Dan Friedman • 1 de Julio, 2017
El último argumento de los defensores de Trump no es una buena defensa legal.
En las últimas semanas, los defensores del presidente Donald Trump han estado promoviendo un nuevo y curioso argumento: incluso si Trump y su campaña presidencial estuvieran en connivencia con la operación secreta de Rusia para subvertir la campaña de 2016, eso no sería ilegal. El principal analista político de Fox News, Brit Hume, lanzó este argumento durante un panel el domingo al decir: “La colusión, aunque obviamente sería alarmante y muy inapropiada para la campaña de Trump… no es un delito”. Y agregó: “¿Puede alguien identificar el delito?”
Bueno, sí, se puede. Diez abogados consultados, incluyendo académicos, exfiscales y abogados defensores familiarizados con las leyes federales de elecciones y hacking (piratería), citan más de una docena de estatutos federales que los fiscales podrían usar para acusar a alguien que colaboró con la inteligencia rusa para influir en las elecciones de 2016.
“Hay toda una plétora de áreas potenciales de responsabilidad criminal”, dice Tor Ekeland, un abogado defensor que ha representado a clientes en casos de piratería de alto perfil en tribunales federales y de Nueva York. “Decir que no hay nada es sólo ignorancia voluntaria al servicio de la propaganda”.
Cuáles cargos podría hacer el fiscal especial Robert Müller depende de las circunstancias específicas y la evidencia recopilada. Pero las leyes contra la complicidad o conspiración para cometer fraude informático o robo de identidad y contra la solicitud de ayuda de campaña por parte de ciudadanos extranjeros brindan dos áreas potenciales bajo las cuales los fiscales podrían realizar acusaciones, dicen los abogados. Los fiscales también podrían usar estatutos federales más amplios relacionados con el fraude de servicios honestos, fraude electrónico y conspiración, a fin de presentar cargos contra cualquier persona que conspirara, según los abogados.
En Fox, Hume no era el único en cuestionar la criminalidad de la colusión. El conductor de programas Gregg Jarrett escribió el mes pasado que Mueller “tiene la tarea de encontrar un delito que no existe”, porque “la connivencia con Rusia no es un delito, según el código penal de EE.UU.”. Geraldo Rivera y Sean Hannity, de Fox, han brindado el argumento más específico de que un funcionario de campaña de Trump no habría infringido la ley al pedir a una persona rusa que liberara mensajes pirateados de correos electrónicos. “¿Es eso un delito, decir ‘liberar?’”, preguntó Hannity en su programa de radio el viernes.
“Mierda sí, potencialmente”, responde Ekeland. El abogado señala que ha defendido a clientes procesados por acciones comparables a las del hipotético ayudante de Trump. Piratear el correo electrónico de alguien es un delito federal. Alentar la comisión de ese delito puede constituir una conspiración para violar las leyes federales de robo y fraude informático, dice Ekeland. (El 27 de julio, en una conferencia de prensa de campaña, Trump en la práctica alentó a Rusia a piratear a Hillary Clinton: “Rusia: Si están escuchando, espero que puedan encontrar los 30 000 correos electrónicos que faltan”).
Renato Mariotti, quien como vicefiscal en Chicago procesó casos de ciberdelincuencia y fraude financiero, dice que una persona que haya alentado la liberación de correos electrónicos robados a un estadounidense podría ser procesada por ayudar e instigar el fraude informático. “Uno tiene que conocer de la actividad criminal y tomar medidas afirmativas para ayudar a que se perpetre”, dice.
Los abogados también dicen que una persona que coludió con los hackers debe preocuparse por ser acusado de fraude electrónico, una ley amplia que prohíbe el uso de la tecnología de las comunicaciones, incluyendo Internet, con la intención de cometer fraude. También señalan que un colaborador podría ser procesado por violar derechos de autor, secretos comerciales e incluso leyes de espionaje.
Una indicación de la amplitud de cargos que los fiscales federales pueden nivelar en los casos de piratería informática sucedió en marzo en California. Los fiscales acusaron a cuatro hombres, entre ellos dos miembros del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, de penetrar 500 millones de cuentas de usuarios de Yahoo en 2014. Los dos funcionarios rusos, acusados de apoyar pero no de participar en el acto de piratería, provocaron decenas de cargos federales, incluyendo conspiración para cometer fraude informático, conspiración para cometer fraudes de dispositivos de acceso, conspiración para robar secretos comerciales y conspiración para cometer fraude electrónico.
Una ley que prohíbe a los ciudadanos extranjeros prestar asistencia en las elecciones estadounidenses también podría poner a los ayudantes de Trump en peligro legal. Esta ley, reforzada a raíz de los alegatos de que la campaña de reelección de Bill Clinton en 1996 se benefició del apoyo chino, prohíbe a los extranjeros proporcionar “cualquier cosa de valor” en relación con una elección. Bob Bauer, que se desempeñó como abogado de la Casa Blanca bajo el expresidente Barack Obama, escribió en un análisis del 2 de junio que las acciones rusas destinadas a ayudar a elegir Trump, incluyendo la piratería y la liberación de correos electrónicos embarazosos de la campaña de Clinton y del Comité Nacional Demócrata, representan una inadvertida donación de campaña ilegal. “El caso es más o menos esconder algo a la vista de todos”, insistió Bauer.
Bajo esta ley, los funcionarios estadounidenses de campaña deben proporcionar “ayuda substancial” a una persona o entidad extranjera que ayude a su campaña para enfrentarse a la responsabilidad penal. Los contactos secretos dirigidos a asegurar la ayuda rusa probablemente estarían incluidos en esa norma. Igualmente las declaraciones públicas como la invitación de Trump a más piratería rusa y sus repetidos elogios a WikiLeaks, el sitio que diseminó los correos electrónicos demócratas robados por la inteligencia rusa. Bauer argumentó que tales declaraciones alertaron a los funcionarios rusos de que sus esfuerzos eran bienvenidos. Estas declaraciones también dejaron claro que Trump consideraba que la asistencia de Rusia era “valiosa”, dijo Bauer.
Los abogados señalan que los expertos de Fox News han subestimado el poder de los fiscales federales. Ellos enfatizan que los fiscales federales tienen una latitud considerable para generar cargos bajo las leyes federales ampliamente redactadas. “Mirarán la evidencia y dirán, ‘¿Qué estatutos podemos utilizar para acusarlos?’”, dijo Mariotti. Van a buscar en todo el código federal”.
Hume tiene razón al decir que no hay ninguna ley que prohíba específicamente la “colusión”. Pero los fiscales probablemente puedan procesar a alguien por la conducta descrita como colusión bajo una abarcadora ley federal de conspiración, dice Ekeland. La ley impone una sentencia máxima de cinco años a cualquiera que “conspire ya para sea a cometer algún delito contra Estados Unidos o para estafar a Estados Unidos”. Los fiscales pueden acusar a una persona que participe en “cualquier acto para realizar el objeto de la conspiración.
“Las leyes de conspiración ofrecen a los fiscales una herramienta ampliamente utilizada y con frecuencia son criticados por los defensores de las libertades civiles porque permiten a los fiscales acusar a personas por su papel en delitos que no perpetraron personalmente. Muchas de estas leyes existen, y los exfiscales no tienen que hacer volar su imaginación para considerar la forma en que Mueller y su equipo pueden aplicarlas en la investigación de Rusia.
“Hay miles de personas en la cárcel por colusión”, dice Ekeland. “Es otra palabra para conspiración”.
Foto de portada: El conductor de programas de Fox News, Sean Hannity, habla en una convención de comunicadores religiosos en febrero. Brian Cahn / ZUMA.
(Tomado de Mother Jones)
Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal.
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