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domingo, 24 de junio de 2012

El Euro no sobrevivirá si no se va más allá de la austeridad

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Por Maribel Nuñez

Este prestigioso economista americano de corte neokeynesiano habla con franqueza de que Europa está sumida en una depresión económica severa. Añade que si Alemania no cambia el rumbo de su política y no deja de imponer la receta de la austeridad a todos los países aumentará la crisis, lo que podría llevarse por delante incluso el proyecto del euro en sí mismo. Stiglitz, que participó esta semana en Madrid en el aniversario del Centro de Estudios de Políticas Públicas y Gobierno de la Universidad de Alcalá de Henares, se muestra muy crítico con los bancos, a quienes culpa de no haberse autorregulado y ser responsables de amplificar la crisis.
-¿Cuándo saldrá el mundo de esta crisis, y especialmente Europa?
-Si Alemania insiste en las políticas de austeridad la recuperación no llegará pronto. Incluso en Estados Unidos se prevé que el paro, aunque es inferior al de España, llegará al 8% a finales de este año y al 7,5% a finales de 2013, de manera que no se volverá a tasas de pleno empleo antes de 2018. A mí me parece que estas previsiones son muy optimistas ya que la recuperación tardará bastante tiempo en llegar. Ahora nadie piensa ya que las medidas que ha adoptado Europa para luchar contra la crisis sean efectivas sino que es posible que hayan empeorado la situación ya que los problemas subyacentes persisten. Además, los rescates que se han producido en Europa han impuesto condiciones que han provocado pánico en los mercados y en esta ocasión los mercados tienen razón ya que Alemania cree que el único problema es que los países están gastando demasiado dinero.
-Pero el planteamiento de Alemania solo hace referencia a una parte de la realidad...
-Efectivamente pero, además, se da la circunstancia de que Irlanda, Portugal y España tenían superávit en sus presupuestos antes de la crisis, de manera que la austeridad no les servirá para salir de esta crisis ni les prevendrá contra la siguiente. La cuestión es que Alemania ha hecho un diagnóstico erróneo de la enfermedad, de tal modo que cualquier medicina que se aplique al enfermo será equivocada, lo cual es bastante deprimente, sobre todo después de que muchos economistas, tanto americanos como europeos, hayamos insistido en que la austeridad es una receta errónea, incluso economistas alemanes, pero los políticos de Berlín insisten.
-Angela Merkel podría haberse movido un poco de su posición al no rechazar de plano que el Fondo de Rescate europeo pueda comprar deuda de países en el mercado secundario....
-Sería un principio de flexibilidad por parte de Berlín aunque el problema fundamental es que la austeridad destruye el crecimiento. Si no hay programas para fomentar el crecimiento y si no hay unión bancaria europea se corre el riesgo de retiradas masivas de dinero de los bancos en España, Italia e Irlanda, entre otros, porque los depositantes creen que pueden tener más confianza si ponen su dinero en los bancos alemanes o suizos, por ejemplo, ya que esas entidades tienen el respaldo de sus gobiernos. Y todo se produce en medio del discurso oficial de que Europa está en contra de los subsidios porque van contra la normativa europea sobre competencia y, la realidad, es que se está ayudando a los bancos con dinero público.
-¿Cree que sería posible que algunos países europeos volvieran a sus antiguas monedas nacionales, como el dracma, la lira o la peseta?
-La opinión general hasta ahora era que no, porque, en cierto modo, es dramático y un paso atrás. La cuestión es que hay cosas que eran inimaginables y ahora, si no se crean instituciones económicas que hagan que la eurozona funcione, podría darse esta vuelta a las antiguas monedas.
-Pero como usted sabe Europa es un ente muy complicado donde hay 27 países, y 17 en el caso de la eurozona, donde es muy difícil tomar decisiones y los procedimientos para cualquier acuerdo son muy lentos...
-La democracia tiene sus tiempos, sin duda, y hay que respetarlos pero los mercados se mueven mucho más rápidamente, y éste es el problema ya que la lentitud con la que se está moviendo Alemania para resolver el problema perjudica a toda Europa, lo que está minando la confianza de los inversores, como se ha podido ver en el rescate aprobado para una parte de la banca española, que no ha producido una bajada significativa de la rentabilidad de la deuda española en el mercado, sino que ha sido al contrario. La conclusión es que no se está haciendo lo correcto para recuperar la confianza de los mercados, o lo que es lo mismo, las medidas que se están tomando son equivocadas. Los rescates no están funcionando. Hemos visto casos anteriores de rescates del FMI en Argentina o en algunos países del este de Asia y, si se analizan los datos, se gastaron cientos de millones de dólares con un resultado nulo, sobre todo porque se aplicaron políticas de austeridad que empeoraron aún más la situación. Si no se va más allá de la austeridad el euro no sobrevivirá, podrá agonizar unos meses más pero no sobrevivirá.
-La alternativa a la austeridad es promover el crecimiento pero ¿de dónde sacan los Estados el dinero si están aplastados por una montaña de deuda que les supone un coste casi insoportable?
-Hay que poner en marcha eurobonos, compras masivas de deuda soberana por parte del BCE, un Fondo de Estabilización para la solidaridad entre países, un sistema bancario europeo, recapitalizar el Banco Europeo de Inversiones para que invierta en proyectos de infraestructuras... en definitiva poner toda la maquinaria en marcha porque la crisis es severa pero, desgraciadamente, no se está haciendo casi nada. Las medidas de estímulo funcionan y han funcionado, por ejemplo en Estados Unidos, y sin ellas el paro habría llegado al 13% de la población activa. Y en Europa, que en conjunto no tiene una posición fiscal mala, las medidas de estímulo funcionarán también.
-¿Cómo ve la economía española?
-Hace tres años en España la relación entre deuda pública y PIB era relativamente baja y hubo incluso superávit en las cuentas públicas antes de la crisis, cosa que no sucedía en Grecia. Alemania, por tanto, se ha equivocado porque los problemas en España no han venido por un exceso de gasto, sino por un pinchazo de la burbuja inmobiliaria creada en el mercado, tal y como pasó también en Irlanda, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros, lo que demuestra que no ha sido sólo un problema español. Lo que ha ocurrido es que el sector bancario, en España, y en otros países, no ha sabido autorregularse, y es lo que hay que cambiar. Ahora lo que hay que ver es que España no empeore aún más las cosas ya que cuando se bajan salarios se produce automáticamente una caída de la demanda. Además las reformas estructurales puestas en marcha no tendrán impacto sobre la demanda. Si se bajan salarios cae la demanda y hay más empresas y particulares que corren el riesgo de entrar en suspensión de pagos, lo que a su vez debilitará el sistema bancario, un círculo vicioso.
-¿Qué puede hacer el Gobierno español?
-Intentar convencer a sus socios europeos de que hay que cambiar de política, sobre todo a Angela Merkel.
-¿Cree que Obama ha presionado a Merkel en la cumbre del G-20 celebrada esta semana en México?
- No sé si lo hizo pero, en cualquier caso, Obama no está en disposición de dar lecciones ya que no hay que olvidar que la crisis tiene su origen en Estados Unidos, con las hipotecas «subprime». Y, además, si se mira atentamente las reformas que se han hecho en Estados Unidos, la influencia del sector bancario en los políticos ha sido enorme.

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