Como quizá recordarán, la historia es que el sector financiero –tras haberse arrastrado él mismo y al resto del mundo al borde del desastre- fue rescatado por los contribuyentes.
Pero en lugar de estarle agradecidos, los peces gordos de las finanzas estaban indignados con el presidente Obama por haber insinuado en ocasiones que algunos de ellos quizás se hayan portado un poquito mal. Y los banqueros de inversión -que normalmente se inclinan por los demócratas- se pasaron mayoritariamente al otro bando y llenaron de efectivo las arcas de Mitt Romney con la expectativa, sin duda correcta, de que un Gobierno de Romney desmantelaría la reforma financiera y trataría su riqueza con la adulación que ellos creen que es su derecho de nacimiento.
Pero Romney ha perdido y Obama ha vencido. Los límites de su poder han quedado cruelmente a la vista, y el presidente reelegido ahora no les debe nada.
¿He mencionado que Elizabeth Warren, que ayudó a crear la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, irá al Senado, un Senado que será considerablemente más progresista y menos amable con Wall Street que antes?
Mala jugada, chicos.
© 2012 The New York Times
Pero en lugar de estarle agradecidos, los peces gordos de las finanzas estaban indignados con el presidente Obama por haber insinuado en ocasiones que algunos de ellos quizás se hayan portado un poquito mal. Y los banqueros de inversión -que normalmente se inclinan por los demócratas- se pasaron mayoritariamente al otro bando y llenaron de efectivo las arcas de Mitt Romney con la expectativa, sin duda correcta, de que un Gobierno de Romney desmantelaría la reforma financiera y trataría su riqueza con la adulación que ellos creen que es su derecho de nacimiento.
Pero Romney ha perdido y Obama ha vencido. Los límites de su poder han quedado cruelmente a la vista, y el presidente reelegido ahora no les debe nada.
¿He mencionado que Elizabeth Warren, que ayudó a crear la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, irá al Senado, un Senado que será considerablemente más progresista y menos amable con Wall Street que antes?
Mala jugada, chicos.
© 2012 The New York Times
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar