NUEVA YORK. La figura central en el escándalo conocido como Irán-contras que sacudió el gobierno de Ronald Reagan en los años 80 ha sido nombrado próximo presidente de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
El teniente coronel Oliver North fue calificado de guerrero legendario para la libertad estadounidense, talentoso comunicador y líder capacitado. En estos tiempos, no puedo pensar en nadie más apto para servir como nuestro presidente, declaró Wayne LaPierre, ejecutivo en jefe de la NRA, en un comunicado.
North, un asesor de seguridad nacional del presidente Reagan, fue uno de los coordinadores del ilícito programa encubierto manejado desde la Casa Blanca que empleó fondos de las ventas secretas de armas a Irán para financiar a las fuerzas antisandinistas conocidas como la contra en Nicaragua. El operativo fue revelado en 1986 y después de audiencias legislativas e investigaciones penales, fue condenado en 1989 por destrucción de documentos oficiales, obstruir al Congreso y recibir fondos ilegales, aunque un par de años después su caso fue anulado con un argumento técnico.
Sin embargo, se comprobó que North violó la prohibición del Congreso para financiar a la contra, mientras manejaba una operación para vender armas al gobierno de Irán, violando un embargo, en un escándalo que también llevó a la desgracia a otros altos funcionarios de aquel gobierno, entre ellos Eliot Abrams, secretario asistente de Estado para el Hemisferio Occidental, y los asesores de seguridad nacional en la Casa Blanca John Poindexter y Robert McFarlane.
El ex marine actualmente trabaja como comentarista y conductor de programas en Fox News, y es autor de varios libros. Participó en la reunión anual de la NRA el pasado fin de semana, donde se concentraron más de 70 mil miembros de lo que es una de las organizaciones políticamente más poderosas del país, donde también subieron al podio el presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence, para afirmar su defensa incondicional del derecho a las armas.
La NRA ha contribuido con millones de dólares a las campañas electorales de políticos –incluidos unos 30 millones a la de Trump– pero por primera vez en muchos años se encuentra a la defensiva, como resultado de un nuevo movimiento de base encabezado por jóvenes que nació del tiroteo masivo en una preparatoria de Florida en febrero pasado. Una petición del movimiento March for our Lives es que los políticos dejen de aceptar donaciones de la NRA y prometen echar a los que se nieguen.
Ante ello, la selección de North indica que la organización buscaba un nombre reconocido –y considerado héroe en círculos conservadores– para enfrentar este desafío. North, quien se identifica como un patriota cristiano, concluyó su participación ante la convención de la NRA con una oración.
Tortura
Hablando de programas encubiertos, este lunes el presidente Trump defendió a Gina Haspel, su candidata para la dirección de la CIA, ante la preocupación de que las críticas por su papel en supervisar un centro de detención clandestino y otros programas de la agencia donde se empleó la tortura.
Mi muy respetada nominada para directora de la CIA ha estado bajo fuego porque fue demasiado dura con terroristas. Piensen en eso, en estos tiempos peligrosos, tenemos a la persona más calificada, una mujer a quien los demócratas quieren echar porque es demasiado dura contra el terror. Gana Gina, tuiteó el presidente.
Organizaciones de derechos humanos y legisladores han denunciado el nombramiento de alguien vinculada a prácticas calificadas en convenciones internacionales como tortura.
(Tomado de La Jornada)
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