores internacionales, por el puerto de Santiago de Cuba y enviarlos a las zonas afectadas en la provincia de Guantánamo”.

Entre las principales urgencias, el SNU enumeró rehabilitar techos y viviendas, facilitar el acceso a agua segura para todas las personas, restablecer las carreteras y caminos, mantener la asistencia médica y el control higiénico sanitario para prevenir la aparición de enfermedades, aumentar la disponibilidad de alimentos, restablecer las producciones agrícolas y reactivar las actividades económicas y medios de vida de las comunidades.

El documento, elaborado por la Oficina de la Coordinadora Residente del SNU en Cuba, incluye las necesidades urgentes que persisten, desde la movilización de recursos hasta acciones específicas en cada uno de los sectores priorizados, como reconstruir viviendas con pérdida parcial o total de techos y promover actividades económicas alternativas.

Otras apuntan a aumentar la disponibilidad de alimentos con el apoyo a campesinos para reactivar producciones diversificadas, continuar la entrega de alimentos a poblaciones vulnerables, asegurar el suministro y almacenamiento de agua potable, apoyar a que se mantengan la asistencia médica y todos los servicios de salud y recuperar los centros educacionales que aún permanecen sin reparar.

Entre las lecciones aprendidas en el proceso, el SNU identificó a la importancia de disponer de alimentos preposicionados para la respuesta inmediata, la necesidad de una reserva de almacenes temporales y pequeñas carpas, y la utilidad de las pastillas purificadoras de agua y de lonas para techos.

El informe muestra gráficos y mapas sobre la movilización de fondos de Naciones Unidas, sus agencias, la colaboración de socios internacionales y organizaciones no gubernamentales, así como las acciones previstas por sector, la ruta de los insumos humanitarios hasta los municipios afectados por agencias. (2017)

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