Por Amalia Rodríguez Gómez.
La libertad y la autonomía resultan más importantes que la economía, revela un estudio realizado en 63 países. Investigadores de la Universidad Victoria de Wellington, en Nueva Zelanda, han comprobado que la libertad y la autonomía de una persona conducen al bienestar, en mayor medida que el dinero. El estudio, publicado por la Asociación Americana de Psicología, recoge la información aportada por 420.599 personas de 63 países distintos. Tras someterse a diversas pruebas y analizar su nivel de bienestar a partir de indicadores como la salud psicológica, la ansiedad y el estrés, las respuestas de los encuestados indicaron que cuanto más individualista es una sociedad, sus habitantes gozan de mayor bienestar, independientemente del nivel de ingresos que éstos tengan.
El dinero no compra la felicidad. La idea de este tradicional dicho popular resume parte de las conclusiones de un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad Victoria de Wellington, en Nueva Zelanda, en el que se ha constatado que la libertad y la autonomía de un individuo son más importantes que la posesión de dinero a la hora de alcanzar el bienestar.
La libertad y la autonomía resultan más importantes que la economía, revela un estudio realizado en 63 países. Investigadores de la Universidad Victoria de Wellington, en Nueva Zelanda, han comprobado que la libertad y la autonomía de una persona conducen al bienestar, en mayor medida que el dinero. El estudio, publicado por la Asociación Americana de Psicología, recoge la información aportada por 420.599 personas de 63 países distintos. Tras someterse a diversas pruebas y analizar su nivel de bienestar a partir de indicadores como la salud psicológica, la ansiedad y el estrés, las respuestas de los encuestados indicaron que cuanto más individualista es una sociedad, sus habitantes gozan de mayor bienestar, independientemente del nivel de ingresos que éstos tengan.
El dinero no compra la felicidad. La idea de este tradicional dicho popular resume parte de las conclusiones de un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad Victoria de Wellington, en Nueva Zelanda, en el que se ha constatado que la libertad y la autonomía de un individuo son más importantes que la posesión de dinero a la hora de alcanzar el bienestar.
Precisamente ésta fue la hipótesis de la que partieron para comenzar a investigar los psicólogos Ronald Fischer y Diana Boer, autores del estudio.
En un comunicado emitido por la Asociación Americana de Psicología (APA), los científicos aclaran que mientras una gran cantidad de trabajos de investigación se han dedicado a definir los indicadores de la felicidad y la satisfacción vital en todo el mundo, ellos prefirieron plantearse la siguiente pregunta: “¿Qué es más importante para gozar del bienestar, proveer a la gente con dinero u ofrecerle posibilidades de elegir y autonomía?”.
El estudio, publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology, de la APA, recopila información de 63 países, e incluye a una muestra total de 420.599 personas.
En concreto, los investigadores examinaron los niveles nacionales de bienestar y, para hacerlo, midieron la salud psicológica, la ansiedad y el estrés de los participantes.
A raíz de estas pruebas, descubrieron que el individualismo es un indicador más fuerte que la riqueza, así como que un mayor grado de individualismo está asociado directamente con un bienestar mayor. Por tanto, “la riqueza puede influir en el bienestar sólo a través de su efecto en el individualismo”, concluyen los psicólogos.
En este sentido, los investigadores se sienten satisfechos de su aportación: “Nuestros resultados proporcionan nuevos conocimientos sobre el nivel de bienestar de la sociedad", afirman.
Pruebas psicológicas
Para constatar que el dinero no determina el grado de bienestar de una sociedad y confirmar que la libertad personal sí puede, en cambio, conducir a ello, Fischer y Boer realizaron tres pruebas psicológicas diferentes.
Por un lado, hicieron el cuestionario de salud general, que mide cuatro síntomas de estrés (síntomas somáticos, ansiedad e insomnio, disfunción social y depresión severa); sometieron a los encuestados al Inventario de Rasgos de Ansiedad (STAI, del inglés Spielberger -Trait Anxiety Inventory), para comprobar cómo se sentían en un momento determinado; y por último, aplicaron el test Maslach burnout inventory (MIB), cuestionario que prueba el agotamiento emocional, la despersonalización y la falta de realización personal.
Según los responsables de la investigación, “el análisis de la combinación de los resultados de los diferentes estudios fue algo inusual, ya que las variables clave fueron recogidas de distintas fuentes y no existe ningún estudio anterior que incluya las dos variables que estábamos considerando, es decir, la riqueza y el individualismo”.
"En los tres estudios, observamos un hallazgo muy coherente y sólido relacionado con que los valores individualistas de la sociedad son los que mejor predicen el bienestar", señalan los psicólogos de la Universidad Victoria de Wellington. "Además, si la riqueza es un indicador significativo, su influencia desaparece cuando aparece el individualismo".
Como conclusión, los investigadores señalan que “el dinero lleva a la autonomía, pero no aporta el bienestar o la felicidad".
Pruebas psicológicas
Para constatar que el dinero no determina el grado de bienestar de una sociedad y confirmar que la libertad personal sí puede, en cambio, conducir a ello, Fischer y Boer realizaron tres pruebas psicológicas diferentes.
Por un lado, hicieron el cuestionario de salud general, que mide cuatro síntomas de estrés (síntomas somáticos, ansiedad e insomnio, disfunción social y depresión severa); sometieron a los encuestados al Inventario de Rasgos de Ansiedad (STAI, del inglés Spielberger -Trait Anxiety Inventory), para comprobar cómo se sentían en un momento determinado; y por último, aplicaron el test Maslach burnout inventory (MIB), cuestionario que prueba el agotamiento emocional, la despersonalización y la falta de realización personal.
Según los responsables de la investigación, “el análisis de la combinación de los resultados de los diferentes estudios fue algo inusual, ya que las variables clave fueron recogidas de distintas fuentes y no existe ningún estudio anterior que incluya las dos variables que estábamos considerando, es decir, la riqueza y el individualismo”.
"En los tres estudios, observamos un hallazgo muy coherente y sólido relacionado con que los valores individualistas de la sociedad son los que mejor predicen el bienestar", señalan los psicólogos de la Universidad Victoria de Wellington. "Además, si la riqueza es un indicador significativo, su influencia desaparece cuando aparece el individualismo".
Como conclusión, los investigadores señalan que “el dinero lleva a la autonomía, pero no aporta el bienestar o la felicidad".
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