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domingo, 28 de mayo de 2017

¿Un viaje de Mr. Trump a La Habana?







No me lo dijo nadie, es sólo una especulación mía de simple deducción después de ver como el Presidente norteamericano Donald Trump acosado en su país por sus contrarios Demócratas y por la prensa, se fue de viaje a Europa y en apenas unos pocos días de estancia en el viejo continente logró revertir las encuestas de opinión pública sacándole de la espiral negativa que tenía en contra antes de su vista al otro lado del océano.

Nadie puede negar que la visita de Trump a Europa y su encuentro con sus líderes ha sido un éxito o por lo menos no ha sido un fracaso como en Estados Unidos esperaban que fuera por sus más contumaces detractores. Esa es una realidad indiscutible que aleja sin lugar a dudas la posibilidad inmediata- esperada por muchos- de que lo saquen de la Casa Blanca por medio de un proceso de destitución por parte del Congreso.

Nadie sabe de que hablaron en privado en El Vaticano el Presidente Trump y el Papa Francisco, pero es muy probable que se haya tratado el tema cubano ya que Su Santidad ha sido desde antes de sentarse en la silla de San Pedro, un decidido seguidor de su antecesor Juan Pablo II que dijo que Cuba debía abrirse al mundo y el mundo abrirse Cuba, lo que implica una denuncia abierta al Bloqueo norteamericano a la isla, una ley de Estados Unidos que todavía existe, a pesar de que ambas naciones tienen restablecidas sus relaciones diplomáticas.

¿Por qué no se da un viaje a La Habana? , bien pudo haberle dicho el Papa Francisco a Donald Trump recordando a Santo Tomás cuando aquel Santo cristiano dijo con razón indiscutida “Ver para creer”. Mirar con sus propios ojos y no actuar por lo que le digan los demás. Esa es la clave para triunfar y que no le den a uno gato por liebre. Estoy seguro que Donald Trump nunca compró una propiedad sin antes haberla visto personalmente. De ahí su éxito como gran empresario inmobiliario.

Es importante señalar que la visita a Cuba del Presidente Barack Obama fue preparada en el mayor secreto y el mundo no se enteró de ello hasta cuando lo anunciaron los dos gobiernos en Washington y La Habana después de meses de ocultas negociaciones.

Nada de extraño tendría que el Presidente Trump, un hombre impredecible y de actos sorpresivos esté en estos momentos dándole vueltas en su cabeza el darse un salto a La Habana para hacerlo mejor que su antecesor, según dirá el nuevo vecino de la Casa Blanca.

No hace mucho tiempo un hombre del equipo empresarial de Donald Trump, unos pocos meses antes de lanzarse el magnate inmobiliario a la carrera presidencial me invitó a almorzar a mí y al abogado Antonio Zamora en el Doral Country Club propiedad del hoy Presidente de Estados Unidos, para conversar sobre un posible viaje de Mr. Trump a La Habana en plan de inversionista privado con el propósito de construir en la isla varios campos de golf “antes de que lo hicieran los chinos”, según él.

Primero iría su hija Ivanka en misión exploratoria y crípticamente se nos dijo por el representante de Trump, que este estaba dispuesto a explorar negocios en Cuba pero que “debía ser después de las elecciones”. Así se nos dijo, aunque cuando eso todavía no se había lanzado Trump a la carrera por la presidencia de la nación.

¿Estará ahora el Presidente Trump dispuesto a ir a La Habana para terminar para bien de Estados Unidos y de Cuba lo que empezó Barack Obama y se quedó a mitad de camino?

El reto para Donald Trump está en La Habana. Los aires soplan en esa dirección y Trump que es hombre de audacias, no se puede perder la oportunidad de ser quien pase a la historia como el primer presidente de Estados Unidos que diga en La Habana que el Bloqueo se acabó. Si lo hace y quiere aplausos allá los tendrá de sobra.

Les habló para Réplica de Radio-Miami su director Max Lesnik.

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